Segunda votación, y de nuevo fallida. ¿Y ahora qué? Pues ahora un plazo máximo de casi dos meses (hasta el 2 de mayo) en los que se juega la segunda parte del partido y en la que puede pasar casi de todo: cambios de estrategia de algunos de los equipos, intentos de alianzas diferentes a las negociadas hasta ahora, incluso quizás sustituciones y bailes en algún banquillo…
Mariano Rajoy seguirá pidiéndoles a Ciudadanos y al PSOE la Gran Coalición con el PP, pero lo cierto es que su capacidad de maniobra es mínima y su partido parece totalmente aislado, al menos mientras lo lidere el todavía presidente del Gobierno en funciones.
Albert Rivera, crecido por los dos debates, instando al PP de forma cada vez más directa a que jubile a Rajoy -hoy ha apelado a lo que quede de la centrista UCD en el Partido Popular- y al mismo tiempo disputándole claramente el territorio político y la parroquia del centro derecha y de la derecha, por si hay nuevas elecciones. Y algunas encuestas dicen que con éxito.
Pablo Iglesias y el resto de la izquierda, que hoy ven a Sánchez más débil tras sus dos derrotas, instándole a un diálogo y una negociación para un Gobierno de coalición con todos ellos y sin Ciudadanos.
¿Y Pedro Sánchez? Pues probablemente seguirá en lo mismo en que está desde hace semanas, por ahora sin éxito porque es difícil lograrlo: cuadrar un círculo donde con el PSOE quepan Ciudadanos y las izquierdas, unos con un sí y entrando en el Gobierno y otros con una abstención y apoyando después en el Parlamento. Y en cualquier caso, eso sí, evitando Sánchez las minas internas que aún pueden ponerle algunos de los barones socialistas.
En las segundas partes de los partidos, unas veces cambia radicalmente el juego y el resultado y otras veces los minutos se convierten en basura, por inútiles y tediosos. Como lo saben, todos los partidos estarán también estos próximos dos meses con un ojo en el día a día de las negociaciones y los acercamientos y alejamientos y con el otro mirando a finales de junio, por sí hay que ir a una nueva competición, a unas nuevas elecciones.