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Entradas etiquetadas como ‘hijos’

Se te va a pasar el arroz

Por Estefanía O.

Una mujer ríe satisfecha y feliz (Gtres).

Una mujer ríe satisfecha y feliz (Gtres).

Las mujeres solteras seguimos así por muy diversos motivos. Algunas porque así lo han querido siempre, otras porque la vida así se lo ha deparado y muchas más las que vivimos pensando en lo maravilloso que resulta sentirse libre. Y es que la falta de ataduras muestra, aunque muchos no lo vean así, la madurez intelectual más preciosa que puede existir.

Me he dado cuenta de que existe un cierto consenso entre las familias tradicionales de nuestro país de enjuiciar rápidamente a la mujer soltera y ver en ella a una paria. Por suerte, la sociedad ha avanzado mucho y son cada vez más las mujeres que deciden ser solteras, y son muchos los padres que aceptan y se resignan al contemplar cómo la niña de la casa decide seguir siendo un pájaro solitario que hace lo que le viene en gana.

Ya desde muy niña he amado la soledad y la libertad. Los libros han acompañado mis horas y me han llenado de felicidad. Y creo que, si en algún momento me enamoro de alguien, ese momento y ese alguien debe estar impregnado de aquello que más admiro en este mundo: la sabiduría. Si llega ese alguien cargado de sabiduría y libros acumulados a su espalda, me enamoraré. Porque sólo un libro humano puede vencer mis resistencias. Y creo que el arroz no se pasa nunca. Siendo el amor un sentimiento atemporal e infinito, a buen seguro que puede llegar en cualquier momento de la vida. O puede no llegar nunca.

Hay muchas razones para seguir soltera y también son muchas las razones para querer no seguir soltera. Lo que jamás va a determinar los sentimientos hacia mí misma y los juicios de valor que yo pueda formularme es una frase tan vacía y anodina como «se te va a pasar el arroz«.

La mujer siempre ha puesto límites a su propia libertad, se ha cortado las alas y ha querido amputar las posibilidades que el género masculino siempre ha contemplado. Estoy y quiero ser soltera y, hasta que me muera, voy a hacer lo que más, mejor y mucho pueda y quiera.

 

Necesitamos ayuda para evitar el cierre de un colegio para niños con autismo

Por Mª Paz Jiménez Cáceres

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Soy madre de un niño discapacitado con autismo que está recibiendo una educación específica, adecuada a sus necesidades, en el colegio Juan Martos situado en Aravaca (Madrid). Mi hijo, con una grave discapacidad tanto intelectual como social (no tiene lenguaje), al igual que muchos de sus compañeros/as, necesita una intervención pedagógica especializada.

 Hace diez años unos profesionales que llevan en la sangre la educación especial, con mucho esfuerzo y dedicación completa, decidieron formar un equipo polivalente para crear este colegio especializado en la atención de niños/as con este trastorno tan complicado. En estos momentos la continuidad de este proyecto peligra, ya que el propietario del local donde se encuentra el Juan Martos no renueva el contrato de alquiler.
Ante esta situación, todo el equipo así como muchos padres, hemos comenzado la búsqueda de otro local llamando a innumerables puertas, pero sin éxito.
Existen colegios cerrados, locales en desuso, etcétera, que podrían permitir la continuidad de la educación de nuestros hijos en un entorno educativo especializado.
Por favor, a quien competa, necesitamos ayuda. Peligra el cierre de un colegio, la educación de nuestros hijos y el puesto de trabajo de unos grandes profesionales.  Los discapacitados también deberían importarnos.

 

Imposible conciliar trabajo y familia

Por Francisco Javier Lorenzo Presol

Familia

Una familia, con un bebé y un portátil. (GTRES)

Conciliación: avenencia, armonía, concordancia… son algunos de sus sinónimos. Para mí, desde luego, son términos que parecen de ciencia ficción. No los he conocido y creo que todo aquel a quien conozco se encuentra en la misma situación. En España, si alguien ha conseguido la conciliación laboral-familiar muy probablemente haya sido porque le ha tocado sufrir la crisis y engrosar las listas del paro. Sé que hay países que se toman muy en serio este aspecto, pero a nosotros nos queda mucho todavía. El otro día vi un video, “El experimento sobre horarios laborales que te va a sorprender”. Y tanto que me sorprendió (si lo pienso fríamente, debería de sorprenderme por haberme sorprendido). Me conmovió y me hizo pararme a pensar (para lo que no tenemos mucho tiempo) en qué nos estamos convirtiendo. Las familias coincidimos en pequeños espacios de tiempo, ya no compartimos. Me gustaría que mi hijo recordara una infancia con sus padres, no una continua e interminable contrarreloj.

