Un amigo y colega que me conoce bien me escribe, a propósito del debate del miércoles pasado en 59 segundos de los directores de diarios de pago y del segundo debate, el de los directores de diarios gratuitos, el viernes en Los desayunos de TVE, en el que yo intervine:
«Vi ambos, y me llamó mucho la atención lo que tenían de diferentes y lo que tenían en común.
En el del miércoles, cada uno estuvo exactamente en el sitio donde se le esperaba por el tipo de periódico que representaba. Los proPP y anti PSOE, absolutamente proPP y antiPSOE, sin una duda, diciendo en ocasiones cosas que tú y yo sabemos que no piensan. Los proPSOE y antiPP, totalmente proPSOE y antiPP, sin pestañear, sin criticarle a Zapatero cosas que tú y yo sabemos que le critican en privado. Todos servían a un determinado partido -o a una facción, como el caso de (…)-, eran casi los representantes en la tele de los votantes de ese partido. ¡Si hasta el propio (…) llegó a decir que todo depende del color del cristal con que se mira!
En el vuestro, el de los gratuitos, lo contrario y lo mismo. Como sabéis que vuestros lectores son de todo tipo, de derechas y de izquierdas, se os veía intentando no significaros, no sesgaros, no mirar siempre las cosas a través de cristal del mismo color, criticar y aplaudir tanto al Gobierno como a la oposición (salvo …, que no entendió el papel que tenía que desempeñar) … pero al mismo tiempo mordiéndoos la lengua, haciendo un esfuerzo por no decir en algunos temas lo que realmente pensáis y así no significaros en un lado u otro. A ti te lo noté especialmente en (…).
Luego pensé que quizás esa sea la verdadera y profunda diferencia entre los diarios de pago y los gratuitos. No que te cobren un euro o no te lo cobren, sino que te den doctrina e ideología disfrazada de información o que te den sólo información sin doctrina ni ideología. Y que lo que tenéis en común los directores, de pago y gratuitos, es que ninguno decís en público lo que realmente pensáis, sino lo que creéis que le conviene a vuestro diario».
Duro ¿eh?