Entradas etiquetadas como ‘anécdotas de reyes’
Alfred López 12 de noviembre de 2015
Explica Carlos Fisas en su interesantísimo libro ‘Historias de reyes y reinas’ la curiosa anécdota de cuando el rico comerciante Juan Daens concedió un préstamo económico al rey Carlos I de España (y V de Alemania), tras la solicitud de dinero a éste por parte del monarca.
Tras cerrar el trato se decidió celebrar un banquete en la casa que el prestamista tenía en Amberes, por lo que el soberano se trasladó hasta allí, siendo agasajado con todo tipo de manjares.
Al finalizar la opípara comida, Juan Daens hizo llamar a su criado quien se presentó portando una bandeja que contenía varios trozos de madera perfumada la encendió y tras sacar el recibo en el que figuraba el préstamo concedido al rey lo quemó mientras pronunciaba las siguientes palabras:
‘Gran Señor, después de hacerme el honor de comer en mi casa, nada me debéis’
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog

Curiosidad que forma parte del libro “Ya está el listo que todo lo sabe” (366 curiosidades para descubrir el porqué de las cosas cada día) de Alfred López publicado por Editorial Léeme Libros.
Compra el libro online y recíbelo a través de un mensajero en tan solo 24 horas y sin pagar gastos de envío: http://latiendadeleemelibros.bigcartel.com/product/ya-esta-el-listo
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Tags: Amberes, anécdota, Anecdotario, anécdotas de reyes, anécdotas históricas, Carlos Fisas, Carlos I, Carlos I de España, Carlos I de España V de Alemania, Carlos V, deuda saldada, historia, Historias de reyes y reinas, Historias de reyes y reinas de Carlos Fisas, Juan Daens, La deuda saldada de Carlos I, prestamista, préstamo, saldar la deuda | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 03 de febrero de 2015
Como era costumbre en la época, a Enrique de Borbón (heredero al trono de Navarra) le concertaron un matrimonio de conveniencia con Margarita de Valois, hermana del rey Carlos IX de Francia. El joven príncipe se casó en contra de su voluntad y no sentía ningún tipo de atracción por la que sería su esposa a partir del 18 de agosto de 1572, día en el que se celebró la solemne ceremonia en el atrio de la Catedral de Notre Dame de París,
Desde el primer momento el esposo, que fue coronado ese mismo año como Enrique III de Navarra, se sintió desdichado y decidió buscar consuelo en el lecho de otras mujeres.
El monarca fue infiel a su esposa con numerosas cortesanas y en 1589, poco antes de ser coronado rey de Francia como Enrique IV, Enrique de Borbón y Margarita de Valois se separaron tras 17 años de infeliz matrimonio.
En el 1600 Enrique se casó en segundas nupcias con María de Médici con la que tampoco se sentía plenamente feliz y a la que también fue infiel en numerosísimas ocasiones, llegando la noticia hasta oídos del confesor real que decidió finalmente tomar cartas en el asunto y reprochar las aventuras extraconyugales al monarca.
Por mucho que intentó explicar al religioso su desdicha y motivo por el que cometía el adulterio, el confesor desaprobaba dicha conducta sermoneándolo continuamente, hasta que al rey se le ocurrió un plan perfecto para hacerle entender sus motivos: invitarlo a comer.
Se dispuso una gran mesa en la que se le sirvieron, uno detrás de otro, platos únicamente cocinados con perdiz. Pero llegó un momento en el que el religioso parecía estar cansado de comer todo el rato lo mismo, por lo que el monarca le preguntó si no era de su agrado la comida y el confesor contestó algo angustiado:
«Majestad… siempre perdiz…»
A lo que el rey replicó:
«¡Siempre reina!»
Enrique de Borbón no tuvo hijos con su primera esposa, seis con la segunda y se le atribuyen once hijos ilegítimos nacidos de sus múltiples infidelidades.
