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‘El reencuentro’ desquicia a cualquiera: otro que se quiere ir

Si es que esa casa haría perder los nervios a un mono perezoso.

Vayamos por partes.

Lo primero que cabe decir es que Marta López se piensa que la vida es un plató (ponedle la música de ‘Tómbola’) la vida es un plató, pla, pla, plató, de mal rollo y doooooolooooor, mal rollo y doooooolooooor, etc. Así que actúa siempre como si estuviera en un plató, sacando mierda de muchos y dorándole  la píldora a unos pocos.

Y ha aprovechado muy bien la torpeza de Natalia, que tampoco es trigo limpio. El caso es que la muchacha quiere a su David sólo para ella, por lo que se pasa el día comiéndole la cabeza al muchacho en contra de los demás, sacando de contexto frases, tergiversando conversaciones…

Y al final, acabaron discutiendo Natalia, David y Marta en el jacuzzi, por algo que no dijo Marta, que Natalia dijo que dijo. Dijo, dijo, dijo… ¿Qué raras suenan las palabras si las dices muchas veces, verdad? Bueno, que me despisto.

Lo más grande fue ver a Lara intentando mediar en la discusión, que es como echar gasolina a un incendio para intentar apagarlo.

Y Lara, ah, muchacha caprichosa y malcriada. Sí, sé que tiene muchos seguidores, de esos que no se han parado a pensar que acabarían tirándose de los pelos con ella si la tuvieran al lado diez minutos.

El caso es que para la prueba semanal están construyendo una barbacoa de ladrillo. David es el capataz. Lara estaba poniendo ladrillos, pero debió pensar que el diseño se parecía al de la torre de pisa, porque no había uno alineado con el otro (para los ciegos: esto último, que los ponía mal, lo reconoció el propio Jorge, que es su compañero).

David se acercó de buenas y le dijo que mejor hiciera la mesa de parchís (colocar teselas para hacer un mosaico) como estaban haciendo otros compañeros. Y la señorita, que es muy orgullosa dijo que ella quería poner ladrillos y dijo cosas como: «No me gusta que David me mande» o «yo quiero poner ladrillos». O sea, como las niñas pequeñas enrabietadas.

De hecho, se fue para la casa y tiró la paleta y el casco, en plan pataleta, poniendo en peligro la prueba semanal. Incluso Chiqui, que es una de sus amigas, le afeó la conducta y empieza a estar cansada de la niñata, que de buenas es muy graciosa, pero no la contradigas, porque se pone como el hombre lobo en luna llena.

La consecuencia fue que David llegó al límite de su aguante. Dice que pasa de estar aguantando tonterías y que se va y le pidió al súper el contrato para ver si se puede ir sin tener que pagar la multa (como yo creo que no, esperará hasta el jueves, a ver si le echa el público).

Con esto, dejaría a Natalia tirada, porque también se tendría que ir. Y es que la muchacha piensa que va a ganar, pero la lleva clara.

Resumen de la gala de El reencuentro en que se dio caña a Telecinco

Ningún cagao se huele su mierda. Qué bonito refrán y que aplicable a Telecinco. El caso es que ayer a Gerardo se le ocurrió criticar a los programas satélite de Gran Hermano/El reencuentro y claro, a Jordi González y compañía se pusieron más nerviosos que un gremblin en un bautizo.

El amigo Jordi salió con las suyas, que parece que decir una palabrota en la tele da la razón, a defender a sus «compañeros de cadena» y perdió ese aire condescendiente que siempre tiene, como si fuera un académico de la lengua con tres premios Nobel en cada categoría.

Pero vayamos por partes:

La cosa empezó con la entrada de Tamara (acabaremos de ella hasta el) Gorro que va de buenorra, pero claro, es que debe tener el cuerpo a todo riesgo y se lo arreglan cada dos por tres.

Poco después largaron a Saray. Dijeron que el reglamento es muy estricto con eso y que si tu compañero se va voluntariamente tu te jorobas y te vas. ¿Si es tan estricto porqué no la echaron el día que se fue Gerardo?

Además, teniendo Saray metesacas con Jorge, que la hayan echado me rechina más que un tenedor rayando un plato. Ay, mi pobre navarro, ay mi pobre jovenzuelo moderno, ¿dónde va a poner ahora él su piercing?

