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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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La fe y las audiencias del debate

El lunes se celebró el Debate a cuatro, entre los cuatro principales candidatos en las elecciones del próximo día 26. Se trataba del evento electoral más importante de esta precampaña; además coincidía en el mismo día de emisión que el partido entre España y la República Checa, en el que nuestra selección debutaba en la Eurocopa. Había un cierto morbo por saber si (a pesar de la hora intempestiva, poco futbolera) el fútbol conseguía más audiencia que el debate.

Y aquí es donde entran los temas que suelo tratar en este blog.

El partido tuvo 8.574.000 espectadores mayores de 4 años, según Kantar. Pero ya sabemos que Kantar sólo mide la audiencia dentro del hogar principal y que el fútbol se ve en muchos casos en grupo, en casa de amigos, en bares o (en un partido que se juega a las 3 de la tarde de un día laborable) en la propia empresa. Seguro que todos conocemos a alguien que lo vio en su empresa, que dio algún tipo de facilidad para tener contento a un personal que, en cualquier caso, iba a estar pendiente del desarrollo de ese partido.

Hay dudas sobre la cadena en la que se vio el debate

¿Y el debate?

La audiencia del debate fue de 10.496.000. Casi dos millones más que el fútbol. Así que, si nos olvidamos de quienes vieron el partido fuera de casa, el debate ganó al fútbol.

Y ahora viene otra cuestión interesante: ¿en qué cadena se vio el debate? Porque, por primera vez, el debate se emitió simultáneamente por 17 cadenas, entre ellas cuatro de las principales. (Cuatro fue la única que se desmarcó: emitió la película John Carter y consiguió congregar a 1.451.000 espectadores. No le fue mal: consiguió una cuota del 9,1%, cuando su media durante este mes se queda en el 6,9%).

Bueno, pues el debate se vio mayoritariamente en alguna de esas cuatro grandes cadenas. Entre las cuatro sumaron 9.303.000 espectadores, un 88,6% de la audiencia total del debate. Y entre las cuatro estuvieron muy igualadas: La Sexta consiguió 2.602.000; La 1 2.435.000; Tele 5 2.236.000 y Antena 3 2.030.000.

¿O no?

Paolo Vasile, el máximo ejecutivo de Tele 5, cuestionaba al día siguiente la validez de esos datos durante la presentación de los resultados de Mediaset: Creerse los datos de audiencia del debate es un acto de fe.

No suelo estar de acuerdo con Vasile (ni en general con ningún directivo de ninguna cadena) cuando cuestiona los datos de audiencia. Casi siempre se quejan de los defectos del sistema, que los tiene y son conocidos, cuando los resultados no les favorecen y los utilizan a bombo y platillo cuando les vienen bien.

Pero esta vez tengo que reconocer que Vasile tiene toda la razón: desde hace varios años Kantar Media utiliza el sistema de audio matching (identificar el sonido del televisor con el de algún programa que se esté emitiendo o, rizando el rizo en los últimos tiempos, que se haya emitido durante la última semana) para adjudicar la audiencia a la cadena que emite un programa con ese sonido. El sistema es válido, incluso diría que muy riguroso, en la mayor parte de los casos. Pero justo este debate, como el Discurso del Rey de cada año en Nochebuena y algún otro caso similar, supone la excepción: todas las cadenas emiten el mismo sonido simultaneamente. Aquí la atribución se hace utilizando unos criterios que pueden distorsionar la realidad y favorecer a la cadena que tuviera más audiencia en los momento previos al comienzo del debate.

Así que ¿el debate se vio sobre todo en La Sexta? Puede ser; lo será si hacemos el acto de fe que nos pide el señor Vasile.

¿La película más vista en televisión?

Ayer Mediaset concentró toda su energía en destrozar a la competencia. La 1 había conseguido todo un hito en las semanas anteriores al colocar reiteradamente En la tuya o en la mía como programa más visto de los miércoles, mientras Antena 3 también superaba a Tele 5 con un no excesivamente brillante Top Chef. Así que programó Ocho apellidos vascos, aprovechando que se anuncia para la semana próxima el estreno en cines de su secuela Ocho apellidos catalanes.

