Con un beso comunicamos y mucho; es un gesto social de afecto que verdaderamente adquiere protagonismo para el análisis cuando entra en la categoría del amor y la pasión. La ciencia también nos revela el motivo por el que cerramos los ojos cuando besamos. No es un acto consciente, lo hacemos sin apenas darnos cuenta, a medida que nuestros labios se unen nuestros ojos se cierran de forma automática, y la clave (cómo no) se encuentra en el cerebro.
Un equipo de psicólogas del Royal Holloway College, de la Universidad de Londres, analizaron diversas experiencias sensoriales visuales y táctiles, comprobando que cerrar los ojos le permite a nuestro cerebro centrarse en la tarea en cuestión. A nuestra mente le resulta difícil procesar un sentido si está recibiendo un estímulo visual al mismo tiempo. Los resultados mostraron que somos menos sensibles al tacto cuando nuestros ojos trabajan más.
Cuando besamos y ejecutamos al mismo tiempo otras actividades placenteras, como practicar sexo, queremos enfocarnos en el sentido del tacto más que en ningún otro, por eso tiene sentido que nuestros párpados se cierren. Y es que cuando distraemos a nuestro cerebro con imágenes, nuestro tacto no funciona igual de bien; a más estímulo visual, menos sensibilidad táctil. Cerrar la entrada visual nos deja disponibles más recursos mentales para centrarnos en otros aspectos de nuestra experiencia. «Ya se sabía que aumentar las demandas de una tarea visual podría reducirse con otros estímulos visuales y auditivos. Pero nuestra investigación amplía este enfoque al sentido del tacto», destaca una de los autoras del estudio.
En resumen, nuestro cerebro opta por desconectarse de los sentidos menos importantes en el momento del beso y elige quedarse con la placentera experiencia sensorial, así que, si de verdad quieres sentir un beso despréndete de tu sentido de la vista, abrir los ojos al besar implica distraerse de la intensa sensación de placer que nos está ofreciendo el sentido del tacto.
*Fuente de consulta: BBC
La española cuando besa, es que besa de verdad
08 agosto 2016 | 10:22 am
Totalmente de acuerdo, cuanto más visual se es más sensibilidad se pierde. Pero acaso lo visual no nos proporciona placer también?
08 agosto 2016 | 1:57 pm
Es muy discutible el tema, depende del momento y del tipo de beso. Si es de esos tipo «Lo que el viento se llevó» entiendo y comprendo que se cierren los ojos, así no hay contratiempos en un prescindible beso estúpido-romántico.
Hay otros besos que lo suyo es ver esa otra mirada encendida y no perder detalle, no lo entiendo ni lo considero posible de otro modo, cerrar los ojos nunca jamás.
08 agosto 2016 | 8:09 pm
Muchas gracias a tod@s por los comentarios. Respecto al último, estoy de acuerdo contigo, pero realmente esa apreciación sería más posible en el instante previo o justo posterior al beso. Durante la unión de los labios para besar los ojos no son capaces de focalizar nada a esa distancia, realmente bizqueamos si pretendemos hacerlo, por tanto en el ‘durante’ será mejor cerrarlos! 🙂
08 agosto 2016 | 8:19 pm
Lo que el equipo de psicólogas constata es como dices «cerrar los ojos le permite a nuestro cerebro centrarse en la tarea en cuestión». Es decir, que como ya sabíamos nuestro cerebro realiza mejor una sola tarea que varias al mismo tiempo.
Cuando afirmas que «cuando practicamos sexo queremos enfocarnos en el sentido del tacto más que en ningún otro» imagino te referirás exclusivamente a las mujeres, pués para los hombres el estimulo visual es tan erógeno como el tacto y, complementarios.
Probablemente, y sin hacer estudio ninguno, el motivo por el que cerramos los ojos al besarnos es porque nuestros ojos no pueden enfocar correctamente a tan corta distancia. Exactamente como cuando besamos a un niño, este cierra los ojos… pero no para experimentar mejor otros sentidos. O cuando nos ponen una venda en los ojos.
En fin, que para unificar dos teorías es necesario un poquito más de investigación
10 agosto 2016 | 10:16 am