«Los hijos que se nos van»

Por Enrique Chicote

Pocos tragos hay más amargos para una familia, que alguno de sus miembros se vea en la necesidad de abandonarla para buscar trabajo fuera de su país durante un tiempo indeterminado y, por tanto, con la zozobra que conlleva la incertidumbre de no saber, ni por cuanto tiempo, ni la magnitud de los obstáculos que encontrará al llegar a su destino.

Fotograma del video de JSF

Fotograma del video de JSF

Cuando son nuestros hijos los que se van, además del desgarro de la separación, es inevitable sentir que los esfuerzos realizados de todo tipo no han recibido la recompensa esperada después de muchos años de sacrificio.

No es admisible que por culpa de un gobierno de tres al cuarto enfrascado en sus miserias, incapaz de crear las condiciones sociales y económicas suficientes para empleo de mínima calidad, los padres debamos renunciar al calor de nuestros hijos, y ellos vean frustrado su proyecto de vida en el país donde nacieron, se formaron y han vivido sus años de juventud.

Sin derecho a la custodia compartida por tener un buen trabajo

Por Carlos G.

Imagen de archivo sobre custodia compartida. (GTRES ONLINE)

Imagen de archivo sobre custodia compartida. (GTRES ONLINE)

Es increíble que con el nivel de paro que existe en España, la Justicia y el Ministerio Fiscal castiguen a un padre que se ha esforzado por conseguir un buen trabajo, con un horario de ocho horas normal y un buen sueldo, negándole la custodia compartida y otorgándosela a una madre que ha rechazado varios trabajos con el único motivo de que ella tiene tiempo y el padre no.

¿Es que esa madre, cuando se divorcie, no tendrá que trabajar? ¿Para qué servimos los padres? ¿Meros fecundadores y proveedores de dinero? ¿No tenemos derecho a disfrutar de nuestros hijos a pesar de tener un trabajo normal? ¿Es esa la manera en la que la Justicia da prioridad a los intereses de un menor, permitiendo que se lleven a los niños a 400 kilómetros de un padre que los ama con todo su corazón?

En este país un padre que trabaja 40 horas, aun cuando tenga un sueldo y una familia que le eche una mano con los niños, será peor padre que alguien sin ganas de trabajar ni ambición por nada pero, eso sí, con mucho tiempo para poder llevar a los niños a comer a comedores sociales.

Soy mujer y madre, ¿puedo pasar?

Por Núria Castellanos

El aeropuerto de Barcelona-el Prat. (ACN)

El aeropuerto de Barcelona-El Prat. (ACN)

Si pensamos que la época de la serie ‘Cuéntame’ pasó, descuiden. A día de hoy sigue existiendo el mismo machismo. Hace pocos días viajábamos desde Barcelona a Dublín un grupo de dos madres y un padre, cada uno con nuestras respectivas hijas de entre 12 y 15 años. ¿Es necesaria alguna otra documentación, aparte del DNI para salir con nuestros hijos del país? Eso dependerá de si eres mujer u hombre y del “machismo” del policía de turno. Me explico:

Cuando llegamos al control policial todo empezó a complicarse. El padre que venía con sus dos hijas pudo pasar sin problemas, ni preguntas camino a la puerta de embarque. Sin embargo, la otra madre y yo, que estábamos cada una en una ventanilla con un policía distinto, tuvimos un problema. ¡Nos exigían la autorización paterna para sacar a nuestras hijas del país! Debieron cambiar las normativas en cuestión de segundos. Al comentarles mi situación de divorciada, me solicitaron la correspondiente sentencia judicial. Discúlpenme que debido al grosor y tamaño de esta, no la suelo llevar en el monedero junto con el DNI, por lo que tuve que esperar a que comprobaran que tengo la tutela legal de mi hija.

