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Entradas etiquetadas como ‘madrid’

Cultivar la gratitud

Por Elena Izquierdo

Me animo a escribir esta carta después de escuchar las terribles cifras de ancianos fallecidos en residencias de mayores. ¡Qué dolor y qué tristeza perder a tu ser querido en estas terribles circunstancias!

Quiero cultivar la gratitud, reflexionar, apoyar y hablar de aquellas residencias –que no salen en las noticias– y que han tenido un empeño heroico –un reto nada fácil- en mantener una actitud ejemplar, actuando rápidamente y poniendo todo su afán en controlar la situación para proteger a nuestros mayores.

Voy a destacar la residencia de San Juan De Dios (de El Álamo, Madrid). Allí está mi madre. Y les quiero felicitar por su responsabilidad, por su esfuerzo incansable, su profesionalidad y su gran capacidad para perseverar en la dura batalla que están manteniendo diariamente contra este virus.

Residencia San Juan de Dios

Residencia San Juan de Dios en El Álamo. (residenciasanjuandedios.es)

Mi reconocimiento y gratitud para Yolanda. Gracias por tu gran profesionalidad y tu gran capacidad de trabajo dando ejemplo y esforzándote siempre por los que más lo necesitan.

Mil gracias a todo un gran equipo humano:

Los doctores, supervisoras, enfermeras, equipo rehabilitador (físico y psicológico), auxiliares, recepción, administración, personal de mantenimiento, cocineros, limpieza… por cuidar a mi madre y a todos los residentes. Gracias por mantenerme informada de su estado de salud, por las vídeollamadas, por el apoyo psicológico que he tenido para poder llevar esta terrible situación que vivimos alejados de nuestros mayores.

Por vuestra gran capacidad de reacción y vuestro buen saber hacer, habéis plantado cara a esta pandemia protegiendo a nuestros ancianos.

 

 

 

 

Un mes sin saber nada de mi madre anciana ni siquiera por teléfono: ¿su vida pertenece a la residencia?

Por Ana Bravo

Todos somos conscientes de que el momento que estamos viviendo es el más difícil de las últimas décadas y que vamos campeando el temporal como podemos porque nadie nos ha preparado para esto.

Salimos a la ventana cada tarde para aplaudir la labor de todo el personal que tanto y tanto nos están dando, pero hoy y desde aquí quiero dar una sonora pitada a las residencias de ancianos, y por lo que me toca a la Adolfo Suárez de Madrid.

Entrada de la residencia de ancianos 'Adolfo Suárez' de Madrid

Entrada de la residencia de ancianos ‘Adolfo Suárez’ de Madrid (FOTO: JORGE PARIS)

Llevamos desde el 8 de marzo, cuando ya se nos impidió entrar a ver a mi madre, sin noticias. Todos los intentos de conseguir información son nulos. Nadie atiende, nadie da respuestas a nuestras preguntas: ¿en qué situación se encuentran los ancianos?, ¿cuánto personal está trabajando?, ¿cuántos casos hay de contagio?

Todo son incógnitas. El hermetismo es total y la sensibilidad del personal al cargo brilla por su ausencia. ¿Creéis que sus vidas os pertenecen? ¿No os creéis en la obligación de buscar algún canal de información para mantener a las familias lo más al día posible?

Nos sentimos completamente desamparados e impotentes ante esta situación, máxime cuando algunas informaciones hablan de cientos de fallecidos dentro de este tipo de instalaciones.

¿A quién acudir? ¿Qué hacer sino esperar en cualquier momento la temible llamada anunciando lo peor? ¿Qué está haciendo la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para solucionar esta situación? El confinamiento es duro pero soportable, pero esta incertidumbre, lo siento pero no la acepto.

Coronavirus y Metro de Madrid: evitamos aglomeraciones, ¿y esto?

Por Josefina

Soy usuaria de Metro de Madrid, como cada día me dispongo a llegar a mi centro de trabajo por este medio, a mi hora habitual. Nos hemos enterado los ciudadanos de las medidas que se han adoptado para frenar los contagios del coronavirus.

