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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Radio Nacional cumple 80 años

Hoy hace 80 años se fundó en Salamanca Radio Nacional de España.

La Guerra Civil se desarrollaba desde hacía seis meses y el bando que luego sería ganador tenía muy clara la importancia de contar con un instrumento de propaganda tan potente: un medio relativamente nuevo (como invento, la radio tenía algo más de treinta años pero en España las primeras emisoras tenían solo siete años. Los ritmos eran muy diferentes entonces) y capaz de traspasar frentes y fronteras y llegar a todo tipo de personas, incluidas las que no sabían leer, en aquellos tiempos muy numerosas.

RNE, una viejecita con buena salud. Foto: RTVE

Desde entonces ha sido durante muchos años instrumento de propaganda. Los que tenemos una edad recordamos aquellas conexiones obligatorias que todas las emisoras tenían que hacer dos veces al día ( a las 14:30 y a las 22:00) para los Diarios Hablados. Hasta 1978, bastante después de la muerte de Franco, esos eran los únicos contactos con la información que podían tener los radioyentes. Sólo al final del franquismo, en 1972, el gran Manuel Martín Ferrand se atrevió (o le permitieron) a iniciar una tímida competencia con el programa Hora 25 en la Cadena SER. La Wikipedia recoge que empezaba el programa diciendo Con las noticias que nos brinda Radio Nacional de España, una coartada que deja muy claro que los tiempos no habían cambiado demasiado.

Desde la liberalización de la información en Radio, allá por 1978, RNE ha cambiado mucho y además lo ha hecho muchas veces…quizá demasiadas. Al principio la competencia le vino muy bien e incluso mejoró su audiencia. Luego, lo que debería ser un instrumento al servicio de los ciudadanos (como esa BBC que siempre se pone como ejemplo) ha sido casi siempre el órgano de propaganda del Gobierno de turno. Daba igual el partido que estuviera en el Gobierno; los cambios de directivos y de línea editorial han sido excesivamente frecuentes. y casi siempre se orientaban a favorecer al partido que en ese momento ocupaba el Gobierno. Habitualmente los efectos de esos cambios en la audiencia se traducían en importantes caídas.

También ha habido algunos momentos de libertad informativa e información y programas de calidad. Y no sólo en aquellos momentos de la transición.

Pero RNE ha sido también la cuna de muchos de los grandes comunicadores españoles, o en otros casos el lugar donde han crecido. Eso en un país en el que los mayores comunicadores han sido locutores de Radio es un dato importante. Por allí han pasado Luis del Olmo, Joaquín Soler Serrano, Constantino Romero, Eduardo Sotillos, Concha García Campoy, Julio César Iglesias, Andrés Aberasturi, Juan Ramón Lucas, los hermanos Gozalo (Miguel Ángel y Juan Manuel), Ángel Álvarez, Fernando Argenta, Cirilo Rodríguez, Federico Volpini, Pepa Bueno, Pepa Fernández, Juan de Pablos, Fernando Delgado,…y tantos y tanto otros. Intentar una lista sobre algo tan grande es tener la garantía de caer en olvidos sonados. Seguro que me dejo muchas grandes figuras que admiro.

Cuando yo trabajaba en RNE siempre hice los informes de audiencia de Radio. Incluso en algunos momentos tuve la sensación de que hacían caso a mis recomendaciones.

Felicidades RNE. ¡Que cumplas muchos más! Y que sea en un ambiente de libertad y respeto a las opiniones de todos.

Ahora gano: El árbitro ya no es malo

Cualquier emisora, de Radio o de Televisión, necesita datos de audiencia. Los datos son imprescindibles para establecer las tarifas en las emisoras comerciales, pero lo son aún mucho más para analizar la marcha de la programación, ver qué funciona mejor y qué peor y conocer qué tipo de personas escucha cada programa y esto sirve tanto para emisoras comerciales como para las que no lo son.

