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Entradas etiquetadas como ‘profesores’

Los profesores (y también padres), ante la vuelta al cole

Pensemos, preparemos y actuemos

Por Carmen Navarro. Profesora de ciencias en Secundaria en el Colegio Nazaret Oporto de Madrid y madre de 3 (de 4, 8 y 11 años).

En 1973 el zoólogo austríaco Karlvon Frisch recibió el Premio Nobel de Fisiología por su investigación sobre el lenguaje visual de las abejas, en el que describía cómo se comunican entre sí para indicar dónde se encuentra la fuente de alimento.

Durante este verano atípico del 2020 que todos estamos viviendo, entre nuevos rebrotes de Covid-19 y la incertidumbre del nuevo curso escolar que está por venir, he tenido la suerte de visitar el Aula Museo Abejas del Valle en Poyales del Hoyo, Ávila; y comprobar de primera mano que no se necesita un cerebro muy grande para comunicarse de una manera efectiva, vivir en comunidad y mantener un equilibrio entre todas las partes de una “sociedad” que utiliza la inteligencia colectiva en beneficio de todos por encima del interés individual.

Mi hijo de 4 años, el de 8 y todos los alumnos de infantil y primaria de mi centro trabajan a diario las matemáticas con el método EMAT de Tekman Books en el que el/la profe les cuenta la situación o problema a resolver y a continuación todos repiten: PIENSO-PREPARO y MUESTRO. Esto ayuda a nuestros hijos/alumnos a saber la forma más lógica de resolver las distintas situaciones con las que se irán enfrentando durante su etapa escolar y posteriormente en sus vidas profesionales y personales:

  1. PIENSO sobre la situación que se me presenta y que quiero/tengo que resolver.
  2. PREPARO la/s solución/es analizando los pros y contras de cada una y la más adecuada para cada caso.
  3. MUESTRO a los demás mi propuesta, de forma que la comparto para que todos los miembros de mi comunidad (local y/o global) puedan aprovechar y ser partícipes del análisis/investigación y de la/s conclusión/es.

Les aseguro que ensayándolo muchas veces se llega a interiorizar y sale solo. ¡Lo hacen los niños de 3 años! Sin embargo, desde que comenzó la crisis del Covid-19 vemos cómo la gestión que se hace de la misma altera el orden de los factores, lo que en este caso sí implica un cambio drástico y lamentable en el resultado. Hemos asistido a numerosas decisiones en las que nuestros dirigentes MUESTRAN o ACTÚAN, PREPARAN y después, y no siempre, PIENSAN si lo que han hecho es lo correcto, para modificarlo a los pocos minutos, horas o días. Es imposible no sentir inseguridad e incluso miedo cuando lo que hoy es una verdad irrefutable mañana deja de tener vigencia…

Y así, a tan solo unos días del comienzo del curso escolar, los docentes nos vemos de nuevo desprotegidos por la administración y vilipendiados por la sociedad cada vez que se nos ocurre alzar la voz para avisar de lo que todos sabemos que sí o sí terminará ocurriendo.

Es de sobra conocido que a los docentes se nos pide desde siempre que actuemos más como magos que como educadores:

  • para educar de manera competencial con un currículo totalmente basado y enfocado en los contenidos,
  • para acabar temarios trabajando por proyectos, desarrollando múltiples teorías pedagógicas innovadoras y con el mayor uso posible de tecnologías
  • para educar en valores, desde la emoción y la pasión, sin que decaiga nunca el entusiasmo, como correponde a las profesiones vocacionales, y a pesar de las circunstancias de cada momento,
  • para enseñar pensamiento crítico y reflexivo a nuestros jóvenes en un mundo en el que la misma clase política altera su mantra diario: MUESTRO-PREPARO-PIENSO.

Pero los acontecimientos recientes nos han empujado a todos los mago-profesores a situaciones de verdaderos equilibristas, acróbatas, malabaristas, improvisando aulas de clase en nuestras propias casas, con nuestros propios recursos, rodeados de nuestros familiares y sin recibir ni un solo aplauso por ello.

Ya en junio se vaticinaba lo que ahora está ocurriendo: a punto de incorporarnos al nuevo curso escolar los “posibles escenarios” no dejan de ser planteamientos teóricos que distan mucho de la realidad que se vivirá en las aulas y que nos pondrá a todos, alumnos y docentes, en una situación de vulnerabilidad muy peligrosa para toda la comunidad.

