Rafa Vecina, en su época de Estudiantes (Twitter Rafa Vecina).
El de hoy es un artículo diferente, alejado del esquema habitual. Este verano hemos visto la que puede ser una de las últimas hazañas del baloncesto nacional: una nueva medalla olímpica. Sobre eso, sobre la ACB, sobre el baloncesto en general y sobre alguna cosa más he charlado con una leyenda viva del baloncesto español: Rafa Vecina.
¿Qué fue de Rafa Vecina? Le dejamos hace unos años con Pepu Hernández…
Hasta 2011 estuve con Pepu en Joventut. Al final caímos en el hastío. Aquello acabó como el rosario de la aurora y acabé un poco cansado de todo. Cometí el ran error de desaparecer de la rueda, de pasar a otro plano. Desde el 98 estuve de comentarista, hice partidos en TVE, C33, en radios… todo aquello me sigue gustando, pero en todos los trabajos te quemas, o aparece alguien mejor que tú. He sufrido también nuevas operaciones de rodilla y he estado ocupado en recuperarme bien. Mi mujer tiene una academia de estudios en Badalona y yo me encargo de toda la parte burocrática, ahora a nivel profesional no hago nada relacionado con el baloncesto, pese a que he tenido ofertas de algún equipo LEB, también de algún equipo de aquí (de Cataluña). Ahora disfruto del día a día. En realidad, cuando acabas tu carrera deportiva, eres una persona normal.
Ha mencionado las lesiones en las rodillas, que le lastraron durante toda su carrera…
La última operación fue hace 4 años. Entre los 30 y los 34 años la rodilla de una pierna la tuve grave, con tres o cuatro operaciones. Jugué años con los meniscos rootos. En el deporte profesional en general, quien no tiene una flauta tiene un pito. Tuve operaciones con 16, con 18, con 19 años… Todo eso me hizo ser más fuerte de carácter. ¿Adónde hubiera llegado de no tenerlas? ¿Hubiera llegado a Estados Unidos? No lo he pensado. Me considero afortunado. Con 19 años me dijeron que tenía un 25% de posibilidades de jugar al baloncesto. Y pasé 15 años, eso sí, de lucha diaria, de llegar a entrenar una hora antes e irme una hora después. Y en una época en la que los medios y los servicios médicos no eran los mismos. Cuando jugaba en Málaga me rompí un codo y estuve jugando una semana con el codo roto. A los 20 días estaba jugando con una codera. He estado toda mi vida con estos temas. Tengo 52 años y sigo yendo al gimnasio por temas de espalda.
¿Cómo fueron sus comienzos?
Yo jugaba al fútbol en mi equipo de barrio. Empecé en el baloncesto de chiripa, cuando entré con 14 años y medio en el San José de Badalona. A los cinco meses me fichó el Barça y jugué con el equipo junior. Luego me fichó la Penya, jugué en Málaga, en el Caja de Ronda, y en lo que fue el primer año de Unicaja, luego en Estudiantes…
Vecina, con la camiseta del Caja de Ronda (YOUTUBE).
Ha cambiado mucho el panorama para equipos como Joventut o Estudiantes…
A ambos eqiupos los llevo con mucho cariño. Se han convertido en otra cosa. Da grima ver a equipos históricos luchando por salvarse, con tantas angustias. Sobre todo por mucha gente que lleva trabajando la mitad de su vida laboral en ellos. El problema es que sin dinero no vas a ningún lado. Sin dinero no vienen buenos jugadores, y es normal, porque la carrera del jugador es corta y tienen que ir a donde más rédito saquen. Te la tienes que acabar jugando. Y hay más problemas. Las reglas son cada vez más complicadas. Hay que luchar contra el fútbol, que está en la tele de lunes a domingo… si no fuera por la selección…
Una selección que conoce muy bien por su presencia en el banquillo en 2006 y que parece que acabamos de asistir a su despedida…
Bueno, no está tan claro, y ya no sólo por la continidad de Pau. Hay jugadores con 29 o 30 años que van a seguir. Sobre lo de hace diez años, puse mi granito de arena. Nunca vi un baloncesto ofensivo y defensivo como aquel. Los jugadores estaban en su juventud, en una situación mental y física increíble. Aquello enganchó a mucha gente y pese a ser un anónimo, todos los que estábamos detrás excepto Pepu y los jugadores, me siento satisfecho.
Y encima usted vivió un trago difícil aquellos días (fue quien le comunicó a Pepu Hernández, antes de la final del Mundial, que el padre del seleccionador había fallecido).
Fue bastante difícil. Además, curiosamente, mi padre murió dos meses después.
Por último, ¿qué consejo le daría Rafa Vecina a los jóvenes?
Cuando yo era joven me dediqué a conocer mis límites. Hay que trabajar un montón y nunca perder la ilusión. Va a haber un montón de dificultades, pero no hay que perder la ilusión. Y tener humildad.
Biografía, palmarés, estadísticas: Rafael Vecina Aceijas nació en Badalona el 26 de abril de 1964. Debutó como profesional en Joventut en 1984. En 1986 se fue al Caja de Ronda. En Málaga se fue en 1992 con destino al Estudiantes. Con los de Ramiro jugó dos temporadas, tras las que se fue al CB Salamanca. Regresó a Estudiantes en 1996 y se retiró dos años después. Con España jugó 24 partidos.
Así se las gastaba el bueno de Rafa bajo los aros:
Hasta mañana.
