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7 síndromes con nombre de personaje literario: ¿encajas en alguno?

En reginaexlibrislandia siempre le buscamos a todo un referente literario. Es una bibliopulsión que, vista desde fuera, puede resultar malsana tirando a enfermiza. Pero en nuestro caso es algo tan natural e instintivo que no puede ser malo.

Y es que entre los libreros biblioetiquetamos a mansalva nuestras propias filias, fobias, carencias, manías, querencias y rasgos de la personalidad, ya sean aspectos permanentes o emociones pasajeras. Y no es difícil, porque la literatura está llena de personajes gloriosamente peculiares e imprevisibles.

Síndromes con nombre de personaje literario

Síndromes con nombre de personaje literario

Lo curioso es que, a veces, esos rasgos peculiares que hacen que un personaje sea tan adorable incluso en su excentricidad se convierten, extrapolados a la realidad, en aspectos molestos e incluso enfermizos.

Tanto que han dado nombre a una serie de patologías reconocidas y a ciertos síndromes, que, por desgracia, convierten la existencia de quien los sufre en un auténtico calvario.

Sin llegar (por ahora) a ese dramático y patológico extremo repasamos los siete síndromes literarios que se manifiestan con más virulencia entre los libreros de reginaexlibrislandia, empezando por la que suscribe, Regina ExLibris, que los manifiesto todos a la vez.

¿Listos? ¡Vamos!

1. EL SÍNDROME DE PETER PAN.  Peter Pan es el niño que se niega a crecer. Vive en el país de Nunca Jamás, rodeado de aventuras, hadas, piratas y otros infantes eternos. Así que quien tiene el “Síndrome Peter Pan” es alguien infantil e inmaduro en un sentido psicológico y social. No quiere crecer, así que se estanca en un comportamiento infantil o adolescente, y no evoluciona. Esto lo convierte en una persona egoísta y, en casos extremos, deriva en trastornos de personalidad narcisistas.

  • El libro: Peter Pan. James M. Barrie. Alianza.  Peter Pan es, por desgracia, uno de los personajes más conocidos y menos leídos de la literatura y por eso aprovecho este púlpito para hacer un llamamiento a la lectura de uno de los relatos más emocionantes, originales y absorbentes con los que me he topado, para volar a Nunca Jamás con Peter Pan, Wendy, Campanilla, los Niños Perdidos y, como no, con el Capitán Garfio y su ya mítica disertación sobre los buenos y los malos modales. Una auténtica obra maestra. Peter invita a Wendy al País de Nunca Jamás para que sea la madre de ‘los niños perdidos’. Todos compartirán sus aventuras y luchas contra el Capitán Garfio.

 

Síndrome de Peter Pan

Síndrome de Peter Pan

2. EL SÍNDROME DE DORIAN GRAY.  El protagonista de ‘El retrato de Dorian Gray’ vende su alma al diablo para no envejecer. Esta obsesión por la eterna juventud del personaje de Oscar Wilde da nombre a un desorden caracterizado por la preocupación extrema de la apariencia física y la dificultad para encajar el envejecimiento. Es parte de un trastorno denominado “dismorfofobia”, y quien lo sufre no soporta padecer defectos o anomalías que afecten a su apariencia estética, especialmente al rostro.

  • El libro: El retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde. Austral. Cuando a finales del XIX el talento y la irreverencia de Oscar Wilde escandalizaron a la mismísima Gran Bretaña y, por ende, al resto del mundo, el genial irlandés dio un golpe de efecto con una deliciosa fábula en la que la estética y el mal ponen en jaque a la ética y al bien el día en que el joven Gray accede a que su amigo el pintor Basil Hallward lo retrate con una intensidad tan diabólica como real, puesto que el cuadro comienza a reflejar las transformaciones físicas y espirituales de un alma preñada de perversiones, claroscuros y recovecos o, lo que es lo mismo, la esencia de un seductor exquisito, refinado e infinitamente malévolo a quien sus excesos en apariencia no le pasan factura de ningún tipo.
Síndrome de Dorian Gray

Síndrome de Dorian Gray

3. EL SÍNDROME DE MADAME BOVARY. La heroína de la novela de Flaubert vive en un estado de frustración e insatisfacción crónica, atrapada entre sus aspiraciones y fantasías, y la insoportable parquedad de la realidad que habita, que para ella nunca es suficiente. Es la eternamente insatisfecha, y ese es el rasgo que caracteriza a las personas que padecen el síndrome de Madame Bovary, donde las divergencias entre sus ilusiones y la realidad serán siempre insalvables. Se trata de un trastorno de carácter normalmente afectivo y vinculado a la depresión.

