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Media docena de términos relacionados con los libros [#DíaDelLibro]

Cada 23 de abril se celebra en todo el planeta el ‘Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor’ desde que así se acordó en la 28ª reunión de la UNESCO, celebrada en París entre el 25 de octubre y 16 de noviembre de 1995.

Media docena de términos relacionados con los libros

Como homenaje a esta jornada tan especial para todos aquellos que nos dedicamos profesionalmente a escribir y para quienes son unos amantes de la lectura, hoy os traigo un post con media docena de términos relacionados con los libros.

Colofón. Hace referencia a la última página de un libro, destinada a indicar el nombre de las artes gráficas donde había sido impreso ese ejemplar, así como la fecha y algún detalle como la efeméride de aquel día. El término proviene del latín tardío colophon y este del griego kolophṓn (κολοφών), que hacía referencia a una cumbre o cima.

Intonso. Se usa el término intonso para referirse a una persona inculta o que nunca ha leído. Dicho término proviene de llamar así a dos páginas de un libro que siguen unidas y cuyo pliego no ha sido cortado y, por tanto, leído, y que se conocen como páginas intonsas. El vocablo proviene del latín  intonsus, ‘sin cortar’, y antiguamente hacía referencia al cabello o barba que estaba sin cortar.

Novela. Género literario que destaca por utilizar gran parte de ficción en el argumento de la historia que se relata. El término proviene del italiano medieval novella, cuyo significado era ‘relato inventado breve’,  que, a su vez, provenía de novellus, ‘novedoso’, y este de novus, ‘nuevo’. Originalmente al escritor de  novelas no se le denominaba novelista, sino con el término novelador.

Tejuelo. Hacer referencia a la etiqueta que se coloca en las bibliotecas en el lomo de un libro y gracias a la que se identifica, a través de claves normalmente alfanuméricas, a qué género pertenece, su autor y su materia, con lo que es mucho más fácil clasificarlo y encontrarlo en los estantes.

Trasunto. Se trata de la copia exacta que se hace de un escrito u obra. Es lo que antiguamente, antes de la invención de la imprenta, se hacía con los libros o los textos originales: hacer  copias a mano (manuscritas), una acción conocida como trasuntar. La etimología del término proviene del latín  transumptus, que significaba ‘tomar de otro.’

Tsundoku. Término japonés que hace referencia a la pila de libros que se amontonan en una estantería sin haber sido leídos. El vocablo es un juego de palabras de la unión de la expresión tsunde oku, ‘dejar que algo se acumule’, y el término doku, ‘leer’.

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [8]

Octava entrega de la serie de post dedicados a traer al blog un buen número (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que conocías con otro nombre muy distinto.

Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ha ocurrido con las veces anteriores.

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Asueto: Jornada de fiesta que se toma una persona en sus obligaciones laborales o estudios, en un día que no es festivo, normalmente utilizado para arreglar ‘asuntos propios’ como ir al banco, hacer recados o simplemente descansar. Entre los funcionarios españoles se conoce este día también como ‘moscoso’ en referencia al exministro Javier Moscoso.

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Cuesco: Nombre que recibe los huesos de la fruta; como el de la ciruela, cereza, nectarina. También se llama de este modo a la ventosidad (pedo) ruidosa, debido a que esa flatulencia recuerda al sonido de uno o varios huesos caer al suelo.

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Saltatriz: Término que proviene del latín y que se usaba en la Antigua Roma para referirse a la mujer que tenía como oficio saltar y bailar, con el fin de entretener al público.

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Chozno: Cuando alguien nombra a un chozno se está refiriendo a un nieto en cuarta generación o, para decirlo de otro modo, es el hijo del tataranieto de una persona.

 

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Cabrillas: Las cabrillas son aquellas manchas coloradas que aparecen en las piernas cuando se está mucho tiempo al lado del fuego de una chimenea, hoguera…

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Intonso: Se usa el término intonso para referirse a una persona inculta o que nunca ha leído. Dicho término proviene de llamar así a dos páginas de un libro que siguen unidas y cuyo pliego no ha sido cortado.

 

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Efélide: Modo en el que también se le llama a las ‘pecas’ (manchitas que salen en la piel)

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Siguemepollo: Se trata de una cinta de adorno que colgaba en la parte trasera del vestido de una mujer. Solía usarse en los vestidos elegantes usados en fiestas y actos sociales en los que siempre había algún joven muchacho (llamados antiguamente pollos) que iba detrás de alguna dama con el fin de cortejarla. Había todo un código de lenguaje no verbal en la forma de llevar dicha cinta, que indicaba las intenciones de la muchacha respecto al ‘pollo’

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Vidajenear: Fisgonear, cotillear, chafardear sobre la vida ajena de otras personas.

 

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Diastema: Se trata del espacio que queda entre dos dientes (por ejemplo entre los incisivos central superior)

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Escrúpulo: Medida de peso utilizada antiguamente por los boticarios (farmacéuticos) que correspondía al equivalente a 1,55517384 gramos. Dicha medida se calculaba mediante 24 granos de piedra debido a que el término ‘escrúpulo’ proviene del latín y quiere decir ‘piedrecilla’.

 

 - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban
Maridillo: Se conocía como ‘maridillo’ a un pequeño brasero que se utilizaba antiguamente y que servía para calentar los pies, muy usado por amas de casa mientras realizaban tareas sentadas. Existía el dicho (hoy en día totalmente desfasado y machista) que indicaba que estos pequeños braseros mantenían calientes los pies de la mujer durante el día al igual que lo hacía el marido en la cama durante la noche.

 

 

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