Como dice el famoso proverbio africano, “para educar a un niño hace falta la tribu entera”.

Durante el confinamiento los padres hemos tenido la suerte de convertirnos en profesores de nuestros hijos a tiempo completo. Durante ese tiempo se leían en redes sociales muchos comentarios de agradecimiento y reconocimiento por la dura labor de los profesores, no siempre valorada.

Sin embargo, como está ocurriendo con otras situaciones recientemente vividas, olvidamos pronto, y ahora esos mismos padres critican a los profesores que alzamos la voz para decir que la vuelta al colegio no está garantizada en unas condiciones mínimamente seguras.

Muchos de estos padres son los mismos que:

  • No se ponen mascarilla porque, aunque las autoridades dicen que es obligatoria incluso en espacios abiertos, ellos deciden que ¡vaya rollazo!
  • Quedaban a escondidas con amigos/compañeros de trabajo para tomar unas cerves en los momentos más duros del confinamiento.
  • Se reunían a hurtadillas con otros amigos/familias cuando solo estaban permitidos paseos de 1 adulto con sus hijos.

En esta “tribu”, ahora más que nunca, todos educamos, todos sumamos, todos debemos remar en la dirección correcta y al unísono. Por suerte o por desgracia, los docentes hemos dejado de tener el mayor peso de la educación de nuestros jóvenes, para compartirla con las familias y el resto de la sociedad. Y recordemos que “nada educa más que nuestro ejemplo”.

Cuando nuestros propios representantes políticos (ACTUANDO, sin PREPARAR, y por supuesto sin PENSAR) nos señalan y nos ponen en el foco mediático para desviar la atención de su inacción, debemos aceptar que estamos en manos de una clase política mediocre y de gran bajeza moral, que se traduce en una sociedad que no respeta a sus docentes. Tenemos y tendremos lo que nos merecemos.

Comencemos pues por revisar nuestro comportamiento individual y nuestra contribución a la sociedad, con responsabilidad e inteligencia colectiva.

Solo cuando todos y cada uno de nosotros nos sintamos parte responsable de esta colmena global en la que vivimos podremos con el Covid-19. Repitamos al unísono, a modo de danza de las abejas, lo que nuestros niños cantan en las escuelas y por suerte tienen ya tan interiorizado: PIENSO-PREPARO y MUESTRO/ACTÚO.

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Miedo legítimo ante la vuelta

Por Francisca Esteller Nadal

En primer lugar, me gustaría señalar que escribo esta carta como madre y como docente, en representación de un grupo de compañeros de profesión y de familias cuyos hijos van a asistir a algún centro educativo en los próximos días.

A menos de tres semanas para el inicio del curso escolar, los padres y docentes sentimos y mostramos no solo una enorme preocupación y desconcierto, sino también mucho miedo. Este miedo no es irracional, sino que es totalmente legítimo, teniendo en cuenta que todo lo relacionado con la Covid está rodeado de incertidumbre, conocimiento científico parcial y de contradicciones entre los propios estudiosos de la materia.

Al final del curso escolar 2019-2020 se estableció un protocolo de actuación para el inicio del próximo curso. Este protocolo se elaboró teniendo en cuenta un contexto epidemiológico que nada tiene que ver con el de estos momentos, puesto que comenzábamos una nueva fase en la que tanto hospitalizados como nuevos contagios eran mínimos, y el riesgo a contraer esta enfermedad había disminuido.

En este protocolo, en la etapa de Educación infantil y Primaria se establece una ratio de máximo veinte alumnos por aula con un tutor de referencia, en lo que ha venido a llamarse ‘grupo burbuja’, con la intención de reducir los contactos del alumnado en el centro y poder establecer, en caso de contagio, un seguimiento de los casos más eficaz.

Estos grupos burbuja parecen no contemplar la relación del alumnado de cada grupo con familiares, amigos y otras personas ajenas al centro fuera del horario escolar, porque si así fuera no se hablaría de estanqueidad o seguridad dentro de estos grupos. Evidentemente, no voy a entrar en valorar en lo acertado o no de las afirmaciones con respecto a la facilidad de contagio que tienen los menores y la capacidad de estos para contagiar a otros, porque eso queda para los científicos.

