Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘perros’

Barrio pobre de izquierdas en Colmenar Viejo: contenedores sin pedal, parcela usada como vertedero…

Por Miguel Ángel Alcalde 

Quiero denunciar que el barrio y parcela junto a las calles Puerto de la Morcuera y Pico de la Maliciosa sufren el desprecio y abandono por parte del gobierno municipal de Colmenar Viejo (Madrid) por:

  • No cumplir el proyecto del parking pero prohibiendo aparcar donde antes podíamos hacerlo.
  • Ponernos cubo de basura sin pedal cuando en otras zonas con menor densidad de población, pero de «ricos», tienen hasta dos, como se ve en la foto adjunta. Necesitamos cubo con pedal, el que había lo rompió la contrata de recogida. Somos gente ya mayor y no podemos levantar tapas y tirar la basura.
  • Parcela usada como vertedero por el propio ayuntamiento y empresas de construcción sin que la policía municipal investigue ni sancione por no vigilar este barrio excepto para multar por infracciones de tráfico ocasionadas por el despropósito de la señalización horizontal y vertical.
  • Perros sueltos en la parcela, que defecan sin que sus dueños recojan los excrementos.
Colmenar Viejo

Parcela y cubos de basura en Colmenar Viejo.

Espero que tengan a bien remediar estas prácticas que podrían considerarse de odio por motivos racistas o clasistas por parte del PP de Colmenar hacia los que aquí residimos, por ser esto “el sur de colmenar”, el tradicional “barrio pobre de izquierdas” o no sé qué otra ilógica consideración.

¿Necesitan que los vecinos tengamos que pasar a mayores convocando sentadas, manifestaciones o llenando sus buzones con estas reclamaciones constantemente?

Esta navidad no compres, adopta

Por Alejandro Herrero

Un perro encerrado (ROYAL CANIN/MASCOTEROS SOLIDARIOS)

Un perro encerrado (Mascoteros Solidarios)

En estas fechas tan señaladas como son las navidades, miles de familias toman la decisión de ampliar la familia con una mascota, un ser muy especial, un compañero de vida.

Tenemos que tener en cuenta que cuando se toma la decisión de traer una mascota a casa va a ser para el resto de su vida, no solo hasta que llegue el momento en que estemos cansados o tengamos que irnos de viaje, y entonces regalarlo o lo que es peor aún, abandonarla.

Una vez se ha tenido esto en cuenta, es muy importante tomar la decisión de adoptar y no de comprar la mascota, de esta manera paramos la explotación animal y la cría desproporcionada.

Dos de los grandes motivos por los que debemos adoptar en lugar de comprar, es para conseguir que ningún animal doméstico se quede sin familia, abandonado a su suerte. Y por supuesto, para conseguir extinguir la explotación animal por la reproducción. Ya que las madres de estos adorables cachorros que compramos en las tiendas pasan toda su vida enjauladas en condiciones precarias y la mayoría de ocasiones sin ver la luz del sol durante años. Las mantienen constantemente embarazadas y un gran número de animales mueren a causa de esto.

Por estos y muchos más motivos, si tomas la decisión estas navidades, no compres, adopta.

¿Los perros por delante de las personas?

Por Carolina López

Un perro beagle (Wikipedia).

Un perro beagle (Wikipedia).

Soy vecina del barrio barcelonés de Torre Llobeta. Desde hace un par de años, entre los vecinos estamos recogiendo firmas para que nos cierren una plaza entre edificios (sin salida a la calle) que se encuentra entre las calles Cubelles, Paseo Maragall y Avinguda Borbó. Dicha plaza, como ya se ha denunciado al Ayuntamiento de Barcelona en reiteradas ocasiones, es un nido de gamberrismo nocturno, perros sueltos y skaters sin horario.

En el pasado Consejo del Barrio que se celebró el pasado lunes, el Consejero Carlos Izquierdo Lázaro [Barcelona en Común] nos comentó a los vecinos que para nuestro proyecto de cerrar la plaza por la noche con unas verjas (como ha hecho otras comunidades) para evitar estos problemas y potenciar el descanso nocturno de los vecinos, no había proyecto ni estudio preparado, es decir, que todas las firmas que hemos recogido las deben haber tirado a un rincón. En cambio sí que dijo que se había presupuestado en 700.000 euros crear un pipi-can para los perritos del barrio y realizar acciones pedagógicas para sus dueños.