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Fuentes de consulta: Del hecho al dicho de Gregorio Doval / Curistoria
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Tags: ¡Siempre reina!, amante del rey, anécdota, Anecdotario, anécdotas de reyes, atrio, atrio de la Catedral de Notre Dame de París, Carlos IX, Carlos IX de Francia, catedral, Catedral de Notre Dame de París, confesor del rey, Curiosidades de Reyes, Enrique de Borbón, Enrique III, Enrique III de Navarra, Enrique IV, Enrique IV de Francia, Francia, heredero al trono, infidelidades del rey, La excusa perfecta de Enrique de Borbón ante sus infidelidades, La excusa perfecta de Enrique de Borbón ante sus infidelidades [Anécdota], Majestad... siempre perdiz..., Margarita de Valois, María de Médici, matrimonio de conveniencia, Navarra, Notre Dame de París, perdiz, perdiz cocinada, platos de perdiz, reina, rey, Rey de Francia, rey de Francia y Navarra, Rey de Navarra, rey infiel, siempre perdiz, trono de Francia, trono de Navarra | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades de la alimentación, Curiosidades de París, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 23 de octubre de 2014
Cuentan las crónicas que doña María Manuela Kirkpatrick, condesa de Montijo, acudía a todos los actos sociales que se celebraban con el propósito de ‘colocar’ a sus hijas Francisca y Eugenia.
Fue en una de esas recepciones celebradas en el Palacio del Elíseo, en 1849, donde consiguió que Napoleón III (en aquellos momentos Presidente de la República Francesa) fijase sus ojos en su benjamina Eugenia, quedando prendado de ésta.
En un encuentro posterior, el maduro pretendiente quiso ir un poco más allá con la joven, a la que llevaba 18 años de diferencia, por lo que le pregunto por el camino para llegar hasta su alcoba. Fríamente y sin inmutarse Eugenia de Montijo contestó:
«Por la iglesia»
Y parece ser que tal respuesta le funcionó a la muchacha, debido a que el 30 de enero de 1853, él ya siendo Emperador de los franceses, contrajeron matrimonio.
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Tags: anécdota, Anécdota de emperadores, anécdotas, anécdotas de reyes, condesa de Montijo, El camino hacia la alcoba con un poco de rodeo [Anécdota], Emperador de Francia, Emperador de los franceses, Emperatriz, Emperatriz Eugenia de Montijo, Eugenia de Montijo, María Manuela Kirkpatrick, Napoleón III, Palacio del Elíseo, Presidente de la República Francesa | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 12 de agosto de 2014
Conocidas fueron las andanzas de Juan de Tassis Peralta, II Conde de Villamediana, célebre poeta y Correo Mayor del rey Felipe IV, quien llevaba una vida totalmente disoluta, saltando de cama en cama y sin hacerle ascos a ningún tipo de ‘partenaire’ a la hora de realizar sus encuentros sexuales.
Sus amantes (en su mayoría mujeres de alta alcurnia) se contaban por docenas y famosa era la cabezonería del señor conde por conseguir encamarse con quien a él se le encaprichaba.
Muchas son las leyendas e historias que circulan alrededor de la figura de este insigne caballero, algunas siendo de lo más descabelladas (*).
Pero hay una a la que la mayoría de expertos e historiadores le dan una fiabilidad casi al 100% y es la que explica el origen de la expresión ‘Picar muy alto’.
Resulta que Juan de Tassis se había encaprichado (algunos dicen que enamorado) de la joven reina de España, Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV.
Por aquel entonces, el conde que doblaba en edad a la reina, se había convertido en uno de los personajes más populares de la corte, por lo que no había evento o festejo al que no fuese invitado.
Con motivo de las celebraciones del cumpleaños de Felipe IV, se organizó un festejo taurino en el que el conde rejoneó, haciendo una gran faena y por la que fue alabado por el público presente, muy especialmente por una entusiasmada reina que elogió lo bien que Juan de Tassis había picado al toro. Este comentario motivó que el rey le dijese a su esposa (y presentes) una frase que ha pasado a la historia: ‘Pica bien, pero pica muy alto’.
A partir de aquel momento la expresión ‘Picar muy alto’ se convirtió en sinónimo de tener mucha ambición o grandes pretensiones.
(*)Entre las descabelladas historias (o leyendas) que existen en torno al insigne Juan de Tassis está la que explica que en cierta ocasión el conde se encaprichó de una de las amantes del rey (de las muchas que éste tuvo) pero ésta era inaccesible, por lo que, con tal de tenerla entre sus brazos aunque solo fuera unos instantes, una noche que estaba en el teatro le prendió fuego al edificio y la salvó de entre las llamas portándola en volandas.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones
Nota importante:
Tanto este blog, su autor, como la web en la que se encuentra alojado (20minutos.es) mantienen por convicción propia y como línea editorial el no fomentar ni apoyar la tauromaquia. Ello no exime, al mal llamado ‘arte’, de haber proporcionado un sinfín de interesantes anécdotas y/o curiosidades a lo largo de la historia siendo dignas de su publicación en esta página, sin que esto pueda representar un cambio de actitud hacia la misma.
