Havelange, en 2010 (WIKIPEDIA).

El personaje con el que cerramos la semana no es tanto famoso por ser deportista como por ser gestor deportivo. Por su longevidad fue uno de los más famosos. Es Joao Havelange.

Jean-Marie Faustin Godefroid de Havelange nació en Río de Janeiro, Brasil, el 8 de mayo de 1916. Su padre era un acaudalado empresario belga del sector armamentístico, que se estableció en Brasil.

Havelange, que posteriormente lusificó su nombre como Joao, estudió Derecho. Excelente nadador, representó a su país en la competición de natación de los Juegos de Berlín de 1936 y en la de waterpolo en los Juegos de Helskini 1952.

Acabó presidiendo la Federación Brasileña de Natación, y ello le hizo miembro del Comité Olímpico Internacional en 1963, puesto que no abandonaría hasta 2011. También fue presidente de la Confederación Brasileña de Deportes.

En el año 1974 se presentó a las elecciones para presidir la FIFA, el máximo organismo mundial del fútbol. Derrotó al hasta entonces presidente, el británico Stanley Rous, convirtiéndose así en el primer y único latinoamericano en ostentar el cargo. La promesa de ampliar las plazas mundialistas le valió el apoyo de las pequeñas federaciones, lo que a la postre resultó clave.

Una de sus primeras maniobras fue conseguir el apoyo de Adidas y Coca-Cola como patrocinadores de la Copa del Mundo. Movió a Zürich la sede del organismo y profesionalizó al personal, apostando por expertos en finanzas y relaciones públicas.

Otro de los grandes logros de Havelange fue lograr cifras multimillonarias por los derechos de televisión de los Mundiales.

Durante su mandato, se celebraron seis Copas del Mundo (que duplicaron la cantidad de equipos), y se disputaron por primera vez los Mundiales sub-17 y sub-20, la Copa Confederaciones y el Mundial femenino.

Havelange fue sucedido por Sepp Blatter en 1998. Pronto la figura de Havelange se vio salpicada por la corrupción. Uno de los primeros en señalarlo fue precisamente Pelé, con quien Havelange tuvo una fuerte disputa. O Rei acusó al yerno del dirigente, Ricardo Teixeira, presidente de la CBF y miembro de la FIFA, de corrupción.

Con el tiempo, se supo que Havelange aceptaba regalos, tales como diamantes u otros artículos de lujo, además de cantidades de dinero, no sólo en su puesto en la FIFA, sino también como miembro del COI, sobre todo durante los procesos de elección de sedes olímpicas y de Mundiales. Al final de su carrera política, pagó una multa de medio millón de francos suizos.

Havelange fue nombrado presidente de honor de la FIFA, pero renunció al cargo en 2013. Poco antes de cumplir los 100 años sufrió una grave enfermedad respiratoria, que finalmente acabó con su vida el 16 agosto de 2016, tres meses y ocho días después de cumplir un siglo de edad, y curiosamente, mientras se celebraban los Juegos Olímpicos en su ciudad natal.

Hoy en día, existe cierto debate a la hora de valorar la figura de Havelange, ya que de un lado tenemos su impresionante legado, sobre todo en los Mundiales, pero del otro su carrera plagada de corruptelas.

Espero que os haya gustado el artículo. Volvemos el jueves.