
La principal avenida de Calcuta, Chowringhee Avenue, en 1945. (DOMINIO PÚBLICO)
La novela negra, policíaca, o thriller con ambientación histórica es una tendencia en auge en el género, pero tiene, en realidad, un rancio abolengo. Desde los fray cadfael, El nombre de la Rosa o el Marco Didio Falco, llevan dando buenas noticias a la literatura décadas. Hace un tiempo, Ramón Villa García, gran conocedor del género y un hombre entrañable de gran sensibilidad, escribía en Zenda un interesante artículo donde analizaba la novela histórica y establecía unas categorías. Escribía sobre este tipo de novelas calificándolas como «pseudo-históricas» y, aunque el texto era ciertamente destacable en muchos aspectos, no coincido ni con su definición ni con lo que decía en este asunto (y alguno más). Este es un subgénero que, como en botica, hay de todo, pero que, en el fondo, esconde una verdad sobre lo histórico: para el lector contemporáneo, el pasado es un misterio, y por esto, este formato funciona tan bien.
Por eso hoy he decido incluir dos interesantes ejemplos recientes, con sus debilidades y sus fortalezas, para la recomendación de los viernes: ¿me acompañáis a la India colonial y a la Viena de finales de siglo XIX? Lee el resto de la entrada »