Y no la programó sólo en Tele 5; lo hizo también, de forma simultánea en Cuatro.

Los resultados de audiencia no defraudaron: consiguió casi ocho millones de espectadores (un millón por cada apellido, casi la audiencia que acumuló el año pasado en las salas de cine): 5.138.000 en Tele 5 (30,7% de cuota) y 2.821.000 en Cuatro (16,9% de cuota). Además consiguió hundir (o tocar muy seriamente) a sus cadenas competidoras: el programa estrella de La 1 se quedó en 2.803.000 espectadores, casi un 18% menos que el de la semana anterior; mucho peor le fue a Antena 3; Top Chef se quedó en 1.480.000 espectadores, casi un 36% por debajo de los que había obtenido una semana antes.

¿Fue Ocho apellidos vascos la película más vista en TV en España?

Para algunos fue la película más vista en televisión en España.

Pero Ana, mi compañera de la que ya he hablado aquí en alguna ocasión, ya nos ha aclarado que no fue así: Cateto a babor, en 1992, le superó con 10.078.000 espectadores.

Es muy complicado hablar de récords absolutos de audiencia de televisión en España. Casi con toda seguridad las mayores audiencias se consiguieron antes de 1990, antes de que, con el nacimiento de las cadenas privadas, se produjera la primera gran fragmentación de audiencias. Otra cosa es que no podamos comparar los datos: hasta junio de 1986 no aparecieron los primeros audímetros y los datos del EGM no permitían bajar a la audiencia individual de una película. Se podrían haber estimado en función del número de respuestas obtenidas en otro estudio, el Panel de aceptación de programas, pero eso no se hacía de modo habitual.

Entre el verano de 1986, cuando se obtienen los primeros datos de audimetría, y el año 1993, ya teníamos datos de audimetría, pero Sofres (ahora Kantar Media) no considera los datos de Ecotel (la empresa inicial de audimetría, que Sofres compró en su momento) en la serie histórica.

Los datos que se pueden comparar sin demorarse mucho en la búsqueda comienzan en 1993, pero no nos engañemos: ya había televisión, audimetría e incluso fuerte competencia, antes de esa fecha.

Sin quitarle ningún mérito a la película emitida ayer, creo que no es correcto decir que fue la más vista de la historia de nuestra televisión.

¿La medición de audiencia beneficia a los canales grandes?

Yo he ido pocas veces a un juzgado.

Hace ya unos cuantos años, a mediados de los noventa, me llamaron para declarar como testigo en un juicio contra Sofres. Un pequeño canal de televisión local les había denunciado porque los datos del medidor de audiencias les perjudicaban.

Como suele ocurrir, el juez no entendía nada sobre el tema, seguramente muy técnico para él. Me hizo unas pocas preguntas, alguna de ellas bastante desconcertante, y me dejó marchar.

Por supuesto, Sofres ganó el juicio y unos años después el pequeño canal local desapareció, como la mayoría de los canales locales de los años noventa.

Leo ahora que la cadena 13TV está preparando una denuncia contra Kantar Media (el actual nombre del medidor, el antiguo Sofres) por favorecer a Mediaset y Antena 3.

Algunos de los argumentos que leo son bastante peregrinos:  partidos de fútbol similares de la Liga Adelante tiene más audiencia en La Sexta que en 13TV. Programas que llegan a ser trending topic luego no tienen grandes audiencias…

¿Por qué creo que son peregrinos?

Una cadena tiene un plus simplemente por tener un número más bajo (6 es menor que 13) porque se llega antes en el habitual zapping secuencial.

Una cadena tiene un plus por llevar más tiempo en el mercado: estará sintonizada en muchos más televisores de muchos más hogares.

Ser trending topic en Twitter tiene poco que ver con la audiencia. Miden dos cosas diferentes.

