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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Hemos hecho historia

No cabe duda: el triunfo de España en un Mundial es un hecho histórico, de esa pequeña historia que constituyen las gestas deportivas, pero histórico.

Es una de esas fechas de las que, como decía el anuncio de Mahou, vamos a recordar siempre con quién las vivimos. Yo estuve en casa de mis cuñados Joaquín y Santa, rodeado de otros cuñados y sobrinos.

Cuando hace unos cuantos años explicaba en sesiones de formación a clientes o en cursos en diversas facultades, qué era eso de los GRPs y lo diferente que es conseguirlos de uno en uno o de muchos en muchos, siempre ponía el ejemplo de una hipotética final de Campeonato del Mundo de Fútbol en la que jugara España. Hay que reconocer que hace diez o quince años sonaba como una utopía inalcanzable. Sólo jugarla; ¡no digamos ganar!

Mi hipótesis entonces era que se batirían todos los récords de audiencia, que prácticamente no habría ningún español que no viera el partido.

A lo largo de este Mundial hemos ido viendo diversos hitos históricos.  La final lo vuelve a ser. Pero yo siempre me preguntaba ¿cuando empieza la historia?

Para muchos la historia comienza cuando lo hacen sus recuerdos. Yo recuerdo audiencias en los años 80 de más del 68% de la población y más de 21 millones de personas (cuando la población era mucho menor que la de ahora). Entonces había muchos menos canales de televisión (los dos de TVE y alguna autonómica). Claro que eran audiencias acumuladas de media hora y medidas con el EGM. Pero eran mucho mayores que estas.

La verdad es que las cifras que nos ofrecen los audímetros para el evento de ayer son bastante decepcionantes. Sí, claro: se trata de audiencias en el hogar principal y ayer muchos vimos el partido en casa de amigos o de familiares o en bares, o en pantallas gigantes en la calle y todo eso no lo miden los audímetros.

Supongo que alguien habrá hecho un estudio sobre la audiencia total del partido y que pronto veremos los resultados. Si no, el partido no habrá batidos récords históricos.

Y eso no hay quién se lo crea.

Claro que si la historia comienza cuando cada uno llega al mundo…

… el otro día, viendo en Teledeporte la retransimisión de una etapa del Tour, los comentaristas (Perico Delgado y Carlos de Andrés) se preguntaban si el triunfo de Ocaña en el 73 se habría visto en directo por televisión. Bueno, como yo soy muy viejo y siempre me gustó el ciclismo, yo recuerdo haber visto, en balnco y negro, eso sí, los últimos Tours de Bahamontes, allá por los primeros sesenta, en directo por TVE.

El deporte español lleva muchos años haciendo historia, pero lo de ayer, con la repercusión que tiene ahora el fútbol en los medios, es todo un hito.

Un reto para la generación actual

Repasando archivos para escribir un artículo para Investigación y Marketing, la revista de AEDEMO, he encontrado éste, que escribí en diciembre de 2007  (poco antes de iniciar este blog) y que, salvo citas temporales, creo que sigue teniendo la misma validez que entonces:  

La investigación de medios es una actividad cada vez más importante, no sólo para el mercado de la investigación, también para el mercado publicitario y para la actividad económica en general.

Es necesario saber lo que se debe medir, encontrar la metodología más adecuada entre las que el mercado esté dispuesto a pagar, establecer el tamaño adecuado de las muestras (si la metodología elegida utiliza muestras) y llegar a consensos entre los diversos componentes sobre el buen uso de las medidas obtenidas. Es un mercado en el que los acuerdos, el consenso y la dimensión son elementos clave.

También es un mercado complejo, en el que una medición inadecuada (o un mal resultado de una buena medición) pueden llegar a hundir a una empresa. Al fin y al cabo los resultados de las mediciones son la mercancía que se vende en el mercado de los medios, o al menos constituyen un factor muy relevante en el establecimiento del precio de compra-venta.