Ahora bien, lo que sí me niego a aceptar es la contradicción sobre las medidas de seguridad a nivel individual obligatorias establecidas para la ciudadanía en general, y a la desaparición de mascarillas en los centros educativos a partir de septiembre.

Mi hijo de siete años de edad, así como yo misma y mis familiares, y muchos otros ciudadanos responsables, hemos cumplido escrupulosamente con cada una de las medidas que desde el mes de marzo se han venido imponiendo desde las instituciones sanitarias.

En la actualidad, estas medidas incluyen el uso obligatorio de mascarilla para toda la población por encima de los seis años de edad. Si las actuales medidas de seguridad individuales y colectivas se contradicen con las medidas que dictan los protocolos educativos, a mí, personalmente me transmiten una inseguridad y un miedo que me llevan a cuestionarme las razones de dichas directrices.

Yo misma, en estos momentos, no soy capaz de comprender y mucho menos compartir las explicaciones por las que frente a un patógeno grave y desconocido se actúa de forma diferente en función del contexto. Frente a este desconcierto me veo incapaz de explicarle a mi hijo -repito, siete años de edad-, esta situación. ¿Por qué en el parque hay que llevar mascarilla y en clase no? ¿Por qué no podemos reunirnos más de diez familiares mientras que en el al aula habrá veinte alumnos, más monitores y docentes?

Como madre y profesora no tengo respuesta para estas preguntas. Hasta ahora le he podido decir que la mascarilla le protege a él y él, a su vez, protege a otras personas. De alguna manera ese papel importante de protección a los demás le ha servido para que aceptara de buen grado el uso de este elemento. Me cuesta trabajo elaborar un discurso coherente puesto que el no usar mascarilla en los centros escolares entraña un riesgo añadido a esta locura, no solo para los niños y personal del centro, sino también para los familiares de todos ellos y, por ende, para los contactos de todas estas personas en su vida habitual.

No hay que olvidar que muchas de estas personas son grupo de riesgo. Así como tampoco hay que olvidar la falta patente de control en el cumplimiento de las medidas obligatorias por una parte importante de la sociedad. De este modo, los llamados grupos burbuja son una absoluta utopía, no sé si planteados con una visión excesivamente ingenua o directamente con una visión despreciativa hacia la seguridad individual. Y es que meter a veinte niños en lugar cerrado, sin mascarilla, con uno o dos adultos, no pronostica nada, absolutamente nada bueno.

Sobre este punto ya avisa la OMS señalando que los casos de Covid-19 en niños se ha multiplicado por siete y a la sanidad española le parece que, en palabras de Fernando Simón, “esas oscilaciones preocupan y hay que valorarlas con cuidado”.

El día 27 se reúnen las diversas comunidades autonómicas con el Ministerio de Educación. Como madre y como docente; solicito, exijo, ya que el riesgo cero no existe, que se dicten medidas coherentes con el devenir de la pandemia y por tanto, se adopte la mascarilla como elemento obligatorio en todos los centros educativos, así como una ratio más acorde a la nueva situación.

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  • Si eres profesor, envía tus sensaciones ante el comienzo de curso al correo zona20@20minutos.es

Una semana sin calefacción en un instituto de Toledo: se hace muy difícil dar clase

Alumnos del IES Universidad Laboral de Toledo 

Somos alumnos de 1º y 2º del Ciclo Formativo de Grado Superior en Guía, Información y Asistencia Turística del IES Universidad Laboral de Toledo y os comunicamos que llevamos una semana sin calefacción en nuestra clase sin que sepamos cuándo van a solucionar el problema.

Frío en el instituto

El termómetro marca la temperatura en el aula del IES de Toledo.

Se hace muy difícil dar clases con temperaturas tan bajas, en vez de arreglar la calefacción para dar clase el profesor de turno tiene que buscar una clase que esté libre por todo el centro y así pasamos todas las mañanas, como nómadas. Denunciamos esta situación y la queremos hacer pública. Nos gustaría que lo publicasen por si ello facilita la solución del problema.

