¿Por qué lloras?

GTRES

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No existe padre que no se lo haya preguntado alguna vez sosteniendo a su bebé en brazos. Hay niños que lloran muy poco, hay padres con una intuición especial para saber qué les molesta (algo que en todos va mejorando), pero todos nos hemos visto alguna vez ante nuestro hijo pequeño intentando averiguar si le molesta el pis, llora por sueño, por hambre, por una pesadilla, si tiene gases, le duele algo que es incapaz de decirnos…

No es una situación agradable. Nunca hay que perder los nervios, pero a veces es difícil. «¡Ojalá hablaras ya para decirme qué te pasa!» es algo que diría que todos hemos pensado en momentos así.

Y por suerte los bebés se transforman antes de lo que creemos en niños que nos dicen lo que les pasa en la mayoría de los casos. Pronto empiezan a señalar la parte del cuerpo que les duele o a contarnos ese sueño terrible.

No siempre es así. Jaime tiene siete años y apenas dice unas pocas palabras. Aún es incapaz de decirnos si le duele o dónde le duele. En noches como ésta, en la que se despierta quejándose, suponemos que la culpa es de un mal sueño pero no lo podríamos jurar. Y tampoco le podemos consolar, no le podemos explicar que los monstruos que llegan a sus sueños nunca le van a alcanzar.

Por suerte esa intuición que se tiene con los bebés cuando aún no hablan va creciendo y conoces bien en cada momento lo que le puede estar pasando. Pasas a tener una relación en la que las palabras, aunque siempre añoradas, han sido superadas por una conjunción de experiencia, amor y empatía. Por suerte también van llorando menos. Por suerte van desarrollando otros recursos para hacerse entender. Por suerte después de tantos años ya no desesperas ni te pones nervioso.

Por suerte seguimos andando firmemente por el camino de hacerle feliz.

8 comentarios

  1. Dice ser mac

    Pues sí, es un gusto cuando te pueden contar lo que les pasa.

    Pero cuando tienen como dos-tres-cuatro años, también a veces por cualquier tontería lloran y a partir de ahí, lloran por todo sin motivo aparente… hoy mismo mi hijo lloraba a moco tendido por que no le he abrochado un corchete del abrigo…………

    13 febrero 2014 | 09:49

  2. Dice ser óscar

    Mucho ánimo y nunca tiréis la toalla. Mi hijo también tiene TEA y hasta los 4 años apenas decía 2 palabras. Ahora con 5 y medio ya habla bastante y repite casi todo lo que digas que repita. He conocido casos por otros padres en la misma situación, de niños que empezaron a hablar con 8 y 9 años. Trabajar con ellos a diario es la clave.Y enseñarles las cosas de la vida y luchar por ellos día a día sin pausa.

    Cuando él tenía 2 años me dieron el diagnóstico y desde entoces mi vida y la de mi mujer gira exclusivamente en sacarlo hacia delante y que no le falte de nada. El mejor activo que tienen estos niños somos nosotros, sus padres.

    13 febrero 2014 | 10:38

  3. Dice ser elena

    Buf madre reciente, cada vez que escribes post asi se me pone un nudo en el estomago y te admiro de la forma en que llevas, el problema, enfermedad, (no se como se califica) de Jaime. Mi pequeño tiene 9 meses y llora muchísimo. Todavía no es capaz de decirnos que le pasa, aunque la mayoría de las veces lo podemos intuir porque ya lo conocemos.Hay otras muchas que somos incapaces de saber que le pasa. Y es desesperante, intentar consolarlo pero no se calma de ninguna manera, en esos momentos me siento la peor madre del mundo por no saber calmar a mi bebe y por no saber que le pasa. Estoy deseando que se pueda comunicar mejor para poder saber siempre lo que le pasa. No quiero ni imaginarme lo que tiene que ser tener un niño con 7 años y que no puedas saber lo que le pasa y que él no sea capaz de decirtelo, una situación muy dificil, Como te he dicho antes te admiro.

    13 febrero 2014 | 10:52

  4. Dice ser Almudena

    Que camino tan difícil. Cuantas cosas se nos escapan cuando no convivimos con la discapacidad. Sabes que un niño autista tiene problemas para comunicarse, pero nunca se me había ocurrido que no sabe decir que algo le duele. Ni cuantas cosas no le puedes explicar. Me impresionó mucho también cuando contaste que no tiene conciencia del peligro y que las medidas de seguridad para bebes no valen con un niño mayor. Son tantas cosas en el día a dia. Seguro que también muchas alegrias, mis hijos tienen una amiguita con paráliis cerebral, un encanto de niña siempre sonriente y alegre, y sus padres dicen que a pesar de los muchísimos problemas pues les recompensa el cariño que reciben. Se que esto es un tópico, pero creo que tambien es una realidad.

    En cuanto a saber porque lloran los bebés, un consejo, ante el llanto inconsolable, siempre desnudar al niño completamente, es raro, pero se han dado casos de niños que se les ha enredado un hilo de la ropa en un dedito del pié e incluso en el pene.

    Y tambien cuando son mayores, a veces tampoco sabes muy bien porque lloran. Mis hijos ya tienen 8 años y a veces se ponen a llorar por una aparente tonteria y no pueden parar, y no saben explicar muy bien por qué o les da vergüenza hacerlo. O simplemente les sirve para descargar tensiones.

    13 febrero 2014 | 10:59

  5. Dice ser Jacinto Soritel

    Ojalá y futuro no se llevan bien, lo digo por el titular de portada.

    13 febrero 2014 | 12:00

  6. Dice ser mari mar

    Por suerte, no sólo las palabras no ayudan a comunicarnos.

    El lenguaje corporal y el lenguaje emocional es tanto o más importante. Por lo que quizás Jaime, logre comunicarse con los que le aman, más que cualquier otra persona que no tenga ningún problema de dicción, pero que son «sordos y mudos emocionales».

    13 febrero 2014 | 12:09

  7. Dice ser Almudena

    Jacinto Soritel, «hablaras» no es futuro, es prtérito imperfecto del subjuntivo. Y uno de sus usos es para expresar cosas que no se pueden cumplir, como en este caso, un bebé pequelo no puede hablar. El futuro sería «hablarás», con tilde en la última a.

    13 febrero 2014 | 12:45

  8. Dice ser Cris

    Admiro profundamente el trabajo de fondo que tenéis con vuestro hijo. Cuando leo cosas como las de hoy se me encoje el alma y pienso en mis hijos y en lo mucho que les quiero, son mi vida. Ese amor que recibes de ellos es vital para una madre y más en vuestro caso y en el de tantos padres como vosotros, con hijos que necesitan mucha más ayuda para avanzar en cosas que para los demás son menos complicadas (no quiero utilizar la palabra «fácil» porque pienso que educar a nuestros hijos nunca lo es). Cada día es un reto que hay que ir superando y esos pequeños avances son la recompensa que recibes. Su sonrisa, una palabra bonita… Ese lenguaje corporal que mencionáis vale mucho.
    Me encanta leer tu blog, se ve el amor que hay detrás…

    13 febrero 2014 | 12:53

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