Entonces vimos como a Tamara (estaría más guapa si se pusiera un) Gorro le metieron de compañero a Óliver, que no tiene apellido, se llama así, Óliver. Sí, amigos, ese concursante de un reality (lo de que es un reality se lo han inventado en Telecinco) llamado MYHYV. Mira, paso de escribirlo entero.

Tamara se hizo la muy sorprendida y la muy agobiada, como si le hubieran metido para concursar a la bruja mala del norte.

Todos los que están en la casa son tan conocidos y siguen tanto su amada cadena, que cuando entró Óliver en la casa, alguien gritó: «mira, es Efrén». Toma ya.

Hicieron una prueba en directo. La organización estuvo decidiendo si ponerles a hacer un puzzle de cuatro piezas o llenar sacos con arena. Decidieron lo de los sacos, para que la gala no acabara a las seis de la mañana.

Vimos de nuevo el asunto de los fenómenos para-anormales. Aún me sorprende lo crédula que es alguna gente. Yola es la que más cree, pero es lista, eh, eso que quede claro, que es lista, que le daría capones con la barbilla a Einstein.

Eso sí, a Yola le hacen una fila el del timo de la estampita, el de los papeles tintados, el del tocomocho y diez más, y la timan uno por uno y consecutivamente.

¡¡Qué grande fue ver a Lara una y otra vez con cara de hija de los Monster recién levantada!! Mira que me cae Iván Madrazo, pero es que había entrado en la casa a darle un abrazo. ¡¡Toma leccionaca a la Hardcore!!

El nuevo lema de Lara es: «Si el hardcore es ruido, nos gusta el ruido, excepto si estamos durmiendo, porque si no, ponemos una cara como de estar cagando melones».

JA JA JA

Es que me parto cada vez que lo veo. Que cara de piraña zombie pone la jodía. De muñeco de cera en un microondas. La vida da estas pequeñas satisfacciones. Eso sí, fue muy peligroso porque Lara «padece de sustos».

Ahora está reunida la cumbre internacional de neurología y cardiología para buscar en manuales y enciclopedias el síndrome de los sustos.

Y llegó Gerardo al plató. El chaval (que me cae como las nalgas de María Antonia Iglesias) estuvo muy correcto, pero Jordi, ese personaje serio y profesional que le rompió antaño una carpeta en la cabeza, se puso digno. Bueno, si digno significara perder los papeles y ponerse a chillar en un plató y a soltar tacos…

También pudimos ver a Natalia como poseída por una reyerta callejera de demonios. Con los aspavientos que hacía, de podían haber batido huevos como para hacer una tortilla del tamaño de África.

Y como el reglamento es muy estricto, pues se lo pasaron por el forro de los… bueno, por ese forro, una vez más. Esta semana no hay expulsión. ¿Por qué? Pues porque no les vendrá bien, oye.

Las tres parejas menos votadas fueron:

–  Loli e Iván (aunque sospechosamente Jordi lo atribuyó a un error…)

– Marta y Coyote (Esto también debe ser un error, con la cantidad de seguidores que tiene).

– Chiqui y Sofía.

Pero a Marta y Coyote ganaron la inmunidad, así que no podrán ser expulsados. No me extraña, Marta López otra cosa no, pero rebuscar entre la mierd… arena, sabe.

Y se acabó lo que se daba, amigos.

Fenómenos paranormales en El reencuentro

Sí, ya sé que en la casa de Guadalix hay muchos fenómenos paranormales, de hecho hay uno por concursante, pero anoche se produjeron otra serie de fenómenos accesorios.

Dormían todos en sus saquitos de dormir, haciendo el panoli con la prueba semanal, cuando de repente Yola, que es como una médium superdotada (pectoralmente) se dio cuenta, con su percepción ultrasensible, de que un tenedor había caído de nadie sabe donde en medio del pasillo.

Chaaaaaaaaaaaan, Chaaaaaaaaaaaaaaan

Y claro, a Yola se le pusieron las siliconas de corbata, porque ella, en esas «energías» cree. Eso sí, sus compañeros, que sabiendo que Yola es como Einstein se empeñan en que parezca lo contrario, se empezaron a descojonar de ella.