Así no es extraño que cuando un medio (o esa figura tan española: un comunicador) no está de acuerdo con los resultados de un estudio, dispare contra él. El disparo se queda casi siempre en ruido mediático, pero ese ruido suele ser muy dañino, porque, como hemos establecido, el sistema se basa en el consenso, que es la base de la credibilidad y la fiabilidad de los datos. Si se hace ruido, puede ponerse en duda la credibilidad y romperse el necesario consenso. En España tenemos una larga tradición de este tipo de ruido: desde la prensa o la radio, pero también desde la televisión o las revistas y, no podía faltar, últimamente también desde Internet. 

Los retos

Ahora, mientras hemos pasado unos meses discutiendo si son galgos o son podencos, la realidad se ha ido moviendo rápidamente bajo nuestros pies. Cada vez podemos llegar a los consumidores de más maneras, de muchas más maneras; eso quiere decir con audiencias más fragmentadas, con contactos más breves, en casi todos los casos más difíciles de localizar y, por tanto más difíciles de medir. Los instrumentos de medida con los que hemos venido trabajando (y que todavía son útiles para medir el grueso de los contactos) se nos están quedando obsoletos entre las manos. Muy probablemente la encuesta con entrevista personal o el audímetro de botones que nos han acompañado durante los últimos veinticinco años, tienen los días contados. No está claro que el panel sea la mejor metodología para medir Internet, pero no hay acuerdo sobre cual puede ser la metodología alternativa (la marcación con tags, la medición en el servidor de publicidad, una combinación de métodos…). Y, repito, se trata de un mercado en el que los consensos son imprescindibles.

La tecnología, en su rápido avance, nos presenta un panorama de medios diferente cada día, a la vez que cambia el comportamiento diario de nuestro consumidor. Pero la tecnología nos ofrece también nuevas soluciones para medir. Sólo se trata de encontrar la tecnología adecuada, llegar a acuerdos sobre su implantación y estar dispuestos a financiarla.

Desde que en España puede hablarse de mercado publicitario propiamente dicho, cada generación ha tenido que afrontar sus propios retos.

En los años sesenta, cuando se necesitaron los primeros consensos, los profesionales de la época fueron capaces de poner en marcha la OJD, primero y el EGM después. Seguro que entonces no fue fácil llegar a acuerdos, pero se hicieron los esfuerzos necesarios, se cedió en lo accesorio para conseguir lo fundamental y se alcanzaron acuerdos que nos han servido a los que vinimos después.

En los años ochenta, cuando apareció la primera competencia en televisión, fue Televisión Española quién llenó un hueco ante la falta de consenso del mercado y convocó un concurso para la puesta en marcha del primer panel de audimetría. Probablemente no fue la mejor opción (aunque chapeau por la iniciativa), pero con el tiempo se acabó reconvirtiendo y tenemos un sistema de medición de televisión con un estimable grado de consenso y control por parte del mercado. A principios de este siglo se perdió la ocasión de establecer un sistema de medición de Internet acordado por todos; quizá aún estemos a tiempo de reconducir la situación.

Pero la situación está cambiando; las mediciones que nos han servido hasta ahora pueden quedarse obsoletas muy rápidamente. Un sistema de medición que no cumpla con las necesidades del mercado de medios está herido de muerte y en un mercado con una amplia multiplicidad de soportes con audiencias muy fragmentadas corremos el riego de que con los sistemas actuales la parte de la realidad que se nos quede sin medir sea mayor que la que midamos.

No se trata sólo de ampliar los tamaños de las muestras con las que trabajamos (que también. Y eso, ya se sabe, tiene aumentos de costes, con lo difíciles de asumir que son siempre), se trata, muy probablemente, de encontrar metodologías nuevas, que aprovechen los avances tecnológicos para medir de una manera más eficiente.

 El estado de la cuestión

A finales de noviembre se celebró en Madrid el VII Encuentro Internacional de Investigación de Medios, una cita de alto nivel entre investigadores que desde mediados de los años noventa viene organizando la AIMC.