Ahora, si me preguntan si 13 TV se mide igual de bien que Tele 5 o Antena 3, mi respuesta es no. El grado de precisión con que se miden las audiencias es mayor para las audiencias grandes que para las pequeñas. Un error de muestreo de la misma magnitud (y no nos olvidemos de que se utilizan muestras para medir) afecta más a una audiencia pequeña que a una grande. Pero esto sirve también para programas dentro de una misma cadena: un programa de Tele 5 de las tres de la madrugada se mide con menor precisión que uno de las diez y media de la noche.

Para conseguir una mayor precisión habría que utilizar muestras mucho más grandes. Pero una mayor precisión no daría (o no siempre) audiencias mayores. Simplemente estarían mejor medidas (las de 13TV y las de las grandes cadenas) y sería mucho más caro. En estos tiempos nadie está dispuesto a pagar más simplemente para medir mejor.

El problema por el que 13TV tiene menos participacion en el mercado publicitario que la que cree que le corresponde, no es ese: en un momento de creciente fragmentación, los anunciantes y sus agentes tienden a concentrar su publicidad en un número relativamente pequeño de soportes. Estar en todos sería muy complicado, casi imposible, de gestionar. Esto perjudica a 13TV y a todos los pequeños.

Espero que 13TV finalmente no vaya a juicio: lo perdería.

¡Ah! y si va a juicio espero que no me llamen como testigo.

No sólo perdió La Roja

Tras ganar un Mundial de fútbol y dos Eurocopas en los últimos seis años las expectativas alrededor de la selección española, La Roja, para el Mundial de Brasil eran muy altas.

Así que no puede extrañar que tanto los medios de comunicación como las marcas comerciales hubieran hecho apuestas importantes a que la trayectoria del equipo iba a ser larga.

La eliminación ya en el segundo partido ha tenido, además de la decepción generalizada, fuertes efectos económicos.

En el mundo de los medios, el tema central de este blog, la empresa más perjudicada es Mediaset, la propietaria de Tele 5 y Cuatro, las cadenas que están emitiendo los partidos. Al día siguiente del partido contra Chile la cotización de la compañía en Bolsa caía más de tres puntos. Nada sorprendente si se miran las audiencias: el partido contra Holanda superó los 10,8 millones de espectadores; el de Chile pasó de los 12,6 millones. Con toda seguridad, si el partido contra Australia hubiera sido decisivo la audiencia se habría situado por encima de los 14 millones; al estar el equipo nacional ya eliminado, la audiencia se quedó por debajo de los 5,2 millones.

En el caso de haberse clasificado España, todos los siguientes partidos habrían sido decisivos y, por tanto, con audiencias crecientes. Pero, como en la fábula de la lechera, el cántaro se rompió.

Se ha publicado que el coste para Mediaset de esa eliminación tan temprana ha sido de 15 millones de euros. A esto habría que añadir las pérdidas (o ganancias no percibidas) de los diarios deportivos (del orden de 4 millones, en cifras también publicadas), las de las cadenas de radio y las de los sitios de Internet, especialmente los especializados en deportes.

Para tratar de paliar en alguna medida las pérdidas, Tele 5 ha echado mano de su reserva de películas de éxito. En la conmemoración de los diez años de la salida a Bolsa de Mediaset sus directivos han declarado que ya contaban con que la del Mundial era una apuesta más arriesgada que la de la Eurocopa. Pero supongo que ni en el peor de sus sueños esperaban una eliminación al segundo partido.

Pero los análisis no se quedan ahí.

La lista de perjudicados se amplía con los patrocinadores de la selección, los vendedores de televisores, las marcas de comida a domicilio o de cervezas, los bares, las marcas de ropa deportiva, las casas de apuestas…Un estudio publicado estos días sitúa en 986 millones de euros el dinero que se ha dejado de mover debido a lo temprano de la eliminación. El portal Kelisto, algo más moderado, sitúa esas pérdidas en 600 millones.

