Homenaje a Uderzo: noticias y recuerdo de uno de sus álbumes más polémicos, ‘El hijo de Astérix’

Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

Este 24 de marzo se cumple tres años desde el fallecimiento de Albert Uderzo. Nuestro querido dibujante de Astérix y Obelix nos dejaba el día 24 de marzo de 2020 en plena pandemia del coronavirus. Desde entonces, cada año hemos adquirido la costumbre de dedicar un artículo a los famosos galos en homenaje a sus autores Goscinny e Uderzo, aunque no es el único momento del año que se pasean por nuestro apartado. Quizás los irreductibles galos sean de los personajes más recurrentes por uno u otros motivos.

El artículo que hicimos en 2021 estuvo dedicado principalmente al nacimiento de los personajes, un artículo muy emotivo que nos sirvió para despedirnos de Uderzo.

En 2022 centramos sobre todo la mirada en la que quizás sea una de las historias con más mensaje de las que los galos han vivido, nos referimos a Astérix y La residencia de los dioses.

Justamente hace cuestión de un par de días se anunciaba el título de la aventura número cuarenta de Astérix y también se mostraba una cubierta provisional. No sé si también se ha anunciado en estos días con motivo de la efeméride que nos trae el artículo de hoy.

Como han informado, el día 26 de octubre de 2023 saldrá a la venta Astérix y el lirio blanco con una tirada de más de cinco millones de ejemplares en todo el mundo. Tras su paso en el pasado álbum por las lejanas tierras de los sármatas en Astérix tras las huellas del grifo (2021), que vendió en los primeros meses un millón y medio de ejemplares, nos toca estar atentos a una nueva aventura que como viene siendo la tradición se desarrollará casi seguro todo el tiempo en la aldea gala y en sus alrededores. No toca salir de viaje a lugares lejanos.

«Para iluminar un bosque basta que florezca un lirio«, es uno de los mensajes que se pueden leer esta nueva edición en cuya portada se ve junto a un árbol a los dos grandes protagonistas del cómic, Astérix y Obélix, así como al jefe de su aldea, Abraracúrcix, cabizbajo y sentado en el suelo.

En este nuevo álbum el concepto de “pensamiento positivo” y el desarrollo personal estarán en el punto de mira según han informado la editorial Albert René.

En el siglo I a.C. el Lirio Blanco es el nombre de una nueva escuela de pensamiento, procedente de Roma, que promueve la solidaridad, la vida sana y la realización individual. Mientras sus tropas están desmoralizadas, el emperador romano Julio César tiene la idea de inculcarles este estado de ánimo. Lo que nadie ha previsto es que esta filosofía popular, que recomienda, entre otras cosas, comer mucho menos jabalí, entrará en el pueblo. La aldea gala se dividirá entre los pro-lirio y los anti-lirio.

El nuevo guionista Fabcaro, que sustituye a Jean-Yves Ferri, explica en algunas declaraciones que ha realizado a los medios «que él no se considera demasiado moderno. Pero que tampoco pretende hacer una crítica a todo este tipo de nuevos movimientos que existen en la actualidad. Mientras el desarrollo personal tenga efectos positivos, ¿por qué no? Yo no lo uso demasiado.»

Quiero tratar este tipo de fenómenos contemporáneos como lo hicieron en su momento Albert Uderzo y René Goscinny. Por ejemplo, en Obélix y compañía (1976), un álbum que me gusta mucho, hablaban del capitalismo y la concentración de empresas, con humor”, añade.

Fabcaro también señala que «buscaba un título que siguiera la línea marcada por Goscinny y Uderzo, que a menudo encarnaban el tema de cada álbum en un objeto físico o una persona» como ya ocurrió en Astérix y el caldero (1969), El adivino (1972), La gran zanja (1980), El escudo arverno (1967) o La hoz de oro (1960).

Toca esperar pocos meses para poder disfrutar de esta nueva aventura.

Tras el repaso a la actualidad más inmediata sobre nuestros personajes favoritos, toca adentrarnos un poco en alguna de sus aventuras menos conocidas.

El hijo de Astérix

Normalmente me encuentro que la mayoría de los seguidores de Astérix lo son principalmente de la etapa que el guionista Goscinny se encargaba de las historias. En el momento en que fallece Goscinny en 1977 y Uderzo se hace cargo tanto del dibujo como del guion, enseguida empiezan a aparecerle detractores y críticos en gran cantidad.