Estos controles están muy bien para evitar secuestros por parte de uno de los padres, puesto que Irlanda está fuera de territorio. Pero mi pregunta es: si la policía tiene unas normativas y debe aplicarlas, según la ley a todos los ciudadanos por igual, ¿por qué no las aplicó al sector masculino? ¿Llámese machismo todavía en pleno siglo XXI? Por otra parte, ¿no debería haber información sobre esto en la página de la policía o en las compañías aéreas? Con incidentes como este queda patente que las mujeres tenemos aún mucho camino por recorrer.

Padres, ¿sabéis en qué consiste el ‘botellón’?

Por José Luis Hernández

Hay un fenómeno que me resulta muy chocante, los padres y madres que afirman con total naturalidad, incluso con cierto orgullo, “mis hijos hacen ‘botellón’”. Cada vez que oigo algo así me pregunto: ¿sabrá esta persona en qué consiste el ‘botellón’? Bueno, pues para los padres y madres que estén tan contentos, yo les explico: el ‘botellón’ consiste en emborracharse y/o drogarse. Así de sencillo. No consiste en hablar con los amigos, pasear. No. Consiste en consumir la mayor cantidad de alcohol y drogas posible al menor coste posible.Botellón

Sí, ya sé que los padres y madres que lean esto pensarán “mi hijo no bebe, ni se droga”. Bueno, pues no es así: si su hijo o hija hace ‘botellón’, se emborracha y/o se droga. Y es que España lidera el consumo de alcohol y drogas a nivel mundial. Y eso no se logra sólo con los hijos “de otros”… también los suyos contribuyen. Así que si a un padre o a una madre le parece bien que sus hijos o hijas se droguen, pues vale. Pero que no se engañe, ni trate de engañar a sus vecinos o familiares: si sus hijos hacen ‘botellón’, se emborrachan y/o drogan.

Sin pensar en las consecuencias

Por Francisco Jesús Puente

Duques de PalmaAhora resulta que la infanta Cristina pide que se guarde la intimidad de sus hijos. No lo pensó antes de que ella y su marido se metieran en un berenjenal de narices, robando dinero para vivir como reyes a costa de los tontos de turno, que somos los ignorantes —se creen ellos— del pueblo de a pie.

¿Quién guarda la intimidad de muchos niños que tienen padres en las cárceles por simplemente robar para comer, por necesidad, o porque los bancos les echan de sus casas por no pagar las hipotecas? Esos niños a los que luego sus propios amigos o compañeros repudian porque sus papás son chorizos de poca monta en comparación con lo que roban estos personajes. Lo siento porque son niños, pero ¿por qué antes de pedir clemencia para ellos no piensan en las consecuencias de lo que conlleva robar a un pueblo indignado? Estamos hartos de tanto chorizo de guante blanco y estamos pagando las consecuencias de todo lo que roban estos papás de niños famosos. Por culpa de ellos España está en quiebra.

Gracias señor juez

Por José Luis

Gracias señor juez por tan breve sentencia.
Pues con tan escaso contenido me la leí en apenas unos minutos.
Gracias señor juez por dedicarle tan poco tiempo al futuro de mi hijo.
De todas formas, ¿a quién le importa el futuro de un menor?
Gracias señor juez por las migajas de ese ‘amplio’ régimen de visitas.
A  mi sobrino lo puedo ver más que a mi propio hijo.
Gracias de todo corazón.
Gracias señor juez por dejarme a mi hijo los martes y jueves.
Con 6 horas a la semana se puede ejercer de padre.
Gracias señor juez por dejar que duerma conmigo dos fines de semanas al mes.
26 días con mamá y 4 con papá es lo más justo.
Gracias señor juez por omitir en su sentencia el Día del Padre, cumpleaños y demás.
Así pasará con mamá el día del padre y todos los días especiales.
Gracias de todo corazón.
Gracias calendario porque este Día del Padre cayó en martes.
Este año fui afortunado.
Gracias calendario porque mi cumpleaños el año que viene será jueves.
Paciencia, hay que esperar.
Gracias calendario porque algún año de estos el ‘cumple’ de mi hijo será fin de semana.
Bueno, suponiendo que sea uno de esos que el señor juez amablemente me concedió.
Gracias de todo corazón.
Gracias señor juez por dejar a tantos niños huérfanos de padres cuando estos aún viven.
Gracias señor juez, gracias de corazón.