Cómo medir la audiencia de televisión tanto si es en el hogar como si es fuera, tanto si se ve en un televisor tradicional como si se hace a través de un dispositivo móvil, qué puede aportar la tecnología a la medición de otros medios: el Mediawatch, ya utilizado en Chipre para los estudios multimedia o el Touch Point, que en el Reino Unido mide utilizando PDAs, las audiencias de los medios de todo tipo, incluso los no convencionales, pero también otras situaciones, incluido el estado de ánimo y ofrece datos de cada media hora de vida de las personas, los usos del GPS en medición de exterior, la combinación de audímetros de aparato y personales, el teléfono móvil como audímetro, la medición en la señal de retorno del descodificador…y tantas y tantas nuevas ideas convivieron con el intento de la Mesa IAB/AIMC por establecer los necesarios consensos en la medición de los medios interactivos y casi coinciden en el tiempo con el nuevo consenso para la medición de medios: un nuevo EGM que combine un multimedia menor con varios monomedias y luego llegue a un dato único mediante técnicas de fusión de ficheros; todo ello con entrevistas personales y telefónicas, a su vez debidamente combinadas. Y ahora viene el capítulo más duro: discutir cómo se financia todo eso. 

Lo dicho: se me antoja que nos hemos quedado en la vieja discusión de las liebres sobre si son galgos o podencos. 

Pero aún queda tiempo…cada vez menos tiempo.

Bueno, ahora quedan dos años y medio menos, pero no estoy seguro de que hayamos avanzado mucho.

Estos días se ha celebrado en Palma de Mallorca la reunión del EMRO, la organización que agrupa a las instituciones de investigación de audiencia de los principales mercados. ¡ojalah sea un paso adelante en la dirección adecuada.

Se jubila Juan Luis Méndez

Ayer me llegó el mensaje:

¿Hola querida multitud de amigos!

Hoy salgo de AIMC.

Hoy terminamos larelación laboral que nos unía.

Después de 24 años de ser, de pronto, una firma y ya no es.

Pero, terminada la relación laboral y profesional, afortunadamente queda lo que más vale, lo que de verdad merece la pena, la relación personal. Los afectos.

Por eso quiero agradecerte muy expresamente tu contribución a que este tiempo haya transcurrido para mí pleno de satisfacciones y alegrías, risas y sonrisas.

Y de todo esto me llevo un cargamento.

GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.

Y para cualquier cosa que quieras seguir compartiendo conmigo, a partir de ahora me puedes encontrar en:

(aquí su nueva dirección de mail y sus teléfonos, incluido el móvil, que siempre fue muy celoso de compartir).

Con todo mi cariño, un fuerte abrazo

Juan Luis

PS:- Por favor, haz extensivo esta despedida a quienes a tu alrededor pueda concernir. Seguro que me faltan muchas direcciones de correo. Gracias.

Hecho. Ya lo saben todos ustedes.

Juan Luis es, era, el EGM.

El Estudio General de Medios es el estudio sociológico y de audiencia más importante que se realiza en España y mucho de ello se lo debemos a Juan Luis.

Cuando él llegó, hace 24 años, el EGM todavía era una extraña amalgama, con estatutos de sociedad anónima, heredados de su fundación en plena dictadura, cuando una asociación se podía confundir con un partido, algo que estaba totalmente prohibido.

Los representantes de las empresas asociadas lo eran a título personal y había un problema cada vez que uno de ellos cambiaba de empresa.

Juan Luis creó AIMC como una asociación que realizaría, entre otras cosas, el EGM.

La dotó de órganos que se elegían, se eligen, periódicamente.

Juan Luis es muy minucioso: si lo puedes contar en una hora, para que lo vas a hacer en dos minutos, es su autoparodia preferida. Tiene toda la historia del EGM y de AIMC en la cabeza y sabe hacerla valer cuando hace falta.

Otro de sus méritos fue la contratación de Carlos Lamas. Cuando Sofres llegó a la audimetría española prescindió de muchos de los profesionales que trabajaban en Ecotel. Uno de ellos fue Carlos Lamas, su Director Técnico.

Supongo que los directivos de Sofres se arrepintieron con el tiempo de esa decisión.

Pero Juan Luis vio claro todo lo que Carlos podía aportar a AIMC. Y le contrató.

El nivel técnico y el rigor del EGM y de todos los estudios de AIMC subió varios escalones.

Nunca pensé que Juan Luis se jubilaría antes de tiempo; le gustaba lo que hacía y lo hacía muy bien.

