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Archivo de septiembre, 2021

Agradecido a la Guardia Civil por su ayuda en mi dificultosa travesía por el Camino de Hierro

Por Fidel Hernández García

Desconozco si es normal que la Guardia Civil reciba notas con muestras de agradecimiento por los servicios prestados en funciones que tal vez no sean propias de las diferentes tareas y servicios que prestan.

En coche desde mi pueblo, La Fuente de San Esteban, en una calurosa mañana propia del mes de agosto, me disponía a realizar con toda mi ilusión el recorrido peatonal Camino de Hierro desde la estación de La Fregeneda.

Momentos antes de iniciarlo se desprendió totalmente el piso de una de mis botas, que en un principio parecía el calzado apropiado. Al parecer, por el mucho tiempo transcurrido sin utilizarlas, el pegamento habría perdido su eficacia.

Dura travesía

Con las botas así tuvo que realizar su recorrido Fidel.

Eran las 8,30 de la mañana y a partir de este momento sorprendido y contrariado ante esta situación imprevista y viendo que había dos guardias civiles allí de servicio (desconozco su nombre), me acerqué para comentarles y mostrarles mi precaria y preocupante situación.

También sorprendidos por la situación, como por arte de magia en el coche tenían un rollo de cinta americana. Qué buen trabajo hicieron los dos guardias sujetando la suela de la bota, que estaba totalmente desprendida, con la ayuda de unas bridas y un trocito de cuerda que le facilitaron los organizadores del recorrido.

Hicieron un buen apaño y la bota quedó lista para iniciar la marcha. Prudentes y con buen criterio, nos dieron el material sobrante que consistía en tres o cuatro bridas y un trocito de cuerda que quedaba. Hasta aquí el buen trabajo y colaboración de los dos guardias civiles.

Digo hasta aquí su buen trabajo, pues no había pasado mucho tiempo y a la otra bota, sería por celos, le pasó lo mismo, suela totalmente suelta; la apañamos como pudimos y con paradas y revisiones constantes durante el bonito y tortuoso recorrido, al final, ialeluya!, llegamos a tiempo para que el coche de los organizadores nos llevara a nuestra esperada y deseada estación de La Fregeneda. Mi agradecimiento al cuartel de Lumbrales y a sus dos agentes por el servicio prestado.