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Entradas etiquetadas como ‘colegio’

En el aula de mi hijo se sigue dando clase pese a un positivo

Por David Álvarez

Quería informar de un caso digno de Berlanga. Ahora ya comprendo por qué el Covid está desbocado en la Comunidad de Madrid. Pues bien hace dos días recibimos un mail de la tutora de mi hijo del colegio Menéndez Pelayo de Madrid. Confirmado un caso de covid en la clase.

Decidimos no llevar niño al colegio. Llamamos a Secretaría y nos dicen que esperan instrucciones de la Consejería de Sanidad. Llamamos nosotros al teléfono Covid a la Comunidad de Madrid y nos vuelven a remitir al colegio. Al mediodía nos enteramos de que la mitad de los alumnos han asistido a clase y que mañana volverán como si nada hubiera sucedido. Hemos llamado al pediatra para explicar lo sucedido y nos dan cita ¡para el 5 de octubre!

¿Para qué sirven los protocolos anticovid de las aulas si nadie los cumple? ¿Es esta la manera que tienen en la Comunidad de gestionar esta crisis sanitaria? ¿Qué hacemos mañana, mandamos al niño al colegio a sabiendas de que han convivido con un caso de Covid? Si me lo cuentan no me lo creo.

Para colmo, anoche recibimos una carta del director, que adjunto en la imagen, en la que nos dicen que no van a actuar hasta que les responda la Consejería de Salud y que eso puede llevar días.

En el protocolo de actuación de la Comunidad de Madrid ¿no puede el director de un colegio parar la actividad de un aula con un caso confirmado de Covid? Esperando a Godot.

 

El acoso docente-alumno también debe ser erradicado

Por Sergio de Fuente

Siempre que hablamos o hacemos referencia al acoso escolar, tendemos a pensar en el daño verbal y físico ocasionado entre semejantes; es decir, entre alumnos y alumnas. Sin embargo, hay una realidad que se ha mantenido a la sombra durante todo este tiempo; y que por determinadas circunstancias, hemos eludido e incluso olvidado. Este es el hostigamiento que sufren los alumnos por parte de sus profesores; lo que es conocido con el término “acoso docente-alumno”.

Muchos de ustedes, considerarán que este argumento es un sinsentido; ya que, ¿cómo puede un docente acosar a un alumno? Sería inaudito ¿no creen? Dada la situación, permítanme decirles que esta es una realidad totalmente cierta, y que miles de estudiantes de toda España sufren este contratiempo en silencio.

Una chica víctima de acoso escolar (Gtres).

El acoso docente-alumno, como bien indica su nombre, se produce cuando un maestro generalmente lleno de frustración y de problemas cotidianos, intenta preservarse y aliviar su infortunio denigrando o humillando públicamente a sus alumnos; y, en casos más extremos, agrediéndoles físicamente, lo que es lamentable. Estos, persuadidos por su prerrogativa como docentes, pueden incluso hasta a llegar a coaccionar a los escolares para que guarden silencio y no querellen los hechos ocurridos, ya sea a sus padres o en jefatura.

Por desgracia, hace bastantes años, yo viví este problema en mi antiguo centro escolar; cuando mi profesora de plástica, al no saber dibujar, se reía de mí y me humillaba delante de mis compañeros a los que también importunaba y humillaba en menor medida. De igual forma, lo hacía su compañera con otros alumnos (yo he sido testigo de ello); lo que provocó que años después fuera demandada (por algún progenitor) y despedida del centro escolar.

Ocurrido el incidente con esta señora; mi madre, antigua alumna del centro escolar, decidió acudir a hablar con el director y los jefes de estudio para querellar este suceso. Estos, al no salir de su asombro (o eso parecía), hicieron llamar a dicha profesora, la cual desmintió todo lo declarado; lo que provocó que durante el resto del curso, me siguiera importunando aún más, llegando incluso a amenazarme con suspenderme la asignatura. Dada la situación, y al igual que en la mayoría de los casos de acoso escolar; la dirección y la jefatura de estudios decidieron lavarse las manos en este asunto.

