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Archivo de noviembre, 2021

Polonia y Bielorrusia, los desafíos de Europa

Por Jordà Masdeu Cano

Desde la caída de la Unión Soviética Europa del este se ha fragmentado en dos bandos, el de los países proeuropeos y el de los prorrusos. Polonia y Bielorrusia están cada uno dentro de un bloque, pero tienen profundas discrepancias con la dirección política de estos bloques.

El gobierno polaco discrepa con la UE porque Europa les exige cumplir con los valores democráticos y del estado de derecho y que cada vez se deterioran más. Sin embargo, el fuerte europeísmo de la población polaca es importante para evadir al gobierno de acciones más contundentes y antidemocráticas contra sus propios ciudadanos y las leyes europeas.

El bloqueo por Bruselas de los fondos europeos destinados a Polonia está surtiendo efecto en los pueblos y regiones que declararon ilegal la homosexualidad, y le puede salir muy caro al partido nacional-conservador del gobierno, Ley y Justicia, en las próximas elecciones legislativas, ya que muchos proyectos empresariales y sociales de Polonia son dependientes de las ayudas europeas.

Por otro lado, en Bielorrusia, la dictadura más totalitaria de Europa, siempre ha existido el interés por sus elites de conservar la independencia a través de la retórica nacionalista para intentar mantener el poder, aunque exista una creciente oposición social.

Migrantes en la frontera de Bielorrusia con Polonia.

Migrantes en la frontera de Bielorrusia con Polonia.

También la represión contra los derechos humanos y contra la oposición al gobierno se han incrementado en los últimos años como factores desestabilizadores internos del país, así como la influencia de Rusia, el país que más ha contribuido económicamente y militarmente a Bielorrusia y que exige una mayor integración política entre los dos estados.

Polonia, por su parte, ha incrementado durante los últimos meses la retórica nacionalista y euroescéptica, culminando con la sentencia histórica del Tribunal Constitucional en la que declaraba que varios artículos de los Tratados de la UE contradecían su constitución nacional y desafiando de esta forma a la Comisión Europea contra el veto económico a los fondos europeos.

Bielorrusia, por otro lado, tiene grandes problemas sociales derivados de las últimas elecciones presidenciales, que Alexander Lukashenko ganó con las críticas de fraude electoral por parte de la oposición y la UE, que con el liderazgo de Polonia impuso sanciones económicas al régimen bielorruso.

La situación de tensión entre la UE y Bielorrusia ha hecho que tanto Polonia como este otro país hayan tenido que dejar a un lado sus pretensiones nacionales para centrarse en las internacionales, que les están afectando directamente. Bielorrusia hace meses que yace debajo de las sanciones económicas de la UE que están afectando su frágil economía, y está respondiendo con el envío de inmigrantes desde la propia Bielorrusia a Polonia con la ayuda de Rusia, con quien está realizando ejercicios militares en la frontera con la UE. Esta ayuda de Rusia es dada a cambio de una mayor integración política y económica que acordaron los dos líderes en junio.

Polonia también necesita la ayuda de su más grande cooperador, la Unión, con quien en los últimos días está colaborando a cambio de una reducción de provocaciones a su ordenamiento, para mantener la estabilidad en la frontera y evitar que los aviones turcos viajen a Bielorrusia para llevar inmigrantes y ser posteriormente enviados a Polonia.