Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Archivo de febrero, 2016

Viajar como ganado en Cercanías de Madrid

Por Eva Retuerce Fernández

Estación de Cercanías Madrid.

Viajeros esperando un tren en la red de cercanías de Madrid. (JORGE PARÍS)

Me hago cargo de los problemas que conlleva su cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, pero hay uno que nos afecta a los miles de madrileños que usamos diariamente el servicio de cercanías, concretamente la línea C-2. Mañana tras mañana tengo que dejar pasar uno o dos trenes, porque es físicamente imposible entrar sin correr el riesgo de morir por aplastamiento y, por si esto no fuera suficiente, empleo entre 30 y 45 minutos en un trayecto que apenas lleva más de 15 minutos. Las visitas turísticas por los túneles de dicha línea resultan demasiado aburridas y tediosas.

Por todo esto no puedo entender cómo se permite el lujo de atacar a Manuela Carmena cuando hay problemas con el tráfico y con la EMT, a la que usted ha dejado sin presupuesto alegremente. Dependo del transporte público para ir a trabajar y no puedo estar llegando tarde día tras día. Le invito a acompañarme una mañana y ver en qué condiciones viajamos. Le recuerdo que no somos ganado.

Registrar a un recién nacido en el hospital: todo un avance… o no

Por Nacho Caballero Botica

Hace dos años tardé aproximadamente una hora en ir al Registro Civil y registrar a nuestro hijo Óliver. Este año contábamos con el gran avance de poder hacerlo directamente en el hospital, con nuestra hija Alma. Todo un avance. O no.
Al llegar al mostrador del Hospital Clínico en Madrid, me torcieron el gesto diciendo que acababa de entrar un hombre para registrar a unos gemelos y que «iba para rato». Una media hora por cada niño

Sala de espera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (Jorge París).

Sala de espera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (Jorge París).

Lo primero que pensé fue que la Venus de Milo era la que debía teclear los datos del niño para enviarlos al Registro Civil de Madrid o quizá usaban señales de humo. No, pero casi. Una hora y cuarto esperando para entrar tras el padre de los gemelos. 


Al comentar al funcionario de turno mi frustración, me transmitió una resignación alejada de la preocupación o bochorno por el pésimo servicio. «Ya me gustaría a mi poder hacerlo más rápido». Miré la pantalla de su ordenador donde leí: Windows XP. Vamos encajando piezas. 

El caso es que conmigo estuvieron más de media hora, porque en el último paso, la aplicación se quedaba colgada y se perdían todos los datos. La opción que le sugerí de guardar un borrador de los datos antes de perderlos, se antojaba demasiado compleja para mi interlocutor. 

«Menos tiempo para los trámites, más para disfrutar de tu bebé». Eso reza la campaña de este servicio.

Cuando llegué a la habitación, mi chica me preguntó que si me había ido a por tabaco. Le dije que no, pero que con este avance de registrar al bebé en el hospital, nos habían vendido humo

Sobre el polémico Padrenuestro recitado en Barcelona

Unas estrofas de mal gusto

Por Pilar Crespo Álvarez

Dolors Miquel, la poetisa del Padrenuestro sexual (Atlas).

Dolors Miquel, la poetisa del Padrenuestro sexual (Atlas).

En los premios Ciudad de Barcelona la poetisa Dolors ha demostrado poco respeto y poca elegancia, por no decir poca feminidad, recitando unas estrofas de mal gusto, irrespetuosas, vulgares y torpes.

Estamos en el todo vale, pero ¿es correcta esa postura?, ¿en eso consiste la democracia?, ¿no se puede opinar sin ofender?

Con esas estrofas molesta no solo a los creyentes, sino a cualquiera que tenga buen gusto. Ha hecho un flaco favor a la mujer, ya que no se debe confundir la libertad de expresión con la falta de sensibilidad.

————————————————–

No utilicemos la libertad de expresión para ofender al otro

Por Ángela Díaz Alonso

Reconozco no conocer su poesía, a pesar de ser amante de la literatura en general y de la poesía en particular, reconozco no haber leído nada suyo, es más, no he encontrado ninguna cita sobre usted en ningún foro literario de los que frecuento.

