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Entradas etiquetadas como ‘barcelona’

«Las ambulancias de Barcelona, sin medios»

Por Raül Martí

Hoy [14 de diciembre] he asistido de primera mano al desastre que es el Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) [las ambulancias de Barcelona] por falta de medios. Una señora de 74 años se ha caído en la calle Urgell con Gran Vía, delante de un restaurante. El propietario del restaurante y luego otro viandante se han preocupado de su primera atención y han llamado al 112 no una sino dos veces.

Cuando yo he llegado ya habían pasado 15 minutos, así que he vuelto a llamar. He tenido una conversación surrealista de 8 minutos, que se resumiría en: «No tenemos más recursos; la señora, sí, deberá seguir en medio de la calle, medio inconsciente, con dolor insoportable en la espalda y un brazo; sí, podemos geolocalizar las ambulancias pero la suya no, porque aunque está asignada todavía no ha sido activada (¡!); simplemente no hay más recursos».

Una ambulancia del SEM

Una ambulancia del SEM (ARCHIVO)

Le he preguntado que qué pasaba si a la señora le sucedía algo y no me ha sabido contestar. Afortunadamente ha pasado un vehículo de la Guardia Urbana; en parte gracias a ellos 10 minutos después ha aparecido una ambulancia. Ha llegado a las 13:25, 25 minutos después de mi llamada y casi 45 desde que la señora ha caído.

Todo esto en pleno Eixample de Barcelona. Evidentemente a todos nos sucede que descargamos nuestra ira con la central del 112, la urbana o los sanitarios… pero esta carta va dirigida al SEM. Su centro de control reconoce no tener recursos, la Guardia Urbana reconoce que el SEM no tiene recursos, tardan 40 minutos en aparecer en el centro de Barcelona. ¿Qué medidas van a tomar?

A Leo Messi, de un hincha argentino: «Gracias por todo»

Por Nicolás Gómez Sañudo

Aquello que una vez comenzó a escribirse en una servilleta de papel firmando el devenir de una leyenda, hoy termina anunciándose en un comunicado oficial en la era digital.
Soy uno más que vociferan a los cuatro vientos tu talento y devoción por el buen fútbol.
Robándome frases de escritos no muy lejanos y  haciendo alusión a maestros como Eduardo Galeano, repito: Leo no tiene la pelota atada sino que la lleva dentro del pie.
A partir de ahora, muchos derramarán mil lágrimas inundando el baúl de los recuerdos. Su memoria retrocederá más de una década en la línea del tiempo y negarán caprichosamente que esto está sucediendo. Y sí, está sucediendo.
Y otros… otros improvisarán un suspiro ante el alivio de la despedida final. El peor rival de los rivales, lícitamente en la verde gramilla,  se marcha, se despide de su equipo que lo vio crecer y estampar un legado para siempre.
Respeto por los tuyos y admiración de los ajenos. Vitrinas que escasean ante la abundancia de trofeos con el FC Barcelona: 778 partidos, 672 goles, 137 dobletes, 42 hat-trick, 6 pockers, 1 repoker, 49 goles de falta, 268 asistencias, 35 títulos, 4 Champions, 10 Ligas, 7 Copas del Rey, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 8 Supercopas de España, 78 premios individuales, 6 Balones de Oro, 1 FIFA The Best, 1 World Player, 1 Laurus, 6 Botas de Oro, 8 Pichichis, 9 MVP de La Liga, 6 veces máximo goleador de la Champions, 1 Golden Boy y 20 años, el tiempo que permaneció como blaugrana.
Al hincha del fútbol no le debés nada, siempre seremos nosotros los que estemos en deuda con vos por las sonrisas que nos regalaste en un mundo donde la misma, a veces, está desdibujada.
Siempre sostuve lo mismo exclamando constantemente justicia por los que amamos este bendito deporte llamado fútbol.
Y gracias a tu era, la era de Leo Messi, el fútbol se maquilló de primavera en pleno invierno, las gargantas de los narradores se desgarraban ante orgásmicos goles embarazando redes adversarias, las miradas punzantes atravesaban el deseo del hincha queriéndote ver dar una vuelta más.
Pero el día llegó. Y sea cual sea tu camino, tu próximo destino o tu futuro divino, el sabio del buen fútbol y el enamorado de la redonda te recordará por siempre y hasta el fin de nuestra historia. Por eso, ojalá que tus piernas nunca se rindan, porque nosotros…. deberíamos rendirnos a tus pies. LEO… GRACIAS POR TODO.