La repercusión en el mundo de los medios de la eliminación de otra serie de países con mercados publicitarios amplios (Inglaterra, Italia,…) será, sin duda, también muy importante. Un estudio de la prestigiosa organización WARC sitúa en 300 millones de libras las pérdidas ocasionadas por la temprana eliminación de Inglaterra.

Visto así, se entienden algo mejor las primas millonarias que iban a cobrar los jugadores de la selección.

TVE: lentamente hacia su desaparición (I)

Pronto hará cuatro años de la sorprendente decisión veraniega del Gobierno de Zapatero que, cediendo a las presiones de las cadenas privadas, eliminaba la publicidad de la televisión pública nacional. Desde entonces no han dejado de producirse noticias respecto al sistema de financiación decidido y sus resultados.

El sistema, que en teoría iba a terminar con el déficit crónico de RTVE, está muy lejos de conseguirlo. Ya hablamos de nuevo de 105 millones de euros y aún está pendiente la decisión de Bruselas sobre la tasa a las operadoras de telefonía, que podría hacer la situación aún más insostenible.

Como consecuencia de ello (y probablemente de otras decisiones) el deterioro de la audiencia es imparable. Si el primer año sin publicidad recuperó el liderazgo de audiencia gracias al mantenimiento de programaciones anteriores y a no experimentar las bajadas de audiencia de los bloques publicitarios, muy pronto se resintió, al no poder renovar los contratos más importantes.

La audiencia de los informativos, que habían sido líderes destacados durante más de tres años también atraviesa dificultades. La segunda edición de Telediario se queda casi todos los días a una distancia de más de medio millón de espectadores del informativo de Tele 5 con el que compite. Ni siquiera los días en que el Telediario precede a éxitos de audiencia como Cuéntame, Gran Reserva o Águlia Roja consigue acercarse a la audiencia del informativo de la cadena de Mediaset.

Las dificultades financieras de la Corporación ya pusieron en bandeja a Tele 5 el Campeonato Mundial de Moto GP; ahora parece que el siguiente plato que devorará la cadena de Berlusconi es el contrato de la Champions. En la situación actual la cadena pública no podrá hacer frente a la renovación del contrato.

Los anunciantes agrupados en la AEA han declarado que están dispuestos a poner sobre la mesa entre 150 y 250 millones de euros si se autoriza la vuelta de la publicidad a TVE en determinadas condiciones. El mercado publicitario se sintió muy perjudicado por la supresión al dejar fuera de su alcance a una parte considerable de la audiencia de televisión.

Mientras tanto la consultora Arthur D. Little ha publicado un informe (encargado por UTECA, la asociación de las cadenas privadas) que demuestra que si la publicidad volviera a TVE su situación económica se agravaría. Analizando los mismos datos en los que se basa la consultora yo habría llegado a la conclusión de que la eliminación de la publicidad de la cadena pública fue un error porque las cadenas privadas no supieron aprovechar la ventaja que se les regaló desde el Gobierno y siguieron bajando los precios, en un mercado con menos oferta. Pero para eso están las consultoras: ellas saben más.

La Noria ¿otra vez?

Pero ¿otra vez andamos con La Noria?¿No desapareció de las parrillas a principios de año?

Hace más o menos un año Tele 5 tuvo un problema con el programa La Noria: el bloguero Pablo Herreros puso en marcha una campaña en Internet a raíz de una entrevista pagada a la madre de El Cuco, condenado en el caso Marta del Castillo. Entonces yo intenté explicarlo a los lectores de Casi Enteros.

Cuando la semana pasada vi que se reactivaba el problema, no me lo podía creer. Volver a poner en marcha (con una querella contra Pablo Herreros) uno de los casos más notorios en Internet, lo que Enrique Dans llama uno de los peores ejemplos de gestión de crisis de la historia, me parece una torpeza indigna de los gestores de una gran empresa, como es Mediaset. Se suponía además que Tele 5 había pedido perdón a los anunciantes por el error de entonces.

