Por Laura Martín Murillo – Directora de la Fundación Renovables
Tal día como ayer, en 2012, decíamos adiós a las bombillas incandescentes. Cuatro años después le llega el turno a las ineficientes luces halógenas que aún iluminan muchos hogares. Desde ayer, 1 de septiembre se han dejado de comercializar estas lámparas de filamento (salvo el stock de los comercios y almacenistas).
Frente a este tipo de luminarias, la Comisión Europea busca potenciar como alternativa las lámparas LED tanto por eficiencia energética y durabilidad. Cada bombilla led consume un 90% menos de energía que una halógena y alarga su vida útil entre 10.000 y 75.000 horas. En términos de ahorro, sustituir un tipo de dispositivo por otro más eficiente supondrá al usuario un ahorro de 115 euros de media a lo largo de la vida de uso de la bombilla. Además, a diferencia de las las lámparas fluorescentes compactas o de bajo consumo, que contienen entre 3 y 6 miligramos de mercurio, las luces led están libres de este elemento químico tan contaminante para el medio ambiente.
Se trata por tanto de una noticia muy positiva que, sin embargo, debería haber llegado antes y cuyos plazos de implantación no responden a la urgencia de nuestro planeta. Hay que tener en cuenta que la normativa afecta solo a los focos, habitualmente utilizados en tiendas, y no a las bombillas halógenas que se instalan en viviendas, que podrán seguir vendiéndose hasta 2018. Nuestro ya maltrecho medioambiente no permite que perdamos ni un solo segundo más, menos dos años.
La justificación esgrimida por la Comisión Europea en 2015 para aplicar una moratoria de dos años al resto de lámparas halógenas hasta 2018 fue la de “garantizar una adaptación plena a tiempo”. Sin embargo, tal y como ha señalado la OCU, la prórroga parece obedecer más a la influencia que ejerce el sector sobre los agentes decisores que a una necesidad real de adaptación. Y es que, para este periodo de adaptación lo que ha sobrado es tiempo, el mismo que no podemos perder gastando energía innecesaria si queremos evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1,5ºC y los fatales efectos que ello conlleva.
Todas las decisiones de esta índole tomadas por la «comisión europea» están tomadas por grupos de presión interesados, es un engaño miserable. Que prohiban los coches de más de 100 CV, que más no hace falta.
02 septiembre 2016 | 20:00
Aunque aún existen bombillas de alto consumo digamos, somos ya todos consientes de que las bombillas led reducen el consumo y son mas duraderas, digamos que la factura de la luz tiene mucho que ver en este sentido.
12 abril 2021 | 20:08
Muy buen artículo, actualmente la iluminación led es asequible y accesible por cualquier persona.
20 abril 2021 | 20:39