Es muy satisfactorio saber que por fin nos vamos concienciando sobre la verdadera importancia del acoso escolar, tomando medidas para evitarlo y erradicarlo. Sin embargo, considero que las asociaciones contra el bullying, el gobierno (el cual ha aportado un número de teléfono para ayudar a las personas que lo sufren) e incluso algunos programas televisivos como el del señor Jesús Vázquez deberían tener en cuenta este aspecto. Siempre piden a los jóvenes denunciar a su agresor y no callarse cuando sufren hostigamiento por parte de sus iguales, lo que está muy bien. Pero, ¿qué hay de los jóvenes que son hostigados por sus docentes? El término anglosajón, “bullying” engloba todos los tipos de hostigamiento producidos en el ámbito escolar, no solo los producidos por los alumnos.

Primeros auxilios debería ser una asignatura obligatoria en el colegio

Por Paula García

Un chico vendando la mano de una chica (Mejorconsalud.com).

Un chico vendando la mano de una chica (Mejorconsalud.com).

Hace un par de días, iba andando por la calle, cuando una mujer cayó al suelo desmayada. Quise ayudarla y me di cuenta de que no sabía qué hacer, salvo llamar al número de emergencias. Esto me ha hecho recapacitar y preguntarme cómo es posible que con tantos estudios y tanta información que recibimos en la escuela, ignoremos cosas tan importantes y básicas como saber cómo ayudar a otras personas en distintas situaciones.

Los primeros auxilios deberían enseñarse y ser una asignatura obligatoria en el colegio como también otras cosas sencillas y básicas que forman parte de nuestro día a día. La salud debe ser responsabilidad de todos y por lo tanto toda la sociedad debe implicarse en su prevención y mantenimiento. Además, la profundización en este tema merece la pena, puesto que puede llegar a ser determinante incluso para salvar vidas.

Más iniciativas escolares así, por favor

Por María José Viz Blanco

Niños en clase (Europa Press).

Niños en clase (Europa Press).

Una información divulgada por Facebook me ha enternecido. Se trata de la iniciativa de una profesora americana, llamada Chandni Langford, con el fin de motivar a sus pequeños alumnos. Consistió en escribir en sus pupitres frases personalizadas, con un lema general: “nunca dejes de intentarlo”. Estas notas las escribió cuando daban comienzo los exámenes.

Se mire como se mire, independientemente de si logró su objetivo o no, este gesto dice mucho de la profesora, de su amor por su trabajo y del deseo patente de que los niños vean el estudio como algo positivo y como meta alcanzable por todos. Un gran acierto que cada mensaje fuese dirigido, expresamente, a cada alumno o alumna, con nombre y apellido. Todos sabemos lo que les gusta a los niños (y a los que no lo son), que el mensaje sea personal, puesto que les hace sentir importantes y realmente lo son, al menos para esta profesora ejemplar.

No me extraña la buena acogida de esta información en las redes. Ojalá haya muchas más noticias de esta clase, pues provocan una bonita mezcla de sonrisa y de admiración, en quienes las leemos, además de sorprendernos, habituados como estamos a la continua deshumanización que nos rodea.

Los niños pierden sus tardes enterrados en montañas de deberes

Por Francisco Javier Garrido Martín

Un niño haciendo los deberes en casa (Gtres).

Un niño haciendo los deberes en casa (Gtres).

Tengo hijos en edad escolar y compruebo todos los días lo mal que funciona nuestro sistema educativo. No sé cuáles son las causas reales, pero sí veo las consecuencias. Veo a mis hijos perdiendo sus tardes de niño enterrados en montañas de deberes. Porque adulto se es para siempre, pero niño se es solo una vez, y por tiempo limitado. Son tardes de juegos, de aventuras y de imaginación que jamás volverán y que quedan sustituidas por deberes y academias.

Son niños que tienen jornadas laborales de adulto. Jornadas que no tienen un objetivo claro, porque ellos no tienen salario, y la recompensa del conocimiento es vaga para ellos.
Encima las motivaciones que nosotros les ofrecemos no son mucho mejores. El aprender dejó de ser una meta hace mucho tiempo. Solo el aprobar tiene premio. Y una vez obtenido el premio, el conocimiento se olvida porque ya no les sirve y parece que a nosotros tampoco.