Todo empezó la tarde anterior, cuando Iván Madrazo, en un alarde de originalidad, contó que antiguamente en la colina de la casa de Guadalix había un cementerio. En realidad, antes que la casa de Guadalix, en esa colina lo único que había eran cacas de oveja.

Pero nada, Yola se lo creyó e Ivancito y el Coyote (¿una persona adulta se pone ese  mote?) se dedicaron a tirar cosas y a hacer ruido para el acojone sumo de Yola y el mal descanso de sus compañeros. Luego Iván lo negará, como negó haber ido hasta Mirentxu con un bidón de líquido inflamable y un mechero.

En otro orden de cosas, Lara, ese ejemplo de saber estar, volvió a liarla. Después de una noche sin dormir, por las gracias de algunos, se dedicó de buena mañana a chillar pidiendo que pusieran música, por lo que David le dijo que se callara. Y claro, la megáfono se puso a chillar. En un momento dado Natalia le dijo «tu madre bien, ¿no?», refiriéndose a que la señora se habrá quedado tranquila sin Lara, pero ésta se puso a chillarle a Natalia que era una «malnacida» y «una cerda».

Lo peor, es que Lara hace un papelón. ¿Sabéis por qué? Porque antes de ponerse a chillar se oye como dice: «voy a ponerle las pilas al micro, que esto se tiene que oir«. Muy natural.

Resumen de la gala de ‘El reencuentro’ en que entró el ‘Tostazo’

A mi ayer me dieron el disgusto de mi vida, amigos.

Y lo hicieron metiendo en El reencuentro a Iván Madrazo, alias el Tostazo, por lo tostón, lo soso y lo insípido que es. Sí, amigos, al rey de la publicidad, el súmmum de la naturalidad.

Y lo peor no fue eso, lo peor fue que no le metieron para concursar al lado a una comuna de ladillas hippies que le hubieran dado un poco de alegría o cuando menos, un poco de movimiento.

Pero antes de saber quién sería el compañero del ídolo de las ivanistas, esa masa informe de amantes incondicionales, nos pusieron una innecesariamente amplia relación de las movidas que tuvieron en la casa Chari y Rubén hasta que les echaron por tener la manita larga.

A la rubia de los pechos de cartón-piedra le sorprende que Rubén no la salude al coincidir en el tren. Sí, es que es raro. Llamar a alguien y a su madre hijos de puta y que luego no te saluden es de marcianos. Chari podría hacer de mala en cualquier película para niños. En realidad, podría hacer de mala hasta en una película para trolls, porque los iba a acojonar igual.

Rubén, por su parte, es más simple que el mecanismo de un chupete. Eso sí, siempre tontea con cualquiera. Si Rubén ayudara a levantarse del suelo a una anciana con la cadera rota, Chari pensaría que está tonteando con la abuela.

Entonces, de refilón, vimos una escena que a mi me puso los pelos del sobaco como escarpias: Yola Berrocal con unos vaqueros tipo rotos y tumbada sobre una mesa cubierta con sábanas. Si llega a haber tormenta, me pienso que están rodando La novia de Frankenstein, el retorno.

Los celos, ese sentimiento tan español, tan de aquí, que a su lado el jamón ibérico parece un invento chino, volvieron a relucir, esta vez en el cuerpo de Vanessa. Y es que científicos de la OMS están estudiando el efecto del tinte pollo, como posible productor de celos y tontunas varias.

El caso es que Vanessa, vete tú a saber por qué, piensa o pensaba, que Natalia, a la que ella le robó a David, está tonteando con el susodicho. Pero nada, la cosa se habló y quedó en nada. De momento.

Las medidas de seguridad de la casa son extremas: Natalia se hostió en una de las habitaciones y el súper dijo: «que alguien acuda a ver a Natalia». Menos mal que fue un mareíllo, si no habría dicho: «que alguien acuda a hacerle un by-pass neuronal a Natalia, por favor». «Que alguien haga un transplante multiorgánico y una liposucción a Natalia, por favor».

 Entonces supimos que la compañera de Iván Tostazo será Loli. Bueno, al principio pensamos que su compañero iba a ser un chupachups de limón, pero en el rótulo ponía que era Loli, que no ha comido desde que salió de Gran Hermano 10.

Me parto con las imágenes de Gerardo mirando a las musarañas. Sólo le falta decir «milana bonita, milaaaana boniiita».

