La energía como derecho

Fernando Ferrando – Vicepresidente de la Fundación Renovables fernandoferrandomini

Hace más de 50 años, España cumplió sus planes de electrificación al considerar que toda la población tenía acceso al suministro eléctrico. Disponer de electricidad es una clara señal de calidad de vida sobre todo si tenemos en cuenta que en la actualidad más de 1.600 millones de personas en el mundo carecen de este servicio.

Hogar con pobreza energéticaPero aquel estado de bienestar incipiente y de disponibilidad de servicios básicos públicos se está desmoronando fruto de una política que ha dado la espalda a las personas que más lo necesitan, dejando el acceso a los servicios básicos en función de la capacidad económica y no como un derecho inalienable de cobertura global que un estado solidario y distributivo debería tener.

La realidad es que en la actualidad más de cuatro millones de personas en España, aunque disponen de infraestructura eléctrica, no pueden acceder a la electricidad por no contar con los recursos económicos suficientes para pagarla. Esta realidad conocida como pobreza energética es la causante de la aceleración de la muerte de más de 2.000 personas al año.

La existencia de esos 4 millones de personas que no pueden mantener en condiciones habitables su vivienda es una consecuencia de que el 29,2% (indicador AROPE, Tasa de Riesgo de Pobreza y Exclusión Social elaborado por la Comisión Europea en la Estrategia EU 2020) de la población vive por debajo del umbral de la subsistencia, pero también es consecuencia de la ausencia de una política energética y social que permita solventar este problema y que debería incluir:

  • La imposibilidad por Ley de cortar el suministro eléctrico en épocas invernales a quien no puede pagar, situación resuelta en la mayoría de los países de la Unión Europea y que en España solo ha contado con el intento de algunos ayuntamientos de poner en marcha planes de choque. Unos planes que han tenido como única respuesta por parte del Gobierno Central la imposición de recursos de inconstitucionalidad por entender que se otorgan competencias que no les corresponden.
  • La existencia de tarifas sociales para colectivos vulnerables sin recursos económicos para acceder a la electricidad. La medida puesta en marcha y denominada “bono social”, que supone para algunos colectivos una rebaja del 25% en la factura eléctrica, no ha solucionado el problema fundamentalmente por ser insuficiente. El que no tiene para pagar la factura tampoco tiene para pagarla con un descuento del 25%.
  • Un plan de adecuación de viviendas que mejore las condiciones de habitabilidad. El 53% de las viviendas carece de aislamiento y solamente el 7% cumpliría con las exigencias del Código Técnico de la Edificación del 2006.

La solución del problema requiere la puesta en marcha de medidas como las anteriormente mencionadas, pero sobre todo demanda más conciencia social de nuestros gobernantes, para que antepongan a la economía los derechos de las personas. Fuimos capaces de crear las infraestructuras de acceso a la electricidad, pero no hemos sabido crear el marco legal para garantizar su consumo.

El futuro de la energía, tecnológicamente hablando, va a ser muy distinto al actual, pero antes de hablar del futuro hay que resolver las necesidades básicas del presente y considerar a la energía como derecho universal.

  • Foto: GTRES

4 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser El Gran Negocio

    Con las actuales tarifas de las compañías eléctricas, se ha convertido en un lujo mantener el servicio de luz y gas en los hogares (especialmente durante el invierno). No puede ser que en 1 casa de 60 metros cuadrados donde se activa la calefacción de 6 de la tarde a 12 de la noche, el resultado sean facturas de 300 Euros cada 2 meses (sólo gas). A eso tendríamos que sumar otros 150 de luz. Todo estos gastos con 1 sólo sueldo entrando en la casa. Si no fuera porque hay una niña pequeña , ni la pondría. Por todo ello, sólo me queda decir que Iberdrola está estrangulando la economía de los hogares españoles, los está empobreciendo a marchas forzadas. No me extraña que luego tengan para andar patrocinando a la selección española de fútbol o para mandar satélites al espacio (si les da la gana), todo a costa de estrangular a las personas.

    29 febrero 2016 | 12:40

  2. Dice ser Manolo Longanizas

    Yo recomiendo usar manta eléctrica para estar en el sofá y bajera eléctrica para la cama. Solo consume 150W y estas calentito y la sensación de confort es mucho mejor que con calefacción normal de 2000W
    Y con lo de la cama se duerme superbien 🙂

    29 febrero 2016 | 13:54

  3. Dice ser Ferranti

    Lo primero, enhorabuena por el arranque de este blog,
    bajo en CO2 y alto en compromiso social.
    Totalmente de acuerdo.
    La red eléctrica llega a todos los rincones de nuestro país,
    pero para 4 millones de personas el otro lado del enchufe está muy lejos.
    Igual hace falta invertir menos en hierros y más en solidaridad.

    29 febrero 2016 | 16:12

  4. Dice ser robocop

    Pero por el amor de Dios ¿EN QUÉ PAÍS VIVES BLOGUERO? Porque te recuerdo que estás en uno tercermundista que PENALIZAN TENER PLACAS SOLARES, más que nada porque los consejeros enchufados por PPSOE, CiU y PNV puedan ganar algo de dinero, que poco solidario que eres (en tono irónico, claro).

    Ahora en serio, yo vivo en un piso donde recibo la mínima potencia contratada y no pienso aumentarlo ni en coña porque con 1,3 MWh ya tengo más que suficiente y pago lo justo y necesario de cuotas. En fin, vivimos en una sociedad que compra bombillas de bajo consumo y pone la calefacción y/o aire acondicionado a toda potencia, hipocresía en grandes cantidades.

    29 febrero 2016 | 16:19

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