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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¿Qué pinta el Parlamento hablando del EGM?

No gana uno para sorpresas.

Hace unos días el Parlamento (o sea el PP utilizando su mayoría absoluta) instó a RTVE a abandonar el EGM por ser inservible y costoso. ¡Nada menos!

Decir que el EGM, el estudio sociológico más completo que se realiza en España y que permite ver la evolución de la sociedad española desde los años sesenta hasta ahora, es inservible demuestra una ignorancia absoluta del asunto sobre el que sus señorías se permiten opinar.

Decir que además es costoso puede significar dos cosas:

  • RTVE no necesita estudios para programar, ni necesita conocer datos de su audiencia (no sólo cuántos son, sino cómo son a cada hora) lo cual parece una osadía impensable en mentes tan preclaras.
  • Los parlamentarios (al menos los del PP) conocen la manera de financiar en solitario por menos dinero un estudio similar al que ahora financian en colaboración todos los medios y las agencias del mercado. Si conocen esa manera y no la comunican al resto del mundo creo que están cometiendo un delito.

Como no creo que se trate de ninguna de esas dos cosas me temo que el Parlamento (o al menos los parlamentarios del PP) creen que es mejor pilotar a ciegas, no saber la repercusión que tienen los programas y tomar las decisiones sin ninguna información.

La AUC (Asociación de Usuarios de la Comunicación) es contraria a la decisión de abandonar el EGM. Hace hincapié en el valor sociológico del estudio y de la información que proporciona a los medios. Otra cosa es, dicen, que la Radio pueda necesitar otro tipo de estudios más ágiles y precisos. También con esto estoy de acuerdo.

El Presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, ya había dejado claro en abril: Es evidente que no creo en el EGM. Ya lo había dejado claro también en el año 2003 cuando fue Director General, en una anterior etapa de RTVE y sacó a RNE del estudio.

Que el Parlamento hable del EGM (o de cualquier otra institución respetada y respetable) como algo inservible y costoso me parece muy peligroso. A lo mejor alguien les pide que se miren en el espejo.

Pero, a la vista de como están las cosas, si yo fuera el Presidente de Kantar Media pondría mis barbas a remojar. ¿Quién nos dice que al señor Sánchez, o al Parlamento, no le van a parece mal los datos de audiencia de televisión?

TVE: lentamente hacia su desaparición (IV)

Es triste tener que volver cada cierto tiempo sobre el mismo tema.

Pero la realidad es muy terca; y los políticos más.

Hace algo más de un año, cuando la audiencia de La 1 y de sus informativos se deterioraba paso a paso, escribí una serie de tres post sobre este tema: el 14 de mayo; el 2 de junio y el 2 de agosto de 2013.

Desde entonces la situación se ha seguido deteriorando. Los informativos ya no son líderes ni siquiera considerando lo que llaman emisión simulcast (sumar a los espectadores de La 1 los que ven el mismo informativo en el canal 24 Horas) según recogen los informes de la consultora Barlovento Comunicación. La audiencia en muy pocas ocasiones alcanza el 10% de participación.

La situación financiera, como era de esperar, ha vuelto a ser insostenible. El déficit de la cadena, sin publicidad y a expensas de los pagos en plena crisis de las otras cadenas (sus competidoras) y las operadoras de telefonía, no deja de crecer.

Pero el Gobierno congela la subvención (lo que hará que el déficit, de nuevo, se multiplique).

Tanto los anunciantes, desde la AEA, su asociación, como los espectadores, desde la AUC piden un modelo de financiación estable. Los anunciantes ofrecen su apoyo si vuelve la publicidad.

Pero el ministro Montoro ahoga cualquier vía de financiación pese a decir que defiende la televisión pública.

Pedro Sánchez, el nuevo Secretario General del PSOE, arremete contra el Gobierno y dice que los ingresos son más que suficientes (el actual sistema de financiación lo decidió el Gobierno de su correligionario Zapatero), que lo malo es la gestión.

El Presidente de la Corporación RTVE, Leopoldo González Echenique (en teoría un hombre de la vicepresidenta) anuncia primero que tendrá que prescindir de canales como Teledeporte y finalmente dimite ante la impasibilidad de la mayor parte de los políticos (incluidos, ¿o especialmente? los de su partido).