Tags: amante, amante de la reina, anécdota, Anecdotario, anécdotas de reyes, anécdotas históricas, Felipe IV, festejo taurino, historia, II Conde de Villamediana, Isabel de Borbón, Juan de Tassis, Juan de Tassis Peralta, La curiosa anécdota tras el origen de la expresión ‘Picar muy alto’, Pica bien pero pica muy alto, picador, picar alto, Picar muy alto, promiscuo, rejoneo, tauromaquia, tener grandes pretensiones, tener mucha ambición | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades con animales, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes, El origen de...
Alfred López 13 de junio de 2014
Conocido era el carácter tosco y, muy a menudo, desagradable del rey Jorge II de Gran Bretaña y su difícil relación con el resto de la Corte. A pesar de ello intentaba comportarse como un padre cariñoso (aunque recto y autoritario) de sus ocho hijos (tuvo nueve con su mujer Carolina de Brandeburgo-Ansbach, pero uno murió al año de nacer).
También se le tenía como un hombre fogoso y apasionado, aunque no solo con su esposa, ya que contó con un buen número de amantes (con Amelia Sofía de Wendt, condesa de Yarmouth, tuvo un hijo), aunque de todas las mujeres a las que amó extraconyugalmente su preferida fue Mary Howard, condesa de Deloraine.
Esta vivía en el Palacio de Kensington junto a la Familia Real, ya que se ocupaba de ser la dama de compañía de las hijas del rey.
El romance entre Lady Deloraine y el monarca era un secreto a voces y a pesar de que la reina consorte era conocedora de esos devaneos hacía la vista gorda como si ignorase el asunto.
Una tarde de octubre de 1742, mientras la condesa de Deloraine jugaba una partida de cartas con algunos miembros de la Familia Real, una de las damas de la corte apartó sin querer la silla en la que se encontraba sentada con tal mala fortuna que la hizo caer de culo al suelo.
Todos los presentes quedaron enmudecidos excepto Jorge II que se echó a reír jocosamente. Esto enfureció a la amante del monarca quien, tras incorporarse, se dirigió hasta donde estaba sentado el rey y le quitó bruscamente la silla, provocando con ello que cayese estrepitosa y dolorosamente al suelo, soltando a continuación una sonora carcajada. Tras esto, la condesa salió enfurecida de la sala de estar, pero esa sería la última vez que sus pies pisarían el palacio, ya que al rey no le hizo ni pizca de gracia que Lady Deloraine lo tirada al suelo y mucho menos que se riera de él, por lo que la repudió como amante y mandó echarla de Kensington sin poder volver nunca más.
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog

Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López publicado por Editorial Léeme Libros.
Compra el libro online y recíbelo a través de un mensajero en tan solo 24 horas y sin pagar gastos de envío: http://latiendadeleemelibros.bigcartel.com/product/vuelve-el-listo-que-todo-lo-sabe
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Tags: amante de Jorge II, amante del rey, amante del rey Jorge II, Amelia Sofía de Wendt, Amelia Sofía de Wendt condesa de Yarmouth, anécdota, anécdota de Jorge II, Anecdotario, anécdotas de reyes, Carolina de Brandeburgo-Ansbach, condesa de Deloraine, condesa de Yarmouth, Cuando Jorge II repudió a su amante por reírse de él [Anécdota], Familia Real, Familia Real británica, Jorge II, Jorge II de Gran Bretaña, Kensington, Lady Deloraine, Mary Howard, Mary Howard condesa de Deloraine, Palacio de Kensington, rey, Rey Jorge II, reyes | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades de Londres, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 03 de junio de 2014
Durante el mandato de Napoleón Bonaparte como Emperador de los franceses, se pintó un banco que se encontraba en los jardines del Palacio de las Tullerías (por aquel entonces residencia imperial). Para evitar que su amada Josefina o alguna de sus damas de compañía pudiesen manchar sus vestidos al sentarse por un descuido ordenó colocar a un soldado de guardia con el propósito de avisar a quien quisiera sentarse de que la pintura todavía estaba fresca.