En España las audiencias de Radio las mide el EGM (Estudio General de Medios) que ofrece sus resultados (basados en una gran encuesta sobre recuerdo de lo que se escuchó) tres veces al año. El estudio es mejorable, como todos; pero para conseguir esas mejoras posibles hace falta una decisión del mercado (las propias cadenas y las agencias de medios fundamentalmente) y, casi con seguridad, poner más dinero encima de la mesa. Lo más probable es que un estudio mejor sea más caro.

Los años de la crisis no han sido los mejores para tomar una decisión en ese sentido.

Así que, como el estudio es mejorable, como todos, se presta a críticas. Son un clásico. Las hemos visto de todos los colores; quizá las más conocidas sean las que le han dedicado Federico Jiménez Losantos, José Antonio Abellán o Carlos Herrera.

Pero también otro clásico son las que tienen su origen en Radio Nacional. Todavía recuerdo la bronca que yo recibí hace casi treinta años de un enfurecido Enric Sopena, a la sazón Director de RNE, por hablar bien del EGM (en un artículo sobre Cine) en un momento en el que los últimos resultados del estudio no le habían gustado.

Así que cuando en diciembre vi que el actual Presidente de la Corporación RTVE, José Antonio Sánchez, amenazaba con abandonar el EGM (como ya había hecho en una anterior etapa de gestión, en el año 2003) no me extrañó demasiado. Sólo pensé ¡otra vez!

La sorpresa, si se puede llamar así, llegó cuando, una vez conocidos los resultados de la segunda ola de este año, que registraban una notable subida de audiencia de la emisora pública, los directivos cambiaban de opinión: ahora RNE ya no quiere abandonar el EGM.

Todos los que trabajamos en este mercado de medios y publicidad estamos de enhorabuena. Lo estaríamos más aún si no se utilizaran los resultados del estudio para atacarlo…y mucho más aún si nos tomáramos en serio que el estudio es mejorable y nos pusiéramos manos a la obra.

Pero ya sabemos: si el resultado es bueno el árbitro (el estudio) es bueno; si mi audiencia baja nunca será porque lo estemos haciendo mal o los cambios no gusten a nuestro público: la culpa es siempre del árbitro.

Ahora el árbitro es bueno.

Luis del Olmo se va

La semana pasada , tras una entrevista a Vicente del Bosque, Luis del Olmo anunció su retirada.

Luis del Olmo lo ha sido todo en la radio. Desde sus comienzos en la emisora pública de Ponferrada, su pueblo, y luego su Protagonistas (que en algún momento fue De costa a costa) ya en la cadena de Radio Nacional a finales de los sesenta, hasta este final, que cierra el círculo, también en RNE siempre ha sido un grande de la radio.

Ha pasado prácticamente por todas las grandes cadenas: COPE, Onda Cero, Punto Radio…sólo le faltó la SER y es que era casi coetáneo de otro de los grandes, Iñaki Gabilondo. Seguramente ninguna cadena podía pagarles a los dos a la vez. Siempre ha sido un grande de los grandes magazines de la mañana que han caracterizado a la radio española y que él mismo ayudó a crear y consolidar.

Ha sido también empresario: de sus propios programas y de Onda Rambla, el grupo de emisoras para las que obtuvo concesión.

Es una de esas grandes figuras que siempre entendieron bien el papel que la publicidad jugaba en los medios, en concreto en la radio que tanto amaba: siempre hay que respetar a tu fuente de ingresos, a quien te da de comer, lo que no impidió nunca un tratamiento riguroso de las noticias a las que se enfrentaba.

Tiene fama de duro negociador y de ser todo un señor. No son cosas incompatibles.