El acoso docente-alumno también debe ser erradicado

Por Sergio de Fuente

Siempre que hablamos o hacemos referencia al acoso escolar, tendemos a pensar en el daño verbal y físico ocasionado entre semejantes; es decir, entre alumnos y alumnas. Sin embargo, hay una realidad que se ha mantenido a la sombra durante todo este tiempo; y que por determinadas circunstancias, hemos eludido e incluso olvidado. Este es el hostigamiento que sufren los alumnos por parte de sus profesores; lo que es conocido con el término “acoso docente-alumno”.

Muchos de ustedes, considerarán que este argumento es un sinsentido; ya que, ¿cómo puede un docente acosar a un alumno? Sería inaudito ¿no creen? Dada la situación, permítanme decirles que esta es una realidad totalmente cierta, y que miles de estudiantes de toda España sufren este contratiempo en silencio.

Una chica víctima de acoso escolar (Gtres).

El acoso docente-alumno, como bien indica su nombre, se produce cuando un maestro generalmente lleno de frustración y de problemas cotidianos, intenta preservarse y aliviar su infortunio denigrando o humillando públicamente a sus alumnos; y, en casos más extremos, agrediéndoles físicamente, lo que es lamentable. Estos, persuadidos por su prerrogativa como docentes, pueden incluso hasta a llegar a coaccionar a los escolares para que guarden silencio y no querellen los hechos ocurridos, ya sea a sus padres o en jefatura.

Por desgracia, hace bastantes años, yo viví este problema en mi antiguo centro escolar; cuando mi profesora de plástica, al no saber dibujar, se reía de mí y me humillaba delante de mis compañeros a los que también importunaba y humillaba en menor medida. De igual forma, lo hacía su compañera con otros alumnos (yo he sido testigo de ello); lo que provocó que años después fuera demandada (por algún progenitor) y despedida del centro escolar.

Ocurrido el incidente con esta señora; mi madre, antigua alumna del centro escolar, decidió acudir a hablar con el director y los jefes de estudio para querellar este suceso. Estos, al no salir de su asombro (o eso parecía), hicieron llamar a dicha profesora, la cual desmintió todo lo declarado; lo que provocó que durante el resto del curso, me siguiera importunando aún más, llegando incluso a amenazarme con suspenderme la asignatura. Dada la situación, y al igual que en la mayoría de los casos de acoso escolar; la dirección y la jefatura de estudios decidieron lavarse las manos en este asunto.

Es muy satisfactorio saber que por fin nos vamos concienciando sobre la verdadera importancia del acoso escolar, tomando medidas para evitarlo y erradicarlo. Sin embargo, considero que las asociaciones contra el bullying, el gobierno (el cual ha aportado un número de teléfono para ayudar a las personas que lo sufren) e incluso algunos programas televisivos como el del señor Jesús Vázquez deberían tener en cuenta este aspecto. Siempre piden a los jóvenes denunciar a su agresor y no callarse cuando sufren hostigamiento por parte de sus iguales, lo que está muy bien. Pero, ¿qué hay de los jóvenes que son hostigados por sus docentes? El término anglosajón, “bullying” engloba todos los tipos de hostigamiento producidos en el ámbito escolar, no solo los producidos por los alumnos.

Personas extraordinarias que te hacen ver la vida de otro modo

Por Anna Aventin Fontanet

Enfermeros con niños hospitalizados (Gobierno de La Rioja).

Personal sanitario con niños hospitalizados (Gobierno de La Rioja).

Soy maestra de educación primaria y llevo en el mundo de la docencia desde hace seis años, pero este año ha sido diferente al resto. He vivido nuevas experiencias y compartido diferentes puntos de vista.

Durante estos últimos meses lo que más me ha hecho enriquecerme como persona y como docente ha sido verte, día a día, cómo avanzabas, te esforzabas, luchabas y sobre todo cómo sonreías ante las adversidades. La energía, entusiasmo y ganas que demuestras cada día son admirables. No todo el mundo tiene esta valentía y coraje para enfrentarse a una realidad tan dura como la tuya, no dejes nunca de luchar, no te dejes vencer, no renuncies a las ganas de vivir.

Estas palabras van dirigidas especialmente a ti A., y también a todos los niños y niñas tan valientes como tú. Gracias por luchar contra la leucemia y hacer frente a una realidad que no es propia de vuestra edad. Tendríais que estar en la escuela con vuestros compañeros jugando, cantando, riendo… y en cambio vivís entre el hospital y vuestra casa.

