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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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La Primera sigue siendo la primera

El mes de noviembre ha vuelto a cerrarse con el dominio de La 1. De los once meses transcurridos este año ha sido líder en nueve.

Así que le empujón que aparentemente dio Sálvame a Tele 5 no pasó de ser un espejismo.

Las cadenas privadas siguen empeñadas en exprimir un modelo de programación que ya no funciona.

Después de ser durante varios años las empresas más rentables de Europa sin haber provisionado nada para cuando cambiaran las cosas (y todos sabíamos que iban a cambiar) ahora tratan de salvar los muebles presionando para que cambien las reglas.

Estamos viviendo un año interesante. Muy complejo, pero interesante.

Esta mañana, en una charla a directivos de la FORTA, la Federación de las televisiones autonómicas, les hablaba del vértigo legislativo que nos ha cambiado las reglas del juego a mitad del partido.

En pocos meses hemos visto cómo se autorizaban las fusiones entre empresas para reducir el número de competidores; cómo se suprimía la publicidad de RTVE; cómo se autorizaba la TDT de Pago y ahora vivimos los trámites de la Ley General de Comunicación Audiovisual, que puede introducir hasta 29 minutos de publicidad por hora.

Esta mañana he coincidido con Juan Ramón Planas, Director General de la AEA, la Asociación Española de Anunciantes, el hombre que está abanderando la campaña para evitar esta última barbaridad: ¡29 minutos de publicidad en cada hora!

Ayer pusieron en marcha una serie de iniciativas para modificar ese artículo 13 de la nueva Ley. Entre ellas un grupo en Facebook.

Espero que estas iniciativas tengan éxito.

Creo que esta vez el lobby de la UTECA se ha equivocado y el tiro puede salirle por la culata.

Mis impuestos y Berlusconi

Ayer fue un día importante. El 29 de julio quedará en la historia de los medios españoles.

Ayer el Senado aprobó la supresión de la publicidad de TVE.

Ayer también se presentaron los resultados de las dos cadenas que cotizan en Bolsa referidos al primer semestre.

Tele 5 ganó 62,2 millones de euros y volvió a ser el medio de comunicación más rentable.

Antena 3 se conformó con un poco menos, sólo 45,9 millones de euros.

Esto en un año en el que se está produciendo una crisis económica sin precedentes, una caída del mercado publicitario también sin precedentes y en el que, además, las dos cadenas han sido superadas claramente en audiencia por La 1.

Así, La 1, que ha aumentado cuota de audiencia y de inversión publicitaria se va a ver fuera del mercado publicitario, como castigo por hacer bien las cosas.

Pero ese castigo lo voy a pagar yo (y tú, querido lector) con mis impuestos.

Y el premio que se llevará Berlusconi (y Lara y otros) en forma de beneficios aún mayores, será a costa de que mis impuestos, o mis pagos a mi operador de móviles sean mayores.

Es curioso que mi admirado Jorge del Corral, el hombre de la UTECA, el gran ganador de la batalla que se cerró ayer, declarara a El Programa de la Publicidad:

EL MODELO DE TV PÚBLICA Y AUDIOVISUAL DE ITALIA (60% DE PUBLICIDAD EN LA RAI) NO ES EJEMPLO PARA NADIE PORQUE ES EL DE UN SEÑOR QUE ES DUEÑO DE TODAS LAS TVS PÚBLICAS Y PRIVADAS (BERLUSCONI)

Por cierto, que a la vista del éxito en esa primera batalla, el señor Del Corral ya se ha marcado su próximo objetivo, las autonómicas:

Vamos a conseguir que todas las tv públicas de este país no puedan emitir publicidad y por tanto se financien de otra manera. No con publicidad. Estoy seguro que lo vamos a conseguir

Parece ser que ayer en el Senado un responsable político afirmó que los españoles prefieren una televisión pública sin publicidad.

Un representante de los anunciantes se preguntaba cual sería la respuesta de los españoles si se hiciera una encuesta con la pregunta ¿Preferiría usted no pagar impuestos?

A mí no me importa pagar impuestos, pero me molesta saber que voy a pagar más para que el Primer Ministro de otro país, un señor que ya es multimillonario, gane aún más dinero. A mi costa.

Morder la mano que le da de comer

La noticia de la supresión total de la publicidad en TVE ha provocado curiosas reacciones.