Marta López normalmente duerme con una funda de metal en la lengua, para no mordérsela y morir envenenada. Es más peligrosa que cortarse las uñas de los pies con motosierra. Es de esas personas que nunca dicen nada sin haberlo rumiado antes, de esas a las que les hablas y lo único que hacen es memorizar para tener cosas que echarte en cara. Además, se piensa que es Belén Esteban y que España está volcada con ella.

Pocholo estuvo a punto de tirarse a las tetas de Chari cuando hubo que colocarle el micro, que la mujer del pelo fregona superabsorbente llevaba entre los contenedores de silicona.

Y tuvimos que ver una desgraciada selección de vídeos de Lara, en los que pudimos comprobar que en la enciclopedia, al lado de la palabra choni, hay una foto de Lara.

¡¡Pero ella y Jorge son la pareja más votada!! Yo me quiero ir a vivir a Noruega.

¿Sabéis el hastag que se creó para geno, ese de #sufrocomogeno? Pues bien, creo en este momento el de #sufrocomoyola, porque esta mujer no hace más que cogerse disgustos.

También vimos a Santa Yola de Calcuta, entregarse en cuerpo y teta para fomentar el buen rollo en la casa. Al lado de Yola, Ghandi era un skin head.

Las tres parejas menos votadas fueron:

Saray y Gerardo.

Vanessa y Verónica.

Marta y Coyote.

¿Marta y Coyote? ¿Dónde estaban los millones de fans de Marta? ¿Haciéndose la pedicura?

Y el caso es que se fueron a la calle Vanessa y Verónica, lo que fue una injusticia, después de la semana que se han pasado currando 13 horas quitando mierda de la gente.

Jorge, ese hombre, ese macho navarro, con la tontería, consiguió lo que yo llevo intentando durante años: tocar una teta diciendo que es en pro de la ciencia. Es más, tocó una teta de Saray, como el que amasa el pan, y un tetón de Yola, como el coge un balón de balonmano.

Anda que no le he dicho yo a zagalas que me dejaran pesar sus pechos a mano alzada porque estaba haciendo un estudio. Pero mira, oye, a mi nunca me coló…

La entrevista a Vanessa y Verónica sólo nos dejó ver lo manipuladores que son en Telecinco, en pro de la bronca y la pelea. Pusieron antes de la expulsión un vídeo en el que Natalia dice «la putilla que ha dejado la puerta abierta, pero no lo digo por Vanessa, putilla cualquiera». Y en la entrevista  omitieron la explicación, para que Vanessa sólo oyera que Natalia la llama putilla.

Ay, señor.

Vanessa y Verónica llegan al plató… y se acabó lo que se daba

La verdad es que de estas dos pobre sólo van a poder poner vídeos haciendo las labores del hogar…

Bueno, por lo menos las chavalas han retomado su amistad, que se truncó tras el concurso de La casa de tu vida. ¿Que por qué han solucionado los problemas?

Pues porque entre limpiar el retrete y fregar los cacharros no han tenido tiempo de pensar en más problema que las arrugas al hacer la cama.

Y ahora nos ponen los vídeos que nos han puesto hace unas dos horas. Vamos, que no quepo en mi del divertimento que me llena.

Que manipuladores. Antes han puesto el vídeo en el que Natalia dice «la putilla que ha dejado la puerta abierta, pero no lo digo por Vanessa, putilla cualquiera». Y ahora han omitido la explicación, para que Vanessa sólo oiga que Natalia la llama putilla.

Ahora tratan el tema de los celos, pero de forma normal y sosegada, no como la bruja de Chari…

David está como un león enjaulado, el jodío dice que echa de menos el sol, entrar y salir… ¡A mi me pasa eso mismo ocho horas al día, no te jode!

Verónica niega que Natalia esté por David, en este patio de colegio, en el que solo falta que le canten: A la puerta del colegio, egio, hay un charco y no ha llovido, ido, son las lágrimas de Natalia, porque David no ha venidoooooooo.

Y ahora los vídeos de su marrón, que si ustedes pensaban que la esclavitud estaba abolida, pues no. Existe, y se da en Guadalix.

Conectan con la casa. David tiene carita de pena. Verónica se despide de Natalia, que sea fuerte y esas cosas, que disfrute de la experiencia y esas cosas, que no se vengan abajo y esas cosas.