  • El libro: Madame Bovary, G. Flaubert. Siruela. Desgarrada entre la prosaica realidad en que vive y sus ensueños de romances y riquezas, Enma Bovary nunca será feliz junto a su marido, un modesto médico de pueblo. Ni el nacimiento de su hija ni su affaire con un joven seductor de provincias lograrán colmar a la eternamente insatisfecha Madame Bovary.
Síndrome de Madame Bovary

Síndrome de Madame Bovary

4. EL SÍNDROME DE OTELO. El protagonista de la obra ‘Otelo’, de William Shakespeare, mata a su mujer porque piensa (erróneamente) que ella le está siendo infiel. Así que se dice que padecen el síndrome de Otelo quienes sufren de celos patológicos, o delirios celotípicos que hacen que la persona tenga dudas irracionales sobre la fidelidad de su pareja. Son personas desconfiadas, inseguras, con problemas de comunicación e inmadurez emocional. En casos extremos se asocia al alcoholismo y a los desórdenes neurológicos.

  • El libro: Otelo. W. Shakespeare. Alianza. Dentro de la amplia galería de personajes que a lo largo de las obras de William Shakespeare encarnaron las más universales y comunes pasiones que mueven la naturaleza humana, Otelo ha pasado a representar el hombre destruido por los celos. Otelo es el arquetipo del hombre celoso. Es una muestra cabal de cómo Shakespeare captó la complejidad de la psicología humana. Sin embargo, el tema crucial y más general de la obra es la desconfianza. Movida por este veneno que se esparce por sus diálogos e impregna las relaciones entre parejas, ya sean hombres y mujeres, ya jefes y subordinados, esta tragedia sigue resultando, hoy como ayer, una lectura tan subyugante como poderosa.
Síndrome de Otelo

Síndrome de Otelo

5. EL SÍNDROME DE ALICIA.  ¿Quién no recuerda los famosos “Cómeme” y “Bébeme” de la historia de Lewis Carroll que hacía volver a Alicia más y más pequeña, o más y más grande? Es el origen de la denominada “micropsia”, un desorden neurológico relacionado con la percepción visual. Quienes lo padecen ven los objetos más pequeños de lo que son en realidad. Suele estar relacionado con las migrañas y en los mentideros librescos se dice que incluso el propio Lewis Carroll lo sufría.

  • El libro: Alicia en el País de las Maravillas, L. Carrol. Valdemar. Cuando Charles Dogson improvisó las Aventuras subterráneas de Alicia, no sabía que esa puerta que daba acceso a millones de niños y de adultos lectores a un mundo cargado de personajes irreverentes, sátiras extravagantes, retos lingüísticos y pulsos a la lógica extrema era la misma que le conduciría a él, como Lewis Carrol, y a su novela, como Alicia en el País de las Maravillas al olimpo de las deidades literarias. Conocer al Gato de Cheshire, tomar el té con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo o jugar al croquet con la mismísima Reina de Corazones es una experiencia que nadie, nadie, debería perderse. 
Síndrome de Alicia

Síndrome de Alicia

6. EL SÍNDROME DE MUNCHHAUSEN. El barón Münchhausen, el gran mentiroso por excelencia de la literatura, está inspirado en oficial de caballería alemán famoso por las disparatadas historias que inventaba. Pero aunque pueda parecer algo estrafalario y hasta divertido, la realidad no es tan cómica como esta ficción literaria. Quienes padecen el síndrome de Munchausen simulan enfermedades con sofisticada habilidad para atraer la atención de terceros, conocidos o personal sanitario. Aunque saben que están mintiendo, sus motivaciones para fingir son inconscientes, y suelen tener una historia clínica de abusos, problemas de identidad, episodios psicóticos breves y relaciones interpersonales inestables.