Como docente, donde he tenido la suerte de compartir ratos con vosotros, quiero daros las gracias por abrirme los ojos a una nueva realidad. Ha sido una experiencia única, incomparable y enriquecedora. Todos vosotros tenéis diferentes puntos de vista que hacen ver la vida de otro modo. Tenéis mucha fuerza y energía, conservarlas hasta el final, esto es lo que os hace personas extraordinarias.

Gracias, muchas gracias.

Evitemos la demonización de las instituciones educativas

Por Cristina de Montemar

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

A raíz de la denuncia del padre de un alumno sobre presuntos abusos de un pederasta en una escuela de Barcelona se han ido sucediendo otras de exalumnos del mismo centro, incluso de algún otro de la misma institución.

Después de muchos años ahora salen a la luz esas agresiones que en su momento las víctimas no se atrevieron a denunciar por razones obvias propias de la edad.

Ante el escándalo provocado conviene observar cierta prudencia en las informaciones para evitar la demonización de una institución docente de gran solvencia pedagógica, en la que profesores y monitores pueden ser cuestionados sistemáticamente por la extraviada actuación de alguno de ellos. Se deberá comprobar con el máximo rigor la veracidad de esa cadena de denuncias, pero sin alentar un linchamiento moral que se convierta en algo parecido a lo que Arthur Miller describe en su famosa obra Las brujas de Salem.

Solo que aquí la hoguera es la estigmatización de un equipo docente que se esfuerza en llevar a cabo una gran labor pedagógica, y para el que hay que reclamar el máximo respeto. Aunque también la mayor diligencia para actuar con la debida severidad contra esos malos hábitos… que no son precisamente los que le son propios a la institución.

 

No se hace nada contra el acoso escolar

Por José Ramón Serrano Jiménez

Tal vez seas uno de los que jugaban al desprecio cuando eras menor, y ahora te horroriza ver algo así. Podría que fueses un jugador neutral. No importa. Porque realmente los niños no tienen la culpa. Al menos, no toda.

Ellos son la última cadena de un eslabón, la mano ejecutora. Un reflejo de lo que se les enseña en casa. El acoso escolar no es algo aislado, no es una excepción; ocurre, y más de lo que pensamos. El problema es que no se hace nada. Y amarga pensar que esto que ha sucedido no incite a actuar, que no se mueva nadie.

Pelea entre varios chicos en el colegio (GTRES).

Pelea entre varios chicos en el colegio (GTRES).

Si desde el hogar no hay una buena educación, el niño se divertirá haciendo sufrir. Muchas veces es debido a la idea de querer ser el mejor, el más fuerte, y eso es porque se populariza el quedar por encima de alguien más débil. No importa si para ello hay que marginar, pegar o insultar al blanco elegido.

No es necesario esforzarse mucho para recibir maltrato. Una discapacidad, ser diferente, o simplemente no querer entrar en el juego de la fuerza. Y ojo, no hablo de peleas esporádicas o insultos «amigables», que son normales. Aquí hablo de arrinconar, intimidar y apalear a alguien de forma física o psicológica (que es más frecuente) día tras día. Hasta que ocurre que alguien no es lo bastante fuerte para soportarlo y se suicida.

Tampoco el sistema educativo tiene actualmente los mecanismos necesarios para paliar la situación. El profesor apenas interviene en el mundo de los muchachos, y cuando lo hace, suele ser para una regañina o un castigo al «cabecilla», que en realidad sólo empeora la situación. Lo mismo ocurre si lo cuentas a los familiares cercanos. No hay consecuencias. No se pone freno. Y por eso la víctima elige callarse e intentar afrontar sola la situación. Porque no queda otra.

Y esto sólo se arregla con educación en casa y con mecanismos de control eficaces, mejorando el ambiente escolar. Concienciar a los niños de que hacer esas cosas no te hace ser mejor, sino todo lo contrario. Que el gordo, el sordo o el «empollón» valen tanto como él, o más. Y que son como él.