Pero no quiero hablar sobre su obra, que como he dicho desconozco. Sino sobre su versión deleznable de una de las oraciones más universales como es el Padrenuestro, y su falta de respeto hacia los que la consideran fundamental en su fe.

Considero que la libertad de expresión de alguien, nunca debería ser insulto u ofensa soez a la libertad de conciencia de otro, de otra persona que respeta que usted, ejerciendo su libertad, no crea en lo que él cree. El respeto que imagino usted quiere para sí es el mismo que debe tener con los demás y su actitud me ha parecido tan deleznable como su versión del Padrenuestro. Aunque me temo que no sepa ni lo que es libertad de expresión y mucho menos libertad de conciencia.

Sólo me reconforta pensar que cuando usted y su poesía vuelvan al anonimato en el que estaban, millones de personas seguirán rezando el Padrenuestro con el respeto y veneración con el que lo vienen haciendo desde hace 2000 años.

 

 

La generación de la Enciclopedia Álvarez

Por Pedro Serrano

Un grupo de estudiantes leyendo (Forbes).

Un grupo de estudiantes leyendo (Forbes).

Pertenezco a la generación de la Enciclopedia Álvarez. Enciclopedia que, de 1954 a 1966, el régimen franquista utilizó en las escuelas para enseñar y hacer proselitismo ideológico, resaltando los valores políticos, religiosos y patrióticos y mostrando de forma negativa la Segunda República española y las ideologías de izquierdas. Una enciclopedia que, en la materia de Historia, mostraba la Guerra Civil como una cruzada contra los rojos y justificaba el golpe de Estado contra el gobierno de la República denominándolo «Glorioso Alzamiento Nacional”.

La historia contrajo una deuda con aquella generación que sufrió la precariedad económica e intelectual de un régimen totalitario, pues, con suerte, íbamos a la escuela desde los seis hasta los catorce años y no disponíamos de otra verdad u otra ventana al mundo que no vinieran de dicha enciclopedia, del catecismo o de los maestros y clérigos proporcionados por el régimen. Aquellos años, de deficiente y escasa preparación, nos dejaron incapacitados para afrontar nuestro futuro con solvencia. No obstante, gracias al coraje, la llegada de la democracia y a algunas clases de adultos, algunos pudimos afrontar la vida personal y profesional con un éxito nada desdeñable.

Ahora, recién jubilado, y como si la historia quisiera saldar definitivamente aquella deuda, se me ha concedido el honor de poder matricularme en el Programa Interuniversitario de la Experiencia, en el Campus Miguel Delibes de Valladolid, que tiene como finalidad dar a las personas mayores de 55 años la posibilidad de acceder a la cultura y la ciencia como una fórmula de crecimiento personal. Ahora tengo el orgullo y el privilegio de tener un hijo a punto de terminar la carrera de Historia y profesores que me cuentan la versión no manipulada de aquel negro y triste pasaje de nuestra historia.

 

 

Tauromaquia, ONU e infancia

Por Julio Ortega

Fran Rivera, toreando una vaquilla con su hija en brazos (Fran Rivera/Instagram).

Fran Rivera, toreando una vaquilla con su hija en brazos (Fran Rivera/Instagram).

¿Creemos como nación en los Organismos Internacionales con los que rubricamos tratados de adhesión? ¿Cree, el gobierno de turno, en los compromisos adquiridos ante los ciudadanos y en los principios declarados en leyes de diferente rango?

Porque si es así no se comprende que el Comité de Derechos del Niño de la ONU haya demostrado que exponer a la infancia a la tauromaquia es una forma de violencia para ella y esté instando a los países a apartarlos de la misma, que España asegure en su legislación la suprema importancia de la defensa del menor y que, una vez más, estemos asistiendo al despliegue de estrategias del lobby taurino para introducirlos en ese mundo con absoluta impunidad.

En esta ocasión es la de la empresa Tauroemoción, que anuncia la invitación a dos festejos en la Plaza de Vista Alegre de Madrid a 3000 escolares de la zona. ¿Creemos en lo que juramos y firmamos o aquí se trata de darle capotazos a los principios, a las promesas y a la evolución?