  • El Libro: Las sorprendentes aventuras del barón Münchhausen. Gottfried A. Bürger. Alianza. Aunque atribuidas a Rudolf Erich Raspe, quien tradujo al inglés una versión que fue plagando de adiciones e interpolaciones de dudosa calidad literaria, se considera que fue Gottfried August Bürger quien supo darle a la obra ese algo indefinible que lo convirtió en obra clásica y popular. El barón más embustero que imaginarse pueda narra aquí sus famosas aventuras y desventuras: desde el hilarante episodio en el que se lo traga un enorme pez, hasta su increíble viaje a la Luna en busca de un hacha de plata perdida. Una historia a medio camino entre lo grotesco y lo fantástico con un esperpéntico y desvergonzado protagonista que provoca una y otra vez las risas del lector.
Síndrome de Munchhausen

Síndrome de Munchhausen

7. EL SÍNDROME DE HUCKLEBERRY FINN. Bautizado como el personaje irreverente y escurridizo de la obra de Mark Twain, este síndrome psicológico se caracteriza por la incapacidad para tomar decisiones y asumir responsabilidades. No se trata de que quienes lo sufren se nieguen a madurar, como el síndrome de Peter Pan, sino que durante toda su vida eluden cualquier tipo de responsabilidad. Los expertos aseguran que es un mecanismo de defensa ligado al rechazo parental así como a una baja autoestima.

  • El Libro: Las Aventuras de Hucckleberry Finn. Mark Twain. Cátedra. A pesar de haber sido considerada tradicionalmente como una obra de literatura juvenil, «Huckleberry Finn», según Samuel Langhorne Clemens, alias Mark Twain, no es una obra «de muchachos» ni «para muchachos». Es un relato tan divertido e irreverente como cautivador en el que Huck, un huérfano vagabundo y pendenciero, y Jim, un muchacho negro que huye de la esclavitud, remontan el Mississippi en busca de libertad y aventuras a bordo de su barcaza. Una delicia literaria para paladares bibliófilos sin edad.
Síndrome de Huckleberry Finn

Síndrome de Huckleberry Finn

 

¡Que te cooorten la cabeza si no lees Alicia en el País de las Maravillas!

No sé a vosotros, queridos, pero a mi me cuesta un imperio reprimir las ganas de ir periódicamente en pos de Alicia, esa niña que crece y decrece en función de lo que ingiere y que capea los entuertos de gloriosas criaturas mientras le planta cara a una reinona grotesca e histriónica obsesionada con descabezar a discreción.

(Alicia, 2010 / Walt Disney Pictures)

(Alicia, 2010 / Walt Disney Pictures)

Obsesión que, como imaginaréis, hago mía cuando se adentran en reginaexlibrislandia lectores reticentes de zambullirse en las páginas de Lews Carroll, por considerar que ya conocen la trama o incluso desdeñándola como libro infantil.

¿Libro infantil? Es una aventura que de infantil tienen lo justo o, como matizaba Virginia Woolf, entra en la dimensión de ese tipo especial de historias que no es que sean infantiles, es que leerlas “nos convierte en infantes“.

Os cuento esto porque esta mañana se adentraron dos chicas en mis confines. Debían tener poco más de veinte años, parloteaban en voz muy alta entre ellas pero sin dejar de teclear a velocidad de crucero en sus smartphones, y fueron directas a mi mostrador:

Clienta 1: Oye, perdona

Regina ExLibris: ¿Sí?

Clienta 1: Es que, mira… verás. Hay una serie en la que uno de los personajes habla de su libro favorito, y yo quiero leerlo, pero ella dice que es de niños.

Clienta 2: Tía, es que es de críos. Que «la Pussy o Poussey esa» va de sobrada y se queda con la peña. Porque, vamos, no me digas que va a flipar con el de la niña esa que se mete por un agujero en el bosque siguiendo a un mapache o algo así. ¿En seeeeeeeeeerio?