Viajo en la línea 9 del metro y hoy los trenes circulan más espaciados en tiempo entre uno y otro, con lo que cuando llegan vienen con bastante gente, con lo cual se hace difícil poder mantener un mínimo de distancia que te permita evitar riesgos. Cerramos colegios, evitamos aglomeraciones y concentraciones de gente, ¿y esto?

Metro de Madrid

Viajeros entrando y saliendo en una estación del metro de Madrid. (ARCHIVO)

Por otro lado, y pese a las recomendaciones de Sanidad, ves a diario cómo la gente tose sin tomar precauciones, sin taparse o tapándose la boca con la mano, mano que llevan luego a cualquier superficie. Hoy se ve alguna mascarilla más que otros días. Y ya me estoy arrepintiendo de no llevar una.

¿Todo esto es coherente con la situación que estamos viviendo, aunque solo sea por cumplir con la prudencia que nos están pidiendo?

 

Calles nuevas en el callejero de Madrid

Por Jorge Camacho

Madrid, sin placas del franquismo (Zipi/EFE).

Una calle con nombre franquista. (Zipi/EFE).

Estoy a favor de que desaparezcan del callejero de Madrid los nombres de militares criminales franquistas como el que da nombre a la calle en la que vivo.

Ahora bien, me pregunto si, en el caso del General Varela, resulta oportuno reemplazarlo por el de un personaje controvertido como Carlos Morla Lynch, aparte de que con ello la calle recibirá un nombre largo y difícil tanto de escribir como de recordar, lo que no agradará a muchos vecinos.

Sería mejor optar por nombres cortos y claros, de una sola palabra, como los de ciudades o plantas que ya hay en el barrio de Tetuán o de minerales, aves, árboles, etc.

Números fantásticos en el Orgullo Gay

Por Miguel Ángel Loma Pérez

Asistentes al pregón del Orgullo en la Plaza Pedro Zerolo (Europa Press).

Asistentes al pregón del Orgullo en la Plaza Pedro Zerolo (Europa Press).

En diferentes informaciones periodísticas sobre las pasadas celebraciones del Orgullo Gay en Madrid, se ofrecía -incluso con antelación a que se produjesen- el impresionante dato de «más de un millón y medio de participantes», sin cuestionamiento alguno. Y esta aparente aceptación de tan fantástica cifra choca con lo que sucede respecto a otras grandes concentraciones, cuando es la propia Organización la que ofrece un número tan elevado de asistentes, siendo habitual que se cuestionen sus cifras, incluso por la Policía, descendiéndose a comprobaciones detalladas como el número de personas por metro cuadrado, distancias entre unos y otros manifestantes, etcétera. Pero esto no sucede con las fiestas del Orgullo Gay.

Recuerdo que hace unos años, no demasiados, cuando comenzaban a darse estas fiestas, al pasar por una plaza de Sevilla me encontré con un escenario donde se estaba celebrando una de ellas. Como ya entonces me parecía que se inflaba el dato de los asistentes, discretamente contabilicé su número: unas cincuenta personas, no más. Pues bien, aunque en los aledaños de aquel lugar era visible la presencia de Policía Local, en las noticias del día siguiente, esa misma Policía Local ofrecía el número de 500 participantes. Por alguna extraña operación matemática, de la noche a la mañana los asistentes se habían multiplicado por diez. 

El porqué se hacía eso entonces, no podría asegurarlo. Pero si ahora se hace me temo que pudiera ser porque atreverse a cuestionar los datos que ofrece la Organización, conlleva una velada acusación de homofobia que a nadie le gusta soportar.

La saturación a la hora de renovar el DNI en Madrid

Por Raúl de Juan

Una cola en una comisaría para renovar el DNI (Archivo).

Una cola en una comisaría para renovar el DNI (Archivo).