 

 

 

Alambradas y muros

Por Olga Santiesteban

Varios refugiados haciendo cola dentro de las instalaciones del parque olímpico de Atenas (Yannis Kolesidis/EFE).

Varios refugiados haciendo cola dentro de las instalaciones del parque olímpico de Atenas (Yannis Kolesidis/EFE).

Muchos de nosotros recordaremos sin duda, especialmente los de mi generación, la canción ‘libre’ del desaparecido y recordado cantante Nino Bravo, pero lo que igual no conocemos es su verdadero significado y la historia que hay detrás de ella.

Nos habla de un joven de la antigua Alemania del este, el primero que murió al intentar cruzar el recién construido Muro de la vergüenza, acribillado por los soldados que lo vigilaban, convirtiéndose en todo un símbolo para todos los que buscaban una vida mejor, huyendo de miserias, horror y dictaduras.

Aquellas fotos dieron la vuelta al mundo, exactamente las mismas que ahora vemos con los que buscan esa vida mejor, igual que nuestro joven alemán. Parece que después de los años que han pasado no hemos aprendido nada, seguimos levantando muros y alambradas con actitudes y declaraciones que rozan en muchos casos el odio y la xenofobia, impropias en algunos países (en muchos, no tanto) comprometidos supuestamente con los derechos humanos.

Les invito a todos ellos a repasar la letra de dicha canción; alambradas que son trozos de metal, caminar felices sin cesar detrás de la verdad, para saber lo que es la libertad y quedar tendido en el suelo sonriendo y sin hablar, con flores carmesí que brotan en su pecho sin cesar. La única diferencia que hay es que esa foto cambia del blanco y negro al color.

No se puede perder nunca la solidaridad entre los pueblos porque por muchos muros y alambradas que levantemos seguirán caminando en busca de esa libertad.

 

 

 

PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos: mientras vosotros habláis, yo tengo la miseria en una cuenta bancaria

Por Adela de Pablo

Me gustaría saber todo lo qué he hecho mal, quizás así pudiera justificar todos los sinsabores de mi vida. Mira que luché por tener una vida bonita, no buena, sólo bonita, y cuando digo eso es porque quise hacer lo que muchas hacen; de lunes a viernes trabajar, llevar al colegio a sus hijos, recogerlos, cenar, discutir, levantarse y así durante 5 días consecutivos.

También me hubiese gustado y mucho, ir los viernes a cenar al burger, al japonés o al italiano, y si no en casa, palomitas y pizza, a lo mejor ese día también tocaba discutir, por elegir el canal de la tele. Pero vaya, eso no salió bien.

Los líderes de los cuatro partidos políticos más votados (20 Minutos).

Los líderes de los cuatro partidos políticos más votados (20 Minutos).

Ahora, todas las mañanas pongo las noticias en la tele, porque yo elijo el canal; ahora sí que estoy y me siento sola. Esta es mi rutina: encender la televisión, desayunar un zumo de dos naranjas, dar de comer a mis gatas, hacer café y tomármelo con tres pastillas, una es para que “rule” la vida y las otra para que no me salga de ella.

Trabajo de teleoperadora en un CEE (Centro Especial de Empleo, 4 horas, 520 euros al mes, netos), y mientras hago todo esto, os veo, os oigo y os siento. Habláis de tantos derechos, os enojáis, insultáis, humilláis y defendéis a ultranza como si en ello os fuese la vida, pero bien sabéis que es mentira, que si la vida os planta, vuestros principios cambian de pareja. PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, ¿qué más da? Si mientras vosotros habláis, yo tengo la miseria en una cuenta y la desgracia en el alma, porque yo he trabajado toda la vida y ahora estoy desnuda frente al espejo y vacía frente a la vida.

65% de discapacidad, eso por enfermedad mental. No me dan más de cuatro horas, porque según dicen «no hay más trabajo y para todos no llega». Es razonable, mi empresa percibe 4.100 euros/año por mí, que tengo una enfermedad mental superior al 65% (Yo percibo al año 5.720 euros netos).