Regina ExLibris: Ah, ya veo. ¿Habláis de Alicia en el País de las maravillas, no?

Clienta 1: Sí, ese mismo. Y Carola, tía, ¡qué coño un mapache! Se te va la olla, era un conejo. Al menos es lo que recuerdo de la peli de Disney. Yo es que la vi de cani.

Clienta 2: Bueno, pues un conejo. ¡Ya ves qué subidón de historia, tía!

Clienta 1: ¡Qué pesadita estás! Mira, yo me lo quiero leer… ¿o es verdad que es muy de canis, señora?

Regina ExLibris: Bueno, verás. Si te apetece leerte un libro olvida si es para niños o no… Te sorprendería la cantidad de historias maravillosas que se pierde la gente por etiquetarlas. Y en cuanto a Alicia en el País de las Maravillas si yo fuera tú no dejaría de leerla. Tiene una trama fantástica engarzada sobre historias dentro de otras historias, diálogos endemoniados y, sobre todo, una impagable galería de personajes. Es muy divertida y te sorprenderá.

Clienta 1: ¿Cómo que personajes? ¿más que la niña y el conejo?

Clienta 2: Joder, tía, si que estás off… ¿No te suena una reina, o algo así?

Regina ExLibris: Sí, hay más personajes. Son criaturas estrafalarias, mezquinas, divertidas, grotescas, taimadas o bobaliconas que se desenvuelven como pueden en su entorno y ridiculizan el encorsetamiento victoriano, que es la época de su autor.

Clienta 1: ¿Y lo tienes aquí?

Regina ExLibris: Sí, en varias ediciones. Te las enseño y eliges tú.

Clienta 2: ¡No me lo creo! Para que luego me venga mi abuela con que me paso el día viendo la tele. ¿Verás cuando le cuente que OITNB ha logrado que tú te compres y hasta pienses en leerte un libro en vacaciones? ¡ Y con tu propia paga!

Clienta 1: ¡Ja, ja, ja! Es verdad, lo va a flipar tu abuela. Y en mi kelly igual.

Regina ExLibris: Perdonad, ¿qué es OITNB?

Clienta 1: Es Orange is the new Black. Una serie americana de unas presas entre rejas. ¿No la conoces? Pues ya va por la temporada 5. ¡Es una pasada!

Y se fueron con el libro. Yo me quedé con ganas de contarles que, además de ser fantástica per se, Carroll, anticipaba entre las líneas de las disparatadas aventuras de esa niña respondona y curiosa menudencias venideras como el surrealismo, la interpretación freudiana y la alucinación psicodélica. Ahí es nada. Y que el libro y sus personajes han inspirado a bandas del rock (Aerosmith) y a estrellas del pop (Robbie Williams). Pero, bueno, tampoco las quería agobiar. Y además me dejaron con un muy buen regustillo catódico en el paladar libresco.

Conozco la serie Orange is the New Black y me gusta, y no es la única referencia literaria que muestra. Pero si además ha logrado que esta chica venga a reginaexlibrislandia, compre la edición de Valdemar (la eligió por su cubierta y diseño, descartando una de Cátedra y la de Nórdica, ambas muy recomendables también) y se anime a leer Alicia en el País de las Maravillas que la Providencia Librera bendiga a OITNB.

Palabra de Regina ExLibris.

Alicia, Valdemar

Alicia, Valdemar

NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Cuando Charles Dogson improvisó las Aventuras subterráneas de Alicia, no sabía que esa puerta que daba acceso a millones de niños y de adultos lectores a un mundo cargado de personajes irreverentes, sátiras extravagantes, retos lingüísticos y pulsos a la lógica extrema era la misma que le conduciría a él, como Lewis Carrol, y a su novela, como Alicia en el País de las Maravillas al olimpo de las deidades literarias. Conocer al Gato de Cheshire, tomar el té con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo o jugar al croquet con la mismísima Reina de Corazones es una experiencia que nadie, nadie, debería perderse. Mágica y genial.