Empecé a oír a Luis del Olmo en su primera época de RNE, siendo yo todavía estudiante. Aún no sabía que me dedicaría a los medios y, en ocasiones con bastante intensidad, a la radio. Luego la radio dejó de formar parte de mi vida como oyente y sólo le he oído ocasionalmente. Pero siempre he admirado su trabajo: su voz y su manera de hacer. Fue una de las mayores estrellas en aquella radio de las estrellas que se hizo tan grande en los años ochenta.

Ahora dice que sólo se dedicará a la radio como oyente. Seguramente no es verdad del todo…y será mejor así.

Seguro que la primera entrevista que conceda será muy interesante.

RTVE: Entre todos la mataron…

…y ella sola se murió. decía el viejo dicho.

Hace unos días, en la entrega de los Premios Ondas, Jordi Hurtado dijo:

retirar la publicidad ha sido uno de los grandes errores de la historia de TVE.

Yo creo que ha sido el mayor error en una lista muy larga de errores que se han ido acumulando y de los que ahora paga las consecuencias.

La 1 terminó el mes de noviembre con un 10,8% de share, su peor cifra histórica. Pero en ese momento aún se defendía bien en la sobremesa, con Amar en tiempos revueltos y mantenía una noche de los lunes potente gracias a Isabel. A partir de ahora ya no tendrá ninguna de las dos cosas. Muy probablemente pronto veremos meses por debajo del 10%.

Los informativos, que eran el bastión de la cadena, están dejando de serlo. El Telediario 2 se queda casi cada día a más de 300.000 espectadores de su competidor en Tele 5. Algún día también le supera el de Antena 3. La primera edición, que no ha cambiado de presentadora, se mantiene mejor.

Entre los cambios por motivos económicos (sin dinero no se pueden contratar buenas producciones) y los que se hace por motivos ideológicos (¿ a quién le molestaban los informativos de Fran Llorente?) nuestra televisión pública nacional se ha quedado hecha unos zorros.

Algo parecido ha ocurrido en RNE. Hace unos días comía con una amiga experta en audiencias que me confesaba su expectación por los, entonces, próximos resultados del EGM. ¿Habría muchos cambios en la audiencia de la radio? Yo le decía que los cambios en las audiencias suelen ser lentos y en la primera ola casi no se recogen.

Pero esta vez el cambio en RNE ha sido tan drástico que las audiencias lo han reflejado a la primera. La prensa habla de batacazo, con pérdidas del orden del medio millón de oyentes, muy concentradas en sus programas estrella. El de la mañana pierde más de 300.000, el de la tarde más de 100.000..

¿Hacía falta cambiarlo todo si como consecuencia se pierde audiencia? La misión de un medio público no es captar audiencia pero cualquier medio, público o privado, sin audiencia se muere.

Si algo funciona: ¡cámbialo!

Estos días se está presentando la nueva programación de TVE y de RNE. Hay que elogiar los esfuerzos para hacer algo decente con un presupuesto menguante. Los medios públicos lo tienen complicado en un momento en el que, por la vía del ultraliberalismo rampante, se desprestigia todo lo público. La retirada de la publicidad de TVE fue un error grave del anterior Gobierno que éste, de momento, no parece que vaya a rectificar.

Me ha llamado la atención el hincapié que hace el nuevo equipo directivo en el liderazgo en los informativos, que ha mantenido TVE a lo largo de los últimos cinco años Creo que es un triunfo merecido, que espero que se mantenga. Pero ¿no es un poco extraño que, si se está tan satisfecho con los resultados se cambie de arriba a abajo a todo el equipo responsable?

Una de las primeras medidas que tomó el nuevo Presidente de la Corporación fue destituir al Director de Informativos. A partir de ahí se sucedieron cambios en todos los conductores de los noticieros, con la única excepción de Ana Blanco (a quien algunos llaman la incombustible; más de veinte años en su puesto en una empresa en la que los cambios son constantes). Me parece perfecto mantener a Ana Blanco pero ¿por qué no también a los otros profesionales responsables del éxito?

