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¿De dónde proviene el término ‘acoso’?

Según indica la primera acepción del Diccionario de la RAE, el término ‘acoso’ hace referencia a la ‘acción y efecto de acosar’, siendo éste un verbo que tiene un origen etimológico que se remonta al latín ‘cursus’, que significaba ‘carrera’, a través de la palabra arcaica ‘cosso’, que también aludía a la idea de perseguir.

¿De dónde proviene el término ‘acoso’?

 

Actualmente, su uso se extiende a diversas formas de persecución o molestia persistente hacia una persona o animal. Este verbo no solo implica la persecución física, sino también la insistencia molesta en requerimientos o acciones no deseadas.

En la actualidad, los vocablos ‘acoso’ o ‘acosar’ se emplean especialmente para describir conductas que atentan contra la dignidad de una persona, creando un ambiente intimidatorio, humillante u ofensivo (‘acoso sexual’, ‘acoso escolar’, ‘acoso laboral’…).

Este comportamiento también puede estar relacionado con diversos aspectos de la identidad de la víctima, como su origen, religión, discapacidad, edad u orientación sexual.

 

 

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Fuente de la imagen: lookandlearn

El curioso origen del término ‘majadero’

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan de dónde proviene llamar ‘majadero’ a alguien necio, torpe o molesto.

El curioso origen del término ‘majadero’

Se conoce como ‘majadería’ al hecho o dicho que se considera impertinente, fuera de lugar, molesto e incluso grosero. A aquel que lo realiza o dice se le denomina con el término ‘majadero’, utilizado para referirse a alguien, ‘necio’, ‘torpe’, ‘estúpido’, ‘idiota’ e ‘idiota’ (entre otras muchas cosas) e incluso en ocasiones ‘loco’, tal y como recogen los diccionarios de sinónimos.

Pero, originalmente, el término majadero nada tenía que ver con estas acepciones que hoy en día se les da, sino que hacía referencia a aquel que se dedicaba a ‘majar’ – acción de golpear con un ‘majo’ (mazo con mango de madera y que hoy en día también es conocido como ‘mano de mortero’)- con el fin de machacar el grano del cereal, legumbres u otros elementos con el fin de conseguir un polvo, harina o mezclarlo (los modelos antiguos de majos solían llevar la punta de hierro).

El golpeteo continuo y repetitivo realizado al majar llegaba a ser muy molesto, lo que originó que a los actos que importunaban se les empezara a conocer con el término de majadería y al que lo realizaba como majadero, derivando finalmente en todas las definiciones y sinónimos que se le da actualmente.

Cabe destacar que no debemos confundir ‘majadero’ con el término ‘majareta’, ya que ambas palabras provienen de orígenes etimológicos diferentes.

Majareta (o ‘majara’), es utilizado para referirse a un ‘loco’ o ‘chiflado’ y lo recibimos desde el árabe ‘maḥrūm’, cuyo significado original era ‘mísero’.

 

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Echarle a uno los perros’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Echarle a uno los perros’?A través del apartado de contacto, Luis Carmona me pregunta sobre el origen de la expresión ‘Echarle a uno los perros’ cuando queremos referirnos al hecho de hostigar e increpar a alguien.

‘Echarle a uno los perros’ es otra más de las muchas expresiones que tienen su origen en el mundo de la tauromaquia y procede de un momento de la corrida en el que en algunas ocasiones el toro de lidia hacía caso omiso a las indicaciones del torero, no entrando al trapo (embestir el capote) o que en el transcurso de la faena se dirigía hacia otro punto del coso taurino diferente al que el matador deseaba. Esa indisciplina del animal era castigada sacando una jauría de perros adiestrados, los cuales acosaban, ladraban y mordían a la res.

Con ello se pretendía que el toro quedase distraído y situado en un lugar al que el torero (o alguno de sus auxiliares) se acercaba y le daba muerte a través de una estocada o apuntillándolo entre las cervicales.

Este lance no se efectuaba siempre, dejándolo en manos del público presente que era quien solicitaba al presidente de la corrida (a grito de ¡perros, perros, perros!) la presencia de los canes.

A partir de este acto de echar los perros al toro nació la expresión con la que indicamos que a alguien se le acosa o reprende.

 

Fuente de la imagen: corsner vía photopin cc

 

Nota importante:
Tanto este blog,  su autor, como la web en la que se encuentra alojado (20minutos.es) mantienen por convicción propia y como línea editorial el no fomentar ni apoyar la tauromaquia. Ello no exime, al mal llamado ‘arte’, de haber proporcionado un sinfín de interesantes anécdotas y/o curiosidades a lo largo de la historia siendo dignas de su publicación en esta página, sin que esto pueda representar un cambio de actitud hacia la misma.