Vanessa se despide de su David. Que no discuta, que controle sus nervios… Y él le dice que la adora y que la adorará toda la vida.

Jordi les dice que la prueba está dedicada a Supervivientes y que salgan al jardín, donde descubren la playa.

Y se acabó lo que se daba, amigos. Mañana, como siempre, resumencito de la gala.

¡Buenas noches a todos!

Las clásicas broncas por la comida

Lara, esa mujer equilibrada a la que España ama, esa parte de España choni y maleducada, la volvió a liar por la comida.

No, perdón, la lió por un comentario que le hizo Chiqui, esa mujer que ha aguantado a la insoportable Lara, y así se lo paga.

Por otro lado Saray está de Gerardo hasta los ovarios. «Va de megachupaculos», dice Saray, que ha hecho una gran descripción de Gerardo.

Ah, Gerardo, ese cantante, ese intérprete de Chupito de Amor, el mr Hide de la canción.

Lo que nos faltaba, los vídeos de Yola y Gerardo. Estos dos en una cama sería igual de peligroso que cruzar a Chuky con Freddie Krueger.

Por suerte, Gerardo le dio calabazas a Yola, sin darse cuenta de que Yola ya lleva las calabazas de serie.

Jorge, ese hombre, ese macho maño, con la tontería, consiguió lo que yo llevo intentando durante años: tocar una teta diciendo que es en pro de la ciencia.

Anda que no le he dicho yo a zagalas que me dejaran pesar sus pechos a mano alzada porque estaba haciendo un estudio. Pero mira, oye, a mi nunca me coló…

Y es que las muchachas de la casa,vete tú a saber porqué, están loquitas por Jorge.

Sobre todo Saray y Sofía, que se dedican a calentarme al chaval, que tiene que haber tocado ya en la casa las nueve sinfonías de Beethoven a la zambomba.

«No quiero que pase nada, que me estará viendo mi abuela y no quiero que me vea en acción», dice el navarrico.

No es por nada, pero los kilos que ha perdido la amiga Loli se los ha ido encontrando por la calle y comiéndoselos la amiga Chiqui de GH.

La insoportable Lara

Ahora nos van a tocar los vídeos de Lara.

Jordi aclara que Natalia estuvo fuera sólo unas horas, para ir al médico.

A Natalia se le está haciendo el culo pesicola con David. Esto acaba en tragedia, ya veréis.

JA JA JA JA

Pocholo casi se tira encima de las tetas de Chari cuando se le ha descolocado el micro del entreteto. Este hombre debe ser de los que le gusta el olor a gasolina. Pero no, porque se dedica a repartir manzanas a diestro y siniestro.

Ahora vemos la prueba semanal, en la que han pringado Chiqui, Sofía, Vanessa y Verónica, y los demás han vivido a cuerpo de rey.

El caso es que han pasado la prueba. Los rezagados de la semana han sido Saray y Gerardo, que tendrán un castigo en la prueba de esta semana.

Y vamos con Lara, que ha estado tocando los cojones toda la semana.

«Que me cortes las uñas de los pies», dijo Lara. A mi me dice eso y se las corto, pero a la altura del cuello.

Con lo que flipo es con la paciencia que han tenido las sirvientas, porque soy yo y le pongo matarratas en el café y hago que se lo trague con taza incluida.

¿Sabéis el hastag que se creó para geno, ese de #sufrocomogeno? Pues bien, creo en este momento el de #sufrocomoyola, porque esta mujer no hace más que cogerse disgustos.

Volviendo al tema de Lara, la única que se le enfrentó fue Sofía Cristo, que no le gusta que le toquen el… bueno, sí que le gusta, como a todos, pero no en concreto Lara.

El conejo de Lara es como la Gioconda: nadie lo puede tocar.

Chari y Lara se parecen en que ven sus propios vídeos y dicen «no me gusta», como si estuvieran viendo a otra persona…

El caso es que como Lara se comprometió a estar dos días sin decir palabrotas y lo incumplió en unos pocos minutos, las sirvientas la pintaron de Bea la Fea. La verdad es que así estaba más guapa que como se pinta ella…

Y ahora nos ponen a Santa Yola de Calcuta, que se entrega en cuerpo y teta para fomentar el buen rollo en la casa. Al lado de Yola, Ghandi era un skin head.

