¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

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Dos parrafitos para los gratuitos

Lo recoje el Manifiesto de Madrid y lo sabe cualquiera que viaje en el transporte público en nuestras grandes ciudades a primera hora de la mañana: uno de los grandes logros de la prensa gratuita ha sido el del fomento de la lectura. Hemos convertido en lectores a millones de personas que no lo eran, que no leían ni prensa diaria ni revistas ni libros… que no tenían este sano, este maravilloso hábito cultural y democrático de leer.

Los que hacemos prensa gratuita llevamos años contándole esta buena nueva a las instituciones. Yo he presentado varias veces al Ministerio de Cultura la candidatura de la prensa gratuita (de todos los gratuitos, no de 20 minutos) al Premio Nacional al Fomento de la Lectura. Es un premio público anual que tiene por objeto, según las bases, “reconocer el inestimable papel que diferentes personas y entidades, y, especialmente, los medios de comunicación, puedan desempeñar en el fomento del hábito lector y en la transmisión de una imagen de la lectura como una actividad cultural positiva, útil y placentera”. No he tenido ningún éxito en mis intentos, no sé si por incomprensión del ministerio o porque el jurado lo componen, mayoritariamente, periodistas de la prensa de pago.

Veo hoy que tampoco nos dan mucha bolilla otras instancias. Los editores de libros acaban de presentar el pormenorizado estudio La lectura en España. Informe 2008: Leer para aprender. El anterior era de 2002, hace siete años. Son 361 páginas, 15 de ellas dedicadas a la lectura de prensa, y pese a que en este plazo, entre el primer y el segundo informe, se ha producido la eclosión de la prensa gratuita, nos despachan ¡ay!, con una mención en dos párrafos.

Una visita de parte de Sarkozy

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha emprendido una nueva misión: salvar a la prensa de pago de su país, cada día más llena de mediocres productos, de malas empresas y de pobres resultados. La grandeur francesa le ha puesto a la misión un nombre rimbombante: han abierto, han inaugirado, dice Monsieur le Président, los «estados generales de la prensa».

En el acto inaugural, Sarkozy ya encontró a los culpables de la presunta muerte inminente de la prensa de pago. No es la regulación asfixiante del muy intervencionista Estado francés, no es la hipersindicalización del sector, no es la mala gestión ni la gestión con fines espurios ni la falta de ideas de los propietarios de los medios (la mayoría de ellos, amigos de Sarkozy que se dedican principalmente a otros negocios: el armamento, la aeronáutica…), no, en absoluto… Los responsables de la crisis de la prensa francesa son Internet y, sobre todo, la prensa gratuita. «La prensa gratuita es la muerte de la prensa escrita», proclamó Sarkozy. ¡Qué antiguo está este hombre, qué desinformado!

Los «estados generales de la prensa» de Sarkozy incluyen una investigación dicen que en profundidad sobre cómo le va a la prensa en otros países cercanos, a los que han enviado a una delegación de altos funcionarios de la Inspección General de Finanzas gala. Ayer los recibí yo, no como director de 20 minutos sino como presidente de la mayor asociación española de editores de prensa, la AEEPP.

Les argumenté con muchos datos a los embajadores de Sarkozy por qué creo que la prensa gratuita no sólo no mata a la prensa de pago sino que incluso es una de sus principales esperanzas de futuro, les dije que en España los gratuitos ya hemos salvado la cuenta de resultados de muchos de pago al convertirnos en los principales clientes de sus vacías plantas de impresión, que hemos aumentado en muchos millones de personas su público objetivo, que ya les estamos dando compradores y lectores nuevos (especialmente los sábados y domingos, días en que los gratuitos no sacamos nuestras cabeceras)… Les entregué también, en fin, el Manifiesto de Madrid aprobado por la prensa gratuita hace dos semanas, en el primer Congreso Mundial del sector, y les pedí que le contaran todo eso a M. Sarkozy, para evitar que diga insensateces la próxima vez que hable ante sus estados generales. No sé si me harán mucho caso: hoy visitan algunos diarios de pago españoles que quizás también quieran echarnos a los gratuitos la culpa de sus propios errores y carencias.

