Por Piet Holtrop – Abogado
Según un artículo escrito hace casi cuatro años por Nathanael Massey, en la sección sobre clima de la revista Scientific American, los seres humanos probablemente somos la especie más adaptativa de todas.
Según el autor, es por los cambios climáticos del pasado que nos hemos hecho así, nuestro cerebro ha evolucionado gracias a los esfuerzos de adaptación que le hemos exigido. En la actualidad el cambio climático seguirá forzándonos de una u otra manera a adaptarnos aún más.
Nuestra gran capacidad de adaptación también nos ha hecho oportunistas innatos, y nos ha proporcionado una memoria selectiva, utilizando hecho alternativos siempre según nuestras necesidades.
Por ejemplo, cuando todavía no se habían llevado a cabo los primeros recortes a las renovables, ya comenzaron los rumores de los productores fotovoltaicos produciendo electricidad con grupos electrógenos, que estarían así inflando sus ingresos. Fue desmentido el día siguiente por REE, que ve la producción eléctrica en tiempo real, y es capaz de detectar anomalías instantáneamente. La producción nocturna con gasóleo era falsa.
Otro ejemplo de hechos alternativos es que toda esa gente que se metía en las renovables supuestamente venía del sector del ladrillo, como si esto en sí fuera circunstancia para menospreciarles. Querían darle al sector de las renovables un aura de especulador. Conozco una pequeña muestra de miles de personas que han participado en dicho sector, y son un fiel reflejo de nuestra sociedad. Tú, querido lector, podrías ser uno de ellos.
También escuche que los promotores que habían desarrollado los proyectos fotovoltaicos habían inflado sus ingresos por adaptar sus precios a las retribuciones vigentes en el mercado durante el boom fotovoltaico en España. Otro hecho alternativo. Han sido los precios de los componentes principales, como las placas solares o los aerogeneradores, ofertados en los mercados internacionales los que se han adaptado a cada país. Los miles de promotores e instaladores en España no tenían tanto apalancamiento con estos proveedores industriales como para conseguir tales márgenes. Este fenómeno de adaptación de los mercados internacionales sigue vigente en la actualidad, es atemporal, y se ve en la actualidad en las ofertas de los fabricantes de aerogeneradores en la subasta. Ahora mismo no hay mucho margen allí. Este fenómeno es global, para no decir universal, y corresponde a los reguladores nacionales de responder de forma previsible a ello.
Separemos los hechos de los cuentos, y las reglas de la excepción.
Creo que todas estas acusaciones nacen de la necesidad que sentimos todos los seres humanos de justificarnos, pues en el fondo somos buenas personas y no aguantamos las injusticias. Como a las energías renovables para el bien de todos les han castigado de forma arbitraria y aleatoria, pareciera que algo deben haber hecho mal. Y como han perdido ya unos tantos juicios en España, concluimos que no deben tener razón. Nos resulta más fácil esta actitud, que pensar que la justicia en España no funciona del todo bien por no haberse planteado en ninguno de estos casos las cuestiones prejudiciales de Derecho Europeo ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
Incluso si algunos de los citados hechos alternativos fueras veraces, tampoco los convertiría en una regla aplicable a todos. Las personas que han fomentado la transición energética de este país merecen mejor actitud, o cuanto menos mayor respeto.
Hoy, miércoles 31 de mayo 2017 me han convocado en Las VI Jornadas Ambientales, organizadas por la Universitat de Barcelona (UB) y Bodegas Torres, para hablar precisamente sobre lo que se ha hecho a la fotovoltaica en España. Hablaré de que no debemos permitir que nuestra capacidad adaptiva nos conduzca al oportunismo moral. No debemos adaptarnos a las injusticias.
George Bernard Shaw decía: El hombre razonable se adapta al mundo, y el hombre no razonable insiste en adaptar el mundo a sí mismo, por lo tanto, todo progreso depende del hombre no razonable. Definimos este progreso como la aplicación del Derecho Europeo y la justicia para las renovables. Una vez conseguida, seguramente toda la población dirá que siempre habían pensado que esto era razonable. Nos adaptamos. Casi siempre.