Yo nunca me disfracé en Halloween. Partimos de la base de que soy de una quinta en la que eso de Halloween era algo raro, típico de las películas y series estadounidenses. Lo que se vivía en mi infancia era como la ciudad se quedaba medio vacía, las floristerías vacías del todo y los cementerios rebosaban flores, gente y estropajos.
Pero eso está cambiando. Nuestros peques sí se están disfrazando. Y me da igual que sea una tradición ajena. Bienvenido sea todo lo que contribuya a que se diviertan. Mis hijos han estado caracterizados de Harry Potter y Hermione y, junto a sus primas, de calabazas. Y todos se lo han pasado pipa. Cada uno a su manera y según su nivel de entendimiento, disfrutaron de una tarde de disfraces.
Me da a mí que cada año será mejor. Desde luego en Carnavales repetiremos.
Mi suegra guarda en su casa todos los disfraces viejos, aunque estén medio rotos, y algo de ropa descartada. Cuando ha tenido niños en su casa uno de sus juegos favoritos ha sido jugar a los disfraces.
Yo quiero hacer lo mismo: guardar todos los disfraces en un lugar al que puedan acceder para que jueguen todo lo que deseen cualquier día del año.
En crecerfeliz.es tienen un par de piezas interesantes sobre los beneficios de disfrazarse. Os dejo un fragmento:
Jugar a disfrazarse es algo muy necesario en la vida del pequeño, ya que contribuye a su desarrollo. Cuando el niño se viste de un personaje y se imagina una historia con ese disfraz, está dando rienda suelta a su fantasía, a su espontaneidad y a su creatividad.
Además de divertido, disfrazarse es un método estupendo para que los niños expresen sus sentimientos. Por eso es uno de los recursos que más utilizan los terapeutas infantiles para ayudar a los pequeños a vencer los problemas de relación (como la timidez) y los miedos (a los perros, a los fantasmas…).
También es la manera más fácil de enseñar a los niños a ponerse en el lugar de los demás, lo que les ayuda a tener más empatía y a integrarse mucho mejor en el mundo que les rodea.
Y hay algo más, muy interesante: el disfraz puede ayudarnos a descubrir cómo percibe el niño a los adultos que conviven con él. Observad a vuestro pequeño cuando se disfrace de papá o de mamá y actúe como tal. Probablemente os sorprenda la imagen que tiene de vosotros y os lleve a reflexionar sobre si la relación que mantenéis con él es buena o hay algunas cosas que debéis cambiar. También es bueno que os fijéis en cómo actúa si se disfraza de profesor o de profesora. Así podréis descubrir si se siente bien en su colegio o no.
A casi todos los niños les gusta disfrazarse, pero también es cierto que algunos disfraces pueden asustarles, como los de monstruos y fantasmas y los que les tapan la cara. De hecho, a esta edad la mayoría aún prefieren los que llevan la cara al descubierto. “Así, además de sentirse más cómodos, tienen una señal permanente que les aferra a la realidad y sienten menos miedo”, apunta la especialista.
Si al niño le da miedo un disfraz, no hay que obligarle a llevarlo, porque su fantasía puede intensificar sus temores y hacer que tarde más en superarlos. Y, del mismo modo, si lo rechaza porque “le queda ridículo”, también hay que respetarlo. Lo mejor es que él elija el traje que más le guste. Así disfrutará al máximo de la interesante y divertida experiencia de ir vestido de otro.
De todos los juguetes que he tenido en mi infancia, lo que con mas cariño recuerdo no fue exactamente un juguete, sino un baul con ropa vieja que mis superpadres y mis supertios pusieron a nuestra disposicion… ah, las miles y miles de historias que habremos jugado e inventado mis superprimas y yo con el baul aquel…
Un supersaludo
02 noviembre 2010 | 10:48
Me parece algo muy divertido e importante en su desarrollo, desdeluego, la mía se lo pasa muy bien disfrazándose, lo hace cada dos por tres. Yo no tuve oportunidad de disfrutar de esto, qué suerte, Superwoman!