P.D. Hace apenas cinco meses, en mayo, la AEEPP le dio a Sarkozy uno de sus premios anuales, un galardón que en años anteriores se concedió a la Princesa Letizia o a Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés. Le entregué la estatuilla en un multitudinario acto público al embajador francés en Madrid, Bruno Delaye, que me dio una carta personal de Sarkozy en la que me agradecía la distinción. Ahora, tras sus patadas a la prensa gratuita, algunos miembros de mi junta directiva me han propuesto, entre bromas y veras, que le retiremos la distinción. No, no lo vamos a hacer, creo que es mejor que sigamos predicando y le saquemos de su error al presidente francés. ¡A ver si se deja!

La prensa gratuita saca pecho

Hace pocas horas hemos clausurado en Madrid el I Congreso Mundial de Prensa Gratuita, una cita convocada por AEEPP, la asociación de editores de la que soy presidente. Por primera vez en la historia, nos hemos reunido, visto las caras e intercambiado opiniones los protagonistas de uno de los fenómenos más relevantes que se han producido en el mundo de la comunicación y el periodismo en los últimos años.

Han acudido a las cita unas 350 personas de 26 países. Algunas de ellas, muy representativas del sector. Desde el City AM o el The London Paper de Londres a La Razón de Buenos Aires; de Al Día de Dallas al Zurnal 24 de Eslovenia; de Gaste de Turquía a DNews de Italia, de Diario Libre de República Dominicana a Destak de Portugal y Brasil. Y, por supuesto, los españoles: Qué, Metro, Adn y 20 minutos.

Durante el congreso se han producido tres hechos muy significativos:

-El reconocimiento de las instituciones a la labor de la prensa gratuita:

-«La prensa gratuita contribuye a la cohesión social y a crear tejido cívico», dijo la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

-«Fomentáis el pluralismo y la libertad», proclamó la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre.

«Sois un sector innovador y ejemplar: da un producto gratis a los consumidores, no cuesta nada a la Hacienda Pública y crea empleo y riqueza», aseguró el ministro de Industria, Miguel Sebastián.

-La creación de la Federación Internacional de Prensa Gratuita, que tendrá su sede en Madrid y de la que ayer mismo se formó una Junta de Fundadores.

-Y la proclamación del Manifiesto de Madrid, una declaración pública de los gratuitos al conjunto de la sociedad. Os lo reproduzco íntegro:

MANIFIESTO DE MADRID

1. La prensa y las publicaciones gratuitas constituyen uno de los fenómenos más relevantes ocurridos en el campo de la comunicación y el periodismo durante los últimos años.

2. La prensa y las publicaciones gratuitas fomentan la lectura y permiten un mejor y mayor acceso de los ciudadanos a la información, a la cultura, a la participación social y a los hábitos democráticos.

3. La prensa y las publicaciones gratuitas desempeñan un importante papel social, crean tejido cívico y fomentan la cohesión en las comunidades de lectores a las que se dirigen.

4. La prensa y las publicaciones gratuitas suponen un refuerzo del derecho a la libertad de expresión y del resto de libertades públicas en las sociedades democráticas.

5. La prensa y las publicaciones gratuitas, que se elaboran con criterios de calidad máximos, han supuesto una innovación en el ejercicio del periodismo, y los profesionales que las elaboran lo hacen con criterios de máxima calidad, ética, rigor e independencia.

6. La prensa y las publicaciones gratuitas son agentes beneficiosos para la economía en su conjunto, ya que crean empleo y riqueza, fomentan la competencia y suponen un freno a los precios.

7. La prensa y las publicaciones gratuitas facilitan a los anunciantes unas vías innovadoras y más eficaces para dar a conocer sus productos y servicios a los ciudadanos.

8. La prensa y las publicaciones gratuitas instan a las instituciones públicas a ser tratadas con equidad tanto en el suministro de la información como en el reparto de la publicidad institucional.

9. La prensa y las publicaciones gratuitas crean nuevos lectores, por lo que contribuyen al desarrollo y al futuro del conjunto de medios de comunicación.