Necesitamos ayuda para evitar el cierre de un colegio para niños con autismo

Por Mª Paz Jiménez Cáceres

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Un niño pintando un dibujo en un colegio de Madrid (Jorge París).

Soy madre de un niño discapacitado con autismo que está recibiendo una educación específica, adecuada a sus necesidades, en el colegio Juan Martos situado en Aravaca (Madrid). Mi hijo, con una grave discapacidad tanto intelectual como social (no tiene lenguaje), al igual que muchos de sus compañeros/as, necesita una intervención pedagógica especializada.

 Hace diez años unos profesionales que llevan en la sangre la educación especial, con mucho esfuerzo y dedicación completa, decidieron formar un equipo polivalente para crear este colegio especializado en la atención de niños/as con este trastorno tan complicado. En estos momentos la continuidad de este proyecto peligra, ya que el propietario del local donde se encuentra el Juan Martos no renueva el contrato de alquiler.
Ante esta situación, todo el equipo así como muchos padres, hemos comenzado la búsqueda de otro local llamando a innumerables puertas, pero sin éxito.
Existen colegios cerrados, locales en desuso, etcétera, que podrían permitir la continuidad de la educación de nuestros hijos en un entorno educativo especializado.
Por favor, a quien competa, necesitamos ayuda. Peligra el cierre de un colegio, la educación de nuestros hijos y el puesto de trabajo de unos grandes profesionales.  Los discapacitados también deberían importarnos.

 

Evitemos la demonización de las instituciones educativas

Por Cristina de Montemar

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

A raíz de la denuncia del padre de un alumno sobre presuntos abusos de un pederasta en una escuela de Barcelona se han ido sucediendo otras de exalumnos del mismo centro, incluso de algún otro de la misma institución.

Después de muchos años ahora salen a la luz esas agresiones que en su momento las víctimas no se atrevieron a denunciar por razones obvias propias de la edad.

Ante el escándalo provocado conviene observar cierta prudencia en las informaciones para evitar la demonización de una institución docente de gran solvencia pedagógica, en la que profesores y monitores pueden ser cuestionados sistemáticamente por la extraviada actuación de alguno de ellos. Se deberá comprobar con el máximo rigor la veracidad de esa cadena de denuncias, pero sin alentar un linchamiento moral que se convierta en algo parecido a lo que Arthur Miller describe en su famosa obra Las brujas de Salem.

Solo que aquí la hoguera es la estigmatización de un equipo docente que se esfuerza en llevar a cabo una gran labor pedagógica, y para el que hay que reclamar el máximo respeto. Aunque también la mayor diligencia para actuar con la debida severidad contra esos malos hábitos… que no son precisamente los que le son propios a la institución.

 

No se hace nada contra el acoso escolar

Por José Ramón Serrano Jiménez

Tal vez seas uno de los que jugaban al desprecio cuando eras menor, y ahora te horroriza ver algo así. Podría que fueses un jugador neutral. No importa. Porque realmente los niños no tienen la culpa. Al menos, no toda.

Ellos son la última cadena de un eslabón, la mano ejecutora. Un reflejo de lo que se les enseña en casa. El acoso escolar no es algo aislado, no es una excepción; ocurre, y más de lo que pensamos. El problema es que no se hace nada. Y amarga pensar que esto que ha sucedido no incite a actuar, que no se mueva nadie.

Pelea entre varios chicos en el colegio (GTRES).

Pelea entre varios chicos en el colegio (GTRES).

Si desde el hogar no hay una buena educación, el niño se divertirá haciendo sufrir. Muchas veces es debido a la idea de querer ser el mejor, el más fuerte, y eso es porque se populariza el quedar por encima de alguien más débil. No importa si para ello hay que marginar, pegar o insultar al blanco elegido.

No es necesario esforzarse mucho para recibir maltrato. Una discapacidad, ser diferente, o simplemente no querer entrar en el juego de la fuerza. Y ojo, no hablo de peleas esporádicas o insultos «amigables», que son normales. Aquí hablo de arrinconar, intimidar y apalear a alguien de forma física o psicológica (que es más frecuente) día tras día. Hasta que ocurre que alguien no es lo bastante fuerte para soportarlo y se suicida.