 

 

 

Sin dinero para educación

Por Ana Arnal

C:UserslbelenguerPicturesTU BLOGeoi0001.JPGDesde hace dos años venimos sufriendo recortes en educación. Explicación: no hay dinero. En el centro educativo donde trabajo han aprovechado el verano para pintar. Resultado: 15.000 euros de dinero público destinado a educación que acaban en las paredes. Mi centro no necesitaba con urgencia esta reforma. Pero la administración no solo pinta en verano, también recorta. En las Escuelas Oficiales de Idiomas de la Comunidad de Madrid, gran parte del profesorado interino con media jornada o un tercio ha visto reducido su horario a un cuarto de jornada. Explicación: no hay dinero. Resultado: en mi escuela hemos perdido tres horas de francés destinadas a refuerzo de la práctica oral. Eso sí, ¡tenemos unas paredes que valen un potosí! ¿Tiene esto alguna explicación?¿No sería más lógico traspasar el importe de la partida presupuestaria de obras a la de actividades docentes?

La educación universitaria vista por una madre

Por Alicia Pinillos

Solo soy la madre de uno de los miles de estudiantes que tiene la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

Cuando mi hija comenzó los estudios de Grado en Derecho, le aconsejé que lo hiciera en la UCM, pensando en el prestigio de la Universidad y en una buena formación.

Desde el primer momento, durante la matrícula, ya se vió que el personal no estaba precisamente motivado y dispuesto a ayudar a los nuevos alumnos, pero bueno, eso es algo con lo que cuentas. Le dices a tu hija: “cariño esto no es el colegio, esto es la administración pública, vete acostumbrando”.

Pero eso era solo la punta del iceberg. A cada paso que daba se encontraba con más obstáculos, no hay interés formativo, académico, administrativo ni humano. Ellos quieren formarse, pero todo son zancadillas. Para no hacer esta carta un diario interminable, intentaré hacer un resumen de lo que cualquier estudiante se encuentra durante sus estudios en la citada universidad:

Matrícula anual: te asignan un día determinado y si no has tenido suerte de ser de los primeros, te quedan disponibles los grupos y profesores que no quiere nadie, y ¡no se confundan¡, no es que busquen los que aprueban sin corregir, buscan los que aparecen por clase, los que explican aunque sea algo, los que no se buscan sustitutos de todo el cuatrimestre, los que al corregir sean correctos, etc.Universidad Complutense de Madrid

– Asignaturas que se solapan, ¿cómo puede ser que quien realiza los grupos no se dé cuenta de que un alumno no puede estar en dos clases a la vez? Y tampoco tienes ningún interlocutor válido al que dirigirte. Si además tenemos en cuenta el sistema Bolonia, pasan lista y la asistencia puntúa.

– Los profesores son de la antigua escuela, pero en el peor de los sentidos:

Por ejemplo, el profesor dice: “suspendida por no entregar los trabajos». «Pero si están entregados, los hicimos durante las clases a las que tiene constancia que asistí”, respondió la alumna. Mi lectura: se han perdido pero no lo voy a admitir. Venga te apruebo pero que no se entere nadie.

Otro ejemplo, en una revisión de examen un alumno: «perdone, ¿puede indicarme en qué ha fallado para haberme suspendido?”. “¡Das demasiada información!”, contestó el profesor.

– Los profesores no merecen llevar ese nombre, solo quieren vender su libro, imprescindible si quieres aprobar. Se buscan sustitutos, tienen otras ocupaciones, no explican las cosas, no corrigen de manera coherente, no motivan porque ellos ya no se acuerdan de qué es eso, llegan tarde a clase o directamente no van y tampoco avisan, no está interesados en la formación, explicación de la materia o cualquier otra tarea que un buen profesional tendría en cuenta. Muchos se limitan a indicar un tema del que deberán hacer una exposición, sin explicación previa ni posterior, ¿dónde está ahí la enseñanza?

– Muchos tienen otras ocupaciones (remuneradas o no) que les ocupa su maravilloso tiempo, por lo que no aparecen y siempre hay sustitutos inexpertos en su lugar.

Para colmo de males la universidad pública ya no merece llamarse así, el recorte en las becas y las subidas de tasas, invitan a todo aquel que pueda a irse a una privada. Por desgracia pertenecemos a esa clase media en vías de extinción, con trabajos mal pagados que solo permiten sobrevivir.

A todo esto se le podrían sumar mil historias y detalles más, pero sólo quiero añadir una, como ya he dicho según Bolonia, el alumno debe estar siempre en clase, así que no tienen la opción de estudio/trabajo para colaborar en el pago de las asequibles tasas, que nos subirán un 20 % este año.