10. La prensa y las publicaciones gratuitas son, en definitiva, un bien público.

Carta a Juan Luis Cebrián

Juan Luis Cebrián

Consejero delegado del Grupo Prisa

Querido y admirado Juan Luis:

Hace dos años te fuiste a México a decir que nos considerabas a los diarios gratuitos como los principales sospechosos del «asesinato» de los diarios de pago («porque muertos, lo que se dice muertos, ya lo estamos», admitías). Te tiré aquí de las orejas cariñosamente, pero veo que me sirvió de poco. No has hecho los deberes, no te has informado un poco más sobre los diarios gratuitos (pese a que has invertido en uno) antes de volver a opinar.

Ahora te has ido a Colombia para hablar con Semana sobre los gratuitos con una mezcla de desinformación y de desprecio indignas de tu cargo, de tu trayectoria y de tu sabiduría. Has dicho:

«La prensa gratuita no ha ganado dinero en ninguna parte del mundo. La sacaron los fabricantes nórdicos de papel, que no sacaron prensa gratuita en sus propios países. Se puede uno imaginar que hay un intento de generar marcas globales de cara a Internet. Pero al margen de las condiciones económicas, yo no creo en la información como un commodity. Si hay un vínculo fuerte en la historia de la comunicación, ahora que hablamos de interactividad e Internet, es entre el lector de un periódico y la redacción de ese periódico. Por lo tanto, es la adhesión de los lectores lo que genera la estabilidad y el crecimiento del periódico. Yo creo que los periódicos se venden por lo que dicen, no porque sean más baratos o porque los regalen en las calles. Y hacer periódicos sólo como soporte de la publicidad, pues te lleva a hacer periódicos con la información como commodity, que no es la base de un periódico. (…) Yo creo que los periódicos cumplen una función en la socialización y en la creación de opinión pública, y eso nada tiene que ver con la prensa gratuita».

Vamos por partes:

-«La prensa gratuita no ha ganado dinero en ninguna parte del mundo», aseguras, rotundo. Estás muy equivocado. 20 minutos lleva cuatro años seguidos ganando dinero en sus ediciones impresas (dinero que los accionistas no se llevan en dividendo, lo reinvierten todo en la edición on line) y, pese a la crisis económica y la caída de la publicidad, aspiramos a que también lo gane este año. Conozco docenas de diarios gratuitos en otros países que también ganan dinero.

-«Si hay un vínculo fuerte en la historia de la comunicación, es entre el lector de un periódico y la redacción de ese periódico», afirmas. Completamente de acuerdo: entre el lector de los gratuitos y las redacciones de los gratuitos también se da ese vínculo, no seas prepotente.

-«Yo creo que los periódicos se venden por lo que dicen, no porque sean más baratos o porque los regalen en las calles», pontificas. Yo sin embargo creo humildemente que los periódicos se leen (no se venden, eso de la venta es un tema de los contables, no de los periodistas) por lo que dicen, no porque sean baratos o porque los regalen por las calles. El País lo regaláis en muchos sitios (por ejemplo, en la universidad) y los jóvenes no lo leen ni gratis, tus expositores de distribución gratuita están llenos al final de cada día, pásate a verlo. No os leen porque no les interesa en absoluto lo que les decís. Y te recuerdo que 20 minutos tiene 637.000 lectores más que El País (medidos con la misma vara, el EGM). No desprecies a los nuestros, no seas clasista. Y no te pegues un tiro en tu propia rodilla: un 10% de nuestros 2,9 millones de lectores leen también El País. ¿Si esos 290.000 lectores te leen a ti es por el dichoso vínculo, y si nos leen a nosotros no?

-«Yo creo que los periódicos cumplen una función en la socialización y en la creación de opinión pública, y eso nada tiene que ver con la prensa gratuita», rematas. Yo creo, por el contrario, que la función en la socialización la cumplimos mucho más los gratuitos que los de pago, porque llegamos a mucha gente a la que vosotros jamás llegaréis, ni regalando ejemplares: mujeres, jóvenes… Y te concedo que en la creación de opinión pública aún estamos por detrás, pero ya os alcanzaremos, no te quepa duda. No nos acuses de nuevo ese día de ser los asesinos de los venerables, caducos, desorientados y según tú ya muertos diarios de pago.