Pero no me ha sorprendido esta decisión. Sé que últimamente no estaba a gusto. Los cambios introducidos en la organización y en su estudio principal en los últimos años no le gustaban.

Nos pasa a muchos.

Conocí a Juan Luis unos años antes de su llegada al EGM. Serían los primeros meses de 1983 cuando llegó a Torrespaña para dirigir el Gabinete de Investigación de Audiencia de RTVE, donde yo trabajaba.

No estoy seguro, pero probablemente no le recibimos bien. Era lo habitual. Cada cierto tiempo llegaba un nuevo jefe, que no siempre sabía algo de investigación o de audiencias, y nos ponía a todos bajo sospecha.

Pero el caso es que muchos años después muchos de los que entonces estábamos en el Gabinete (José Ramón, Matilde, yo mismo, entre otros) nos contamos entre sus mejores amigos.

No siempre pasa con los jefes.

Ese es el mérito de Juan Luis: ha sido capaz de hacer muchos amigos desde posiciones complicadas.

La del EGM lo era.

A finales de los ochenta el ABC de Luis María Ansón le declaró la guerra y era raro el domingo en el que no saliera su foto en las páginas de hueco, siempre acompañada de duros insultos.

Yo me siento orgulloso de contarle entre mis mejores amigos. Además siempre le estaré agradecido. Creo que fue la primera persona que me hizo una oferta de trabajo.

Cuando salió de RTVE hacia el EGM (aún no se llamaba AIMC) me ofreció irme con él. Creo que yo no estaba aún maduro para salir de lo que llamábamos la casa.

Y me quedé aún unos años más.

Luego he compartido con Juan Luis muchas reuniones de Comisión Técnica, durante más de veinte años y he aprendido mucho en ellas.

Como nadie es insustituíble, el EGM seguirá sin Juan Luis.

Pero ya no será lo mismo.

Estudios innecesarios e interpretaciones erróneas

Cuando uno lleva toda su vida profesional, más de treinta años, dedicado a la investigación no debería sorprenderse por estas cosas; pero ¿qué quieren que les diga?: yo me sigo sorprendiendo cuando leo algunas noticias sobre estudios o sobre sus interpretaciones.

Van aquí algunos ejemplos:

El 97,7% de los espectadores cree que las pausas son excesivamente largas

¿Hace falta un estudio para llegar a esa conclusión. Es más ¿dónde ve la televisión ese 2,3% restante que no las considera excesivas?

La radio se escucha sobre todo fuera de casa

Ya sé que ese es un tópico que casi todo el mundo, sobre todo en las grandes ciudades, cree cierto.

Bueno, pues no es verdad; al menos en España. La radio se escucha sobre todo en casa, como demuestra una ola tras otra el Estudio General de Medios, con muchos miles de entrevistas bien seleccionadas. Un estudio con 500 entrevistas, hechas quién sabe cómo, no puede demostrar una realidad falsa.

Otra historia: un estudio bien hecho se puede contar muy mal. Que la inversión en Marketing Móvil vaya a crecer más (en porcentaje) que la inversión en Internet, quiere decir que parte de cifras muy pequeñas, no que le vaya a superar.

Aquí la noticia está mal contada. Aquí está bien.

Otro clásico es cómo se suele presentar, sobre todo en internet, el estudio Mediascope que cad año elabora EIAA: Los españoles ya pasamos más tiempo en internet que viendo la televisión.

Casi siempre se olvida una palabra, internautas, que cambia radicalmente el sentido del titular.

Los internautas españoles pasamos más tiempo en internet que viendo la televisión. Pero somos muchos menos que los telespectadores y si el dato se refiere a toda la población, la cosa cambia.

La audiencia de Jiménez Losantos

Sólo hace un par de semanas se puso en marcha esRadio, la nueva aventura empresarial de Jiménez Losantos.

Es muy pronto para saber cómo le van las cosas.

Y conociendo su extraordinaria fe en los estudios de audiencia, supongo que nunca llegaremos a saberlo del todo.

Pero según leo en PRNoticias ya hay gente que empieza a estar preocupada.

Se dice que están funcionando las descargas y la TDT. Bueno, de TDT sí hay datos y no son como para tirar cohetes. Y el público de Jiménez Losantos no creo que sea el que más descargas hace.