Ahora se encuentran con una nueva acción en Internet, promovida por un periodista del prestigio de Mario Tascón,  (que fue director de las ediciones on line de El Mundo y El País y lanzó La Información) que ha conseguido en la plataforma change.org, más de 150.000 firmas de ciudadanos que no estamos de acuerdo con esa querella. Esta vez se pide a los anunciantes que retiren su publicidad hasta que Tele 5 retire la querella.

Vaya por delante que no me parece bien que se utilice la publicidad, o un posible boicot hacia los productos anunciados en la cadena, como arma para presionar a Tele 5, pero…

…pero tampoco creo que la libertad de expresión ampare la libertad para calumniar, o la libertad para pagar a criminales por ser entrevistados, o para promover o ensalzar el asesinato u otros delitos.

Hace unos días un directivo influyente en el sector publicitario me decía que todo lo que no esté específicamente prohibido por las leyes se puede tratar en televisión y si está ahí los anunciantes pueden poner su publicidad.

Si alguien me pregunta (es fácil decirlo, porque sé que nadie lo hará) yo no dejaría que mis marcas apoyaran contenidos de este tipo. Esa es la única forma de que las televisiones no los pongan…y si los anunciantes apoyan esos contenidos, el consumidor está en su derecho de no comprarlos si se siente incómodo con ellos.

Hablando con una colega de otra empresa yo le decía: es un terreno muy resbaladizo, pero no perdamos de vista cual es el origen del problema: alguien denuncia como inaceptables unos contenidos inaceptables. Yo creo que no se puede consentir que la justicia acabe condenando al denunciante y ese es, entiendo, el sentido de la iniciativa de Mario.

Y, aunque como dicen los anunciantes en la nota de su asociación, la AEA, la publicidad se planifica en función de la audiencia de los programas y su perfil, sería de un gran cinismo olvidarse de que la publicidad financia los programas en los que se emite y que no existirían programas indignos si la gente no los viera (tuvieran poca audiencia) y la publicidad no los acompañara. 

 Algunos han interpretado que la querella de Tele 5 es una venganza contra el mensajero, la persona que puso en marcha la campaña del año pasado. No lo creo; pero sí creo que es una gran torpeza.

Señores de Tele 5: no sean torpes; retiren la querella contra Pablo Herreros. Y, por favor, no resuelvan con querellas sus problemas en los medios sociales. Los fuegos no se apagan echando gasolina.

Cuando la televisión sigue siendo el medio que capta más publicidad y casi toda la publicidad en televisión se concentra en sólo dos empresas, el problema para los anunciantes puede llegar a ser muy grave si no pueden utilizar una de ellas.

Y volviendo a la metáfora del fuego: yo no creo que sea buena idea volver a cargar sobre los anunciantes. Pero me da la sensación de que si ponemos el foco ahí será como si en un incendio en lugar de condenar al que lo ha provocado detienes al conductor del camión de bomberos que se metió por dirección prohibida al ir a apagarlo.

Lo imposible: ¿el renacer del cine español?

¿Está muerto el cine? Si pensamos en él como medio publicitario (el enfoque de este blog) podemos decir que casi sí. Cada año mueve menos dinero y no parece que éste vaya a ser una excepción. Las cifras publicadas ayer por i2p vuelven a ser desoladoras.

¿Está muerto el cine español? Si uno se fía de las opiniones de los que se consideran a sí mismos los más patriotas, habría que decir que sí. Si miramos la lista de los Óscars durante los últimos años (desde aquel primero de Garci hace ya casi treinta años, o Trueba poco después, los de Almodóvar, Amenábar, Bardem, Penélope Cruz…) resulta que ¡oh, sorpresa! no hay otra filmografía de habla no inglesa con tanto reconocimiento en la meca del cine como la nuestra.

Otra cosa es que no tenga problemas; la reciente subida del IVA no será seguramente una ayuda.