Pero ¿qué país es este en el que se les da más importancia a las cacas de unos perros que a los humanos? Es indecente que unos vecinos que solamente pedimos descansar por la noche, no tener que llamar a la urbana en verano cada día por chillidos, música, suciedad, olores, etc… tengamos que aguantar que nos pasen por la cara que nuestro dinero se emplea en los perros antes que en las personas.

¿Por qué van a viajar gratis los perros en el Metro de Madrid?

Por Carlos Arilla Vilches

Una usuaria del metro entra en el suburbano de Barcelona acompañada por su mascota (EFE).

Una usuaria del metro entra en el suburbano de Barcelona acompañada por su mascota (EFE).

Por adelantado va que la medida de permitir a las mascotas caninas viajar en el Metro me parece acertada, que tengan unas limitaciones en uso o en horas determinadas también lo comparto, que su dueño sea responsable civil si orina, molesta o causa daños también me parece lógico.

Lo que no logro entender es por qué ese uso y disfrute se hace sin costo alguno, vamos, más concretamente, yo tengo un Gran danés, aún cachorro que llegará a pesar unos 80 kilos. Y un hijo de 7 años que no llega a 30 kilos de peso.

Cuando la medida entre en vigor me resultará incomprensible que mi hijo tenga que pagar billete y mi perro no, dado que la situación financiera del país sigue en niveles preocupantes, creo que si la Comunidad de Madrid quiere permitirse el lujo de regalar un billete asumiendo el costo del trayecto, mantenimiento y limpieza deba hacer lo propio con los niños.

 

Denunciado por dar comida y agua a los gatos callejeros en plena ola de calor

Por Silvia Rodríguez

Le escribo porque quiero denunciar una injusticia doble que se está produciendo en mi barrio (Tablada, Sevilla) desde hace un mes.

En primer lugar, el acoso que estamos sufriendo de una vecina que está vulnerando nuestro derecho a la intimidad y al honor. Se cree la dueña del barrio y lo hace fotografiando a vecinos dentro de la intimidad de su casa, de noche, con flash, nocturnidad y total alevosía. Realiza acusaciones indebidas sobre la privacidad de algunas familias del barrio o, como en el caso de mi padre, le graba con su teléfono móvil, escondiéndose detrás de él, con total descaro e impunidad.

Imagen de archivo de un gato.

Imagen de archivo de un gato.

¿La causa que molesta a esta mujer? Que demos agua a unos gatos callejeros. Con temperaturas de unos 45 grados a la sombra, pienso que es más la humanidad que nos mueve que el querer crear una colonia de gatos descontrolada que cause problemas de neumonía a sus hijos, tal y como nos acusa.

Ha denunciado a mi padre, militar en la reserva desde 1998, de ser un hombre que capaz de agredirla porque ella vive en un piso bajo, y pide al juez que le retire su arma-desactivada desde dicho año. Mi padre es un señor de 73 años pacífico y operado del corazón, por lo que no debe alterarse, con un historial militar impecable y sólo ha cometido el ‘delito’ de dar agua a los gatos. Hecho que, por otro lado, consta en la Ley de Defensa Animal como no censurable. Al contrario, está penado denegar el alimento y el agua.

Por toro lado, esta mujer deja las bicicletas en los pasillos del portal donde vive con total impunidad cuando le viene en gana y cuelga carteles «recomendando» a los vecinos que recojan los excrementos de los perros como si no lo supieran, creando un ambiente asfixiante al máximo.

Una situación de vergüenza en un barrio de Sevilla que parece anclado en tiempos pretéritos donde no se podía alzar la voz y donde los derechos más básicos debían ser silenciados. No respetar a los mayores ni a los seres vivos es el germen de las posteriores situaciones de injusticia de la vida diaria. Una pena.