 

  • Y vosotros, queridos, ¿leísteis Alicia en el País de las Maravillas? 
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Robbie Williams es el Conejo de Alicia

¿Qué tienen en común Aerosmith, Tim Burton, Robbie Williams, Lewis Carroll y Reginaexlibrislandia? Fácil: los tres primeros recrearon a su manera la mítica Alicia del escritor victoriano despertando con ello el interés de muchos por un libro que, lejos de envejecer, se atrinchera en su propia Edad de Oro.

Sí, queridos, porque si la banda de rock lanzó el clip de su single Sunshine, el cineasta apenas ha terminado de filmar su versión del cuento y ahora el cantante pop Robbie Williams decide metamorfosearse en el mítico Conejo para darle un toque onírico y lewiscarrolliano al clip de su You Know me, el segundo tema de su disco ‘Reality killed the Video Star’.

 

 

Quizás demasiado ajena a los bombardeos catódicos han sido esta tarde unas adolescentes quienes, iphone en mano, me han enseñado el clip y me han preguntado si se trataba o no de algo basado en Alicia en el País de las Maravillas:

 

– Clienta: Oiga, estooo, ¿puede decirnos algo?- Regina: Sí, claro. Vosotras diréis.

– Clienta: Verá, Lourdes y yo hemos visto el nuevo vídeo de Robbie Williams y ella no se cree que vaya de Alicia la del cuento.

– R.: Pues la verdad es que no sé de qué libro me habláis…

– C.: Ah, se lo enseñamos. ¡Mire!:

 

– Regina: ¡Andaaa! Pues sí… Se puede decir que el vídeo está basado en una mezcla de cosas de Alicia en el País de las Maravillas, pero también de su continuación: Al otro lado del espejo y lo que Alicia encontró allí…- C: Ah, pero, ¿hay dos partes?

– R.: Sí.

– C.: ¿Y el vídeo de Robbie va de ellas, no?

– R.: Sí, guiños hay, sí.

– C.: ¿Ves, Lourdes? ¡TE LO DIJEEEEEEEEE! ¡Corre, tía, ponlo en el twiter!

– C2: Vale, vale, ya voooyyy.

– C.: Oiga y, ¿los tiene?

– R.: Pues sí. En dos libros o en uno con ilustraciones.

– C.: Ah, pues sepáremelo que voy a pedirle dinero a mi madre, que me debe lo de mi cumple. ¿Puede?

Claro que podía, y lo hice. Y poco antes de echar el cierre apareció para llevarse su ejemplar de Alicia en la fantástica edición de Valdemar. Y yo busqué por la web el vídeo de Robbie Williams y lo vi de nuevo mientras me preguntaba qué pensaría Lewis Carroll de todo esto… aunque cuanto constituya un cebo bibliófilo bienvenido sea a mis confines libreros.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿habíais visto el videoclip You Know me, de Robbie Williams? ¿Qué os parece? ¿Y si algún conocido vuestro le diera por leer Alicia tras ver el clip? ¿Qué os parecería?

Tim Burton dispara la aliciamanía

Cada vez que traducen a fotogramas una novela me tiembla hasta el pelucón, lo reconozco. Y si encima es una de las Grandes me tintinea la campanilla, me metamorfoseo en La Reina de Corazones y berreo mi veredicto: ¡QUE LES COOOORTEN LA CABEZA! ¡QUE LES COOOORTEN LA CABEEZAA!

Pero hay ocasiones en que la Providencia Librera cruza una de mis obras favoritas con uno de los creadores del celuloide que más respeto, y entonces ¡BOOM! Se obra el milagro. Por ejemplo, la Alicia de Lewis Carroll según Tim Burton.

Así que mucho me temo que tras ver algunas imágenes y el primer trailer he de deciros que la Reinona de Corazones que llevo dentro sigue jugando al criquet de epidermis para adentro como si nada, la mujer.