No voy a ser yo la persona que diga que la etapa en solitario de Uderzo sea la mejor. Aunque hay alguno de los ocho títulos que firmó en solitario que desde mi punto de vista están bastante bien.

Uno de los que considero más interesantes es El hijo de Astérix (1983).

La historia arranca con la aparición inexplicable de un bebé delante de la puerta de la casa de nuestros protagonistas. Intentarán a lo largo de toda la trama descubrir quiénes son los padres del bebé y saber cuál es la motivación que los ha llevado a dejarlo abandonado en la aldea gala. Todo ello mezclado con las dificultades que conlleva el cuidado de un bebé bastante travieso y que tiene la tendencia de beber siempre que puede poción mágica.

 

Evidentemente, en esta historia el predominio del humor es bastante elevado. A veces con más acierto que en otras. Pero tengo que reconocer que desde mi punto de vista el cómic es bastante divertido.

Lo que sí me parece fuera de lo normal, para los cánones de Uderzo, es la elaboración del argumento. Está bastante más trabajado que en alguno de los otros siete álbumes de esta etapa.

Que el bebé fuese el hijo de Julio César y Cleopatra era algo que era bastante difícil de deducir y está bien encajado. La aparición de Cesarion (del que hablamos bastante en este artículo del cómic Alix Senator ) y de Marco Bruto, generan una trama muy romana de intrigas y conspiraciones bastante interesantes.

Además, y como siempre, no dejan de aparecer guiños históricos que intentan explicarnos elementos patrimoniales de la actualidad como, por ejemplo, el motivo de la creación de los alineamientos de Carnac que son un conjunto de conjuntos megalíticos. Carnac es el monumento prehistórico más extenso del mundo y está incluido en el patrimonio histórico de Francia. Está situado al norte y en las afueras del pueblo del mismo nombre, junto al Golfo de Morbihan (departamento de Morbihan, Bretaña). Según este álbum su aparición se debe a el intercambio de leche y menhires que tiene que realizar Obélix con Lesiondelmenix para poder alimentar al bebé.

Es necesario comentar que este álbum ha sido uno de los más polémicos principalmente por el final de la historia. A los lectores no les gustó que el clásico banquete final no se celebrara en la aldea, reducida a cenizas por los romanos, teniendo lugar en la galera de Cleopatra. Esta circunstancia, unida a la presencia en él de César, le ocasionó a Uderzo numerosas críticas.

Estaba claro que los seguidores de entonces de Astérix no eran muy partidarios de los cambios, cosa que yo valoro muy positivamente, por ejemplo en el álbum de Astérix tras las huellas del Grifo y que ya expliqué en el artículo que le dediqué. Por mi parte creo que está bien y es necesario, tras más de sesenta años de aventuras, el que se modifiquen ciertos esquemas que empiezan a quedar anticuados y que son necesarios revisar para la supervivencia de los personajes.

Quizás otro elemento interesante que encontramos en esta historia y que prácticamente no se comenta es que el final está directamente relacionado con el comienzo del siguiente álbum Astérix en la India (1987) que arranca con la finalización de las obras de reconstrucción de la aldea y un gran banquete. ¿No será ese banquete inicial la manera de Uderzo de ceder a la presión y crítica de los fans cinco años después?

Desde luego, por mi parte quiero romper una lanza en favor de esta aventura tan olvidada y que prácticamente no se suele nombrar, ya que existe la eterna comparativa con uno de los mejores guionistas que ha dado el cómic europeo y que tuvimos la suerte de disfrutar durante 24 álbumes.

Os animo a darle una oportunidad y ver cómo cuando uno coge estos hijos en solitario de Uderzo se pueden sacar algunas cosas buenas de un autor que estuvo dispuesto a seguir experimentando con nuestros queridos personajes.

De esta manera hacemos este año nuestro particular homenaje a Uderzo y los irreductibles galos. Esperemos que el cielo no caiga sobre nuestras cabezas.

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1 comentario

  1. Dice ser Cristina

    El hijo de Astérix y Astérix gladiador son los únicos libros de Astérix que había en mi casa. Los leí y releí muchas veces, pero ganaba por mucho El hijo de Astérix. Me reía muchísimo y, obviamente, según iba creciendo iba entendiendo más chistes. Era muy pequeña cuando lo leí por primera vez.

    24 marzo 2023 | 09:15

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