 

 

Queridos atléticos, haced memoria: No se le puede exigir nada a Simeone

Por José A. Torga

Queridos atléticos:

Antes de nada quiero presentarme. Soy el socio número 2.563, me llamo José y me declaro «Cholista«. Tengo el máximo respeto por las opiniones de todos los aficionados, ninguna es mejor ni peor que la de otro, todas son válidas y respetables.

Pero vengo observando desde hace tiempo una especie de división entre nosotros que no puedo entender. Antes del partido del Chelsea Simeone ya era el mejor entrenador de la historia del Atlético de Madrid. No es una opinión mía, son datos y hechos. Ha superado a nuestro querido, mítico y legendario Luis Aragonés. A partir de ese momento lo único que hará será agrandar su trayectoria y su leyenda

A mi entender el problema de Simeone es el propio Simeone. Ha puesto el listón tan alto que si no ganamos un título todos los años es un fracaso. Y no un título cualquiera, tiene que ser la Champions.

«El Cholo siente pasión y fervor por nuestros colores, y sufre en cada derrota como sufrimos cualquiera de nosotros»

Es cierto que hay equipos que juegan más alegres, con más elaboración, más bonito, más ofensivo. Es otro estilo, pero no el del Cholo. Con su estilo hemos ganado todos los títulos posibles menos la Champions, llegando a la final dos veces.

Con ese estilo le ganamos una liga (en el Nou Camp) al Barcelona de Messi y al Madrid de Cristiano. Ganamos una copa, también al Madrid, en su propio estadio. Más las dos Europa League y las supercopas, tanto de España como de Europa.

Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid.

Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid.

Con ese mismo estilo nos metimos en la final de Lisboa ganando al Chelsea de Mourinho por uno a tres en el mismísimo Stamford Bridge. Con ese estilo y ese juego nos revolcamos todos por el suelo celebrando el 2-3 en Anfield tras derrotar (en los dos partidos) a un equipo temible e imbatible como era por entonces el Liverpool. Y con ese estilo nos hemos hecho un equipo respetado en todo el mundo.

Cuando llegó Simeone al Atleti veníamos de un largo periplo en el que solo Quique Flores había conseguido un título. La última liga la logramos en el 96 de la mano de otra leyenda, Radomir Antic. Casualmente Simeone era parte de esa plantilla y marcó el uno a cero contra el Albacete que nos daba el título. Después, diecisiete años de sequía liguera.

Desde entonces penurias, dramas. El equipo, en el mejor de los casos, en tierra de nadie. Incluso llegaron los dolorosos dos años en el infierno. Desde la llegada del Cholo siete títulos, dos finales de Champion y el equipo jugando de manera consecutiva la máxima competición europea.

Algunos piden su relevo

En su debe, alguna eliminación copera difícil de explicar. Me refiero a los varapalos ante la Cultural y Cornellá. Y ahora, tras una primera vuelta histórica, a falta de diez jornadas, con el equipo aventajando en cuatro y seis puntos a sus rivales (Barcelona y Madrid) hay críticas desde la afición y cierto sector de la prensa a la labor del Cholo. «Hay que exigirle más». Incluso algunos piden su relevo a final de temporada.

Pues yo, con todos mis respetos para esos críticos, no puedo exigirle nada a Simeone. No se le puede exigir nada a un entrenador que nos lo ha dado todo, que desde la banda se deja la voz corrigiendo a los jugadores, que «disputa» cada balón, que corre, salta y se deja la vida como un jugador más. Que siente pasión y fervor por nuestros colores. Y que sufre, sufre en cada derrota como sufrimos cualquiera de nosotros.

Por eso lo único que yo le pido a Simeone es que se quede muchos años más, hasta que él quiera. Y a la afición del Atleti que haga memoria, que sepa quienes somos y de dónde venimos. Un club (el mejor del mundo) que nunca ha ganado la Champions, que solo jugó una final en toda su historia antes de su llegada y al que ahora se le pide que la gane todos los años. Forza Atleti.

