El próximo viernes, día 30, se conocerá la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año. Las previsiones son malas. En el Gobierno se temen que va a decir que el paro subió entre enero y marzo en algo más de 200.000 personas, que la cifra total de parados supere con creces los 4,5 millones y que la tasa de paro se acerque muy peligrosamente al 20% de la población activa.
Hace exactamente dos años, en la EPA del primer trimestre de 2008, teníamos 2.174.200 parados. En dos años, por tanto, los hemos más que duplicado. El primer trimestre del año siempre suele ser malo en la EPA. Es invierno, muchos sectores ralentizan su ritmo de producción. En el primer trimestre de 2009, el paro EPA subió en 802.800 personas, una barbaridad. El segundo y el tercer trimestre suelen ser mejores: la construcción, el turismo y otros sectores relevantes de nuestra economía entran en temporada alta y necesitan más empleados que en invierno. En el Gobierno creen que la EPA del viernes será el último gran mal dato económico de la crisis. Están convencidos de que después todo irá mejorando, lentamente, pero mejorando con claridad.
El paro se mide en España de dos maneras. La EPA es una encuesta trimestral, una encuesta en la que se le pregunta a la gente si está activa, si está empleada, si está desempleada… Es, por tanto, un cálculo sobre el total de la población que se hace entrevistando a una muestra representativa. La otra manera de medir el paro es contar uno a uno, cada fin de mes, cuánta gente está inscrita en los servicios públicos de empleo en busca de un trabajo. Es el llamado «paro registrado». La EPA es una encuesta, el «paro registrado» es un recuento. Pues bien, la próxima semana conoceremos el paro registrado de abril. En el Gobierno dicen que el dato no será malo, que el paro habrá subido muy muy poco respecto a marzo, incluso que puede haber bajado. Están convencidos, además, de que la afiliación a la Seguridad Social habrá subido. Se plasmarían, así, los primeros efectos de la entrada en temporada alta de algunos sectores. No olvidemos que los primeros días de este mes fueron, precisamente, los de Semana Santa. Y empezaría, en fin, (o al menos eso espera el Gobierno), a iniciarse la recuperación en el empleo, o al menos acabaría el empeoramiento mes a mes en el paro registrado y trimestre a trimestre en la EPA.