Un caso similar se produjo en RNE, ya en el mes de julio: los responsables de los mejores resultados de audiencia de la emisora pública en mucho tiempo fueron destituidos ¿por qué?

Yo soy oyente de RNE; me gustaba cómo lo hacía Juan Ramón Lucas por las mañanas. Le oía al venir hacia el trabajo. Esta semana ha empezado el programa su sustituto Manolo HH. Cuatro días son muy pocos para juzgar y tendremos que esperar para ver cómo se desarrolla el programa. De momento me parece acartonado y rígido.

Veo que Ignacio Corrales, el director de TVE, asegura que mantendrán la pluralidad en sus informativos. Eso espero. Hacer unos informativos sólo para los votantes fieles al partido del Gobierno tiene poco sentido, incluso desde el punto de vista político. No se necesita convencer a los convencidos.

Para hacer contenidos partidistas ya están las emisoras privadas, cada una con su orientación, muchas de ellas muy similar a la del actual Gobierno.

RNE cumple 75 años

Últimamente lo mas frecuente es hablar de cierres, de EREs o de concursos de acreedores, así que un cumpleaños tan especial como el 75 es una buena noticia.

RNE empezó a emitir desde Salamanca el 19 de enero de 1937 en plena Guerra Civil. Su papel fundamental en aquella época era transmitir los partes de guerra del bando que acabaría siendo vencedor. En la memoria de varias generaciones de españoles los informativos de la radio se siguieron llamando durante muchos años el parte. Todas las emisoras estaban obligadas a conectar con RNE y no podían emitir otras noticias.

Esa situación se mantuvo hasta octubre de 1977, ya iniciada la transición. Desde entonces han pasado muchas cosas y RNE pronto se convirtió en una emisora ejemplar que, con altibajos, ha demostrado la gran calidad de la radio pública.

Muchas de las grandes estrellas de la radio han surgido en RNE o han pasado por sus emisoras. Sé que me voy a olvidar de muchos, pero me vienen a la cabeza, Luis del Olmo, Alejo García, Julio César Iglesias, Juan Manuel Gozalo, Pepa Bueno, Pedro Piqueras, Magín Revillo, Jesús Hermida, Eduardo Sotillos…y tantos y tantos otros, hasta llegar a los Juan Ramón Lucas o Toni Garrido de estos días.

Yo hice mis primeros análisis de audiencia para RNE, cuando coincidí en el Gabinete de Investigación de Audiencia de RTVE con José Ignacio Wert, el actual Ministro de Educación (y con tantos otros grandes profesionales que he citado aquí alguna vez).

Toda mi familia ha estado relacionada en algún momento con RNE. Maxi, mi mujer, estuvo muchos años en el departamento de Régimen Interior, que venía a ser el armazón de la casa. Usúe, mi hija, trabajó varios años en Radio Exterior, antes de pasarse al mundo de los medios sociales y aún más, allí conoció a Carlos, su ya próximo marido.

Felicidades a RNE, la radio pública; muy entrañable para mí y muy próxima para millones de españoles.

Que nunca se repitan las circunstancias en las que se produjo su nacimiento.

El asedio

Una baja prolongada da para mucho.

Más aún si es a fecha (de comienzo) fija y de duración indeterminada.

Mi paso por el hospital fue tan breve que no me dio tiempo de nada. Ahora tengo la sensación de que estuve casi todo el tiempo medio anestesiado o disminuido por los calmantes.

Pero el primer día que llegué a casa empecé a leer El asedio, la última novela de Arturo Pérez Reverte.

Conocía a Pérez Reverte como corresponsal de guerra; supongo que todos le conocíamos de eso. Lo fue de forma brillante. Probablemente me lo había cruzado alguna vez por los pasillos de RTVE. Él fue profesor en el primer Máster de Radio de RNE y yo también; en aquella época teníamos amigos comunes.