La UTECA, la asociación que agrupa a las televisiones privadas se ha enfrentado violentamente con la AEA, la asociación de los anunciantes.

Les acusa de ignorantes y torticeros. Muy fuerte.

Parece que se olvidan de que, lo quieran o no están condenadas a entenderse.

Me ha recordado a una noticia que se puede leer estos días en los periódicos: un hombre mordido por la serpiente de cascabel que tenía en su casa.

No parece muy inteligente morder la mano que te da de comer.

Las televisiones privadas dependen casi exclusivamente de sus ingresos publicitarios, o sea del dinero de las asociados a la AEA.

Hasta ahora han mantenido bloques de publicidad sumamente largos, al borde de la legalidad.

O sea que para absorber el dinero que pueda salir de Televisión Española sólo pueden hacerlo por la vía del aumento de precios.

Nadie en su sano juicio va a aceptar en plena crisis subidas de precio elevadas por un producto (publicidad en bloque largo) muy deteriorado.

Y eso es lo que decían los anunciantes.

Ángel Riesgo, Presidente de DMBB Madrid, que antes ha sido el más prestigioso consultor sobre asuntos publicitarios, daba en el clavo en su análisis en unas declaraciones a Marketingdirecto.com.

Merece la pena leerlas.

No sé si la serpiente de cascabel que mordió a su dueño volverá a casa.

Lo que sí es seguro es que los anunciantes y las cadenas privadas de televisión tienen que sentarse a una mesa para negociar sus condiciones para los próximos meses y años y este tipo de insultos no parece que propicien las mejores condiciones de negociación.

Drástica reducción

A principios de esta semana el Presidente del Gobierno prometió

una reducción drástica de la publicidad en la televisión pública

Lo recogió toda la prensa, en muchos casos en titulares de portada y también las revistas del sector.

Hay que dar la enhorabuena a las cadenas privadas y a su lobby, la UTECA, por fin han coseguido lo que llevan tantos años persiguiendo.

Pero como siempre ocurre en estos últimos tiempos, cada declaración me sumerge en un mar de dudas.

¿Cuándo se va a producir esa reducción?

¿Qué es una reducción drástica? ¿La mitad de minutos, la cuarta parte, el prime time?

Cuando se habla de televisión publica ¿nos referimos a TVE, a los canales autonómicos, a las emisoras municipales?

Y, la más importante, la clave de todo esto ¿cómo se va a financiar la televisión pública ¿Hacia qué modelo de televisión pública se quiere ir?

Si no se plantea la fórmula de financiación de la televisión pública, sólo estamos ante frases vacías.

Si la televisión pública que se plantea no tiene recursos suficientes, iremos hacia una televisión de menos calidad y con menor audiencia.

Ya sabemos que hay tipos de programas que nunca veremos en una televisión privada.

Y, lo peor, retirar publicidad de las cadenas públicas no garantiza a las privadas que los recursos sobrantes se dirijan a ellas.

No creo que los anunciantes admitan las drásticas (también) subidas de precio que serían necesarias para que se produjera ese trasvase.

Puede que vayamos hacia un modelo como el británico, con mucho menos peso de la televisión en la tarta publicitaria.

Eso podría acelerar el crecimiento de internet, que tanto desean los medios interactivos.

¿Televisión pública sin publicidad?

Cada cierto tiempo revive el debate. ¿Hay que eliminar la publicidad de la televisión pública?

Las televisiones privadas, agrupadas en la UTECA, son quienes más insisten. Olvidan que ellas son adjudicatarias de una concesión (licencia) que se ajustaba a unas condiciones, que no incluían la supresión de la publicidad de las cadenas públicas.

Ya en mayo del año pasado publicaron junto con otros medios un escrito en el que ponían sus esperanzas para superar la entonces incipiente crisis en la supresión de publicidad.

En la actualidad, las televisiones y radios públicas captan cerca de 1.200 millones de euros anuales de publicidad, que supone aproximadamente el 37% de sus gastos de explotación y el 18% del mercado publicitario de prensa, radio y televisión.

Las organizaciones firmantes de este escrito consideran que la supresión de la publicidad en las radios y televisiones públicas tendrá beneficios como que las televisiones y radios privadas adaptarán sus tarifas a la realidad del mercado, sin sufrir la competencia desleal de las públicas.