 

Otra que se va de Barcelona, una ciudad cada vez menos acogedora

Por Rocío Coronel

Durante 31 años me he considerado una gran embajadora de mi ciudad, de la que presumía con orgullo allá donde fuera y a la que defendía a capa y espada de cualquier ataque. Y aquí estoy, haciendo las maletas, a pesar de mantener mi trabajo aquí y de tener que vender mi piso. A pesar de lo que me duele, me voy.

Reflexionando al respecto, y leyendo bastante sobre este fenómeno también, encuentro que se ha hablado mucho del desorbitado precio de la vivienda, de las bajas emisiones, de la nefasta gestión de los servicios públicos de limpieza, zonas verdes o transportes… pero muy poco sobre la causa raíz de esta fuga de vecinos y a la que, en mi opinión, habría que atacar si se pretende evitar que Barcelona se convierta en una ciudad museo a la que solo se viene a pasear.

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia.

Creo que nos vamos porque ya no nos sentimos en casa ni nos identificamos con esta ciudad que un día fue cosmopolita e inclusiva, sí, pero que, por sobre todas las cosas, fue una ciudad de barrios y familias para todos los que hemos crecido en ella. Ahora, el ayuntamiento centra sus esfuerzos en convertir en postales las zonas más céntricas a gusto del turista y se ha olvidado de que Barcelona pertenece a su gente, a los que la viven y la disfrutan 365 días al año. Parece curioso que una ciudad que se declara “D’acollida” sea cada vez menos acogedora para sus habitantes, que cada día más nos sentimos extraños en nuestro propio hogar.

Como decía al principio, no quiero entrar a detallar todo aquello que está ocurriendo en nuestros barrios porque creo que los que lo sufrimos ya lo conocemos. Solo deseo que alguien repare este error, devuelva la ciudad a sus habitantes y que se legisle para ellos, con un urbanismo sostenible pero compatible con la vida real y unos servicios públicos a la altura de lo que significa Barcelona.

Me voy como la que deja atrás su casa en ruinas tras un huracán en busca de un futuro mejor. Y mucho me temo que no seré la última en hacerlo.

Los mayores tienen derecho a UCI, ellos no pueden alzar su voz

Por Mayte Plata

Tengo a mi padre en el Hospital Clínico de Barcelona donde, a sus 75 años y con una vitalidad que no la tienen muchos de 40, se debate entre la vida y la muerte ya que tendría que estar en una cama de UCI por su gravedad. El problema que hay es que no tienen camas de UCI suficientes y cuando se vacía una colocan a una persona menor de 65 años.

Mi padre, José Plata Madrid, con 75 años, ha estado trabajando más de 50 años, los últimos 30 en la antigua empresa Wagons Lit (empresa que ya no existe). En esos 30-35 años encima del tren atendiendo a los viajeros se perdió el nacimiento de su hija, casi todos sus cumpleaños y aniversario de su mujer, no pudo estar lo que él hubiera querido al lado de su hija cuando ha estado enferma, y ahora que empieza a disfrutar de su familia ocurre esto, que no le dan una cama de UCI.

Las manos de un anciano.

Las manos de un anciano.

Nadie sabe lo duro que es decirle a un médico que yo compro esa máquina para mi padre (sacando el dinero de amigos y de debajo de las piedras) y oír decir que, primero, vale mucho dinero, segundo, que no hay ya fabricadas (mientras que en Lepe hay un empresario que está fabricando pero no las ha homologado) y por último que aunque me la aceptaran seguramente no iría para mi padre.

¡Por favor, se trata de nuestros mayores, es la vida de nuestros mayores!, personas que han estado trabajando toda su vida y pagando su Seguridad Social para que ahora no tengan derechos ninguno, ni ellos ni sus hijos. Es una vergüenza que estén apuntando con el dedo quién vive y quién debe morir.

Estoy destrozada porque ya no sé qué hacer para que le pongan en UCI. Hay que hacer algo por nuestros mayores ya que ahora ellos están graves en un hospital y no pueden alzar su voz.