02 noviembre 2010 | 11:58
y la foto de los peques disfrazados? es lo que le falta al post 😛
02 noviembre 2010 | 12:09
En mis tiempos aún más remotos que los de usted , estaba prohibido disfrazarse incluso en carnaval, sobre todo no se podia ir con la cara tapada ni pintada, ni llevar armas de ninguna clase ni que fueran de juguete , se tenia precaución contra el crimen, ahora los crimenes se hacen casi siempre a cara descubierta, sobre todo los de genero que son los más habituales. Además, los niños que culpa tienen de que los mayores seamos tan complicados.
Clica sobre mi nombre
02 noviembre 2010 | 12:32
Yo disfracé a mi niño de 2 años de fantasma.
El estaba encantado, salimos a la calle a asustar a la gente y… nadie le hacía ni caso.
Lloviznaba y todos andaban con prisas, pero vieron a un hermoso niño rubio de fantasma que les hacía UUUUUU y el que más decía Ah, que susto.
Tambien él esperaba otra cosa.
Mama, este se ha ido sin susto, me decía de los que no le contestaban.
Francamente, un poco triste lo he vivido.
02 noviembre 2010 | 13:16
Estoy contigo,mientras los niños se diviertan, que mas da de donde venga la tradicion. Asi ademas le sacamos mas provecho a los disfrazes, ya que aqui hay poca costumbre de hacer fiestas de disfraces.
Nosotros no hemos hecho nada, pero en nuestra comunidad hay un grupito de niñas de entre 8 y 10 años que se disfrazaron de brujas y fueron puerta por puerta pidiendo «truco o trato», de casualidad teniamos una bolsita de caramelos, la verdad es que se lo debieron de pasar bien, que a fin de cuentas es lo que importa.
02 noviembre 2010 | 14:01
Desde luego que me parece una noticia del todo CAPITALISTA «con tal de que se lo pase bien, bienvenido sea» aunque sea a costa de devaluar las tradiciones e historias de este pais cada vez menos parecido a ESPAÑA. Me da que este blog es para madres y niños PIJOS !!!!.
02 noviembre 2010 | 14:03
Está claro, cualquier forma de motivar la imaginación de los niños es buena, jugar a disfraces es una sana manera. Desarrolla historias, la imaginación actua y ejercita su creatividad. Es justo lo contrario a los juegos de competitividad que las plays o nintendos ofrecen.
http://www.temasarte.com/esculturas-arte-a/moreno_quijote_1/ficha/Arte-Moreno—Quijote-1.html
02 noviembre 2010 | 14:11
Creo que tenemos nuestras propias fiestas y tradiciones yson suficientes para que los niños se lo pasen bien y, si no, pues le montas la diversión por tu cuenta. Me parece absurda esta fiestecita importada de «yanquilandia», es imitar por imitar y hacer como los monos, lo que se ve, sin saber ni el por qué hacen ellos eso y nosotros otra cosa. No creo que sea día de fiesta, precisamente. Ví por la calle niños vestidos de principitos, Batman, gato,…tampoco es eso, no es disfrazarse de cualquier cosa, aquí se ha confundido el Halloween americano con los Carnavales, lo que digo, hacer el idiota por hacer.
02 noviembre 2010 | 14:34
Vivimos en USA por ahora y aunque no sea «mi fiesta», si era la de la niña. Nos hemos tirado 3 días con el disfraz de dragón puesto, de sarao en sarao. el viernes 2 en el cole, una por la mañana y otra por la noche, el sábado pidiendo cosas en el centro comercial y el domingo nos invitaron a otra fiesta, primero para adultos y luego para los críos. ella no es muy de chuches y de hecho tenemos 2 cuencos llenos, pero gracias a dios, también le dieron libritos de colorear, pegatinas, tatuajes y lapiceros, que casi le hicieron más ilu, y aunque cansados, mereció la pena verle la carita de felicidad! El año que viene, más de lo mismo!