Pero este último trimestre estamos viviendo un gran momento para el cine español.

El fin de semana de El Pilar se estrenó Lo imposible. La película de José Antonio Bayona consiguió 1,4 millones de espectadores en su primer fin de semana y se situó en el séptimo lugar por número de espectadores a nivel mundial. En la producción participa Mediaset (la matriz de Telecinco). Sería curioso que con todo lo que han protestado las cadenas de televisión por su obligación de invertir en cine, fuese justo el cine lo que ayudara a esta empresa a salvar los números de este año, pésimo en televisión.

Pero eso no fue todo: a Lo imposible se sumaron Las aventuras de Tadeo Jones, A Roma con amor, Blancanieves, El artista y la modelo, 7 días en la Habana,Todos tenemos un plan y Bypass para hacer de ese un fin de semana histórico en el que películas de producción española obtuvieron el 62% de la recaudación total en salas en España.

Lo imposible no sólo está triunfando en España; en el comienzo de su andadura americana ya ha conseguido el emerging visionary award en el Festival de Chicago, y Tom Holland, el protagonista adolescente de la película, el Hollywood Spotlight award, que premia a las jóvenes promesas.

Puede que estemos pasando del cine enfocado a la subvención a otro más centrado en el guión.

Muchas de las películas citadas están aún en pleno periodo comercial en salas. En lo que queda de año se esperan aún un buen número de grandes estrenos (que ya, en su mayoría, no serán españoles). Es una buena ocasión para volverse a plantear el cine como medio publicitario.

Ahora que tanto se habla de engagement no debemos olvidar que el espectador de cine tiene una implicación mucho mayor que el consumidor de cualquier otro medio: ha elegido asistir, se ha desplazado hasta la sala, ha pagado por ello… y si comprende que la publicidad contribuye al mantenimiento de las salas (que vuelven a ser una especie en peligro de extinción) y si la publicidad es de calidad, conseguiremos que nos recuerde.

Ya he contado aquí varias veces que el recuerdo generado por la publicidad en el cine es mucho mayor (hasta 12 veces más en el caso del recuerdo espontáneo) que el que se consigue con cualquier otro medio. Lo demostramos hace casi veinte años con el estudio Lumière y lo ha corroborado AIMC cada vez que ha repetido estudios con nuestra misma metodología.

Hace dos días Bloggin Zenith, el blog de mi empresa, tocó este mismo tema, pero yo ya tenía preparado este post, con un enfoque complementario y creo que sigue teniendo interés. Ya se sabe que uno de los trucos de los publicitarios es repetir el mensaje, por si la primera vez pasó inadvertido.

¿Puede resurgir el cine como medio publicitario?¿puede resurgir el cine español? ¿o el título de la película que nos ha sugerido el post es premonitorio?

Por cierto, el sábado estuve viendo Lo imposible: muy recomendable.

Televisión concentrada

Ayer estuve grabando en Intereconomía un programa que se emitirá dentro de un rato: hoy domingo hacia las 21:30.

Se trata de un especial informativo sobre la telebasura, pero yo participé en el coloquio inicial con Alejandro G. Lavilla (actualmente profesor, pero anteriormente alto directivo de varias cadenas de televisión), Luis Petit, Director de la AM (Asociación de Agencias de Medios) y Luis Usera Director General Comercial de la propia cadena Intereconomía. El coloquio se centró en las peculiaridades de nuestro mercado publicitario de televisión.

En teoría, en un mercado perfecto, si una cadena consigue el 20% de la audiencia debería llevarse el 20% de la inversión publicitaria. Pero está claro que el mercado no es perfecto. Para empezar más de un 20% de la audiencia no se puede comercializar porque la tiene TVE a quien se la ha prohibido competir en el mercado publicitario.

La semana pasada se publicaron los resultados de Antena 3 y Mediaset (el grupo de Tele 5, propiedad de Berlusconi). Ambos grupos publicaron beneficios escandalosos; de nuevo volverán a estar entre las empresas cotizadas en Bolsa más rentables de Europa.