La anécdota curiosa de esta historia surge cuatro décadas después, cuando la granadina Eugenia de Montijo (por aquel entonces emperatriz del Imperio francés tras haberse casado en 1853 con Napoleón III) se instaló en el Palacio de las Tullerías y paseando un día por sus jardines se percató que había un soldado de guardia frente a un banco.
Tras observar durante varios días seguidos que dicho asiento siempre estaba vigilado por alguno de los soldados del palacio se interesó por el asunto, descubriendo que aquella orden dada por Napoleón I cuarenta años atrás nadie se había ocupado de anularla, por lo que con el transcurrir del tiempo aquel lugar de guardia se había acabado institucionalizando.
Evidentemente, Eugenia de Montijo mandó derogarla y a partir de aquel momento el banco dejó de estar inútilmente vigilado.
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Fuente de la imagen: Cuadro ‘El jardín de las Tullerías’ de Maurice Prendergast (1895) Wikimedia commons

Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López .
Compra el libro online a través de Amazon: https://www.amazon.es/Vuelve-listo-que-todo-sabe/dp/8415589379
Tags: anécdota, Anecdotario, anécdotas de reyes, banco recién pintado, banco recién pintado en la Tullerías, El Anecdotario, El jardín de las Tullerías, El jardín de las Tullerías de Maurice Prendergast, Emperador, Emperador de Francia, Emperador de los franceses, Eugenia de Montijo, Francia, Jardines de la Tullerías, jardines del Palacio de las Tullerías, Maurice Prendergast, Napoleón Bonaparte, Napoleón I, Napoleón III, Palacio de las Tullerías, París, residencia imperial francesa, Tullerías, Vigilando un banco recién pintado durante 40 años [Anécdota] | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades del Mundo, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 15 de abril de 2014
Se cuenta que durante una cacería, el rey Alfonso XIII decidió permanecer un rato sentado a la sombra de un árbol para así poder descansar un poco, mientras sus compañeros de la partida de caza continuaron con la actividad.
Poco después se paró frente a él un campesino que estaba de paso, quien le preguntó al monarca si era verdad que por allí andaba el rey y de ser afirmativo le podía indicar quién era, pues le gustaría conocerlo personalmente.
Alfonso XIII se incorporó y pidió a aquel hombre que lo acompañara hasta donde se encontraba el resto de cazadores de la montería y podría averiguar quién era el rey porque todos los presentes estarían con sus cabezas descubiertas menos él.
Al alcanzar al resto de la partida, todos se descubrieron ante el rey a excepción del campesino.
«Ahora ya sabe usted quién es el rey» comentó Alfonso XIII
A lo que el hombre contestó:
«Una de dos. O es usted o soy yo, porque somos los únicos que seguimos con el sombrero puesto»
Lee y disfruta de más anécdotas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Tags: Alfonso XIII, Alfonso XIII anécdota, anécdota, anécdota de Alfonso XIII, Anecdotario, anécdotas de reyes, cacería, Curiosidades de Reyes, La curiosa anécdota de Alfonso XIII y cómo reconocer a un rey, montería, rey Alfonso XIII | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 23 de enero de 2014
Una de las cosas más terribles que le puede ocurrir a un ser humano es la pérdida de un hijo, convirtiéndose en uno de los mayores dolores y angustias que alguien puede vivir. Y así es como lo sintió el rey Luis VI de Francia cuando, el 13 de octubre de 1131, un fortuito accidente hizo que Felipe, su hijo primogénito, falleciese a la edad de 15 años.
La causa de tal terrible accidente se debió a la culpa de un cerdo que se cruzó en su camino mientras el joven delfín heredero al trono cabalgaba con su caballo encabezando un grupo de jinetes, provocando una fatal caída que tuvo como consecuencia la muerte del muchacho.
Según consta en las crónicas de la época, el padre pasó los siguientes cuatro días llorando amargamente, siendo el 17 de octubre cuando se celebró el funeral de Estado en memoria del príncipe fallecido.