Tampoco el sistema educativo tiene actualmente los mecanismos necesarios para paliar la situación. El profesor apenas interviene en el mundo de los muchachos, y cuando lo hace, suele ser para una regañina o un castigo al «cabecilla», que en realidad sólo empeora la situación. Lo mismo ocurre si lo cuentas a los familiares cercanos. No hay consecuencias. No se pone freno. Y por eso la víctima elige callarse e intentar afrontar sola la situación. Porque no queda otra.

Y esto sólo se arregla con educación en casa y con mecanismos de control eficaces, mejorando el ambiente escolar. Concienciar a los niños de que hacer esas cosas no te hace ser mejor, sino todo lo contrario. Que el gordo, el sordo o el «empollón» valen tanto como él, o más. Y que son como él.

 

 

 

Urnas en la capilla católica

Por P. C.

Por segunda vez, la primera fue durante las elecciones europeas de 2014, el local electoral situado en el colegio La Salle San Rafael, calle Fernando el Católico número 49 [Madrid] correspondiente al Distrito 07, Sección 010, ha elegido para instalar las mesas electorales una capilla cristiana de confesión católica ubicada dentro del mismo colegio.

No es ya que resulte bochornoso, sino que la dirección del colegio, ante las preguntas de los diferentes apoderados, respondió con que la capilla estaba desacralizada. ¿Desacralizada? Por doquier había crucifijos, una imagen de Cristo clavado en la cruz, pinturas alegóricas cristianas, etc…

Lo más duro no es quizás el asombro de determinados votantes o el abuso continuado de las autoridades de dicho colegio sino la sumisión de la Junta Electoral Central.

Cuando he intentado ponerme en contacto con ellos para que tomen medidas su respuesta ha sido sorprendente. Me han explicado que ellos no pueden hacer nada y que me pusiese en contacto con la Junta Electoral de Zona de Madrid, donde de nuevo me han dicho que dicho colegio se atiene a las normas y que ellos no se hacen responsables.

Mesas electorales en el colegio La Salle San Rafael de Madrid.

Mesas electorales en el colegio La Salle San Rafael de Madrid (P. C.)

Es una disfunción total que habla del abuso de poder de la Iglesia pero sobre todo de los partidos conservadores que ostentan todo el poder económico y social, amén de controlar todas las infraestructuras estatales. Durante la mañana una queja del PP a la Junta Electoral Central referida a las imágenes de la candidata que los apoderados de Ahora Madrid llevaban ha sido recibida y procesada rápidamente (¿favoritismo hacia el PP?), provocando que los apoderados tuvieran que tapar la imagen de su candidata.

Mientras que si se trata de un acto ilegal, como el forzar a la población a pasar por una capilla católica para votar, en eso se lavan las manos. Doble moral, disfunción total a la hora de aplicar las leyes, omitiendo cuando interesan o no interesan para el partido en el poder.

Limitar a la población o forzarla reprimiéndola a que voten en un templo de una confesión religiosa es mucho más grave o más que el que un partido político deje que sus apoderados lleven fotos de su candidato. Vergonzoso, no se sabe si estamos en la época franquista o en la Edad Media.

Sobre las oposiciones al cuerpo de maestros

Por Silvia Moreno Hernández

Hace poco, en una conversación intrascendente, salió el tema de las oposiciones y el famoso examen de cultura general de Madrid y alguien me dijo que no era concebible que un maestro de primaria no se supiera, por ejemplo, todos los afluentes de España, no supiera conjugar el verbo «yerrar» o no supiera situar exactamente todos los huesos del cuerpo humano, mostrando un asombro absoluto ante el hecho de que el 80% de los maestros suspendan ese examen. No me extraña, hace un tiempo que los maestros tenemos que comernos una campaña para dejarnos como incompetentes: así pasa que asesinan a un interino y no se arma la de Dios. Total, los maestros se supone que somos esas personas que no valemos «para otra cosa», aunque luego quede en nuestras manos lo más importante: vuestros hijos. Pero lo que se suele pasar por alto es:

1) Que no es un examen orientado a averiguar lo que realmente sabe la gente, sino a descartar gente, por lo que ponen más preguntas de las que somos capaces de responder en hora y media, obligando a hacerlo deprisa. Imaginaos lo que supone, por ejemplo, de cara a cálculos que sabes hacer, pero te baila un número y te anulan toda la pregunta.

