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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Antena 3 renuncia a liderar la audiencia

Tele 5 ha vuelto a ser líder de audiencia en agosto. Y van…24 meses. O sea que no es noticia.

Pero esta vez podía haber sido diferente. Tele 5 suele bajar la guardia en verano. De hecho, la última vez que no fue líder fue en agosto de hace dos años. Además estaban los Juegos Olímpicos, que daban una fuerza inusual a TVE, con sus canales La 1 y Teledeporte en las mejores cifras desde hace muchos meses. De hecho el 3,0% de Teledeporte ha sido su máximo histórico, según destaca Barlovento en su informe.

Antena 3 comenzó el mes por delante de Tele 5 y mantuvo unas cifras muy igualadas, que parecían dejar ver que iba a haber pelea al menos hasta el día 20. A partir de ahí Tele 5 se fue distanciando poco a poco hasta llegar a ganar el mes por cuatro décimas de diferencia. Eso sí, con cifras ya muy pequeñas; que la cadena ganadora se quede en un 12,3% nos pone en una situación de fragmentación que, casi, podríamos llamar norteamericana. Entre las tres primeras cadenas no llegan al 35%.

Las Campos, uno de los éxitos del verano en Tele 5

Antena 3 concentra la mayor parte de los eventos más vistos: la emisión más vista del mes fue la prórroga de la Supercopa; la película más vista fue Flores en el ático, emitida el 24 de agosto en esa  cadena; la serie más vista fue Lucifer, el 1 de agosto en Antena 3; la serie de animación más vista fue, una vez más, Los Simpsons…y sin embargo no consigue liderar el mes. Le fallan los informativos y tener una mayor fortaleza en entretenimiento (aquí ganaron Las Campos, en Tele 5) y a lo largo del día, en lo que se suele llamar day time.

Da la impresión de que, al contrario de lo que ocurría hace algunos años, el liderato no es un objetivo por el que Antena 3 luche.

Pero la verdad es que, a la vista de los resultados comerciales parece que ese liderazgo por el que no lucha no le hace ninguna falta.

Un buen año cuajado de incertidumbres (y III): ¿Qué nos traerá 2016?

2016 es un año múltiplo de cuatro. Eso quiere decir año de elecciones presidenciales en Estados Unidos, de Juegos Olímpicos y de Eurocopa. Y eso quiere decir también que la publicidad a nivel mundial crecerá, porque lo hará en Estados Unidos, allí tiran mucho sus elecciones y los Juegos.

El surgimiento de una figura polémica y mediática como Donald Trump, entre los numerosos candidatos republicanos puede significar un mayor impulso a la inversión publicitaria.

Probablemente no sea tan bueno en otros países; algunos de los emergentes que han sido los que más crecían estos últimos años (China y Brasil sobre todo) atraviesan dificultades, pero en los dos casos los Juegos Olímpicos ayudarán a mitigar esos problemas. Brasil porque es el anfitrión y China porque es una potencia emergente también en deporte y seguro que apoyará los éxitos de sus deportistas.

China además ha crecido mucho como potencia publicitaria en estos últimos cuatro años. Sin duda sus grandes empresas no desaprovecharán esta ocasión.

El baloncesto es uno de los deportes con más tirón en unos JJOO

En España los Juegos Olímpicos tirarán algo (poco); sólo los Diarios Deportivos se beneficiarán y eso si se dan éxitos de deportistas españoles. El hecho de emitirse por una cadena sin publicidad perjudicará de nuevo al mercado. Algo mayor será la influencia de la Eurocopa, en Televisión, en Radio , en Diarios y en Internet. Un año que debería haber pasado sin elecciones, o casi, (si no me equivoco sólo deberían ser las autonómicas vascas y las gallegas, ambas a final de año) podría llegar a tener en su primera mitad hasta dos. O no. Y ahora, con el éxito de los debates en algunas cadenas privadas de Televisión y en Internet, eso podría tener peso en la inversión publicitaria.

De nuevo la supresión de la publicidad en TVE perjudica al mercado publicitario y en este caso al deporte: las marcas que lo apoyan lo hace en menor medida al no poder aprovecharse del tirón del medio de mayor audiencia. Ya sabemos que no habrá elecciones en Cataluña, pero aún podría haberlas a nivel nacional. Mi apuesta en este momento es que no se producirán, pero ¿quién sabe?

