Portada del diario barcelonés ‘EL Mundo Deportivo’ anunciando la muerte de Guruceta (MD.COM).
Vamos a acabar la semana con un árbitro otra vez, pero en este caso con uno español, muy famoso en su época, quizá el que más, polémico y controvertido y que murió de forma desgraciada. Es Emilio Guruceta.
Nacido en San Sebastián el 4 de noviembre de 1941, Emilio Carlos Guruceta Muro, la suya fue una carrera fulgurante en el arbitraje. Con 25 años pitaba en Tercera y tres años después debutaba en Primera División. Fue el 21 de septiembre de 1969, en un Zaragoza-Pontevedra que acabó 2-1.
Guruceta fue el primer árbitro moderno de España. Con él acabaron los colegiados pasados de peso y nada dialogantes. Guruceta tenía una gran forma física y se caracterizaba por hablar con naturalidad con los jugadores. Pero su carrera empezó con polémica.
En su año de debut se le asignó el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Generalísimo entre el FC Barcelona y el Real Madrid, el 6 de junio de 1970. En la ida habían ganado los blancos 2-0 y al descanso se llegó con 1-0 para el Barça gracias a un tanto de Rexach. Los azulgrana dominaban cuando en el minuto 59 de partido, un contragolpe conducido por el madridista Velázquez fue cortado por el azulgrana Rifé en falta, a una distancia de un metro del área. Pero para sorpresa de todos, Guruceta señaló el punto de penalti. Amancio marcó y el Camp Nou estalló en cólera. Cayeron almohadillas. El capitán del Barça, Eladio, fue expulsado por llamar «sinvergüenza» a Guruceta. El colegiado terminó de ‘liarla’ cuando en la recta final del encuentro no pitó un penalti sobre Rifé. Se produjo una invasión de campo y Guruceta tuvo que pitar el final del partido en el minuto 85 y abandonar el Camp Nou vestido de guardia civil.
Esta polémica le valió una recusación del Barcelona, fórmula que antes estaba permitida. Guruceta pasaría 15 años sin arbitrar al FC Barcelona. Se dice que hasta Franco quiso intervenir en la guerra que se desató. Ya había sido recusado tres veces ese año y acabó sancionado por seis meses.
Pese a tan poco prometedor inicio, Guruceta regresó al arbitraje y llegó a ser internacional, pitando partidos en los Juegos de Montreal 76 y Moscú 80. Curiosamente, en 1984 se cogió seis meses de excedencia, en los que se trasladó a Elche para abrir una empresa de calzado deportivo, llamada Guruceta Sport. Además, se adscribió al Colegio Murciano.
En 1985 quedó anulada la recusación del Barcelona, llegando a pitarle a los culés un amistoso en Mallorca. Guruceta estaba consolidado cuando la fatalidad llegó. El 25 de febrero de 1987, cuando él y su equipo arbitral se dirigían a Pamplona a pitar un Osasuna-Real Madrid de Copa del Rey, sufrieron un accidente en Fraga, provincia de Huesca, en el que Guruceta y uno de sus asistentes, Vidal Torres, perdieron la vida.
Ese mismo año, el diario Marca decidió otorgar un premio con su nombre al mejor colegiado del año en Primera y en Segunda. Pero incluso después de su muerte, Guruceta siguió siendo polémico, ya que en 1997, el presidente del Anderlecht belga confesó haberle pagado al colegiado cuatro millones de pesetas por un arbitraje a su favor en un partido de semifinales de la Copa de la UEFA de 1984 entre los belgas y el Nottingham Forest. El Anderlecht fue sancionado por un año, pero Guruceta no pudo defenderse de la acusación. Este partido, por cierto, lo pitó poco antes de cogerse la excedencia.
En definitiva, un nombre de nuestro fútbol que hay que conocer.
No os perdáis estas imágenes que emitió TVE hace poco del famoso penalti de Guruceta:
Buen fin de semana.