Si tratas solicitar cita previa para renovar u obtener el DNI o pasaporte en las comisarías de Madrid comprobarás que ya no te la dan por saturación y si te la dan es para más de mes y medio.

A los funcionarios les da igual la urgencia que tengas (un viaje al extranjero, inscribir un nacimiento en el Registro, matricularte en la Universidad, selectividad…), es tu problema. No te dan más solución que recorrer mendigando por las comisarías de la región, o hacer cola desde las 5 de la mañana para coger uno de los pocos números que dan sin cita en alguna.

He visto una comisaría llena de gente y funcionarios fumando en la puerta, e incluso trabajadores yéndose hasta que le tocase la siguiente cita, en lugar de atender a otra persona, y aguantado la soberbia y desprecio de la supervisora.

Me temo que la privatización es la única solución.

 

Señora Carmena, urge una poda en Ciudad de los Ángeles

Por I.D.S.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, durante un pleno en el Ayuntamiento (EUROPA PRESS).

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, durante un pleno en el Ayuntamiento (EUROPA PRESS).

Los vecinos del barrio de Ciudad de los Ángeles [en el distrito de Villaverde de Madrid] llevamos casi dos años rogando que nos poden los árboles: hemos llamado en numerosas ocasiones al Ayuntamiento, hemos puesto quejas múltiples, e incluso nos hemos personado en el mismo y nuestras súplicas siempre han quedado en terreno de nadie.

Nuestro barrio siempre ha estado olvidado por los denominados viejos partidos políticos y nos quedaba la esperanza de que Ahora Madrid, un partido que prometía velar por el bienestar de los barrios trabajadores no nos iba a defraudar y esta vez sí que íbamos a poder gozar del mismo mimo y cuidado que tienen los barrios de renta más alta.

¡Éramos unos pobres ilusos! Seguimos olvidados, los árboles siguen creciendo y nosotros no podemos seguir así. Los insectos y las ramas llegan a nuestras ventanas, por lo que no podemos abrirlas y pasear se hace imposible entre tanta vegetación.

Déjense de demagogia, déjense de engaños, basta ya de votos baratos. Todo es muy bonito sin las sillas del poder, pero en cuanto empiezan a sentarse hacen lo mismo que tanto critican. ¡Pónganse a trabajar por los ciudadanos y dejen de engañarnos!

A la hora de alquilar exigen condiciones no acordes con la situación actual

Por Álvaro Fernández Misas

272298-933-1400Ya ha pasado un mes. Un mes desde que comencé a buscar piso para independizarme e irme a vivir con mi actual novia. Un mes consultando webs de búsqueda de pisos en alquiler, concertando visitas a pisos, intentando puentear a inmobiliarias, intentos fallidos de negociaciones…Y después de un mes, sigo igual. Con los papis.

Vivo en Madrid, así que muchos comprenderán mi desesperación. De todos es sabido que el nivel de vida de Madrid capital es altísimo. Asfixiante, más bien. Y es que la situación roza lo absurdo. A los precios desorbitados e hinchadísimos de los pisos hay que añadir unas condiciones y unas garantías exigidas al inquilino que están totalmente fuera de lugar. Pase lo de pagar un mes de fianza pero, ¿cómo se entiende, con la que está cayendo, que se pidan varios meses de fianza y avales bancarios? ¿Cómo se entiende que, a parte de la fianza, debas pagar un mes completo a las inmobiliarias? Y lo que es la repanocha, ¿cómo se entiende que pidan contrato indefinido a todas aquellas personas que vayan a vivir en el inmueble? ¿Contrato indefinido? Por Dios bendito, si de la totalidad de los contratos de trabajo actuales, sólo el 2% son indefinidos. Que sí, que se debe demostrar solvencia y todo lo que tú quieras pero, oye, la situación es la que hay. Y lo que yo veo son exigencias no acordes a la situación actual y precios que, sólo los que cobran más de 1300 euros netos mensuales pueden permitirse. Y aun con ese sueldo, irían pillados.

