Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero si no es ni bueno, ni breve, entonces es un cagao en la puerta de tu casa.
Y eso es más o menos lo que pasó con la visita de Pocholo a la casa de El reencuentro, porque el hombre de la mochila estuvo el ratillo de la gala y luego se fue, sin haber dicho ni una palabra. Lo mismito le pasó a Tamambarena, alias Tamara, alias Ámbar, alias Yurena.
Y es que la gala de El reencuentro comenzó con la imagen de Pocholo cargado con una mochila y un perrillo, que digo yo que para el rato que se quedó no le hacía falta una muda… Lo más mono fue cuando le enfocaron después y se le veía rebuscar en la mochila mientras murmuraba no sé qué de una pastilla…
Todos recibieron a Pocholo como una estrella, menos Yola. «La cara de Yola es un poema», dijo Jordi. Hombre, un poema… sí, uno de Edgar Allan Poe. De los que dan miedo. La que más se entregó fue Lara, que parecía que le habían puesto delante a los Backstreet Boys en pelotas y posición de firmes. Qué forma de emocionarse, por Dios.
Tamambarena fue recibida de forma más templada, por no decir como un puñetero iceberg. En la casa nadie sabía cómo narices llamarla. Lástima que supieran lo de Tamambarena.
Y como debe ser que tener en la casa un rato a gente de semejante caché es muy caro, pues lo compensaron metiendo a cuatro nisus de esos que se sientan a comer a la mesa y su familia se pregunta quiénes son. Las primeras en entrar fueron Vanessa y Verónica, que concursaron en La casa de tu vida 1.
La jodía de la Vane quería que le metieran como compañero para concursar a su marido (que conoció en el reality). Claro, claro y a mi me gustaría que Jessica Alba me pidiera cacho en una discoteca. Pero al contrario de lo que me pasa a mi en las discotecas, a ésta sí le metieron al marido… y a la ex del marido: Natalia.
Os resumo el tema: Natalia y David entraron juntos como pareja a La casa de tu vida. Allí el zagal conoció a Vanessa y pasó de Natalia como de comer cacas a la plancha. Actualmente, siete años después, David y Vanessa siguen siendo matrimonio.
Pero ah, amigos, la dirección de El reencuentro es perversa como esconder una caca debajo de un periódico en la puerta de tu vecina la del quinto, pegarle fuego y llamar al timbre.
El caso es que concursan Natalia con David y Vanessa con Verónica. Durante un rato, Natalia y Vanessa estuvieron en la misma sala. El silencio resultante hizo que media España se levantara a ver si el Home Cimena se había estropeado. En mi tele los altavoces sacaron unas pequeñas katanas y se hicieron el harakiri.
Por desgracia para nuestras neuronas, en la gala hicieron un amplio resumen de las andanzas de esta semana de la mujer de las tetas michelín y del hombre de los calzones Guinness. La cosa comenzó con Chari jorobando con el tema de los celos que a mi me lo hace y meto la cabeza en el jacuzzi hasta que deje de patalear.
Parecía que Rubén resistiría y le haría caso a su madre, que es como una vaina de los ultracuerpos que maneja al chico. De hecho en un momento dado Chari le dijo amenazándole: «Y si me rayo y me voy» y le contestó Rubén, «pues vete». ¡¡Gallifante para Rubén!!
Poco después se le retiró el Gallifante Rubén, por mala práxis.
Os cuento. Chari se enteró, porque es como una oficial de la Gestapo con almorranas, de que fuera de la casa Rubén y Saray habían estado tonteando y que incluso se habían dado un beso. Todo ésto desembocó en una bronca en el jardín en la que acabaron llorando Saray un poco y Rubén como si le hubieran extirpado un testículo a bocados.
Pero ah, amigos, la pena hace el cariño. Y que Chari se te refrote 24 horas al día como si estuviera empollando un huevo (de hecho, eso hacía) pues hace que el pequeño dragoncito de Rubén salga del cascarón. Vamos, que se dieron al fornicio. Hubo un primer plano de un refrote de hocicos que si se acerca más la cámara, la desvirgan. A mi me dio unas ganas de potar que si el plano dura un segundo más, le doy una capa multicolor al gotelé de mi casa.
¿Os imagináis que hay una catástrofe mundial y que sólo sobreviven los que están en la casa? ¡¡Toma raza humana iban a crear!! Cruzar esos genes debe ser más peligroso que cruzar los rayos de los Cazafantasmas…
De rebote pudimos ver a la Pilarita, la madre de Saray, a la que le han estirado la cara poniéndole un pie en la nuca para estirar más. En esos pómulos se podían tocar los bongos. Eso sí, el cuello lo sigue teniendo como le hubieran pasado el arado en varias direcciones.
Luego nos pusieron un vídeo protagonizado por Lara y por su vagina, más conocida como el conejo lanzallamas. Sí, amigos, la catedrática de la universidad de Las Joyas de la Corona ha ejercido su cátedra en la casa, pero es más de enseñar con método inverso, o lo que es lo mismo, que hace todo lo que no se debería hacer.
Tuvieron una clase en la que Chiqui Martí enseñaba al resto a hacer striptease. Fue de asquerosidad total ver a Bobardo haciendo fotos a las chicas como un mirón de arbusto. Le faltó pellizcarlas el culo en el autobús.
La imagen de la Chari poniéndose con el culo como para aventar pedos y que se le vieran las carreras en las medias en torno al ojarasco fue igual de sexy que lavar a mano las bragas de tu abuela.
Poco después supimos que las parejas menos votadas fueron
Mónica y Juanma.
Saray y Gerardo.
Yola y Juan Miguel.
Antes de que se decidiera la pareja que se iba la puñetera rue pudimos ver una serie de vídeos inquietantes. En primer lugar, uno en el que Marta López le sobaba las tetas a Yola Berrocal y cómo las dos comentaban lo duras que estaban. ¿Pero cómo no van a estar duras si ahí no cabe más?
También pudimos ver a Juan Miguel roncar, solo que eso no era roncar. Eso era como oír a un gocho con vegetaciones durmiendo boca abajo.
Lo más inquietante es que por boca de Saray, nos enteramos de que Gerardo es un buen «pilonero», lo que viene siendo que se come las ostras dobladas. Vamos, que se va a mariscar y deja la ría seca. No sé si me explico.
Yo no necesitaba saber eso. Es más, no quería saber eso. Ahora sólo puedo imaginármelo rechupeteando la pata de una nécora. Arggòdn àfdijbf gaebbs Sí, al final he puesto gotelé multicolor en casa.
Al final las parejas no nominadas votaron y casi por unanimidad salieron Mónica y Juanma, con lo que fueron los que se fueron a la puñetera rue. Ni entrevista ni nada que se le pareciera. Un par de vídeos que vieron desde la sala de expulsión y cada uno a su casa. Lo mismo ni les pusieron coche. Les dejarían en mitad de la sierra en plena noche y que se las apañaran.
Por último supimos que como Chiqui y Sofía habían sido las más lentas en la prueba semanal debían asumir un castigo: ser las sirvientas del resto de concursantes durante toda la semana. Eso sí, tenían la potestad de enmarronar a otra pareja, y eligieron a Vanessa y a Verónica.
Por fin, la cosa acabó con una cena por todo lo alto. Ah, no, que les llevaron comida china. Sí, señores, no se molestaron ni en sacar el arroz tres delicias de los tupper blancos. Si es que la crisis es muy mala. Sólo espero que al pobre chino que llegó con la motillo hasta Guadalix por lo menos le dieran propina.