‘Esta adaptación de las tarifas provocará además un descenso de la actual saturación publicitaria, con el consiguiente beneficio para espectadores, oyentes y lectores; la publicidad que no contraten las televisiones y radios públicas podrá revertir al mercado y sobrevivirán muchos medios de comunicación privados que en la situación actual y con la competencia desleal de las radios y televisiones públicas están abocados a su desaparición’, han señalado.

Ahora que la situación económica es mucho más complicada, las presiones en esta dirección arrecian.

Ya comenté en su momento las declaraciones de Vasile.

Además en Francia ha comenzado el camino hacia la desaparición. Italia podría ir por el mismo camino. Siempre ha estado el ejemplo de la BBC inglesa, tradicionalmente una referencia pero que atraviesa serios apuros.

El problema, siempre, es cómo se financiará la televisión pública, en un país que nunca ha tenido canon.

¿Aceptaremos un impuesto añadido para salvar la economía de las televisiones privadas que han apaleado millones de euros durante los años buenos?

Pero ¿alguien cree que si se suprime la publicidad de la televisión pública todo el dinero que ahora capta, irá a engrosar las arcas de las privadas?

¿No se crearía una crisis más grave para solucionar la crisis temporal de las privadas?

Es un debate largo y con muchas facetas, pero es un debate en el que no deberíamos dejar que hablaran sólo los representantes de las televisiones privadas.

Guerra entre televisiones

Hace unos días Paolo Vasile nos sorprendía con unas declaraciones que parecían tener algo de testamento profesional.

Quién ha liderado la que ha sido durante varios años la empresa más rentable de Europa (de cualquier sector) habla de la quiebra de la televisión en España, cuando su empresa ha seguido dando pingües beneficios el año pasado.

Telecinco ha ganado millones y millones en los últimos años? Sin ir más lejos, en 2007, 319 millones de euros; y en 2008, hasta el tercer trimestre, más de 228 millones de euros

Ya estamos acostumbrados al discurso de nuestros particulares italianos (Carlotti no suele quedarse atrás) sobre las televisiones públicas, la doble financiación y el mercado de derechos.

Es curioso en un empleado del señor Berlusconi, que controla el 90% del mercado italiano de televisión, una parte con sus propios canales privados y la otra con los públicos a los que, desde luego, no ha renunciado al llegar al poder. También podría decir: ninguna de las veces que ha llegado al poder.

El propio señor Vasile lo reconoce:

El botín es botín. Las públicas son el botín de guerra de los partidos ganadores en todo el mundo. Es evidente, insultante e intolerable.

Supongo que se siente insultado por su jefe, al que, al parecer, no tolera.

Sólo dos meses después de perder el liderato de televisión se ve muy nervioso al señor Vasile, que dice que su modelo de televisión ya no funciona.

Ya he escrito otras veces aquí que prefiero pagar una parte de mis impuestos por tener una buena televisión pública con publicidad a tener que pagar más porque no tenga publicidad y que el señor Berlusconi gane aún más dinero.

No se hizo esperar la respuesta de uno de los responsables de TVE.

El consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, pronunció una frase lapidaria hace muy poco tiempo: «una cadena que está por debajo del 20% no es una cadena generalista». Telecinco ha hecho un 16.2% en diciembre y un 15.6% en enero. Y el primer día de febrero, el dato más bajo de su historia: 10.3%. La conclusión es que los espectadores se han hastiado de un modelo de televisión que la audiencia ha bautizado de forma contundente: telebasura.

Demagogia es entrevistar en el prime time de la TV a convictos o delincuentes y pagarles por ello.

Pasar de ser el líder a ser el sexto este domingo es muy duro y genera muchas presiones, pero la televisión pública no tiene la culpa.

Es curioso, Tele 5, que llegó rompiendo el mercado publicitario español con ofertas temerarias, se queja ahora de que otras empresas hagan descuentos sobre sus tarifas, una política que impuso en nuestro mercado su agente, Publiespaña.

La guerra ha incluido tambien al final a la UTECA y las televisiones autonómicas.

Se hace mucha demagogia con estas cosas. En España parece que es imposible implantar un canon para financiar las televisiones públicas. Pero por la vía de las subvenciones, que parece algo más discrecional por parte de los gobiernos, ya las estamos pagando.

