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El curioso motivo sobre por qué al heredero al trono de Francia se le llamaba ‘Delfín’

El curioso motivo sobre por qué al heredero al trono de Francia se le llamaba ‘Delfín’

Nada tiene que ver el título de Delfín (que se le otorgaba al primogénito o heredero del rey de Francia) con el simpático cetáceo ya que ambos términos provienen de orígenes distintos.

En el caso de los llamados a suceder al monarca francés, el término procede de Dauphiné, una antigua provincia situada en el sureste de Francia y que pertenecía al conde Humberto II de Viena. Éste vendió el condado a Felipe VI de Francia en 1349 poniéndole como condición que el heredero al trono francés debería ostentar independientemente el título de Dauphin [Delfín].

Y así fue a lo largo de cinco siglos hasta que estalló la Revolución Francesa y el país se convirtió en una república.

En la actualidad, el término delfín también se utiliza para referirnos a la persona designada para suceder a otra en un cargo (habitualmente político).

 

Te puede interesar leer: ¿Sabías que Felipe VI, además de España, es también rey de Jerusalén?

 

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La excusa perfecta de Enrique de Borbón ante sus infidelidades [Anécdota]

La excusa perfecta de Enrique de Borbón ante sus infidelidades [Anécdota]Como era costumbre en la época, a Enrique de Borbón (heredero al trono de Navarra) le concertaron un matrimonio de conveniencia con Margarita de Valois, hermana del rey Carlos IX de Francia. El joven príncipe se casó en contra de su voluntad y no sentía ningún tipo de atracción por la que sería su esposa a partir del 18 de agosto de 1572, día en el que se celebró la solemne ceremonia en el atrio de la Catedral de Notre Dame de París,

Desde el primer momento el esposo, que fue coronado ese mismo año como Enrique III de Navarra, se sintió desdichado y decidió buscar consuelo en el lecho de otras mujeres.

El monarca fue infiel a su esposa con numerosas cortesanas y en 1589, poco antes de ser coronado rey de Francia como Enrique IV, Enrique de Borbón y Margarita de Valois se separaron tras 17 años de infeliz matrimonio.

En el 1600 Enrique se casó en segundas nupcias con María de Médici con la que tampoco se sentía plenamente feliz y a la que también fue infiel en numerosísimas ocasiones, llegando la noticia hasta oídos del confesor real que decidió finalmente tomar cartas en el asunto y reprochar las aventuras extraconyugales al monarca.

Por mucho que intentó explicar al religioso su desdicha y motivo por el que cometía el adulterio, el confesor desaprobaba dicha conducta sermoneándolo continuamente, hasta que al rey se le ocurrió un plan perfecto para hacerle entender sus motivos: invitarlo a comer.

Se dispuso una gran mesa en la que se le sirvieron, uno detrás de otro, platos únicamente cocinados con perdiz. Pero llegó un momento en el que el religioso parecía estar cansado de comer todo el rato lo mismo, por lo que el monarca le preguntó si no era de su agrado la comida y el confesor contestó algo angustiado:

«Majestad… siempre perdiz…»

A lo que el rey replicó:

«¡Siempre reina!»

 

Enrique de Borbón no tuvo hijos con su primera esposa, seis con la segunda y se le atribuyen once hijos ilegítimos nacidos de sus múltiples infidelidades.

 

 

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Fuentes de consulta: Del hecho al dicho de Gregorio Doval / Curistoria
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Luis VI y el curioso edicto porcino [Anécdota]

Luis VI y el curioso edicto porcino [Anécdota]Una de las cosas más terribles que le puede ocurrir a un ser humano es la pérdida de un hijo, convirtiéndose en uno de los mayores dolores y angustias que alguien puede vivir. Y así es como lo sintió el rey Luis VI de Francia cuando, el 13 de octubre de 1131, un fortuito accidente hizo que Felipe,  su hijo primogénito, falleciese a la edad de 15 años.

La causa de tal terrible accidente se debió a la culpa de un cerdo que se cruzó en su camino mientras el joven delfín heredero al trono cabalgaba con su caballo encabezando un grupo de jinetes, provocando una fatal caída que tuvo como consecuencia la muerte del muchacho.

