El juez Garzón se juega en unas horas su última baza para salir indemne de la arremetida para hundirlo que le han desatado, desde distintos frentes -se ignora por ahora si algunos de ellos coordinados-, algunos de los muchos enemigos que ha hecho en sus largos años de ejercicio judicial en primera línea de fuego: el PP de la Gürtel, parte del PSOE del Gal, magistrados del Supremo celosos de su protagonismo y su coraje en algunos casos, franquistas residuales… «Cuando uno investiga a gente con poder, a veces pasan estas cosas», decía el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis-Moreno Ocampo, cuando le preguntaban en una entrevista reciente por las causas que tiene abiertas Garzón.
El fiscal Ocampo le ha pedido a Garzón que sea su asesor en la CPI, y Garzón ha decidido aceptar la propuesta y ha pedido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) permiso para hacerlo. Eso fue el martes. El miércoles, el juez Varela, uno de los que investigan a Garzón, decidió a toda prisa abrir juicio oral contra el magistrado, lo que conlleva que el CGPJ pueda decidir apartarlo cautelarmente de su juzgado.
Hay convocado un pleno extraordinario del CGPJ para mañana por la mañana, viernes 14, donde, en teoría, el CGPJ debiera decidir sobre los dos asuntos: la petición de Garzón de irse a la CPI y la medida cautelar de apartarle o no del juzgado tras abrirle Varela juicio oral. Lo lógico es que el Consejo empieza por lo primero en el tiempo, lo de la CPI, que es del martes 11. Y si así lo hace y decide darle permiso a Garzón para incorporarse a la CPI y dejar su juzgado, lo lógico sería también que el CGPJ no debatiera ya el segundo punto del caso Garzón, el del miércoles 12. Si el juez deja el juzgado de la Audiencia Nacional, ¿para qué necesitan suspenderlo en esa función que ya no tiene?
En el CGPJ, Garzón tiene al aforo muy dividido, y la quiniela sobre lo que pasará mañana es difícil. ¿Ganarán sus partidarios, imponiendo el orden en el debate y la lógica de las cosas que comentábamos antes? ¿O ganarán sus adversarios, intentando por todos los medios apartarle del juzgado y convertir en una sanción ante la opinión pública lo que en realidad no es más que una medida cautelar?
La gente con poder a la que se refería Ocampo en sus declaraciones debe de estar a estas horas muy atareada hablándoles al oído a los miembros del CGPJ.