En China comen perros y en España matamos toros por diversión

Por Marta Ruiz

El pasado lunes en las noticias vimos horrorizados cómo en China se preparan para comer carne de perros, espeluznaba ver las jaulas llenas de perros aterrorizados a la espera de ser sacrificados cruelmente y pensaba: ‘pero qué salvajes…’

Varias pilas de perros enjaulados en un camión en Kunming, al suroeste de China.  (GTRES)

Varias pilas de perros enjaulados en un camión en Kunming, al suroeste de China. (GTRES)

Entonces me vino a la cabeza lo que hacemos aquí con los toros en cada pueblo y ciudad especialmente en verano. En la costa la diversión es lanzarlos al mar a ver si nadan o se ahogan. En otros lugares, les prenden fuego en la cabeza para verlos correr despavoridos abrasándose.

En otros, les atan la cabeza mientras una horda les patea, les clavan todo tipo de pinchos. En Tordesillas, los persiguen a caballo y los rodean cuando ya están agotados para lancearlos. En las plazas de toros, ya lo saben. No hay lugar donde no se tortura y masacre a toros, vacas, vaquillas, terneras, les da igual. Y por purísima diversión.

Así que viendo lo que hacemos aquí, no es para escandalizarse de lo que hacen fuera, ¿no? En realidad, no creo que exista otro país más sádico con los animales que el nuestro. Queda la esperanza de cambio, de otra generación que exiga otras leyes, pero hasta entonces, estamos condenados a la barbarie.

A la cárcel los que torturan animales

Por M.ª Fernanda Zulueta

España, en el tema del trato a los animales, es un país enfermo, pero la situación se ha tornado en terminal y me temo que irreversible. Hay que tomar soluciones drásticas. Para erradicar la enfermedad la mejor medicina es la educación: enseñar a los niños a respetar a todos los seres, inculcarles que no se trata de juguetes que se pueden exhibir, golpear, patear… Pero ha llegado un momento en el que la hemorragia es tan intensa que las medidas deben ir en consonancia con la magnitud del problema: hay que multar y encarcelar a los que maltratan animales.

Activistas antitaurinos durante una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y a las corridas de toros de los Sanfermines. Jesús / EFE (ARCHIVO)

Activistas antitaurinos en una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y corridas de toros de Sanfermines. EFE (ARCHIVO)

No me basta con tener una sanidad y una educación de calidad, unos servicios sociales que se preocupan por los desfavorecidos, leyes modernas que se acuerdan de las minorías. Necesito gobernantes que se comprometan y me hablen de acabar con las barbaridades que se cometen en los festejos, que prohíban la caza con perros, las corridas de toros, las becerradas y los espectáculos que tienen de protagonistas a seres inocentes; gobernantes capaces de encarcelar al que cometa actos violentos contra los animales.

Algunos podrán pensar que exagero, pero la realidad es la que es y mi cercanía con protectoras así lo constata. Y aunque mañana deje de leer periódicos, ver telediarios o entrar en las redes sociales, los casos de maltrato me seguirán llegando y seguiré clamando por un cambio de la realidad animalista de este país podrido, cruel y desalmado como pocos.

 

 

¿Existe el civismo en los dueños de mascotas?

Por Manolo Cabello Salazar

 

Imagen de archivo de un perro en el metro

Imagen de archivo de un perro en el metro

Desde hace tiempo se consiguió por ley obligar a que los dueños de perros recogieran sus excrementos. Un paso hacia la convivencia y el civismo; pero queda ensombrecido todo el trabajo conseguido por la falta de consciencia a la hora de dejar que los animales orinen en cualquier parte de la vía pública, sobre todo en los portales y fachadas de los edificios.

Está claro que no puedes impedir al animal que orine,ni puedes recogerlo como en el caso de los excrementos; pero sí intentar que no lo haga en sitios molestos para otras personas.

Si las personas tuvieran un poco más de civismo y educación, se evitarían problemas innecesarios para otras personas. Al final no habrá más remedio que, como en otros aspectos de la vida, legislar al respecto para evitar la vergonzosa situación que degradada y deteriora la vía pública.