Como decía al principio estamos en un momento en el que las incertidumbres complican mucho cualquier previsión, pero tenemos el viento a favor. La mayor parte de las variables que influyen en la inversión publicitaria son favorables: El PIB crece más del 3%; la Confianza del Consumidor está en máximos históricos; el Paro sigue en una cifra monstruosa, pero ha disminuido notablemente en los últimos meses; empezamos el año con una electoralista reducción de impuestos, lo que ayudará a incrementar el Consumo, un Consumo que ya creció el año pasado a un ritmo superior al 3%; la inflación está controlada (también los sueldos, que incluso han caído con fuerza durante la crisis); las Ventas de Automóviles han superado el millón de unidades por primera vez desde 2008 y podrían volver a hacerlo si se renuevan los planes PIVE (¡ay! a lo peor para esto no es bueno que no haya Gobierno); la cotización del Euro respecto al Dólar favorece las exportaciones y la Deuda, el otro gran problema junto con el Paro, podría frenarse si durante unos meses no hay gobiernos con capacidad de endeudamiento.

De la mayor parte de estos indicadores no hay nuevos datos pero no sería raro que la economía se estuviera enfriando algo ante las noticias internacionales y las caídas en la Bolsa.

No estamos en la situación ideal (y menos aún para hacer previsiones) pero creo que, si los políticos no rompen nada, la inversión podría volver a crecer en una sana proporción. I2p preveía en septiembre un crecimiento del 5,4% en 2016; los panelistas de los páneles que coordino, siempre más conservadores, situaban su previsión en cifras no muy alejadas de esa: un 4,9% los anunciantes de Zenthinela, un 5,1% los medios de Vigía. Claro que, salvo alguno de los anunciantes del primer caso, todas esas previsiones se hicieron antes de conocer los complejos resultados de nuestras elecciones generales. ¿Cambiaría ese conocimiento las previsiones? No lo sé. Pero mi previsión es que la inercia de los buenos datos debería llevar a la inversión a tener un año razonablemente bueno.

La única previsión nueva, ya con toda la información de este movido enero, mejora unas décimas lo que los panelistas de Vigía preveían en noviembre.

La mancha humana

Estas vacaciones no he leído mucho: He aprovechado para terminar algunos libros que tenía a medias y tres o cuatro cosillas más. Tampoco he escrito; ni siquiera alguno de los artículos que tenía comprometidos y con los que me tendré que poner ahora.

Este año está siendo raro y el verano también ha sido raro.

Los primeros días los dediqué a terminar La mancha humana, la novela de Philip Roth, el tercero de los libros que alguien agrupó como Trilogía americana. Se trata de una historia compleja, como casi todas las del autor, en la que lo que parece ser trama principal durante una buena parte de la novela, finalmente queda oscurecido por otra historia anterior.

El protagonista de la novela, Coleman Silk, era profesor de lenguas clásicas en una universidad americana de la que durante muchos años fue decano. En una de sus clases pregunta por dos alumnos que, pese a estar inscritos, no han asistido nunca a clase; para la pregunta utiliza la expresión o es que se ha esfumado como negro humo. Como da la casualidad de que los alumnos inasistentes son negros, le acusan de racismo y a partir de ahí su vida se convierte en eun infierno.

Por supuesto no voy a desvelar aquí la parte fundamental de la trama que no es, pese a lo que pueda dar a entender este comienzo, sobre la ultacorrección política.

Sí diré que esta es una de las mejores novelas que he leído en esta inmersión tardía en la obra de Philip Roth que empecé hace un par de veranos.

Justo estaba leyendo La mancha humana cuando comenzaron los Juegos Olímpicos. Uno de los primeros días fue noticia la expulsión de la campeona griega de triple salto Voula Papacristou por supuestos comentarios racistas. Como al perro flaco (Grecia) todo se le vuelven pulgas, una de las pocas atletas de ese país con posibilidades de medalla se volvía a casa antes de empezar.

Y todo por publicar en Twitter este chiste:

Con tantos africanos en Grecia… los mosquitos del Nilo al menos tendrán comida casera!!!.

Se puede decir que el chiste es malo, de mal gusto, o incluso que tiene un ligero tufillo xenófobo. Pero claramente se trata de un chiste que, seguramente circularía por Atenas en aquellas fechas.