La cosa es que no dejo de darle vueltas a una cuestión. Entiendo que el mercado inmobiliario se rige por intereses puramente económicos y particulares y que es algo que se sitúa fuera del alcance de la Administración pero, en un país donde el derecho a una vivienda digna es un derecho fundamental y recogido en la Constitución Española, ¿no debería acaso intervenir el Estado y controlar parte de ese mercado? ¿No debería establecer límites reglas y garantizar tanto a propietarios como a inquilinos unas condiciones óptimas que no perjudiquen, sino que favorezcan a ambas partes? ¿No debería el Estado premiar o penalizar según los casos?

Un poco de humanidad a la hora de sancionar en las zonas azules

Por Guiomar María Montero Estravís

Un operario pintando una zona azul en Madrid (Jorge París).

Un operario pintando una zona azul en Madrid (Jorge París).

He estacionado en una calle del centro de Madrid en zona azul. Normalmente utilizo para pagar el estacionamiento una de las aplicaciones móviles destinadas a tal efecto. Nada más aparcar, a las 16:05 he visto pasar a una controladora y he estado a punto de avisarle de que no se molestase en comprobar mi matrícula porque iba a realizar el pago vía móvil, pero como estaba diluviando y no tenía paraguas, he decidido dejarlo pasar y he realizado el pago mientras caminaba hacia mi destino. El ticket se ha validado correctamente a las 16:06.

Cuando al volver al coche una hora y media después, cuál no será mi sorpresa al encontrarme una sanción. Lógicamente he pensado que igual se me había pasado la hora (por un par de minutos como máximo) y cuando voy a proceder al pago de los 4€ correspondientes a tamaña perversidad, observo que es una sanción no anulable y al fijarme en la hora compruebo ‘ojiplática’ que esta es de las 16:07, es decir, dos minutos después de haber estacionado y un minuto después de haber validado mi ticket.
Evidentemente, la sanción me la van a retirar, pero quería llamar la atención sobre el hecho de que en dos minutos no te da tiempo ni siquiera de sacar el ticket en el parquímetro, y si hay cola, como sucede a menudo, ni siquiera con 10 minutos llegas, porque hay gente que se equivoca y tiene que volver a empezar.

El mío no es un caso aislado, hace cosa de un mes a mi hermano le sucedió lo mismo, con el agravante de que le pusieron una multa mientras iba a por cambio para el parquímetro y había dejado a sus tres hijos dentro del coche. Yo por mi parte voy a poner una reclamación al ayuntamiento y animo a la gente a que haga lo mismo, a ver si nos empiezan a tratar con un poco de humanidad.

El tren de la dependencia

Por Eduardo Martínez Da Silva

Cercanías en la estación de Santa Eugenia, Madrid (Gtres).

Cercanías en la estación de Santa Eugenia, Madrid (Gtres).

Cada día necesito coger el tren de la línea C-5 de cercanías de Madrid para ir al trabajo, y rara es la ocasión en que no veo situaciones en las que alguien necesita de la ayuda de otras personas para subir y bajar del tren. Es el caso de madres o padres que van con sus hijos en los carritos, gente que arrastra pesadas maletas, personas que van con muletas, silla de ruedas o que por cualquier circunstancia tienen movilidad reducida. Todas se ven obligadas a subir dos grandes escalones, obstáculo que casi siempre acaban salvando gracias a la ayuda de los más cercanos.

Estoy seguro de que la gente no se lo piensa dos veces, prestamos ayuda; es un buen gesto de civismo, pero estamos en pleno siglo XXI, en la era de las tecnologías y, aún así cualquiera que se vea en esta situación, dependerá exclusivamente de la ayuda incierta de los demás.

¿Cuando se van a habilitar todos los trenes con rampa a nivel de andén para mejorar la accesibilidad? Resulta irónico, que algunos políticos saquen pecho diciendo que tenemos un transporte público de calidad, cuando además de no llegar a todos se ha vuelto más caro en los últimos tiempos.