Ahora ya sabemos quién es el encargado de seguir el trabajo: José Antonio Sánchez, que ya fue Director General en la época de Aznar y que ahora ejercía las mismas funciones en Telemadrid tiene la difícil misión de ¿reflotar? la cadena pública estatal.

Conociendo su trayectoria y los magníficos datos de Telemadrid podemos esperarnos lo peor.

Al menos no nos va a caber ninguna duda sobre la imparcialidad de los informativos.

Otro mazazo para RTVE

Estos son malos tiempos para todo lo público y muy malos para RTVE.

Hace ya más de dos años que el Gobierno anterior retiró la publicidad de la televisión pública estatal. Eso era malo para el mercado publicitario, cada vez más concentrado en muy pocas manos y por eso se denunció desde este blog. Para el espectador no era ni bueno ni malo; hasta podía ser muy bueno si se encontraba una fórmula de financiación que permitiera a TVE mantener los niveles de calidad conseguidos. Pero para RTVE era muy peligroso: la fórmula de financiación propuesta era compleja y tenía serios peligros de no ser aceptada por Europa. Todavía estamos ahí.

RTVE se ha mantenido estos dos años como líder de audiencia en el caso de la televisión y como líder de calidad percibida tanto en la radio como en televisión como en internet.

Pero el año se cerró con un nuevo mazazo. Ahora ya con el nuevo Gobierno. En el Consejo de Ministros del día 30 se anunció un recorte de 200 millones de euros en su financiación por parte del Estado. Eso pone a RTVE en una difícil situación. Muy posiblemente tendrá que renunciar a la emisión de alguno de los grandes eventos, como los Juegos Olímpicos, que tenía previstos. Hay quién piensa que con el recorte la viabilidad de la cadena es imposible. Podría estar abocada a su desaparición.

La vuelta de la publicidad a la cadena podría ser una solución parcial. Tanto la AEA, asociación de anunciantes, como la AUC, asociación de usuarios de la comunicación, lo apuntaron inmediatamente, de manera muy oportuna. Sería una vuelta en condiciones diferentes a la situación de 2009: sólo bloques cortos, de tres o cuatro minutos, sin interrumpir nunca programas.

En una empresa que desde el pasado verano tiene un vacío de autoridad, al no haberse cubierto el puesto de Presidente, los miembros del Consejo de Administración están divididos. Mientras el actual presidente rotatorio cree que la vuelta de la publicidad es posible, la reunión del Consejo del pasado día 4 parece negar esa posibilidad.

Para el mercado publicitario, la vuelta parcial de la publicidad a TVE sería una buena noticia, incluso si tuviera que pagar más por esa nueva publicidad en bloques más cortos y, por tanto, más eficaces. Esa medida serviría para romper el duopolio de hecho que ha llevado en muchos casos a abusos por parte de las cadenas dominantes. Por supuesto que al Gobierno que decidiera dar marcha atrás en la supresión de la publicidad en TVE se le echaría encima la UTECA, el lobby de las cadenas privadas. Pero la decisión podría tener el apoyo del público si se le explica bien que así se ayuda a reducir el déficit público, algo que nos han vendido que es una de las principales prioridades.

Otra posibilidad que no podemos descartar con los datos actuales es la desaparición de TVE o su reducción a una situación marginal como la que ocupa la PBS, la televisión pública en Estados Unidos. Una televisión más independiente del Gobierno, como la actual, interesa a los poderes mucho menos que una altamente manipulable, como era TVE hace unos años y como siguen siendo la mayor parte de los canales autonómicos. Una televisión más imparcial interesa menos a los políticos en el poder.

Para Periodistas 21 el cambio de modelo es imprescindible. Debería crearse una especie de YouTube de los público, en la estuviera disponible toda la información sobre contenidos sociales, culturales y científicos. Supondría la desaparición de todas las cadenas públicas tal como las conocemos ahora.

Yo creo que, conociendo la deriva que han llevado a lo largo de esta crisis las cadenas privadas principales, en las que el deterioro de los contenidos  (cada vez más baratos y más repetitivos) no cesa, no podemos permitirnos el lujo de dejar caer a TVE, justo cuando ha conseguido ser una cadena de referencia.

