El lado oscuro de las palabras: once indicadores estratégicos de la mentira

Envidia_Envy_Eyes_dont_lie_(4254867826)Las palabras que utilizamos, o no, en un discurso también nos ofrecen una doble interpretación muy interesante, mejor dicho, fundamental para la tarea por ejemplo de detectar mentiras, o de al menos saber que alguien no nos está diciendo toda la verdad. La técnica del análisis de contenido se basa en que los seres humanos nos comunicamos de forma diferente cuando narramos algo que hemos visto de cuando narramos algo que nunca hemos presenciado y lo estamos inventando a conciencia. El contenido de un mensaje por sí mismo contiene ciertos indicios que pueden revelar si el relato es verdadero o falso. Y sobre todo, lo más importante, es detectar cambios, un cambio en el lenguaje revelará un cambio en la realidad.

Vamos a ver algunos usos concretos del lenguaje que determinan la credibilidad o no de un testimonio:

  • Usar el pronombre ‘Yo’: la persona sincera lo utilizará. Si evita su uso, habrá que profundizar, puede ser que la persona no este comprometida con lo que dice.
  • El tiempo verbal: El tiempo pasado, en una declaración sincera, será la norma, puesto que lo que se relata es un hecho ya ocurrido. Pero ojo cuando se habla en pasado, por ejemplo en casos criminológicos, para referir a una persona que solo está desaparecida, es una alarma que nos debe llamar la atención.
  • Repetir la pregunta (esta es mi favorita): Ante una pregunta sencilla, la persona la repite parcial o totalmente, como si no nos hubiese escuchado o entendido. Esto es porque ante una pregunta sorpresiva, la mente necesita tiempo (décimas de segundo) para articular una respuesta no comprometedora.
  • El mentiroso creará incertidumbre haciendo uso de adjetivos y adverbios modificadores: «la mayor parte de las veces», «una especie de», «hasta donde yo pueda saber», etc.
  • Reticencia: El mentiroso deja incompleta una frase intentando dar a entender el sentido de lo que no se dice, por ejemplo, «fui allí y cuando llegué… ya sabes…»
  • Distanciamiento del hecho: También intentarán quitar importancia a la falta cometida. Evitan, así, usar palabras duras o emotivas, tales como, “robo” o“asesinato” y sustituyen los hechos por adjetivos y expresiones suaves como “suceso”, “lo que pasó”o “eso”.
  • descargaUso de generalizadores: En las personas que no están siendo del todo sinceras podemos identificar un mayor uso de palabras que implican generalidad: “Todo”, “ninguno”, “nunca”, “cada uno”, “siempre», etc.
  • Evasivas: Aparecen en las mentiras de ocultación para evitar contestar a una pregunta directa. Dirige la pregunta a circunstancias distintas de las que se trata. Las evasivas incluyen reducciones, confusiones, perdidas de memoria, generalizaciones y estimaciones inexactas.
  • El tiempo que falta: Señalado por palabras como “después”, “más tarde”, “después de”. Están indicando que algo se ha omitido.
  • Justificarse innecesariamente (excusa no pedida, acusación manifiesta): Cuando nos sentimos culpables por una u otra razón, o porque estamos nerviosos porque queremos demostrar nuestra inocencia tendemos a justificarnos innecesariamente. Si alguien siente la necesidad de explicar algo que no hemos preguntado, debe existir alguna razón.
  • Exceso de palabras cultas o refinadas: El uso demasiado formal o poético, que no se usa en conversaciones diarias, persiguen adornas o disfrazar el discurso para impresionar al oyente, hacerle más creíble, y alejarse de la sospecha de que fuese un malhechor.

¿No os suenan muchas de estas pautas en discursos o ruedas de prensa de numerosos políticos? Desgraciadamente, así es, en pocas declaraciones no detecto alguno de estos indicadores que ahora vosotros también podréis identificar. Como veis, saber de comunicación no verbal y detección de la mentira abre una puerta a la cruda realidad…

 

 

4 comentarios

  1. Dice ser Hamilton

    Increíble que se pueda saber más por lo que no contamos que por lo que contamos….

    15 abril 2016 | 10:19 am

  2. Dice ser Victor S.P:

    Es tan complicado confiar en la gente. En determinadas circunstancias hasta te vale un gesto para poder echar el reto. En otras ocasiones ni tan siquiera un discurso bien medio podría salvar un prejuicio acusador. No sé si será bueno analizar o hacer todo lo contrario. Ir con un detector de verdades o mentiras le quita tanto compromiso o naturalidad a la conversación o a los prolegomenos de cualquier relación. Los habrá que serán expertos, de esos que son capaces de envolverse en la opacidad de un bagaje para edulcorar apariencias o realidades.

    En un submundo tan turbio, hasta la media verdad resulta convincente. No es agradable pensar de esa forma, o amoldarse a una doble lectura, o a una rutina tan desesperante. Aunque visto desde el lado positivo, tal discriminación nos sirve para reconfortar y apuntalar un carácter o un itinerario que desde siempre aúna una zona confort de todo punto envidiable.

    «Nunca una media verdad podrá ocupar un espacio que no existe»

    15 abril 2016 | 10:28 am

  3. Dice ser Ángel

    Mucho cuidado, los indicadores que mencionas son más bien de vacilación, que aunque pueden deberse a un intento de ocultar la verdad, también pueden denotar distracción, confusión, aburrimiento o cansancio.

    Muchas veces se producen discusiones y peleas por malinterpretar un gesto involuntario, hay que tener en cuenta que la comunicación gestual no es universal, a diferencia de lo que muchos creen.

    15 abril 2016 | 12:49 pm

  4. Dice ser C

    una imagen vale más que mil palabras y las palabras te dan imágenes a veces distorsionadas.

    en el primer punto sobre el «yo» que se utiliza, te refieres sólo al castellano, porque en otros idiomas (inglés, alemán, sueco…) existe el «yo» delante en cualquier acción verbal.
    se suele utilizar el «yo» para reforzar la acción, pero tambien puede ser síntoma de un ego exagerado. y volvemos a lo mismo: tiene más ego un inglés que un español?

    16 abril 2016 | 12:15 pm

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