O sea que probablemente las cosas no van muy bien. Aunque superen las expectativas (el truco para esto, ya se sabe, es no plantearse unas expectativas muy altas).

Y es que los cambios de las grandes estrellas siempre son duros al principio. A veces no sólo al principio.

Hace ya muchos años, cuando yo todavía trabajaba en RTVE y se hacían las presentaciones con transparencias y retroproyector, me invitaron a una mesa redonda sobre radio en los Cursos de Verano de El Escorial.

Entre otras cosas hice en mi charla una broma (con datos reales) sobre los cambios de cadena de las estrellas de la radio.

La llamé el coeficiente 2,38.

Los datos eran estos: cuando Luís del Olmo, el patriarca de todas las estrellas de la radio, abandonó RNE para irse a la COPE su audiencia se dividió por 2,38. Cuando, poco tiempo después, José María García se trasladó de la SER (la ser antigua de los Garrigues y los Fontán) a una incipiente Antena 3 Radio su audiencia se dividió por 2,38.

O sea que en los dos casos su audiencia, con datos EGM, se quedó en un 42%, o, dicho de otra manera, en los primeros avatares del cambio se dejó un 58% de su audiencia anterior.

Lo que ocurre después, depende de cada caso, de la evolución de la cadena y de la del propio comunicador.

Evidentemente, que en los dos casos la audiencia se dividiera por 2,38 es una casualidad; que en los cambios pierde audiencia el comunicador (y casi siempre la cadena abandonada) es una regla que se ha ido refrendando con los sucesivos cambios.

Ocurrió cuando Luís del Olmo dejó la COPE por Onda Cero y cuando dejó Onda Cero por Punto Radio. Volvió a ocrrirle a José María García cuando se fue de Antena 3 Radio a la COPE o al fallecido Antonio Herrero cuando hizo ese mismo cambio.

Y seguirá ocurriendo, aquí es muy fácil hacer profecías y acertar, siempre que un comunicador estrella cambie una cadena grande por otra menor. Casi siempre suele ser por razones económicas, cuando se renegocia un contrato y la estrella se considera imprescindible para su cadena.

La charla de El Escorial, aparte de las bromas, no debía de ser mala. Claudio Martínez, entonces Director de Marketing de la SER y, sin duda, la persona que más ha sabido (y sabe, pero ya está fuera de esto) de marketing de radio, me la pidió varias veces.

Siento no encontrarla ahora (se perdería en algun traslado o en algún cambio de ordenador) porque me gustaría ver si sigue vigente alguna de las otras cosas que dije entonces.

Volviendo al tema inicial, supongo que tanto Jiménez Losantos como la COPE van a tener en los próximos meses menos audiencia de la que tenían antes de su ruptura de relaciones.

Veo que la otra aventura radiofónica de la Iglesia Católica, Radio María, que pretendía mantenerse sólo con los donativos de sus oyentes, también tiene serias dificultades.

Sin duda no están los tiempos para este tipo de aventuras.

Crisis en el cine

El cine en sala se muere.

Como ya he escrito otras veces sobre este tema y sé la que se me viene encima, aclaro: no me refiero al cine español, sino al cine en general.

Cada vez que salen nuevos datos, sean del tipo que sean, son peores que los anteriores.

Esta semana, los datos del EGM situaban en un 4% los españoles que asisten al cine. Es poco más de un tercio de la cifra de comienzos de esta década.

Lo malo es que esa evolución ha acabado afectando al cine publicitario.

El jueves se publicaba el cierre de Screenvision, uno de los tres exclusivistas de publicidad en el cine que operaban en el mercado español.

Yo creo que, además, era el que estaba haciendo un mayor esfuerzo por comercializar de una manera moderna y adaptada a las necesidades del mercado.

Allí tengo buenos amigos que ahora pasarán a engrosar las filas de los que buscan nuevas oportunidades.

Sin embargo, me dicen, ahora se ve más cine que nunca.

Pero cierran las salas, los exclusivistas, los video clubs, las televisiones generalistas emiten menos cine, los canales especializados en cine no son, ni de lejos, los de mayor audiencia.