Mi primer contacto con sus novelas se remonta a La tabla de Flandes, allá por 1990. La empecé con cierto reparo, (otro famoso que se mete en camisa de once varas), pero recuerdo que la devoré rápidamente; en seguida captó mi interés.

Y está claro que Pérez Reverte me ha seguido interesando desde entonces: veo que ésta de ahora hace la número catorce entre mis lecturas del autor en esos veinte años transcurridos.

Me ha pasado lo mismo con El asedio. Me enganchó desde el principio. Se trata de una novela de ambiente histórico: el asedio de Cadiz por los franceses durante el último periodo de la Guerra de la Independencia.

¿Se trata de una novela de género? Sí y no, como tantas del autor.

No se puede decir que no sea una novela histórica: la historia está ahí. El propio asedio, la redacción de la primera Constitución Española (la Pepa) y hasta su proclamación; el telón de fondo de la insurgencia latinoamericana, los negocios con América, tan importantes para la Cádiz liberal; las maniobras de los ingleses, aliados aquí, enemigos allí y tantos otros elementos importantes de aquel momento de la historia.

No se puede decir que no sea una novela policiaca: hay toda una trama de muertes de muchachas, ligadas con el estallido de las bombas lanzadas por los sitiadores franceses. Desde mi punto de vista la parte menos lograda de la novela. La trama tiene algunos elementos entre sobrenaturales y pseudocientíficos que no terminan de cuadrar ni siquiera cuando el asesino aparece por arte de birlibirloque.

Pero también es una novela de aventuras navales, uno de los terrenos en los que Pérez Reverte, que nunca ha ocultado su admiración por Patrick O’Brian, se muestra más cómodo

Y ¿por qué no? también es una gran novela de amor, aunque se trate de un amor que nunca termina de dar el paso definitivo.

Sin duda una gran novel que merece la pena leer.

Eso sí, una novela de más de 700 páginas, que se llevará por delante un buen número de horas del lector. No serán horas perdidas.

Juan Manuel Gozalo: se nos ha ido otro grande

El pasado fin de semana murió Juan Manuel Gozalo, uno de los grandes del periodismo deportivo en la radio española.

No soy un gran seguidor de los deportes por la radio, menos aún del fútbol, pero Gozalo era una de esas voces inconfundibles que marcaron un estilo en la radio española.

Un estilo sereno y reposado, con una capacidad de análisis y de crítica constructiva que ha escaseado en la radio española y que ahora costará seguramente encontrar.

Parece que tenía muchos amigos y estos días se está demostrando en otros medios y en los estadios donde se le rinde homenaje.

Como un signo de estos tiempos que corren, una persona como Gozalo había salido de RNE, su casa de toda la vida, como consecuencia del ERE que se ha llevado por delante a tantos buenos profesionales.

En los últimos años se refugió en Radio Marca.

Vaya desde aquí, este mi pequeño homenaje.

La audiencia de Jiménez Losantos

Sólo hace un par de semanas se puso en marcha esRadio, la nueva aventura empresarial de Jiménez Losantos.

Es muy pronto para saber cómo le van las cosas.

Y conociendo su extraordinaria fe en los estudios de audiencia, supongo que nunca llegaremos a saberlo del todo.

Pero según leo en PRNoticias ya hay gente que empieza a estar preocupada.

Se dice que están funcionando las descargas y la TDT. Bueno, de TDT sí hay datos y no son como para tirar cohetes. Y el público de Jiménez Losantos no creo que sea el que más descargas hace.

O sea que probablemente las cosas no van muy bien. Aunque superen las expectativas (el truco para esto, ya se sabe, es no plantearse unas expectativas muy altas).

Y es que los cambios de las grandes estrellas siempre son duros al principio. A veces no sólo al principio.

Hace ya muchos años, cuando yo todavía trabajaba en RTVE y se hacían las presentaciones con transparencias y retroproyector, me invitaron a una mesa redonda sobre radio en los Cursos de Verano de El Escorial.