2) Que si realmente pretendiera ser un examen objetivo, las preguntas serían tipo test y no desarrollo (como sucede con otros exámenes de oposiciones no susceptibles a «interpretaciones») y, además, si pretendieran valorar realmente lo que sabemos no nos pondrían a hacer tres pruebas consecutivas en siete horas, como sucederá este año, en el que el examen comenzará a las 8:30 de la mañana y acabará a las 15 de la tarde. Ya a las 13 estaremos medio muertos y, después de que nos hayan fusilado a cálculos y preguntas diversas (cada examen es muy largo), tendremos que escribir con la mano machacada no menos de seis páginas del tema que nos toque de pura memorieta.

3) Además, si tanta importancia le dieran a que conozcamos unos contenidos y no otros, al igual que existen unos temarios oficiales para el tema a desarrollar existirían unos temarios de referencia para que sepamos lo que nos tenemos que estudiar y pudiéramos organizarnos. Se «supone» que la referencia es cualquier contenido que pueda caer en Primaria, pero cualquiera que haya visto los exámenes sabe que las preguntas realmente tienen un nivel de ESO y, a veces, de Bachillerato. Me gustaría saber cuánta gente superaría un examen de ESO-Bachillerato en la actualidad tras más de una década de dejar atrás esa etapa de su vida y tras haberse especializado en otras cosas. Así que no me vale eso de «si yo supiera que tengo un examen de cultura general me lo prepararía y no habría problemas». Los cojones. Y más cuando no se trata de una única prueba: tienes el examen de cultura, el de temario, la programación, la defensa, los cambios de legislación constantes que retrasan el trabajo, los preparadores que más que orientarte te desorientan para sacarte el dinero… ya, ya.

Un profesor. (GTRES)

Un profesor. (GTRES)

4) Que es normal que un maestro no sepa todo de todo, al fin y al cabo pocos titulados universitarios conozco que sepan resolver una raíz cuadrada o hacer correctamente un análisis sintáctico, los que hacen lo primero rara vez saben lo segundo, o viceversa. De todas las cosas que aprendemos como básicas durante la enseñanza obligatoria empleamos muy poco al final y hay un importante principio de la pedagogía que te enseña que aquello que no se utiliza, que no es significativo para la vida cotidiana, se olvida. Quién sabe si deberíamos replantearnos la enseñanza de ciertos contenidos que, siendo «tan importantes», todo el mundo de adulto olvida sistemáticamente.

5) En las carreras que tienen que ver con la didáctica (magisterios diversos, pedagogía o la difunta psicopedagogía) no nos enseñan cosas que podríamos repasar estudiando la Wikipedia, sino enseñándonos cosas en las que un maestro es insustituible como la didáctica de las áreas, la psicología infantil y juvenil, las herramientas que desde la psicología se pueden aplicar a la educación (lo que se sabe de motivación, atención, dinámica de grupos…), la atención a las diferentes necesidades educativas especiales, los diferentes modos de razonar para enfrentarse a la resolución de un problema…si no fuera así, nos bastaría tener como maestros a personas que fueran estupendas para jugar al Trivial en lugar de a profesionales de la educación. Aunque, visto lo visto, en realidad mucha gente quiere de enseñante al que ganaría uno de estos concursos de la tele. Luego si hacen cosas como las que se han visto recientemente en funcionarios (atar a los niños con cuerdas o castigarles a estar dentro de un contenedor) no pasa nada, que como son estupendos loritos ya les consideramos plenamente competentes.

Tal vez sería más interesante que hiciéramos psicotécnicos en lugar de estos «juegos del hambre» para maestros.

Así que quien considere que es fácil, que critique menos y se presente.