Me dicen, seguro que alguno de mis comentaristas habituales entra a este trapo, que las descargas gratuitas no tienen nada que ver con este fenómeno.

Me sorprendió lo rápido que el movimiento pro descargas reaccionó ante el nombramiento de González Sinde, para machacarla, sin siquiera esperar a ver qué hacía.

No sé.

No termino de entender el modelo de negocio que hay detrás de todo esto. Si es que hay alguno.

Me pregunto si el cine sobrevivirá.

O, peor aún, qué tipo de cine sobrevivirá.

Navegantes en la red

En 1996, cuando la penetración de internet en España no llegaba al 1% ya figuraba en los cuestionarios del EGM.

Muy poco después AIMC puso en marcha otro ambicioso estudio, Navegantes en la red, que inicialmente se realizaba cada año y medio y luego pasó a ser anual. Se acaban de publicar los resultados de su undécima edición.

Ya he citado varias veces aquí a Carlos Lamas. Carlos es el responsable de la temprana entrada de internet en el EGM y también de la puesta en marcha de Navegantes.

Este es un estudio heterodoxo, muy lejos del rigor que en otros estudios ha mostrado siempre la AIMC.

Los entrevistados se autoseleccionan, nos autoseleccionamos, yo creo que he contestado en casi todas las olas, a partir de banners situados en numerosos sites de la red.

Esto implica un sesgo inicial que puede falsear algunos resultados. Los sites que incluyen el banner tienen más posibilidades de ser citados. Es verdad que cualquier site puede incluir el banner.

No es, por tanto, un estudio de audiencia.

Creo que nunca lo hemos tomado como tal.

Pero Navegantes proporciona mucha información sobre la evolución de los usos de la red.

Ha sido un estudio muy interesante.

En muchos sentidos lo sigue siendo, aunque cada vez resulte más difícil conseguir entrevistas.

En los primeros años aumentó muy rápidamente el número de entrevistas que se conseguían, así como el número de sites desde los que se podía acceder a la encuesta.

Ahora es cada vez más difícil.

Pero la información proporcionada por el estudio sigue siendo interesante.

Este año las protagonistas del estudio son las redes sociales.

Los 40 años del EGM

A lo largo del último mes he contestado tres cuestionarios de revistas del sector (Control, El Publicista y El Periódico de la Publicidad) referidos al EGM y a su 40 Cumpleaños. Anuncios se adelantó y me lo pidió antes del verano, artículo que reproduje en este blog.

Voy a intentar resumir los tres de este mes. Espero que no resulte un refrito demasiado indigerible.

Que el EGM cumpla cuarenta años es una de las mejores noticias que se pueden dar sobre el mercado publicitario.

He dicho muchas veces que si no existiera habría que inventarlo.

El EGM es el gran estudio de medios de este país. No sólo es una referencia histórica; es el gran estudio que sigue siendo necesario.

Nunca se valorará bastante el esfuerzo de aquellos pioneros de hace cuarenta años, ni de todos los que desde entonces han (hemos) luchado para mantener viva esa llama que el mercado publicitario necesita y que es la envidia de países que no supieron mantener vivo su estudio multimedia y ahora tratan de recuperar el tiempo perdido.

Ahora hay que afrontar el reto digital y de la movilidad. No se puede perder tiempo, porque el mundo, y los medios con él, avanza muy rápido. Pero estoy seguro de que el EGM estará a la altura de las circunstancias.

La estructura de AIMC como asociación de todo el mercado (JIC) es un gran invento, que hace únicos este tipo de estudios. También está en la base de algunas de las críticas más fundamentadas: es lento en la toma de decisiones, a las que debe de llegar por consenso entre todos. Eso no le impidió generar los primeros datos de internet, y los que siguen siendo referencia.

Las críticas de los medios cuando los resultados de audiencia no son los que esperaban no tienen más valor que el de una pataleta y no merecen ningún comentario desde el punto de vista técnico.

¿En qué aspectos sería mejorable?