Seguid hablando. Yo mientras me visto, desayuno y de paso os insulto en voz alta y solo, tan solo pido, no sé a quién, que todos y cada uno de vosotros, tengáis el privilegio de vivir y disfrutar un mes de mi vida; cambiaréis vuestro discurso, os lo aseguro.

Porque cualquiera puede ser yo y yo puedo ser cualquiera.

 

Necesitamos ayuda para evitar el cierre de un colegio para niños con autismo

Por Mª Paz Jiménez Cáceres

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Soy madre de un niño discapacitado con autismo que está recibiendo una educación específica, adecuada a sus necesidades, en el colegio Juan Martos situado en Aravaca (Madrid). Mi hijo, con una grave discapacidad tanto intelectual como social (no tiene lenguaje), al igual que muchos de sus compañeros/as, necesita una intervención pedagógica especializada.

 Hace diez años unos profesionales que llevan en la sangre la educación especial, con mucho esfuerzo y dedicación completa, decidieron formar un equipo polivalente para crear este colegio especializado en la atención de niños/as con este trastorno tan complicado. En estos momentos la continuidad de este proyecto peligra, ya que el propietario del local donde se encuentra el Juan Martos no renueva el contrato de alquiler.
Ante esta situación, todo el equipo así como muchos padres, hemos comenzado la búsqueda de otro local llamando a innumerables puertas, pero sin éxito.
Existen colegios cerrados, locales en desuso, etcétera, que podrían permitir la continuidad de la educación de nuestros hijos en un entorno educativo especializado.
Por favor, a quien competa, necesitamos ayuda. Peligra el cierre de un colegio, la educación de nuestros hijos y el puesto de trabajo de unos grandes profesionales.  Los discapacitados también deberían importarnos.

 

¿Por qué van a viajar gratis los perros en el Metro de Madrid?

Por Carlos Arilla Vilches

Una usuaria del metro entra en el suburbano de Barcelona acompañada por su mascota (EFE).

Una usuaria del metro entra en el suburbano de Barcelona acompañada por su mascota (EFE).

Por adelantado va que la medida de permitir a las mascotas caninas viajar en el Metro me parece acertada, que tengan unas limitaciones en uso o en horas determinadas también lo comparto, que su dueño sea responsable civil si orina, molesta o causa daños también me parece lógico.

Lo que no logro entender es por qué ese uso y disfrute se hace sin costo alguno, vamos, más concretamente, yo tengo un Gran danés, aún cachorro que llegará a pesar unos 80 kilos. Y un hijo de 7 años que no llega a 30 kilos de peso.

Cuando la medida entre en vigor me resultará incomprensible que mi hijo tenga que pagar billete y mi perro no, dado que la situación financiera del país sigue en niveles preocupantes, creo que si la Comunidad de Madrid quiere permitirse el lujo de regalar un billete asumiendo el costo del trayecto, mantenimiento y limpieza deba hacer lo propio con los niños.

 

Evitemos la demonización de las instituciones educativas

Por Cristina de Montemar

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

A raíz de la denuncia del padre de un alumno sobre presuntos abusos de un pederasta en una escuela de Barcelona se han ido sucediendo otras de exalumnos del mismo centro, incluso de algún otro de la misma institución.

Después de muchos años ahora salen a la luz esas agresiones que en su momento las víctimas no se atrevieron a denunciar por razones obvias propias de la edad.

Ante el escándalo provocado conviene observar cierta prudencia en las informaciones para evitar la demonización de una institución docente de gran solvencia pedagógica, en la que profesores y monitores pueden ser cuestionados sistemáticamente por la extraviada actuación de alguno de ellos. Se deberá comprobar con el máximo rigor la veracidad de esa cadena de denuncias, pero sin alentar un linchamiento moral que se convierta en algo parecido a lo que Arthur Miller describe en su famosa obra Las brujas de Salem.

Solo que aquí la hoguera es la estigmatización de un equipo docente que se esfuerza en llevar a cabo una gran labor pedagógica, y para el que hay que reclamar el máximo respeto. Aunque también la mayor diligencia para actuar con la debida severidad contra esos malos hábitos… que no son precisamente los que le son propios a la institución.