Las cuentas que hacían en Intereconomía venían a decir: si entre los dos grupos reúnen alrededor del 50% de la audiencia y tienen más de 200 millones de beneficios, si nuestra cadena tiene un 1,5% de la audiencia debríamos tener en torno a 6 millones de beneficios.

Pero en un mercado en el que prácticamente tenemos un duopolio, con la capacidad de presión que eso supone y en un momento de crisis, que no sólo lleva a la reducción de la inversión publicitaria sino también a una gran concentración, tenemos a dos grupos con grandes beneficios y todos los demás al borde de la asfixia.

¿A quién beneficia eso? Sólo a esos dos grupos. Todos los demás actores: otras cadenas, anunciantes, agencias, productoras…son los grandes perjudicados por esta situación, que tiene todos los visos de perpetuarse.

Curioso que los adalides del capitalismo ultraliberal sean las primeras víctimas de un sistema que, en sus formas actuales, tiende inevitablemente a la concentración.

Reparto de papeles

La semana pasada se presentó la nueva programación de Tele 5 y del resto de cadenas que Mediaset tiene en España.

Tras la polémica desatada en torno al programa La Noria se había generado una gran expectación. ¿Se anunciaría la desaparición de ese programa y un cambio en la línea editorial de la cadena?

Pues ni sí ni no.

Como recogía IPMark se escenificó un acto de contrición. Y como tal escena, hubo reparto de papeles. Mientras Pipo Tringali, líder de Publiespaña (la compañía del grupo que comercializa la publicidad) habló de La Noria, sin decir nada concreto, pero declaró su apoyo a los anunciantes, Paolo Vasile, el jefe de Tele 5 declaró que todos cometemos errores (sin citar ninguno en concreto); cuando los cometemos las personas normales no se entera casi nadie. Pero cuando los comete una cadena de televisión se entera todo el mundo.

Había mucho interés por saber qué hacían los anunciantes en el programa del pasado sábado. Parece ser que se emitió publicidad. Dos marcas conocidas (conservas Isabel y Burger King) y unas cuantas menos conocidas junto con una buena cantidad de autopromoción de programas de la cadena y de otras empresas del grupo.

La reacción en las redes sociales fue apoyar a marcas competidoras de las que se anunciaron. El incidente no está cerrado…al menos de momento.

En semanas anteriores habíamos visto algunos movimientos de vaivén, como el que protagonizó Vitaldent, que anunció a bombo y platillo su salida del programa, se volvió a anunciar dos semanas después, cuando la cadena ofreció anunciarse gratis y luego culpó a  su agencia de medios de haberse equivocado.

 Por el momento parece que la herida abierta con la entrevista a la madre de El Cuco  y la reacción vivida en las redes sociales, especialmente en Twitter, no se ha cerrado del todo. Habrá que esperar hasta comienzos de año para ver cómo evoluciona este asunto.

 

Tele 5: Lo de septiembre fue un espejismo

A sólo tres días de finalizar el mes de octubre ya está claro quién va a ser el líder de audiencia: TVE1.

Lleva casi dos puntos de diferencia, así que para que Tele 5 consiguiera superarle debería ganar cada uno de estos tres últimos días por más de 15 puntos. Algo que hoy no es imaginable.

Así que aquello que decíamos hace unas semanas sobre el efecto de Sálvame no se va a repetir.

De hecho Sálvame languidece en la sobremesa donde Amar en tiempos revueltos arrasa de nuevo, con mejores resultados que en la temporada anterior.

¿Podría estar definitivamente quemada la fórmula del cotilleo malintencionado?

En algunos de los rumores de los que hablábamos ayer, se incluía un cambio en la dirección de la Tele 5 española, que podría estar ligado con estos resultados decrecientes.

Claro que hoy el diario Expansión da por rotas las conversaciones entre Mediaset y Prisa, que eran la parte fundamental de esos rumores.

Veremos.