Ay, amigos y amigas, acoso y derribo. Y no estoy hablando de lo que hacíamos con 15 años en las discoteques light a ver si pillábamos cacho, sino de acoso del de verdad, del bueno. 

La gala pasada, cuando vi las nominaciones me dio por pensar algo que ahora tengo meridianamente claro: Los famosos quieren cargarse a los anónimos, aún les tienen ganas. 

Hay un claro pacto: para nominar, para minar su moral y para que les echen. Las víctimas son Parri y María José, a los que están intentando volver locos como si fueran una abuela con pasta a la que quisieran dejar seca para heredar. 

Los famosos, con las mujeres melonar a la cabeza, están usando el truco del mundo al revés. Ejemplo: el otro día le dicen a María José que se relaje un poco, que no trabaje tanto, que no tiene porqué hacerlo todo y en cuanto se levantan por la mañana se ponen a criticarla por no haberse levantado por la noche a mantener el fuego. Tócate los cataplines. 

Pero una de las peores, y mira que a mi siempre me ha caído bien, es Trapote. Sí, esa que rogaba que la sacaran de la isla, está ahora diciendo que quiere ganar (yo aún no tengo claro si la gente no la ha echado por jorobarla o porque la aprecian). 

El caso es que hace de correveidile entre las partes, de meticona, y siempre reinterpretando las cosas. Este fin de semana María José le dijo que como al parecer la «estrategia» de trabajar no llevaba a la final que iba a dejar de hacerlo: «a ver si gano tocándome la pochocho todo el día«, dijo la mujer. Y Trapo, que vio peligrar la comida, que hace siempre María José, dijo «bueno, pero para sobrevivir y conseguir comida sí». A lo que María José dijo: «ahora me hacéis la comida vosotros», como de broma. 

Y la Trapote se fue perdiendo el ojete a decirle a Malena y Sonia, esas mujeres a unos pechos pegadas, que María José había dicho que quería esclavas y que ahora iban a ser sus sirvientas. 

Con lo que no contó Trapote es que Sonia y Malena son también de las de lengua bífida y se fueron directamente a María José a chivarse y ver qué es lo que había dicho. Sonia es la peor de las dos, os juro que no la soporto. Es mala, mala. La típica que sabe perfectamente como hacerte saltar, diciéndote a la cara obviedades y absurdeces con toda la tranquilidad. Afortunadamente, María José es muy lista y como sabe que está nominada, se mantiene calmada. 

A mi el que me da pena es Parri. Sin comerlo ni beberlo este chaval se está llevando todo el marrón. Para mi que le están haciendo la cama porque ha sido líder muchas veces y porque es un rival fuerte y se lo quieren cargar. 

Al final, lo que ha pasado es que los dos se han autoaislado, más que nada para no estar con esa jauría que son sus compañeros, y duermen solos y comen solos, cosa que también han criticado los demás, a los que no oí quejarse cuando Parri sacó pesca para que comieran todos, ni cuando llamaron desesperados a María José para que hiciera el pan, porque la habían cagado intentando hacerlo las mujeres melonar. 

Eso sí, la que más me duele y más me ha decepcionado es Deborah. La ausente, porque es más sosa que comerse un canto rodao, no sólo no ha salido en defensa de sus compañeros anónimos, sino que se ha alineado con los famosos, diciendo que «a mi que no me metan en ningún saco que yo voy a mi puta bola». Eso sí, luego quiere apoyos y cariños… En fin.

Espero que se largue Perdiguero, y escarmiente el aquelarre famosero.