Hace ya casi cuatro años la Junta Directiva de AIMC de entonces me encargó un trabajo en este sentido, que realicé con un pequeño grupo de profesionales (María Jesús Solaún, Jaime Agulló, Pablo Alonso y Fernando Palacios, a los que reitero mi agradecimiento). Entonces escribimos una carta a los Reyes: Estudio continuo (tanto en el trabajo de campo como en la publicación de los datos), basado en un gran multimedia realizado mediante entrevistas personales, con incorporación de otros medios y uso de estímulos comparables entre medios. Además pedíamos que la Asociación estuviera al tanto para incorporar cuanto antes las nuevas tecnologías aplicables a la mejora del estudio.

Yo confío mucho en que tanto la AIMC como el EGM tendrán un futuro esplendoroso. El mercado sabe que son necesarios. Han resistido ataques muy duros y se han mantenido a flote. Ahora, de nuevo, vienen tiempos interesantes: es necesario entrar con fuerza en la medición de los nuevos medios (sí, internet, televisión, móviles…esos medios que llevan tiempo ahí, pero cuya medición hay que redefinir). No es de recibo que quince años después del nacimiento de internet y casi diez después de la proliferación de páneles, el mercado no tenga aún las medidas publicitarias que necesita. En el caso de la televisión, si no empezamos a movernos ya muy rápido nos vamos a encontrar en poco tiempo con que casi toda la televisión estará mal medida. Esto no depende tanto del EGM como de una AIMC muy activa.

Pusimos muchas esperanzas en la Mesa Para la Medición Digital, que está haciendo un buen trabajo, pero hace falta apoyar iniciativas reales hacia la medición que necesitamos.

Los datos de audiencia son la clave en el negocio de los medios publicitarios. Tener datos obtenidos mediante una metodología consensuada por todos los actores del mercado, aceptados por todos y que además ofrezcan un cierto grado de comparabilidad entre medios, es fundamental.

Estos datos ofrecen la posibilidad de seleccionar los soportes más adecuados para cada target y además analizar si su oferta comercial se mueve dentro de unos límites razonables.

El EGM sigue siendo la fuente de datos clave para la planificación multimedia.

Los estudios monomedia aportan más información en la línea de las necesidades del respectivo medio. No responden tanto a las necesidades de las Agencias de Medios (que los aceptan en razón del necesario consenso) ni del conjunto del mercado, como a necesidades específicas de cada medio.

Los datos de audiencia son la clave central de un estudio como el EGM. Pero la existencia del resto de los datos ha convertido al EGM en la referencia histórica en cuanto a datos de equipamiento y de algunos consumos. Este es un valor adicional que, por supuesto, es bienvenido.

Más ópera que televisión


Los españoles dedican más tiempo a escuchar ópera que a ver televisión

Según el EIOL (European Institute Opera Lovers; Instituto Europeo de los Amantes de la Ópera) un estudio realizado por la empresa Brownward Mills entre aficionados a la ópera de varios países revela que los españoles escuchan como promedio casi cinco óperas a la semana, lo que hace un total de más de 18 horas, mientras dedican a ver la televisión sólo diez horas.

España además se sitúa a la cabeza de Europa en opciones para disfrutar de la ópera, ya que desde la apertura del Palau de Valencia ya existen tres teatros estables, además de las temporadas de otras muchas ciudades.

¿Alguien se imagina un titular y una noticia así?

Seguramente nadie deduciría que las opiniones de unos cuantos miles de aficionados a la ópera sitúan a todos los españoles a ese nivel.

Pero, de nuevo las cifras de internet, para internet eso es posible.

A finales de la semana pasada, la misma semana en que los datos del EGM detectaban una ralentización del crecimiento de internet, casi todos los medios reflejaron una noticia con ese título: Los españoles ya dedican más horas a internet que a ver televisión.

Basta rastrear por internet para encontrárselo en numerosas versiones, casi siempre similares, como corresponde a la reproducción de una nota de prensa.

La EIAA (European Interactive Advertising Association) presentó el Mediascope European Study, un estudio realizado entre inernautas, en el que llegaba a esas conclusiones. No hace falta recordar que en España los internautas habituales no llegan al 30%.

Pero da igual.