Expulsar a alguien por un chiste, por un mal chiste, me parece un ejercicio de ultracorrección política bastante lamentable. Creo que nunca deberíamos perder el sentido del humor, aunque eso signifique algunas veces escuchar cosas que no nos gusten o que no estén de acuerdo con nuestras ideas.

A Voula le pareció excesiva su expulsión. A mí también.

Espero que no le ocurra como a Coleman Silk y en su caso se recupere sin problemas.

 

Otro mazazo para RTVE

Estos son malos tiempos para todo lo público y muy malos para RTVE.

Hace ya más de dos años que el Gobierno anterior retiró la publicidad de la televisión pública estatal. Eso era malo para el mercado publicitario, cada vez más concentrado en muy pocas manos y por eso se denunció desde este blog. Para el espectador no era ni bueno ni malo; hasta podía ser muy bueno si se encontraba una fórmula de financiación que permitiera a TVE mantener los niveles de calidad conseguidos. Pero para RTVE era muy peligroso: la fórmula de financiación propuesta era compleja y tenía serios peligros de no ser aceptada por Europa. Todavía estamos ahí.

RTVE se ha mantenido estos dos años como líder de audiencia en el caso de la televisión y como líder de calidad percibida tanto en la radio como en televisión como en internet.

Pero el año se cerró con un nuevo mazazo. Ahora ya con el nuevo Gobierno. En el Consejo de Ministros del día 30 se anunció un recorte de 200 millones de euros en su financiación por parte del Estado. Eso pone a RTVE en una difícil situación. Muy posiblemente tendrá que renunciar a la emisión de alguno de los grandes eventos, como los Juegos Olímpicos, que tenía previstos. Hay quién piensa que con el recorte la viabilidad de la cadena es imposible. Podría estar abocada a su desaparición.

La vuelta de la publicidad a la cadena podría ser una solución parcial. Tanto la AEA, asociación de anunciantes, como la AUC, asociación de usuarios de la comunicación, lo apuntaron inmediatamente, de manera muy oportuna. Sería una vuelta en condiciones diferentes a la situación de 2009: sólo bloques cortos, de tres o cuatro minutos, sin interrumpir nunca programas.

En una empresa que desde el pasado verano tiene un vacío de autoridad, al no haberse cubierto el puesto de Presidente, los miembros del Consejo de Administración están divididos. Mientras el actual presidente rotatorio cree que la vuelta de la publicidad es posible, la reunión del Consejo del pasado día 4 parece negar esa posibilidad.

Para el mercado publicitario, la vuelta parcial de la publicidad a TVE sería una buena noticia, incluso si tuviera que pagar más por esa nueva publicidad en bloques más cortos y, por tanto, más eficaces. Esa medida serviría para romper el duopolio de hecho que ha llevado en muchos casos a abusos por parte de las cadenas dominantes. Por supuesto que al Gobierno que decidiera dar marcha atrás en la supresión de la publicidad en TVE se le echaría encima la UTECA, el lobby de las cadenas privadas. Pero la decisión podría tener el apoyo del público si se le explica bien que así se ayuda a reducir el déficit público, algo que nos han vendido que es una de las principales prioridades.

Otra posibilidad que no podemos descartar con los datos actuales es la desaparición de TVE o su reducción a una situación marginal como la que ocupa la PBS, la televisión pública en Estados Unidos. Una televisión más independiente del Gobierno, como la actual, interesa a los poderes mucho menos que una altamente manipulable, como era TVE hace unos años y como siguen siendo la mayor parte de los canales autonómicos. Una televisión más imparcial interesa menos a los políticos en el poder.

Para Periodistas 21 el cambio de modelo es imprescindible. Debería crearse una especie de YouTube de los público, en la estuviera disponible toda la información sobre contenidos sociales, culturales y científicos. Supondría la desaparición de todas las cadenas públicas tal como las conocemos ahora.

Yo creo que, conociendo la deriva que han llevado a lo largo de esta crisis las cadenas privadas principales, en las que el deterioro de los contenidos  (cada vez más baratos y más repetitivos) no cesa, no podemos permitirnos el lujo de dejar caer a TVE, justo cuando ha conseguido ser una cadena de referencia.

Pero nos encontramos ante un problema de difícil solución. La financiación de la cadena va a ser prácticamente imposible si no se cambia la ley actual. También va a resultar muy difícil su gobernabilidad.