Y llegó el gran problema: ¿a qué cole le llevo?

Por Sara Mª Dapía

Por estas fechas, los padres de los niños que ya han cumplido o van a cumplir tres años se encuentran con el mismo dilema, ¿qué colegio elijo para mi hijo? Este año me ha tocado mí. Recuerdo, justamente hace un año, cuando algunas de mis compañeras de batallitas infantiles que se encontraban en esta situación me decían que la elección del centro escolar les quitaba el sueño. Entonces me parecía una exageración, pero ahora soy yo la que sufre de insomnio.

Por suerte, en nuestro barrio tenemos una amplia variedad de colegios entre los que escoger, aunque esto no hace más que acrecentar las dudas. ¿Público o concertado?, ¿bilingüe o no?, ¿religioso o laico?,… Un sinfín de preguntas a las que ahora con la ley por la que en la Comunidad de Madrid todos los colegios públicos que así lo deseen pueden solicitar el cambio de jornada, siempre y cuando lo apruebe el Consejo Escolar, debemos añadir otra igual de importante: ¿jornada continua o partida? A todos estos interrogantes tenemos que unir las opiniones y comentarios de otros padres; comentarios que más que ayudarnos aumentan nuestra indecisión. Nunca llueve a gusto de todos y lo que para un padre resulta la panacea educativa para otro carece de valor.

Por si fuera poco a esto hay que sumar las jornadas de puertas abiertas de los colegios públicos y las entrevistas individuales en los concertados, que en muchos casos tampoco resultan demasiado clarificadoras, puesto que los encargados de dar las charlas o hacer las entrevistas, lejos de “venderte” el centro y hacerlo atractivo a la vista de un padre, te incitan a que salgas corriendo. Por ello debemos hacer un gran ejercicio de abstracción, intentar ser objetivos y no dejarnos llevar por la impresión que nos causan estas personas, que quizás no hayan sido los más adecuados para realizar estas tareas.

En claseMi consejo, ante la dificultad que entraña esta elección, es que no la hagamos a la ligera y que siempre y ante todo pensemos en lo que realmente importa, la educación de nuestros hijos. Para ello os planteo que reflexionemos principalmente sobre estos tres aspectos:

– En primer lugar, y lo que yo considero primordial, ¿qué tipo de educación quiero para mi hijo? Para ello debemos conocer el Proyecto Educativo de cada centro (PEC). En este documento cada centro responde a las siguiente preguntas: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos?, y ¿cómo nos organizamos? Además debemos indagar y comprobar que todo lo que se recoge en el papel se cumple en la realidad, para ello podemos pedirles que nos expliquen cómo se concreta todo esto (sus finalidades, sus objetivos curriculares, etc) en la práctica. Una vez que tengamos esta premisa clara el resto de argumentos que nos llevarán a nuestra decisión final serán más sencillos.

– En segundo lugar debemos preguntarnos si nos lo podemos permitir económicamente. Es triste pero es así. La diferencia entre los gastos que implican un colegio público y uno concertado es sustancial y con los tiempos que corren podemos vernos obligados a renunciar a un colegio que nos gusta porque no lo podemos pagar.

– Y en tercer lugar tenemos que preguntarnos qué colegio nos permite una mayor conciliación de nuestra vida laboral con nuestra vida familiar, en lo que se refiere a los horarios y a la distancia. Tenemos que intentar conseguir una mayor calidad de vida para nosotros y nuestros hijos.

A partir de aquí, podemos analizar otros aspectos más superficiales como, por ejemplo, las instalaciones, el funcionamiento del comedor o el número de actividades extraescolares que oferta. Estos aspectos tendrían que ayudarnos a poder elegir entre dos colegios que nos gustan y que cumplen los requisitos anteriores, pero nunca deberían ser la base fundamental de nuestra decisión ya que no contribuyen de forma directa en la educación de nuestros hijos.

Espero haber sido de ayuda a alguno de los padres que se encuentran en esta situación y sólo me queda deciros: ¡Buena suerte y buena elección!