Subidón del IBI en Barcelona y vergonzoso destino de mi dinero a Investigación y Sanidad

Por Ana Alfaro

Vivo en Barcelona, distrito de Sant Martí, en un piso de 38 m2. Este año el IBI me ha subido un 59,6%. Puse una queja al ayuntamiento de Barcelona y me han contestado diciendo que desde el 2002 el ayuntamiento ha estado aplicando un tope y que esa limitación había hecho que el recibo quedara totalmente congelado en estos últimos cuatro años.

Con la desaparición de estos topes y la subida del valor catastral el recibo es correcto conforme a la ordenanza municipal de este año. ¿En serio? ¿Esto justifica la subida del 59,6% de golpe? ¡Vergüenza! Para más INRI me dicen que gracias a estas subidas, por primera vez, el presupuesto municipal supera los 3.000 millones de euros para gastar y me pasan un link del ayuntamiento para que vea a qué van destinados nuestros impuestos este año.

Una vista de la Ciudad Condal.

Una vista de la Ciudad Condal.

Si antes estaba indignada por el tema IBI, después de ver el gasto en cada una de las partidas la indignación se ha convertido en un cabreo descomunal. Trabajo como técnico en investigación epidemiológica en cáncer desde hace 21 años (a día de hoy todavía con contratos de obra y servicio) y siempre he sabido de las carencias de fondos destinados a ello, pero verlo con cifras y ver cuánto dinero se destina a Investigación y Sanidad ya ha sido el súmum de la indignación y vergüenza.

Investigación (2 millones) es la que menos recursos recibe de todas las partidas y Sanidad la antepenúltima. Sanidad (24 millones) recibe menos que Deportes (25 millones), Órganos de gobierno (31 millones). Sanidad e Investigación están los últimos de la cola… los que menos recursos reciben. ¡Vergüenza, indignación, estupor!

Espero que después de pasar la dureza de los hechos por el coronavirus todas las administraciones se replanteen dar más recursos a estos colectivos y valoren el trabajo que se realiza. Y espero que salgamos todos los ciudadanos a reivindicar más dinero para la sanidad pública.

Demasiada basura en Sarrià

Por Manuel Mur

Cuando voy a casa de mi madre en Sarrià (Barcelona) no me entra en la cabeza semejante guarrada que se da con las basuras. Tan solo hay que pasear por Mayor de Sarrià y alrededores para ver, como muestra la foto , lo mal organizada que esta la recogida de basuras.

Basura en Sarrià

Aspecto de una calle con basura en el barrio de Sarriá, en Barcelona (FOTO: Manuel Mur)

Antiguamente pasaba un camión pequeño que iba recogiendo los desperdicios, con lo que árboles, rincones, calles y papeleras estaban limpios. Actualmente las basuras, cajas, hierros, maderas y restos quedan expuestos durante largas horas.

Pasa personal con cara de enfado que coloca unos adhesivos pero que no lo retiran en ese momento. Ya que pasan si lo retiraran todo estaría más limpio y decente. A fin de cuentas todos los vecinos pagan por el servicio recogida de basuras.

 

Barcelona, no tan accesible como anuncia la publicidad de TMB

Por Cristina Berruezo

Esta queja es para expresar mi incredulidad ante el anuncio que adjunto en la imagen. Como mujer con movilidad reducida que se desplaza en silla de ruedas, los mensajes que se exponen en la imagen insultan mi condición y mi constante frustración ante los transportes y estaciones de su servicio que a día de hoy siguen sin ser universalmente accesibles.

A continuación nombro algunas de las estaciones de metro inaccesibles: L1: Plaza España, Urquinaona, Clot, Torrassa, Plaça de Sants, Sant Andreu. L2: Passeig de gràcia, Clot. L3: Espanya, Catalunya, Paseig de gràcia, Vallcarca. L5: Conellà Centre, Plaça de Sants, Verdaguer, Maragall. L4: Maragall, Verdaguer, Urquinaona, Ciutadella.

Publicidad Barcelona

Anuncio publicitario de TMB.