SI aún existiera el oficio de plañidera, Yola sería la élite de las plañideras, o sea, tendría un caché que ya lo querría para sí la Nicole Kidman.

Al final, Sofía y Lara hablaron para resolver sus problemas, pero me da la sensación de que arreglaron sus problemas como el que echa gasolina en un incendio.

Cuando Yola supo que todo se había arreglado, floreció, porque Yola es como un personaje de Disney, pero más dulce, esponjosa y caramelosa. Al lado de Yola, Bambi parecería Jack el destripador.

Nuevo hilo.

El compañero de Iván… ¡es Loli!

A Iván le podían meter en la sala una leona hambrienta o una familia de critters obesos, a ver si nos librábamos de él…

Ahí está Iván contándonos su vida. Esto hombre habla y parece un vendedor de coches de segunda mano.

¡¡Su compañera es Loli!! Esta mujer no ha comido desde que salió de GH 10.

A todo ésto, no sé para que nos meten a esta mujer si en su concurso se estuvo tumbada todo el tiempo que estuvo dentro.

Iván acaba de decir que no le gustaría entrar con Loli, porque le caía mal, y ahora le dice el tío falso, que está encantado de entrar con ella. ¡¡¡FALSO!!!

Joe, la miro y cada vez que la veo, Loli me se me parece más a un chupachups de limón.

Ja ja ja ja. Ni ja ja ja ja ni leches.

Ven los vídeos en los que se ponen a parir y se ríen mucho, como si todo fuera happy guay. ¡¡SON MÁS FALSOS QUE UN BILLETE DE MADERA!!

¿Alguien sabe por qué Loli no tiene cejas? O sea, ¿por qué donde deberían estar sus cejas hay dos rayajos de rotulador?

Entran en la casa. Alborozo general.

Ahora vemos cómo Marta López se pone de uñas cuando le mentan a su «hermano» Kiko Hernández, ese hombre del que te puedes fiar, que nunca te traicionaría.

Ja ja ja ja ja ja

Me parto con las imágenes de Gerardo mirando a las musarañas. Sólo le falta decir «milana bonita, milaaaana boniiita».

Pues sí, chicos, Natalia tuvo que irse al hospital. Vamos que causó baja, pero temporal.

Marta López es una lianta que no soporto. Se piensa que está en El programa de Ana Rosa y que es mejor que los demás, sólo por eso. Pues a mi me cae como un grano en el culo.

Marta tiene un problema con David y se dedica a ir uno por uno a comerles la oreja: «David me habla mal, me tiene manía», y la gente se traga la bola doblada.

«Es muy fácil ganar dinero a costa mía», dice Marta, que se cree una celebrity y es más bien una brujoloty.

La virgen tiene razón, Marta López tiene ventaja y se dedica a amenazar a los demás con sacar sus trapos sucios.

Pocholo se arranca y dice «y te la querías perder», «y te la querías perder». No sabemos a qué viene, pero lo dice.

Marta López está tan acostumbrada a vivir la mierda que hay en la tele, la falsedad, las traiciones… que se piensa que todo el mundo quiere lo mismo que ella: saber cosas de la gente para ponerles verdes.

¡¡MARTA A LA PUÑETERA CALLE!!

«Te estás picando conmigo para enfrentarte en los platós», dice Marta López. ¡¡Que tía más prepotente y egocéntrica!!

Así es ella: le da dos besos a David y luego a sus espaldas sale a decir que ella tiene muchos amigos fuera…

Otro hilo.

Más celos: David, Vanessa y Natalia

Expulsada Chari (yo la habría echado del país) ocupó su lugar Vanessa, a la que le jode que su David hable con Natalia, esa chica a la que le robó a David.

O sea, que se cree la ladrona que todos son de su condiciona. Mira, en femenino no rima. ¿El pelo rubio de tinte barato afecta a alguna zona del cerebro que controle los celos? Es posible. Bueno, es, a secas.

El caso es que al final hablaron los tres, en plan terapia de grupo. Bueno, en realidad hablaron las dos, porque David estaba allí de miranda. Para hablar sobre celos, Natalia eligió su vestido con más escote.

La jodía de Natalia se ríe como si se estuviera desinchando un neumático.