Así que en reginaexlibrislandia ya hemos diseccionado un reparto que nos entusiasma: Anne Hathaway como la Reina Blanca, Helena Bonham Carter como la Reina Roja, J. Deep como El Sombrerero Loco, Michael Sheen como el Conejo Blanco; Alan Rickman como La Oruga Azul; Christopher Lee como The jabberwock; Stephen Fry como El Gato de Cheshire; Crispin Glover como la La Jota de corazones; Timothy Spall como El Sabueso; Martin Csokas como Charles Kingsley y Noah Taylor como La Liebre de Marzo

 

 

Y hace unas horas se nos hizo agua la boca bibliófila con el primer trailer:

 

 

 

 

Pero, ojo, queridos, que esta versión timburtoniana de Alicia es una mezcla de Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo, como bien habréis supuesto los aliciamaníacos de pro al ver un reparto por el que desfilan personajes del segundo de los libros de Carroll…

Algo parecido a lo que ya hizo la banda de rock Aerosmith con su tema Sunshine y un videoclip que en su día comentamos.

De momento, tres o cuatro de mis clientes más cinéfilos vinieron a mis confines en busca de la edición que siempre recomiendo: una de Valdemar con los dos relatos – Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo-, después de que el goteo de información sobre la producción de Disney les abriera el apetito bibliófilo por los cuentos de Carroll y su pequeña Alicia.

Y vosotros, regianexlibrislandianos de pro, ¿os gusta Alicia? ¿Leísteis En El País de las Maravillas y A través del espejo? ¿Cuál os gustó más? ¿Qué os parece, de momento, el proyecto de Tim Burton?

«Si no es por los Aerosmith no me leo Alicia en el País de las Maravillas»

Raro es el día que no echo el cierre en reginaexlibrislandia sonriente y farfullando algo así como que los caminos de la Madre Literatura son gloriosamente imprevisibles.

Y es que cuando no me deleito observando en silencio el ritual de apareamiento libro-lector son los propios reginaexlibrislandianos quienes me confían qué ardid utilizó la Providencia Librera para llevarles a éste o aquel libro, o para presentarles a tal o cual escritor.

Pues bien, el de hoy había llevado a un chico de ventipocos de Aerosmith a Lewis Carroll en apenas una canción: Sunshine. Vamos, que Steve Tyler fue a este chico lo que el Conejo a Alicia: su guía al País de las Maravillas.

Todo empezó así: el muchacho se adentró en mis confines en busca de alguna buena edición de Alicia en el País de las Maravillas para regalársela a ‘su piba’ por su cumpleaños:

– Cliente: Mira, verás, quiero Alicia en el País de las Maravillas, pero en una edición guapa. La que yo tengo creo que es de Alianza, pero aunque tiene ilustraciones y está bien me gustaría alguna más curradita, ¿sabes?- Regina: Pues tengo por aquí un ejemplar de una de mis favoritas, la de Valdemar.

– C.: ¿A verla? Mmm, sí, si, algo así buscaba. Es para mi piba, ¿sabes? Aún no se la ha leído, aunque ya se yo que lo va a flipar.

– R.: Parece que a ti te gustó mucho, ¿no?

– C.: Aluciné, y mira que me la leí hace solo un par de meses. Ya ves, es la típica historia que te sabes y de la que pasas porque es para críos y mil historias, y luego lo que te digo, lo flipas.

– R.: ¿Y cómo es que al final te dio por leerla?

– C.: ¡Eso es lo mejor! Por un tema de los Aerosmith que se llama Sunshine… La verdad es que vi primero el videoclip y luego me pegué a la letra. Y de ahí lo que te cuento, que si no es por Aerosmith no me leo Alicia en el País de las Maravillas. Me dio por ahí, vamos, que me picó la curiosidad y me lo ventilé en una hora.

Nada más irse con su ejemplar en mano mi pelucón y yo corrimos a buscar el videoclip de Sunshine que tanto bien parece estar haciendo por las Letras entre algún que otro rockero de corazón con algún que otro prejuicio literario.

Aquí lo tenéis, queridos, interpretadlo como mi muestra de regia gratitud a los Aerosmith en nombre de Carroll y de nosotros, los aliciamaniacos del mundo de tinta:

Y a vosotros, queridos, ¿leísteis Alicia…? ¿quién os llevó hasta el País de las Maravillas? ¿Alguna vez llegasteis a un libro por una canción? Si es lo que yo digo, los caminos de la Madre Literatura son gloriosamente imprevisibles…