A pesar de que el reino tenía otros graves problemas, la primera medida que tomó Luis VI, tras el fallecimiento de su hijo, fue dictar un edicto por el que prohibía la libre circulación de cerdos por las calles de París (algo muy habitual en la Edad Media), salvo una sola excepción: la de los puercos pertenecientes a la abadía de Saint-Antoine, ya que estaban considerados como siervos de designación divina.
Lee y disfruta de más anécdotas como esta en el apartado Anecdotario de este blog

Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López.
Compra el libro online y recíbelo cómodamente a través de Amazón: http://amzn.to/2CbI1Cw
Fuente de la imagen: lecerclemedieval
Tags: abadía de Saint-Antoine, accidente a caballo, accidente del principe, anécdota, anécdotas de reyes, caballo, cerdo, cerdos de la abadía de Saint-Antoine, Delfín al trono de Francia, designaciín real, edad media, edicto porcino, edicto real, el edicto porcino, Luis VI, Luis VI el Gordo, Luis VI y el curioso edicto porcino [Anécdota], Principe heredero, Rey de Francia, siervos de designación divina | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades con animales, Curiosidades de París, Curiosidades del Mundo, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 26 de diciembre de 2013
Sobradamente conocida fue la actitud escéptica que mostró en numerosas ocasiones el rey Enrique VII respecto a las supersticiones medievales y, sobre todo, a las ‘predicciones’ que realizaba un prestigioso astrólogo de la época (finales del siglo XV y principios del XVI) que se vanagloriaba de ser muy certero en cuestiones de política real.
En cierta ocasión el rey mandó llamar al astrólogo y una vez en su presencia quiso ponerlo a prueba, haciéndole ver que él mismo sería capaz de realizar una predicción que el adivino no sería capaz de hacer.
Ante la pregunta del rey de si sabía dónde iba a pasar las próximas Navidades, el astrólogo permaneció callado sin saber qué contestar. Inmediatamente añadió Enrique VII que sin embargo él sí sabía donde las pasaría el que se las daba de experto pronosticador.
Ante la mirada atónita del astrólogo, el rey contesto con rotundidad:
«En la Torre de Londres»*
*Cabe señalar que durante el reinado de Enrique VII (fundador de la Dinastía Tudor) la Torre de Londres comenzó a utilizarse como prisión.
Lee y disfruta de más anécdotas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Fuente de consulta: Las anécdotas de la política de Luis Carandell (Ed. Planeta)
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Tags: adivino, Anecdotario, anécdotas, Anécdotas de la monarquía, anécdotas de reyes, astrólogo, Dinastía Tudor, Donde pasaría las navidades el astrólogo del escéptico Enrique VII [Anécdota], Enrique VII, Escepticismo, Escepticismo de Enrique VII, Escepticismo del rey, Escepticismo real, escéptico, Los Tudor, Rey Enrique VII, torre de londres | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades de Londres, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes
Alfred López 19 de diciembre de 2013
El 8 de octubre de 1881, durante la inauguración de la línea férrea que unía las capitales de Madrid y Lisboa, con paso por Cáceres, el rey Alfonso XII tuvo un despiste a la hora de pronunciar unas palabras, en las que vitoreó a la ciudad de Cáceres.
Rápidamente fue advertido de su error, ya que no era ciudad sino villa, a lo que el monarca muy digno contestó:
«Pues desde hoy es ciudad»
Y así fue, ya que pocos meses después, el 9 de febrero de 1882, Alfonso XII ratifico sus palabras y nombró oficialmente ciudad a la hasta entonces villa de Cáceres.

Curiosidad que forma parte del libro “Ya está el listo que todo lo sabe” (Una curiosidad para cada día del año) de Alfred López
Compra el libro a través de los siguientes enlaces: https://www.amazon.es/dp/841558914X (para España) | https://www.amazon.com/dp/841558914X/ o https://www.createspace.com/7085947 (desde fuera de España)
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Tags: Alfonso XII, anécdotas de reyes, Cáceres, Ciudad de Cáceres, El despiste de Alfonso XII que convirtió a la villa de Cáceres en ‘ciudad’ [Anécdota], ferrocarril Madrid-Lisboa, inauguración de la línea férrea, Línea férrea Madrid-Lisboa, Madrid-Lisboa, rey, Villa de Cáceres | Almacenado en: Anecdotario, Curiosidades del Mundo, Curiosidades Históricas, Curiosos Personajes