02 noviembre 2010 | 15:19
Halloween no es una invención americana, es de origen celta y significa «noche sagrada», es decir, es una fiesta pagana como el CARNAVAL.
Si que es cierto que yanquilandia le dio ese carácter comercial que le da a todo, pero nada más.
Aquí también se celebraba antes de la dictadura, aunque no como ahora, disfrazarse era para asustar a los espíritus malvados, sobre todo a los niños, ya que evitaba que los reconocieran y se los llevaran con ellos porque esa noche, los espíritus vagaban libres y los dulces eran para que, a cambio del alma de un niño, algo se llevaran.
Es sólo una fiesta más, muy divertida que el que quiere la celebra y el que no, no.
02 noviembre 2010 | 15:49
En fechas del 31 de octubre al 11 de Noviembre se celebraba la fiesta pagana del fin de año. Como bien dice Mayka, herencia céltica.
La religión lo tradujo al día de todos los santos. Y en Galicia se celebra bajo el nombre de magosto donde se comen castañas (antiguamente era uno de los alimentos principales), chorizos y se bebe el vino nuevo.
En USA se popularizó, pero ya existía antes.
Ahora bien, yo personalmente no veo nada malo en incluirla como excusa para una buena fiesta en la que tanto niños como mayores lo pasan bien 😉
02 noviembre 2010 | 20:38
Tiene razón Mayka, en Aragón se celebraba desde la antigüedad, es de origen celta. Otra cosa es que la haya popularizado Estados Unidos.
03 noviembre 2010 | 15:47
Como ya han comentado algunas,de yanki nada de nada,es una tradición pagana de origen celta,que muy posteriormente se extendió de Irlanda a USA.
En Galicia se conoce tradicionalmente como Samaín (Samahin), o «noite dos mortos» y se festeja la noche del 31 de octubre como celebración del Año Nuevo Celta,en la cual se despide al verano y se da la bienvenida al otoño.
Cuenta la leyenda que en esta noche mágica las almas de los muertos regresan al mundo de los vivos y visitan las casas de sus familiares terrenales donde se les invita a calentarse y tomar alimento y dulces.
Dice la tradición que para alejar a los malos espíritus de los hogares antiguamente se exponían a las puertas de las casas las cabezas de los enemigos derrotados.
Que los americanos hayan hecho propia esta tradición y la hayan popularizado a través de sus películas es otra historia! Pero vamos,que de yanki nada!
04 noviembre 2010 | 03:16
Por fortuna parece ser que el sentido común (y el caracter festivo de los españoles, que nos apuntamos a todo) gana al pensamiento retrogrado y el anquilosamiento de algunos, y Halloween se consolida año a año en nuestro país.
¿Y qué hay de malo, por Dios? Se aprovecha un bello día que ya era de fiesta para convertirlo en algo muy entretenido (sobre todo, por supuesto, para los niños) Hay muchas partes de España donde no se celebra el carnaval, y los peques no tienen ninguna posibilidad de vivir la experiencia de disfrazarse, de ser una princesa real durante un día, o un vampiro malo…
Deberían recordar todos aquellos que se enfurruñan con la idea de que no es una tradición ‘nuestra’ que las tradiciones también se crean, que en algún momento ‘nacen’, que provienen de algún sitio. Eso que ellos defienden como tradiciones patrióticas o ‘verdaderas’ fueron un día simples comportamientos que se extendieron en el tiempo… Exactamente igual que está pasando con nuestro Halloween.
04 noviembre 2010 | 12:59
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18 noviembre 2010 | 02:35
Hola!
Me encantó leer es artículo, felicitaciones.
En casa realizamos un pequeño acto con mis hijos 1 vez por mes y a ellos les fascina!
24 mayo 2018 | 20:04