En estas condiciones ¿quién va a querer ser Presidente de una empresa así?

Internet: una nueva dimensión

Hace unos días leí que el vídeo de los niños patinadores de Evian ha batido todos los records de visitas en la web.

No recuerdo las cifras y ahora en una búsqueda rápida no he sido capaz de recuperar la noticia, pero se trataba de unas cuantas decenas de millones. En enero eran 45 millones. Algo fantástico, sin duda: decenas de millones de personas han buscado un video en internet (o lo han recibido de sus amigos) y lo han mirado voluntariamente.

En muchos casos lo han reenviado voluntariamente para que otros amigos lo vean.

Está claro que no hablamos de lo mismo que hace unos años cuando contábamos los espectadores de una final de la Champions o de una ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en televisión.

Allí teníamos a espectadores de la publicidad que lo que querían ver era otra cosa. Pero veían la publicidad y eran, muchas veces, miles de millones. A la vez.

Ahora hablamos de decenas de millones, a lo largo de nueve meses, en todo el mundo.

Está claro que no hablamos de lo mismo.

De vuelta

Ya estoy otra vez en Madrid.

Me fui sin despedirme. Es lo que tiene: un verano marcado por los concursos (ante, durante y después) le carga a uno de deseos de desconectar, de irse. Y hasta se olvida la buena educación.

Lo peor es que ni siquiera se desconecta bien. Los concursos, sobre todo si son importantes (casi todos lo son) te acaban persiguiendo. Aunque no tengas blackberry, aunque no veas nada que tenga que ver con internet, aunque físicamente puedas decir que estás desconectado.

Peor aún es que a efectos prácticos, de cara a la empresa que te paga, nadie se lo creería.

Además cuando uno se dedica a los medios es imposible desconectar del todo. A cada momento ves un anuncio de un cliente, piensas si estará bien planificado, cual será la audiencia que está consiguiendo…o reflexionas sobre lo que deberías hacer en la nueva situación que ya está aquí.

Todo el negocio de medios tiene que cambiar a corto plazo, como tiene que cambiar la publicidad, como tiene que cambiar toda la comunicación. Pero ¿hacia dónde? ¿a qué ritmo?

No sé si algún lector habrá echado de menos estos artículos. He visto un comentario de Goliat que parece decirme que sí. También he visto en los informes de visitas la evolución en estas semanas: aún ha habido gente que entraba para leer algo. Ahora lo difícil es recuperar a los lectores que se hayan aburrido de esperar esta vuelta. Pero lo intentaremos.

Luego estaban los Juegos Olímpicos y al final el accidente de Barajas. Todo muy mediático.

¿Quién ganó los Juegos Olímpicos? China, Phelps, Bolt…y aquí en España TVE.

Pero siempre con cosas curiosas producidas por las diferencias horarias. Así la fantástica final de baloncesto tuvo menos audiencia que el emocionante pero mucho menos brillante partido de semifinales entre España y Lituania. Aún así es curioso ver en las curvas de audiencia cómo se iban levantando ayer de la cama los españoles; también llama la atención el pico del blonmano en el descanso del baloncesto.

Y ya en el otro aspecto, el desgraciado accidente del miércoles, TVE recuperó su papel institucional y fue la cadena por la que más personas siguieron el desarrollo de los acontecimientos. Es verdad que interrumpió para dar el partido de fútbol en el que la selección volvía después de la Eurocopa. Es verdad que este hecho se ha criticado (no me habría gustado estar en el cuerpo de quién tuvo que tomar la decisión: hiciera lo que hiciera le iban a criticar). Pero luego recuperó el tema con un programa más elaborado y fue líder de audiencia del día.

Al ver estos datos recordaba el día 11 de marzo de 2004 cuando los programas más vistos fueron los de Tele 5, la única cadena que recuperó por la noche la programación habitual. De todos modos la mayor audiencia del conjunto del día también la registró TVE, por el mismo efecto institucional que hemos mencionado.

Aquí estoy de nuevo. De vuelta.

Los JJ.OO y la audiencia en múltiples pantallas

Veo hoy en Marketing News una noticia sobre los Juegos Olímpicos que puede ser muy interesante también

para nosotros: la NBC va a aprovechar este evento para hacer pruebas de medición de audiencia multipantalla.