Por todo y más, no puedo dejar de dar las gracias a nuestros gobernantes.

Muchas gracias señores, ya les queda poco para que solo sus hijos y los hijos de sus amigos sean los únicos que campen por las universidades españolas.

Una profesora interina indignada

Por Marta

Soy profesora interina de secundaria que gracias a la Comunidad de Madrid y a los medios acaba de saber que es una malísima profesional además de estar poco preparada. Por fin sé la razón por la que no puedo ni debo trabajar en la educación pública: Sólo soy licenciada en Filología por la Universidad Complutense, Curso de Adaptación Pedagógica (CAP) por la UCM, máster de postgrado universitario en enseñanza bilingüe por la UAH, varios cursos en distintas universidades (incluyendo la universidad de Endicott en USA) y otros tantos de la Comunidad de Madrid, habilitada para impartir el curestudiantes en clasericulum bilingüe, he residido y trabajado en el extranjero, varios títulos de idiomas, de nuevas tecnologías y experiencia como profesora (con compañeros interinos igual o más preparados).

He aprobado dos veces la oposición sin plaza (un 5,9 y 8,23) pero como en la última, a pesar de ir preparada, saqué un 3,6 (reclamé pero nadie me explicó nada, curiosamente ha cambiado el examen y ni siquiera me escucharon hablar en inglés… Igual es que «desaprendo» que da gusto) pues puede que no entre en la lista de interinos para trabajar. Estaba agobiada, pero hoy por fin dormiré más tranquila sabiendo que el problema soy yo y no un sistema injusto. Gracias sra. Figar [consejera de Educación en Madrid], en cuanto me diga cómo formarme me pongo a ello.

Un cordial e ignorante saludo.

En defensa del Colegio de Educación Especial Cruz de Mayo de Hellín, premiado por el Ministerio de Cultura

Por Marta Ferreras (*)

En Hellín (Albacete) hay un centro público de Educación Especial que se ha ganado el reconocimiento de todos los ciudadanos. Se trata del colegio Cruz de Mayo. Los niños y jóvenes que estudian en él son conocidos en la localidad, porque salen a diario a las calles con sus maestros a aprender a desenvolverse en la vida práctica. De puertas adentro, el colegio ofrece servicios como logopedia, psicomotricidad, musicoterapia o fisioterapia, fundamentales para el desarrollo intelectual y físico de estos muchachos. El servicio de fisioterapia no sólo atiende a los niños matriculados en el centro, sino a muchos otros que acuden procedentes de diferentes colegios. Las actividades pedagógicas son innovadoras y variadas: incluyen desde cultivar un huerto a realizar trabajos de artesanía, pasando por lenguajes artísticos como la música, el teatro, la expresión corporal, los cuentos, la pintura o el cine. Los frutos de estas actividades se han mostrado en repetidas ocasiones al público mediante representaciones teatrales, exposiciones de pintura, proyecciones de películas, etc. Todas las obras cinematográficas realizadas en el colegio, tanto de actores como de animación, han recibido premios en festivales nacionales e internacionales. Recientemente el colegio ganó uno de los Premios Crearte por su proyecto pedagógico “El túnel de las sensaciones”, razón por la cual fue distinguido por el Ministerio de Cultura con el título de Centro Creativo.Colegio Hellín

Es evidente que el Cruz de Mayo merece todo el apoyo institucional, pero se encuentra de pronto con una desagradable sorpresa. El trabajo realizado por los profesionales que trabajan en él está a punto de ser derribado por otro tipo de profesionales: se trata de unos cuantos burócratas que hacen números metidos en sus despachos y que han decidido que los niños con necesidades educativas especiales “salen caros”. Si no lo impedimos de algún modo, el Cruz de Mayo será desmantelado el próximo curso. La Consejería de Educación se propone enviar a los alumnos internos a un centro de Albacete, lejos de su entorno escolar y de sus familias, y reubicar a los alumnos externos en algunas aulas sobrantes de otro colegio de Hellín. En tales condiciones será materialmente imposible, por falta de espacio y de recursos humanos, continuar en esta línea de trabajo que, puedo asegurarlo como madre, da buenos resultados. ¿Qué calidad de enseñanza se defiende con esta clase de decisiones?

(*)Miembro de la Asociación de Madres y Padres.