Pero nos encontramos ante un problema de difícil solución. La financiación de la cadena va a ser prácticamente imposible si no se cambia la ley actual. También va a resultar muy difícil su gobernabilidad.

En estas condiciones ¿quién va a querer ser Presidente de una empresa así?

La nueva era de la TDT

A comienzos de esta semana se presentó el informe 2010 de Impulsa, lo que se puede considerar el balance de cierre de la operación de eliminación de la televisión analógica y el paso definitivo hacia la TDT. Lo que se ha llamado apagón analógico o encendido digital.

El balance ha sido muy positivo. Yo creo que nadie creíamos que se iba a cumplir el plazo para la transición. Inicialmente ni siquiera los propios implicados más directamente lo veían posible. Sin embargo se ha conseguido sin problemas graves.

Creo que es de justicia dar la enhorabuena a quienes han trabajado estos años en Impulsa, que se han encargado de hacer posible una tarea muy compleja. Ya he destacado aquí en otras ocasiones el papel de Eladio Gutiérrez en hacer fácil lo imposible.

Pero ese mismo día la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) hacía público un informe muy crítico sobre ese mismo asunto.

Probablemente los dos tienen razón.

El paso se ha hecho bien desde el punto de vista técnico, pero no ha cubierto las expectativas en cuanto a variedad de contenidos. Tenemos un exceso de tertulias radiofónicas televisadas; casi todas, además, de la misma orientación.

Vemos también que el paso hacia la TDT ha sido un buen dinamizador económico: ha movido 12.000 millones de euros. Si este país fuera un modelo de planificación (y el trabajo de Impulsa parece más una excepción que la regla) podría pensarse que algunas de las tareas que se han dejado pendientes en este traspaso tienen la misión de seguir dinamizando el mercado de la electrónica de consumo en los próximos años.

Ya hemos comprado receptores para TDT, o adaptadores para alguno de los televisores. Pero ahora lo que toca es adaptarse a la alta definición o a la televisión en 3D o a la televisión interactiva que, tal como se ha hecho el paso hacia la TDT será necesariamente por la vía de internet y la banda ancha.

Ya se ha hecho la transición, pero ahora comienza el futuro de la TDT.

Polémicos 12 minutos

Cada hora de televisión no debería incluir más de 12 minutos de publicidad. Eso es lo que dice la Directiva Europea de Televisión Sin Fronteras.

Eso sería bueno para los espectadores, que no acabarían hartos de publicidad y huyendo cada vez que llega un bloque.

Sería bueno para los anunciantes. La eficacia de la publicidad en televisión se resentiría menos.

Pero la ambición de las televisiones privadas (que actuaron como lobby durante el proceso de transposición) hizo que cuando esa Directiva se transpuso a la legislación española se añadieran cinco minutos más de autopromociones de las propias cadenas, patrocinios y otras fórmulas que rápidamente se convirtieron en más publicidad comercial de productos.

Malo para el espectador, malo para el anunciante, malo para el Estado español que, al cabo de los años se ha visto acusado por las instituciones europeas de incumplir la Ley.

El actual Gobierno se está viendo obligado a defender en Bruselas una postura indefendible para no verse obligado a pagar una multa multimillonaria.

Visto así yo lo comprendo y apoyo a la Vicepresidenta en su extraña postura: no están los tiempos como para pagar ese tipo de multas.

Pero ahora hay que transcribir una nueva Directiva. Las cadenas privadas, que ahora ya tienen un órgano específico para el lobbying, la UTECA, vuelven a intentar que los 12 minutos españoles duren 17.

Por el bien de todos espero que no lo consigan.

Ahora los representantes de los anunciantes (la AEA) y de los usuarios de la comunicación (la AUC) están tratando de defender esta postura frente al Gobierno y la UTECA.

Por cierto, conozco bien a los dos negociadores: Juan Ramón Plana, Director General de la AEA es un buen amigo. Hace pocos días coincidimos comiendo en el mismo restaurante (en mesas diferentes). Alejandro Perales, el Presidente de la AUC, fue mi último jefe en RTVE hace ahora 18 años. A él le debo en parte el giro que dí entonces a mi vida profesional, que me hizo pasar a este otro lado del mercado.

Nunca se lo agradeceré bastante.