Entre otras cosas hice en mi charla una broma (con datos reales) sobre los cambios de cadena de las estrellas de la radio.

La llamé el coeficiente 2,38.

Los datos eran estos: cuando Luís del Olmo, el patriarca de todas las estrellas de la radio, abandonó RNE para irse a la COPE su audiencia se dividió por 2,38. Cuando, poco tiempo después, José María García se trasladó de la SER (la ser antigua de los Garrigues y los Fontán) a una incipiente Antena 3 Radio su audiencia se dividió por 2,38.

O sea que en los dos casos su audiencia, con datos EGM, se quedó en un 42%, o, dicho de otra manera, en los primeros avatares del cambio se dejó un 58% de su audiencia anterior.

Lo que ocurre después, depende de cada caso, de la evolución de la cadena y de la del propio comunicador.

Evidentemente, que en los dos casos la audiencia se dividiera por 2,38 es una casualidad; que en los cambios pierde audiencia el comunicador (y casi siempre la cadena abandonada) es una regla que se ha ido refrendando con los sucesivos cambios.

Ocurrió cuando Luís del Olmo dejó la COPE por Onda Cero y cuando dejó Onda Cero por Punto Radio. Volvió a ocrrirle a José María García cuando se fue de Antena 3 Radio a la COPE o al fallecido Antonio Herrero cuando hizo ese mismo cambio.

Y seguirá ocurriendo, aquí es muy fácil hacer profecías y acertar, siempre que un comunicador estrella cambie una cadena grande por otra menor. Casi siempre suele ser por razones económicas, cuando se renegocia un contrato y la estrella se considera imprescindible para su cadena.

La charla de El Escorial, aparte de las bromas, no debía de ser mala. Claudio Martínez, entonces Director de Marketing de la SER y, sin duda, la persona que más ha sabido (y sabe, pero ya está fuera de esto) de marketing de radio, me la pidió varias veces.

Siento no encontrarla ahora (se perdería en algun traslado o en algún cambio de ordenador) porque me gustaría ver si sigue vigente alguna de las otras cosas que dije entonces.

Volviendo al tema inicial, supongo que tanto Jiménez Losantos como la COPE van a tener en los próximos meses menos audiencia de la que tenían antes de su ruptura de relaciones.

Veo que la otra aventura radiofónica de la Iglesia Católica, Radio María, que pretendía mantenerse sólo con los donativos de sus oyentes, también tiene serias dificultades.

Sin duda no están los tiempos para este tipo de aventuras.

Pasión por el cine

Ayer estuve en el cine. Eso sí, gratis, invitado por el Grupo GPS; en concreto en este caso por la revista Mía.

Se trata de una magnífica idea multimedia, de la que ya hablé en otra ocasión.

Se desarrolla al menos en cuatro medios: Revistas que patrocinan y ligan al menos un título a cada evento; Radio, con la participación del programa El séptimo vicio de RNE, cuyo Director Javier Tolentino, presenta y modera los coloquios, Cine, protagonista del acto, e Internet, donde podemos encontrar el blog Pasión por el cine, que dirige José Manuel Serrano Cueto, muy activo también en redes sociales.

Los eventos Dialogue cinema suelen constar de dos películas y un coloquio intermedio.

Ayer se trataba el tema de la comida y pudimos ver dos películas excelentes, además de muy entretenidas: Comer, beber, amar, de Ang Lee y American Cuisine de Jean-Yves Pitoun . Además vimos un corto Y de postre ¿qué?, de dos jóvenes directores españoles.

El cine estaba casi lleno, pese a la competencia del fútbol.

A principios de julio se clausurará la temporada con una temporada sobre cine infantil.

Hablando de cine: hoy se publica en varios diarios un estudio sobre el cine español y su percepción por los españoles.

Sorprendentemente, la visión no es tan negativa como los comentarios habituales en este blog, y en otros sitios, podrían hacer pensar.