Con el cariño que sabes que te tengo

Arsenio.

Los diarios gratuitos crecen, los de pago no

El EGM, la macroencuesta que desde hace 40 años mide el número de lectores de todos los diarios españoles impresos (gratuitos y de pago), ha confirmado a 20 minutos como el periódico más leído, con una cifra espectacular: 2.685.000 lectores de media al día durante el último año (178.000 más que en la anterior medición), seguido de Marca (2.550.000) y de El País (2.336.000), a los que cada vez dejamos un poco más atrás. No esperábamos una cifra tan alta, confiábamos en seguir creciendo, pero no a ese ritmo.

En los datos del estudios se ven algunas tendencias generales:

-Los diarios gratuitos seguimos creciendo de modo firme, y ya sumamos más de 8 millones de lectores entre los cuatro grandes: 20 minutos (2.685.000), Qué (2.106.000, sube 151.000), Metro (1.764.000, sube 43.000) y Adn (1.638.000, sube 221.000).

-Pese a las recientes elecciones y a la mucha información política de los últimos meses, que es su fuerte, los diarios de pago de información general están tibios tirando a fríos: bajan levemente El Mundo (3.000 lectores menos), El Periódico de Cataluña (5.000 menos) y La Razón (11.000 menos) y suben un poquito La Vanguardia (3.000 más) y Abc (5.000 más). Sólo El País crece de manera clara, gana 102.000 lectores.

-A los deportivos les va como a los equipos de fútbol a los que apoyan. Marca y As, que son merengues, se benefician de la buena marcha del Real Madrid en la Liga y crecen en 171.000 y en 73.000 lectores, respectivamente. Sport, que es muy culé, pierde 19.000 lectores, y El Mundo Deportivo, también problaugrana, gana 30.000. ¿Será porque ha jugado editorialmente mejor la Champions?

Lo que de verdad diferencia a los diarios de pago y a los gratuitos

Un amigo y colega que me conoce bien me escribe, a propósito del debate del miércoles pasado en 59 segundos de los directores de diarios de pago y del segundo debate, el de los directores de diarios gratuitos, el viernes en Los desayunos de TVE, en el que yo intervine:

«Vi ambos, y me llamó mucho la atención lo que tenían de diferentes y lo que tenían en común.

En el del miércoles, cada uno estuvo exactamente en el sitio donde se le esperaba por el tipo de periódico que representaba. Los proPP y anti PSOE, absolutamente proPP y antiPSOE, sin una duda, diciendo en ocasiones cosas que tú y yo sabemos que no piensan. Los proPSOE y antiPP, totalmente proPSOE y antiPP, sin pestañear, sin criticarle a Zapatero cosas que tú y yo sabemos que le critican en privado. Todos servían a un determinado partido -o a una facción, como el caso de (…)-, eran casi los representantes en la tele de los votantes de ese partido. ¡Si hasta el propio (…) llegó a decir que todo depende del color del cristal con que se mira!

En el vuestro, el de los gratuitos, lo contrario y lo mismo. Como sabéis que vuestros lectores son de todo tipo, de derechas y de izquierdas, se os veía intentando no significaros, no sesgaros, no mirar siempre las cosas a través de cristal del mismo color, criticar y aplaudir tanto al Gobierno como a la oposición (salvo …, que no entendió el papel que tenía que desempeñar) … pero al mismo tiempo mordiéndoos la lengua, haciendo un esfuerzo por no decir en algunos temas lo que realmente pensáis y así no significaros en un lado u otro. A ti te lo noté especialmente en (…).

Luego pensé que quizás esa sea la verdadera y profunda diferencia entre los diarios de pago y los gratuitos. No que te cobren un euro o no te lo cobren, sino que te den doctrina e ideología disfrazada de información o que te den sólo información sin doctrina ni ideología. Y que lo que tenéis en común los directores, de pago y gratuitos, es que ninguno decís en público lo que realmente pensáis, sino lo que creéis que le conviene a vuestro diario».

Duro ¿eh?