Soñar dentro de un cuento para ahuyentar las pesadillas

Julia no suele tener muchas pesadillas. Y no son graves, en cuanto vamos a su habitación se tranquiliza. Una suerte, lo sé. Hay niños para los que estos malos sueños son terribles. Pero, como os decía, a veces los tiene. Con cinco años, es la edad. Y una de esas últimas veces se me ocurrió algo que ha resultado ser la mar de efectivo y que se está convirtiendo en costumbre, en un pequeño rito de antes de dormir.
ilus2_ciudades
Os lo cuento por si a vosotros también os resulta útil. Lo que hice fue coger uno de sus cuentos favoritos, el maravilloso Las ciudades de colores del que hace tiempo os hablé en este blog, y se lo dejé abierto en la cama, a su lado, para que cuando se quedara dormida pudiera verlo y soñar con esos mundos y esos niños.

Ayer el cuento que acompañó sus sueños mostraba a unos niños acicalando y montando unos ponis en un establo y una campiña de lo más british. Imagino que habrá estado galopando toda la noche.

No son los cuentos que leemos antes de dormir, son los cuentos que dirigen sus sueños y espantan sus temores.

Los libros son un gran refugio en multitud de circunstancias. Nunca el hombre inventó un instrumento que los supere en maravilla, y dudo que lo invente jamás. Ojalá además de ahuyentar pesadillas y traer felices sueños esta nueva costumbre ayude a transmitir a mi hija el amor que tengo por los libros. Un amor que te acompaña toda la vida, nunca defrauda, siempre es correspondido y aleja muchos tipos de oscuridad.

2 comentarios

  1. Dice ser María

    Oh, me ha emocionado! La idea es maravillosa y me alegro mucho que nuestro viaje de Iris a través de las ciudades de colores sirva para guiar el viaje de los sueños de Julia. Gracias por este regalo 🙂

    María

    28 octubre 2014 | 11:45

  2. Dice ser Lectorareciente

    Ojalá el remedio a las pesadillas o terrores fuese tan simple. Y ojalá la relación entre lo que sueñas y lo que te gusta o da seguridad funcionase así. (Si funcionara, más de uno dormiría con la Playboy o la interviú en el regazo y más de una con la foto de algún galán, je).

    Posiblemente, funcione como efecto placebo, que le de seguridad o, simplemente, sea un rito, como dices, con mamá que asiente la confianza en que estás ahí y te preocupas. Además, si la niña se despierta, sabe que lo tiene a mano y puede ver los dibujos y leer el cuento hasta dormirse. Pero te aseguro que si sufriera una pesadilla, no habría cuento que le ayudara a tranquilizarse «sola».

    Como antigua sufridora de terrores nocturnos infantiles puedo decir que ni cuentos (el niño que sufre pesadillas y terrores no se deja vencer por el sueño porque teme dormir y el cuento no le distrae), ni luces encendidas, ni nada… lo único que tranquiliza es que tu madre o padre se quede contigo hasta que te duermas o acuda corriendo cuando grites. Y que te lleve al psicólogo (en la seguridad social salen gratis), pues pueden hacer maravillas, tranquilizando al niño e, incluso, a los padres; quienes se sienten impotentes ante la situación.

    Eso sí, me alegro de que la niña no tenga terrores y ese truco te haya funcionado. Con los peques no dejas de sorprenderte.

    Un saludo

    01 noviembre 2014 | 23:22

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