Si mis cuentas no fallan cada español paga 35 euros al año (3 euros al mes) por todo el sistema de televisiones públicas. Creo que es una cantidad que se puede pagar por una televisión mejor.

Y, señor Vasile, en la situación actual yo prefiero lo que me ofrece TVE a lo que me ofrece Tele 5. Me temo que para mí mucho de su contenido es basura.

Pago a gusto esos tres euros.

Polémicos 12 minutos

Cada hora de televisión no debería incluir más de 12 minutos de publicidad. Eso es lo que dice la Directiva Europea de Televisión Sin Fronteras.

Eso sería bueno para los espectadores, que no acabarían hartos de publicidad y huyendo cada vez que llega un bloque.

Sería bueno para los anunciantes. La eficacia de la publicidad en televisión se resentiría menos.

Pero la ambición de las televisiones privadas (que actuaron como lobby durante el proceso de transposición) hizo que cuando esa Directiva se transpuso a la legislación española se añadieran cinco minutos más de autopromociones de las propias cadenas, patrocinios y otras fórmulas que rápidamente se convirtieron en más publicidad comercial de productos.

Malo para el espectador, malo para el anunciante, malo para el Estado español que, al cabo de los años se ha visto acusado por las instituciones europeas de incumplir la Ley.

El actual Gobierno se está viendo obligado a defender en Bruselas una postura indefendible para no verse obligado a pagar una multa multimillonaria.

Visto así yo lo comprendo y apoyo a la Vicepresidenta en su extraña postura: no están los tiempos como para pagar ese tipo de multas.

Pero ahora hay que transcribir una nueva Directiva. Las cadenas privadas, que ahora ya tienen un órgano específico para el lobbying, la UTECA, vuelven a intentar que los 12 minutos españoles duren 17.

Por el bien de todos espero que no lo consigan.

Ahora los representantes de los anunciantes (la AEA) y de los usuarios de la comunicación (la AUC) están tratando de defender esta postura frente al Gobierno y la UTECA.

Por cierto, conozco bien a los dos negociadores: Juan Ramón Plana, Director General de la AEA es un buen amigo. Hace pocos días coincidimos comiendo en el mismo restaurante (en mesas diferentes). Alejandro Perales, el Presidente de la AUC, fue mi último jefe en RTVE hace ahora 18 años. A él le debo en parte el giro que dí entonces a mi vida profesional, que me hizo pasar a este otro lado del mercado.

Nunca se lo agradeceré bastante.

Las televisiones públicas ganan la Champions

Una alianza entre Televisión Española y los canales autonómicos se ha hecho con los derechos de la Champions para tres temporadas, a partir de la 2009-2010.

Además Mediapro ha comprado los derechos de la misma competición en su versión de pago por ver.

La noticia, las dos partes de la noticia, tiene su miga.

La reacción de la UTECA y de alguno de los competidores no se ha hecho esperar.

Por supuesto en un tono de dura crítica. De lo menos que se habla es de despilfarro de dinero público.

Hoy mismo el diario El País arremete en uno de sus editoriales contra los responsables de estos contratos.

Dejemos para más adelante las intenciones ocultas que puedan adivinarse en lo que El País llama los amigos de La Moncloa. En efecto, todo parece indicar que se espera poder emitir partidos de pago por algún canal de TDT, algo que no está previsto en la legislación actual, pero que parece inevitable.

¿Se está descontando un cambio en la Ley, con información privilegiada o se está especulando en el mercado de derechos?

Pero vamos con las televisiones públicas y el dinero de los ciudadanos.

Podemos discutir si las televisiones públicas son necesarias, pero si existen lo que no podemos hacer es cortar las alas de sus gestores.

Tendrán que buscar audiencia.

Tendrán que conseguir que sus empresas sean rentables (y aquí podríamos empezar una nueva discusión sobre el tipo de rentabilidad social que habría que exigirles a las televisiones públicas).

Pero si las ponemos en el mercado y a competir, tendrán que competir.

Se podrá discutir si la operación es rentable o no para las cadenas públicas, y si no lo es habrá que censurar a sus gestores.

Pero si tienen que competir y, hechos los cálculos, han visto que es rentable, deben hacer esa operación.

¡Qué quieren que les diga! Yo, que creo en un mercado competitivo en el que todos los actores puedan competir, cuando oí hace dos días la noticia, me alegré.

¿Estaría usted dispuesto a pagar más impuestos para que el señor Berlusconi gane más dinero?