Los Juegos pueden ser una buena ocasión para este

tipo de experimentos. Cuando yo trabajaba en RTVE aprovechamos el Mundial de España (¡en el 82!) para testar diferentes sistemas de medición.

Los acontecimientos masivos se prestan a ello.

El hecho de que sea una cadena de televisión la que tome la iniciativa muestra una inquietud muy loable.

Pero si se sigue adelante hará falta un tercero neutral para dar fe de que los resultados no están sesgados para favorecer a esa cadena.

Son las reglas del juego.

Seguro que también los medidores profesionales lo van a intentar. Estos días he recibido un par de informes de mis compañeros de Zenith USA sobre medición de la televisión en el móvil: existe un grupo de trabajo promovido por Nielsen que ya está analizando la importancia de la televisión en el móvil y diversas posibilidades de medición.

Hasta ahora el número de espectadores de televisión en el móvil crece al crecer las posibilidades tecnológicas de los terminales, pero la proporción de las personas que utilizan esta

posibilidad disminuye (Ya sé que es un poco lioso: aumenta el total, pero representa menos sobre un número creciente de dispositivos capaces de recibir televisión). El tiempo dedicado a ver televisión por el móvil es muy pequeño, comparado con el de la pantalla original. Pero es muy probable que crezca con el paso del tiempo, sobre todo para eventos puntuales. Tampoco es muy grande el tiempo que se dedica a ver programas de televisión por el ordenador, pero crece más rápido.

Lo importante es estar preparados para medirlo y decidir qué querremos medir y con qué precisión. Muy probablemente ahora que tenemos la tecnología más medible nos dejaremos sin medir una parte creciente de la realidad.

Es una de las grandes paradojas de estos momentos: cuando las tecnologías facilitan medirlo todo y, en teoría, medirlo mejor, lo más probable es que nos dejemos sin medir partes crecientes de la realidad.

Veremos.

Leo que en estos Juegos España puede batir su récord de medallas de Barcelona. Espero que sea así. Y también que sea un gran éxito de audiencia. Aunque no se puedan comparar con una Eurocopa, o cualquier evento futbolístico, unos Juegos Olímpicos son cada cuatro años el gran evento del verano.

¡China!

Faltan 19 días para que empiecen los Juegos Olímpicos en Pekín (o Beijing, como parece que hay que decir ahora).

Cada día nos lo recuerda TVE, que espera capitalizar el evento. Pero los Juegos Olímpicos nunca dan mucho rendimiento en televisión, y menos en horarios complicados, a los que en esta ocasión obligará la diferencia horaria.

El viernes recibí el resumen de un estudio que ha hecho TNS sobre el mercado chino.

Así quiere resaltar su importancia en un mercado por el que hace muchos años que apostó. Hace más de quince años que Isabel Serrano, que había sido Directora de Investigación de TV3 tuvo responsabilidades en la operación china de Sofres.

Los datos del estudio son impresionantes. Asustan un poco.

Veamos:

Hay más de ¡¡547 millones!! de usuarios de móvil, que usan intensamente la mensajería instantánea.

Los internautas, más de ¡¡210 millones!! crecieron un 53% el año pasado.

Tienen ¡¡3000!! canales de televisión.

Circulan más de 40 millones de tarjetas de crédito, en un país todavía oficialmente comunista.

Las ventas de coches aumentan un 20% anual; y aunque ahora sólo hay 5 millones de automóviles particulares pronto serán el mercado automovilístico más fuerte del mundo.

Hay 350.000 millonarios (en dólares).

Cada año 20 millones de chinos se traladan del campo a la ciudad.

Su mercado publicitario, que compite con Alemania y el Reino Unido por el tercer puesto mundial, crece rápidamente. Aquí se siguen notando los resabios del pasado. Me comentaba una amiga, que trabaja en una empresa de exterior, los problemas que están teniendo, precisamente por los Juegos Olímpicos. Toda el área de Pekín ha sido copada por la organización y los patrocinadores y no pueden contratar otro tipo de campañas.

En 2012 será el quinto mercado del mundo en investigación de mercados. Esta industria crecerá entre el 15 y el 20% anual en los próximos cinco años.

Todas estas cifras dan, por un lado, vértigo y por otro, ganas de participar de alguna manera en un mercado tan explosivo.