El jueves pasado estuve en Valencia hablando de ópera.Por la noche, ya en Madrid, teníamos la cena de Navidad de la compañía. Salió el tema del estudio sobre internet y una conversación de tema similar a este artículo.

Los argumentos casi siempre iban al terreno personal: pues yo sí navego más por internet, que veo la televisión. Parece que cada uno nos sentimos representativos de todos los españoles.

Bueno, si alguien me sigue en este blog puede suponer que yo también dedico más tiempo a internet que a la televisión.

Pero sé que no todos los españoles son así.

Lo triste es que internet no necesitaría apoyarse en este tipo de manipulaciones. Sus cifras de evolución, tanto de audiencia como de inversión publicitaria son excelentes, se miren como se miren.

A internet le espera un futuro aún más esplendoroso que su presente, que ya asombra a quienes lo conocemos.

Pero parece que los responsables del medio tienen prisa y no se van a parar ante tonterías como el rigor en el tratamiento de los datos.

Una pena.

El futuro es de internet

Esta ha sido una semana de datos sobre medios.

Comenzó con las previsiones internacionales de ZenithOptimedia: en 2009 no crecerán las inversiones publicitarias en el mundo, La caída en Norteamérica y Europa Occidental se compensará con las subidas en Latinoamérica, Asia, Oceanía y el Este de Europa. Pero en 2010 ya habrá subidas importantes.

Eso sí, Internet irá adquiriendo cada vez más peso: si en 2007 representaba un 8,6% de la tarta publicitaria mundial, en 2011 supondrá ya un 15,6%. El año que viene superará a las Revistas y cada vez se acerca más a los Diarios para disputarles el segundo puesto.

El jueves se publicaron los últimos datos del EGM para este año. Quizá la mejor noticia que puede darse cuando salen los datos del EGM es que no han sido noticia.

Creo que este año la mayor parte de las noticias sobre el EGM se han referido a los cambios metodológicos y a los aniversarios. Bueno, eso ya es una buena noticia: ¡enhorabuena a los actuales responsables!

Luego los cambios metodológicos te pueden gustar más o menos. Cualquiera que me conozca un poco sabe que yo no estoy entre los más satisfechos con los cambios recientes.

Pero esa es otra de las buenas características del EGM: se avanza por consenso, o sea que nadie está satisfecho del todo con cada avance, pero nadie, tampoco, está completamente en desacuerdo.

Aquí también Internet tuvo cierto protagonismo: es el medio con más aumento en penetración. Pero (tomo prestado un comentario de Justerini, buen amigo, en el blog de Jaime Agulló, otro buen amigo):

Solo un comentario sobre el EGM de hoy y ¨el medio acosado por los elementos¨ que decías ayer:

Internet en España todavía no llega a un 30% de penetración a pesar de sus ¿espectaculares? crecimientos. Las ¨difuntas¨ revistas solo tienen un poco más del 53% (solo un 77% más).

Al final triunfará Internet, pero ¿Cuándo termina el principio?

¿No estamos haciendo demasiado ruido, o haciéndolo un poco pronto, sobre un medio con el que todavía no contactan nunca más de la mitad de los españoles?

Esperando, esperando para tener suficientes respuestas, al final tuve la puntería de sacar los datos de Zenith Vigía el mismo día. Más de un panelista me lo reprochó ¡y con razón! Para algunos de ellos los tres días más complicados del año son los tres en que se publica la ola del EGM. ¡Y voy yo y les mando otro dato no precisamente sencillo de digerir!

Como ya conté aquí en mi post anterior, Internet también es protagonista en el Vigía: es el medio para el que se espera el mayor crecimiento de inversión este año y también el próximo.

Está claro que Internet es el futuro, pero ¿es también el presente?

Copio de El detalle, otro de los blogs de la revista Anuncios:

Pero me asombra esa cara de satisfacción con la que a menudo se exhibe y se recibe el argumento de el viral ha tenido 250.000 descargas en diez días. Ahí se queda todo.

Y el comentario que hace Observator, un comentarista habitual, que podría ser uno de los directivos de la revista:

quítale un par de ceros a tus 250.000 y esas son las entradas de muchas webs de concursos

Dos ceros más, dos ceros menos ¿qué importan? En Internet todos los números valen.