Hace unos días empezó la campaña de la Declaración de la Renta.

Una de las cuestiones que se plantea todos los años es si queremos poner una cruz en la casilla de la Iglesia Católica, en la de Otros fines sociales (que entendemos como ONGs), en ambas o en ninguna.

Pero, casualidades de la vida, estos días estamos viviendo otras curiosas campañas, una de la UTECA (la asociación de las

televisiones comerciales) y de otras patronales de medios de comunicación, para eliminar la publicidad de la televisión pública.

Otra de la Comisaria europea Viviane Reding para que, de una vez por todas, reduzcamos a 12 minutos por hora la publicidad en televisión.

Si ponemos todos estos ingredientes en la coctelera ¿qué obtenemos?

Muy fácil: el señor Alejandro Echevarría y sus

colegas me están pidiendo a mí (y, no se engañe, a usted y a usted, y a usted…) que pongamos la x en una nueva casilla en la que ponga

Berlusconi (o Lara, o Roures, o Polanco…pero estos al menos no son primeros ministros de otros países).

Me explico: mientras no se encuentre otra manera una televisión se financia con publicidad, con pago directo (pago por ver o cuotas de abonados) o mediante impuestos (canon o subvenciones).

La televisión pública, al menos TVE, ya no puede

endeudarse ni tener subvenciones fuera del contrato programa. Si se le impide tener publicidad tendremos que pagarla integramente con nuestros impuestos. Que además serán los impuestos generales; nadie sería capaz ahora de implantar un canon por tenencia de aparatos de televisión. En su momento se perdió la oportunidad.

Las televisiones privadas son fruto de una concesión del Gobierno, en unas determinadas condiciones. Entre otras, todos los participantes en los diferentes concursos sabían que las televisiones públicas tenían publicidad.

Puede ser que más de una empresa no se presentara porque en esas condiciones no le salían los números.

En cualquier caso, algunas emisoras han ganado muchísimo dinero estos años, en las condiciones que hemos vivido. Entre otras tener 17 minutos de publicidad por hora, gracias a una transposición muy bien dirigida de la Directiva TSF. Esos 17 minutos disminuyen la eficacia de la

publicidad, agotan al espectador, etc Pero llenan las arcas de las cadenas…y los bolsillos del señor Berlusconi.

Si se cambiaran las condiciones creo que deberían revocarse las licencias actuales y convocar nuevos concursos. A lo mejor a mí (je, je; a mí no, pero puede que a algún empresario que no optó en su momento) me interesa optar a una licencia si las públicas no tienen publicidad ¿no creen?

En todo caso, seamos serios: si hemos estado muchos años a las maduras, estemos también ahora que vienen un poco más duras.

Yo lo digo muy claro: no me gustaría poner mi x en la casilla Berlusconi.

11minutos

La UTECA que es la asociación que agrupa a las televisiones privadas, acusa a TVE de no cumplir con la rebaja de 12 a 11 minutos de publicidad por hora. Además, no sólo sobrepasa esos 11 minutos de spot, que debería cumplir este año a

cambio de recibir la subvención; además utiliza otras fórmulas de publicidad, ajenas a los anuncios convencionales, encubiertas como patrocinios de programas y otras formas similares.

Por si eso fuera poco, TVE está cometiendo otro delito mayor: ahora comercializa mejor que antes y no está dejando de embolsar 60 millones de euros que debería haber liberado para que fueran a las arcas de las privadas.

No sé si se advierte el cinismo que está implícito en esa postura. TVE, según sus competidoras, no debería utilizar las mismas fórmulas que ellas inventaron para convertir en 17 minutos a la hora los 12 que figuraban en la Ley. Y si antes le criticaban por vender a bajo precio, ahora las críticas son por acercarse a los precios de mercado e ingresar más dinero que antes.

Yo prefiero que el equipo comercial de TVE haga las cosas bien e ingrese cuanto más dinero mejor; me lo ahorraré en impuestos.

Y no me importa que Tele 5 o Antena

3 ganen un poquito menos de dinero. Los señores Berlusconi, Lara y compañía ya son bastante ricos.

Será que ellos nunca sobrepasaron los 12 minutos por hora.

Será que no tiraron ellos los precios en los años noventa.

Será que TVE ni puede vender más barato ni puede vender mejor.

¿Qué será?