Según consta en las crónicas de la época, el padre pasó los siguientes cuatro días llorando amargamente, siendo el 17 de octubre cuando se celebró el funeral de Estado en memoria del príncipe fallecido.

A pesar de que el reino tenía otros graves problemas, la primera medida que tomó Luis VI, tras el fallecimiento de su hijo, fue dictar un edicto por el que prohibía la libre circulación de cerdos por las calles de París (algo muy habitual en la Edad Media), salvo una sola excepción: la de los puercos pertenecientes a la abadía de Saint-Antoine, ya que estaban considerados como siervos de designación divina.

 

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Fuente de la imagen: lecerclemedieval

¿Por qué en algunos relojes el 4 aparece escrito IIII y no IV?

¿Por qué en algunos relojes el 4 aparece escrito IIII y no IV?

¿Recuerdas cuando te enseñaron los números romanos en el colegio? Seguro que te explicaron que el número cuatro se escribía de esta manera: IV. Así lo verías si viajaras a Londres y te fijaras en el Big Ben; sin embargo, si decides comprobarlo sin salir de España, en el reloj de la Puerta del Sol verás que el número 4 está representado por esta cifra: IIII. Exacto, cuatro palitos, como diríamos más coloquialmente. ¿Por qué esta diferencia?

El sistema de numeración romano, derivado del que empleaban los etruscos, se basaba en el método aditivo. I más I eran II, V más I eran VI, y II más II eran IIII. Al pasar el tiempo decidieron empezar a usar el método sustractivo, mediante este sistema el número anterior resta su cantidad al siguiente. De esta forma, en lugar de escribir 4 como la suma de 2 más 2 (IIII) se escribió como la resta de 5 menos 1 (IV).

¿Por qué entonces ha seguido utilizándose el IIII en representación del 4? Hay múltiples teorías, históricas, estéticas, prácticas… La más extendida es que, según una recopilación de información del Instituto Británico de Relojería, tiene su origen en motivos estéticos. Los cuatro caracteres IIII crean una simetría visual con su opuesto en la esfera VIII, también de cuatro dígitos, que el IV no consigue.

Entre las muchísimas historias que relacionan a un monarca con el hecho de que el 4 en los relojes se escriba IIII, destacan dos. La más creíble es la que explica que, en el año 1370, el relojero Henry de Vick recibió el encargo de realizar un reloj que se colocaría en la torre del Palacio Real de Francia (conocido como La Conciergerie o el Palais de la Cité). El rey Carlos V de Francia recriminó al artesano el haber representado el 4 como IV. El relojero señaló que era así como se escribía, pero Carlos V respondió enojado: «El Rey nunca se equivoca» (por algo era apodado El sabio). Por tanto debió continuar el uso del IIII. El reloj fabricado por de Vick continua colocado allí.

La segunda monárquica explica que un relojero suizo confeccionó un reloj encargado por su soberano, cometiendo la equivocación de representar el número 4 como IIII y no IV. El rey mandó ejecutar al artesano y, como protesta ante tal hecho y homenaje, todos los colegas de profesión del relojero decidieron utilizar el IIII en vez de IV.

También hay quién sostiene que se mantuvo el número IIII por superstición. Se decía que el IV corresponde a las dos primeras letras de Júpiter [IVPITER en latín], el dios romano, y por tanto su uso para denominar a un número podría considerarse inapropiado y blasfemo.

Otras explicaciones apuntan a la simetría (el símbolo I es el único que aparece en las primeras cuatro horas, el V aparece las siguientes cuatro horas y el X últimas cuatro, proporcionando una simetría que se vería alterada si se usara el IV), comodidad (IV es más difícil de leer dada su posición en la esfera del reloj, ya que queda casi boca abajo), confusión (el número IV podría confundirse con el VI al estar ambos boca abajo) o simplemente por economía (los relojes se fabricaban de forma artesanal y los números se realizaban con moldes, pegándose después a la esfera. Una forma de economizar era haciendo los moldes con el conjunto de cada número, por lo que, para hacer un reloj, se necesitaba un molde con cuatro X, otro con cuatro V y cinco moldes con cuatro I).

 

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Fuentes de consulta:  bhi  / relojes-especiales  / inforeloj
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