Pero la charla de autoayuda no sirvió para mucho, porque Vanessa siguió viendo donde no había. Y es que no hay peor vidente que el que quiere ver.

«Concurso contigo para lo bueno y para lo malo», le dijo David a Natalia, como si estuvieran casando por lo reality.

Las medidas de seguridad de la casa son extremas: Natalia se hostia en una de las habitaciones y el súper dice: «que alguien acuda a ver a Natalia».

Menos mal que fue un mareíllo, si no: «que alguien acuda a hacerle un by-pass neuronal a Natalia, por favor». «Que alguien haga un transplante multiorgánico y una liposucción a Natalia, por favor».

Anda, mira, han vuelto a llevar al plató las bolas chinas de colores.

Nuevo hilo.

Le dan calabazas a Yola Berrocal en ‘El reencuentro’

Ah, amigos, el amor puede ser cruel a veces, y otras, puede ser un cabroncete de mucho cuidado.

El caso es que Yola estaba emocionada (por culpa de sus compañeros, que parecen unos mamporreros) con el tema de Gerardo, y con el posible cruce que podía producirse. A la muchacha le gustaba incluso el «culo carpeta» de Gerardo, así denominado por Saray, que lo conoce con profusión.

Otra cosa que no necesitaba saber de Gerardo: que tiene el culo metido como para adentro.

Pero claro, Gerardo, ese playboy de chichinabo, ese seductor de concesionario de coches usados, ese galán de peli de serie z, no podía relacionarse con Yola, así que se estuvo burlando de ella un buen rato con sus amigotes (incluida Saray y Coyote) diciendo que Yola es «la única de la casa con la que no me acostaría» y que a él le gustan «las cosas naturales».

Vino el gocho a poner problemas con la cena. Pero claro, como en esa casa tienen, vete tú a saber por qué, muchas ganas de cruzar a estos dos animalitos, pues Chiqui y Vanessa, que entraron en ese momento, pensaron que Gerardo decía que sí, que le mola Yola, y salieron corriendo a decírselo a la susodicha. Metida de pata.

Así llegó una conversación, de esas que a un guionista nunca se le ocurriría, ni drogado, en el que Yola intentaba en el jacuzzi convencer a Gerardo de que sus tetas de más de dos kilos de silicona podrían salvarles en un naufragio. Debe ser que la muchacha tiene una hebilla en el pechamen tirando de la cual aparece un bote salvavidas.

Pero ni por esas. Al final, Gerardo acabó diciéndole que no, que no le molaba, y poniendo la excusa de la altura. Vamos, que como Yola de da capones con la barbilla, a él no le mola. Si me dieran un euro por cada excusa absurda que he oído, sería rico.

Por otro lado, os juro que me voy a estudiar la carrera de derecho, voy a montar un partido político, a presentarme a las Generales, a ganarlas, a llegar al poder, y voy a hacer una ley que pene con cárcel a las chonis.

¡¡LARA A LA CÁRCEL!!

Esta niñata es insoportable. Es como un crío de tres años, caprichosa y consentida, vaga, egoísta… le pilla todo amigos. Dios estuvo pensando si enviar a Egipto a Lara o las siete plagas, y al final envió las plagas porque los egipcios tampoco se habían pasado tanto.

El caso es que Chiqui y Verónica le hicieron prometer que durante dos días no iba a decir palabrotas ni groserías, cosa a lo que accedió Lara. Pues bien, antes de una hora ya estaba hablando de su conejo (su vagina es lo más importante en su vida) y lanzando con violencia un taco de billar sobre la mesa de ídem, porque Jorge le reprochó que abandonara la prueba para ir a ponerse unas tostadas. Su castigo: durante 24 horas deberá ir sin maquillar y peinada como quieran las sirvientas.

Tenemos celosa nueva en la oficina, se llama Vanessa y no es precisamente divina. El caso es que esa mujer que en un concurso de televisión le robó el novio a una compañera, ahora tiene celos porque el novio habla con la compañera. Vamos, que como David habla con Natalia sobre el pasado, Vanessa se pone de uñas.

Las autoridades sanitarias deberían exigir en los botes de tinte rubio pusiera: Teñirse de pelo pollo puede provocar celos absurdos.

Una última nota: Me gusta mucho Verónica. Una tía simpática, paciente y divertida.