 

————————————————————————————————————————

Por Sergio Fernández

En respuesta a la opinión de Manuel Cabello:

Estoy totalmente de acuerdo con el perjuicio que ocasionan los orines de perros en la ciudad. Cada vez hay más y cada vez menos plazas no enlosetadas y zonas verdes. Además, los orines están más concentrados.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con que los dueños no pueden hacer algo al respecto.Hace unas semanas, al salir por la mañana me llevé una muy grata sorpresa con una vecina que tiene dos perros enormes.

Llevaba en la mano una botella de plástico llena de agua, y allí donde sus perros orinaban ella echaba un poco de agua. Eso sí que es civismo. No sé quién es, pero si lée este periódico, quiero desde aquí felicitarla. Si todos los dueños de perros actuaran así, la ciudad luciría mucho mejor. Todo sin entrar en cómo se gestiona la limpieza actualmente.

El valor de los excrementos

Por Núria Castellanos

Excrementos de perro de camino al colegio. (LARYSA SHIPKO)

Excrementos de perro de camino al colegio. (LARYSA SHIPKO)

Ante la reciente noticia de la normativa que pretenden imponer sobre los perros me surgen algunas dudas. ¿Qué excremento tiene más valor: el de los humanos o el de los perros?

No cabe duda de que para el Ajuntament de Barcelona tiene más valor el de lo perros. Mirando la ordenanza de susodicho consistorio, en el capítulo VI se lee: “Hacer necesidades fisiológicas en vías públicas, espacios frecuentados por menores o en monumentos o edificios catalogados se considera infracción grave y el importe va de los 750,01 a los 1.500 €”. Por lo tanto, que una persona defeque en un parque infantil está sancionado con una multa entre 750 a 1500 euros, mientras que si lo hace un perro la multa puede ascender a 3.000 euros.

Disculpen mi vulgaridad e imaginación al decir que prefiero ver a un canino defecando en la calle que a un humano. Con esto no quiero dar lugar a equivocaciones, puesto que estoy de acuerdo en que los perros no deben entrar en parques infantiles y como propietarios debemos recoger su excrementos. Pero seamos sensatos y hagamos las normativas con cabeza, porque a este paso vamos a tener perros delincuentes y violadores beatos.

¿Somos tan egocéntricos como para quitarle la libertad a los animales?

Por Charlotte Canning

Tras leer la noticia sobre a la prohibición y multa por llevar los perros sueltos en Barcelona y sufrir el pésimo estado del ‘pipican’ del Parque de la Estación del Norte, parque donde habitúo a pasear a mis perras, me surgen una seria de “dudas existenciales”. ¿Realmente somos tan egocéntricos los humanos como para creernos con el derecho de quitarle la libertad a los animales?

Un 'pipican' de Barcelona. (ACN)

Un ‘pipican’ de Barcelona. (ACN)

Por supuesto, cualquier persona remotamente coherente entiende que llevar el perro suelto en la ciudad puede (y recalco el ‘puede’) ser un peligro, pero ya que limitamos la libertad de los perros, ¿no deberíamos aportar lugares decentes y apropiados para ellos? Creo que todo amante de perro querría tener un jardín donde su fiel amigo pudiera correr, pero la realidad es que en la ciudad pocos disfrutamos de este lujo y no por ello debemos estar sin perro, ¿no?

Tenemos parques como el mencionado anteriormente, donde, desde hace muchos años convivimos todos y ahora nos lo intentan quitar. Los sábados o domingos, podemos encontrar la preciosa imagen de perros disfrutando sueltos con sus dueños junto con grupos de niños que a su vez disfrutan jugando al fútbol con sus entrenadores. Por no destacar las amistades que se establecen entre los dueños de los perros, que probablemente en otras circunstancias ni se conocerían.

La justificación de dicha prohibición, dicen que es porque los perros destruyen césped. ¿Pero acaso no lo hacen los niños jugando, la gente paseando, los indigentes que viven debajo del puente y hacen sus necesidades en cualquier lugar o los jóvenes que hacen botellón?

La realidad es que los perros no hacen nada que los humanos no hagamos más y peor. ¿Tan difícil es que vivamos en harmonía?