Todos tendemos a arrimar el ascua a nuestra sardina, a dejarnos llevar por nuestros prejuicios ideológicos.
Hoy, mi querido Justerini, uno de los comentaristas más habituales y también más atinados de este blog, nos ofrece dos muestras de esto.
Por una parte en su comentario al post Cuanto peor, mejor yo creo que tiene razón cuando se refiere a que durante un tiempo nuestros gobernantes miraron para otro lado sin querer ver, o reconocer, la crisis que ahora nos abruma y que se acercaba a pasos agigantados.
Creo que no la tiene si hablamos de la profundidad de la crisis, algo que nadie previó. No sólo en España, como estamos viendo estos días en los resultados de la reunión de Davos.
El comentario al post Tiempo de contradicciones hace referencia a una campaña de publicidad de los conservadores británicos según la cual los bebés británicos ya no vienen con un pan debajo del brazo. Tienen la nariz de papá, la boca de mamá…y la deuda de Gordon Brown.
Sin duda una campaña ingeniosa y que refleja la situación actual.
Justerini la lleva a su terreno y quiere traducirlo a la deuda de ZP.
Sin duda se olvida del mayor generador de deuda de estos últimos años.
Cuando llegó Bush al poder, Estados Unidos tenían el mayor superávit de la historia.
La inteligente política de George Bush (disminución de impuestos a las grandes fortunas, guerras abiertas sin horizonte final) consiguió dejar una deuda de tamaño difícil de imaginar, pese a haber gobernado en unos años de relativa estabilidad económica.
En todo caso, las deudas están para afrontar las situacionnes complicadas.