A estas estaciones se suman por ejemplo Fabra i Puig (L1) para ir dirección Hospital de Bellvitge, que aunque se notifica como accesible queda un escalón del metro al andén que es imposible subir con la silla a no ser que la levanten.

Además cabe añadir que en el tren, aunque hay horarios en que pasa un tren «adaptado», sólo uno o dos vagones son realmente accesibles y no hay ninguna señalización en el andén que indique dónde quedará la puerta del vagón accesible, por lo que resulta toda una aventura adivinar a qué altura quedará para poder llegar a tiempo y entrar al vagón.

Y también los ascensores de las estaciones que constantemente están averiados, como pasa con los ascensores de Plaça de Catalunya. Así que sí: tenemos límites (a causa de esta inaccesibilidad) y sí, también tenéis barreras arquitectónicas que nos impiden el uso de su servicio de forma inclusiva.

Y por supuesto, y contrariamente a lo que el anuncio expresa, soy mucho más que mi manera de moverme, ya que como pueden comprobar la manera en que me muevo depende, desgraciadamente, de factores externos a mi persona. Así que no: mi manera de moverme no me define, pero sí define su servicio la manera en que posibilita o no mi desplazamiento.

 

¿Volverán las corridas de toros a la Monumental de Barcelona?

Por Olga Montilla

Plaza de toros Monumental (Archivo).

Plaza de toros Monumental (Archivo).

Un nuevo enfrentamiento entre España y Cataluña se cuece en el panorama político. Esta vez refiriéndose a la posición a favor o en contra de las corridas de toros. El Tribunal Constitucional declara que el estado autonómico puede regular las cursas, pero no prohibirlas. Lo que a mí me gustaría saber es qué tanto por ciento de la población se siente identificada con los valores que desprende este cortejo.

No sólo hace alusión a unas actitudes caducas y antiguas sino que, además, se trata de un espectáculo ofensivo. Aún así, una vez más consigue ganar la partida el conservadurismo en un país donde la democracia parece ser irreal puesto que la población tan sólo puede votar una vez cada cuatro años y las cuestiones que podrían ser sometidas a referéndum son consensuadas por tres especuladores del poder. 

¿Hasta cuándo seguiremos acatando las leyes que no nos identifican? ¿Hasta cuándo tendremos que ser esclavos de ideologías que no van con nosotros o de gobiernos que no nos corresponden? La voluntad es lo primero que tenemos que tener y la esperanza lo último que tenemos que perder.

La pesadilla de vivir a 20 kilómetros de Barcelona

Por Marc Mestre

El Tibidabo De Barcelona, en la Sierra De Collserola (Europa Press).

El Tibidabo De Barcelona, en la Sierra De Collserola (Europa Press).

Una casa con jardín en un pueblo pequeño, verde y tranquilo. Este es el sueño de muchas familias que, cansadas del asfalto, el ruido y la contaminación de la gran ciudad deciden ir a vivir a una localidad pequeña pero cercana a Barcelona. Disfrutar de paz y tranquilidad sin renunciar a la cercanía de la ciudad, un sueño anhelado por muchos y no siempre fácil de cumplir.

Pero de las 7 a las 9 de la mañana este sueño se convierte en una auténtica pesadilla: nervios, estrés, impotencia… estos son algunos de los síntomas que provoca diariamente la entrada a Barcelona por las rondas a todos estos «privilegiados»que han podido hacer realidad su sueño. Largos ratos de colas, coches parados, conductores malhumorados, pequeños accidentes… todo un espectáculo más propio del tercer mundo que de una sociedad avanzada como se supone que es la nuestra.

Es difícil de entender cómo en el siglo XXI, en plena Era de la tecnología y la innovación, en la que inventamos dispositivos electrónicos capaces de hacer las tareas más complejas, no hemos sabido resolver un problema tan básico como poder llegar en nuestro puesto de trabajo en un tiempo razonable y sin tener que sufrir una auténtica odisea.

Hoy más que nunca se nos quiere inculcar la cultura del ahorro, ¿cómo es posible que diariamente malgastamos tanto tiempo y tanta energía y no seamos capaces de poner remedio? De la opción del transporte público más vale no hablar… esta más que una pesadilla, para aquellos que la eligen, es una auténtica tortura.