Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

6 psicópatas de novela con los que no querrías pasar el rato en la vida real

Si tuviera que montar una cenita con un grupo de selectos psicópatas literarios me embutiría en la piel de Lizzie Borden para, hacha en mano, presidir la velada.

(Lizzie Borden Chronicles, 2005 / Sony Pictures)

(Lizzie Borden Chronicles, 2005 / Sony Pictures)

Que soy algo turbia y pelín sanguinaria, querid@s, pero no tonta. Y como hay razones más que suficientes para pensar que con semejante compañía la velada bien podría culminar en un orgiástico y feroz apocalípsis de sangre, miembros y vísceras, pues que sea yo quien despedace, empale y descabece a mis comensales, en lugar de que alguno de ellos se haga un pudding con mis sesos o se pegue un homenaje regino con mi carne trémula.

Y no, no es que haya enloquecido, es que hoy uno de mis libreros, que al parecer está preparando una tesis sobre el temita de los asesinos más sanguinarios de las letras, tuvo a bien soltarme antes incluso de mi tercera taza de café mañanero:

«Oye, Regina, ¿con qué asesinos en serie de ficción te quedas tú?»

Y, claro, lo de Lizzie Borden, alias «la asesina del hacha» me vino al pelucón para la puesta en escena de mi respuesta regina por lo maravillosamente bien que la encarna Christina Ricci en la serie catódica que ficciona sobre la vida y obra de quien fuera la única sospechosa de los asesinatos de su padre y su madrastra, en la casa familiar en 1892 en Fall River, Massachusetts.

Total, que una vez estuve perfectamente lizziebordenizada tuve bien clarito a qué grandísimos y letales antihéroes, a qué 6 asesinos en serie literarios sentaría a mi mesa o, mejor dicho y para que no penséis que estoy si cabe aún más perturbada, con qué 6 psicópatas de novela la que suscribe como que no querría pasar el rato en la vida real:

Norman Bates, Hannibal Lecter, Dexter Morgan, Patrick Bateman, Lou Ford y Tom Ripley.

 ¿Os suenan? Vamos, querid@s, no seáis tímidos. Os los presento uno a uno:

1. Norman Bates. Psicosis, Robert Bloch. Factoría de ideas. Norman es un hombre taciturno y solitario que regenta junto a su madre el Motel Bates. Ahora apenas tienen huéspedes, porque la apertura de una vía rápida condenó la carretera comarcal y cercenó el continuo trasiego de viajeros que antaño se hospedaban allí. Pero a pesar de estar aislados, Norman y su madre lo mantienen abierto, y viven en el caserón sobre el Motel. Pero una noche de tormenta, cuando Norman está a punto de apagar las luces, llega una mujer en busca de alojamiento. Ella tiene su propia historia y, aunque recela del lugar porque es decadente y húmedo, está agotada y nerviosa y no desconfía del encargado que, aunque un poco raro, no parece un mal tipo. Cuánto se equivoca. Para ella la pesadilla acababa de empezar. Y el relato también. Una novelita de muy fácil lectura que engancha de principio a fin, que te deja suelto como lector en un enclave aterrador y bajo la sombra amenazadora de una galería de personajes tirando a espeluznantes con un sobrecogedor Norman Bates a la cabeza. Años después de Psicosis Robert Bloch volvería a dejar suelto a Norman en Psicosis 2 y La Mansión Bates (Psicosis 3.)

Norman Bates. Psicosis

Norman Bates. Psicosis

2. Hannibal Lecter. El Silencio de los Corderos. Thomas Harris. El mundo cayó rendido al perverso y refinado encanto de Hannibal Lecter con El Silencio de los corderos, o, mejor dicho, tras la espléndida adaptación homónima que desató la hanniballectermanía. Pero Harris narró la evolución de su voraz criatura en una pentalogía cuyos títulos no escribió en orden cronológico: El dragón rojo; El silencio de los corderos; Hannibal y, por último, Hannibal, el origen del mal, todas ellas ya con su versión en celuloide. Para retratarlo nos centraremos en la segunda, un potente thriller psicológico en el que a Clarice Starling, joven y ambiciosa estudiante de la academia del FBI, le encomiendan entrevistar a Hannibal Lecter, brillante psiquiatra y despiadado asesino aficionado a convertir a sus víctimas -o más bien algunas partes de ellas- en delicatessen culinarias para maridarlas con el mejor vino. El objetivo es que les ayude a cazar a un asesino en serie. El asombroso conocimiento de Lecter del comportamiento humano y su poderosa personalidad cautivarán a Clarice, quien, incapaz de dominarse, establecerá con él una ambigua, inquietante y peligrosa relación. Trepidante encuentro de Clarice con una mente tan brillante y enferma como exquisita y perversa. Brutal.

Hannibal Lecter. El Silencio de los Corderos.

Hannibal Lecter. El Silencio de los Corderos.

3. Dexter Morgan. El oscuro Pasajero. Jeff Lindsay. Books4pocket. Educado, atractivo, tímido, pulcro por fuera y vacío por dentro. Así es Dexter Morgan, el magnético psicópata que perfila Jef Lindsay en El oscuro pasajero, una novelita gloriosamente inesperada con la que el lector emprenderá un morboso viaje al día a día de un asesino en serie que, aunque odia la sangre, trabaja como especialista en restos de sangre para la Policía de Miami. De su trabajo Dexter, que canaliza sus pulsiones asesinas a su manera, obtiene información sobre sus víctimas: criminales escurridizos o erróneamente absueltos con los que sigue un meticuloso ritual y jamás incumple su particular código de conducta Pero su macabra rutina es interrumpida por el reguero de cadáveres que deja un alte-ego anónimo que no solo parece tener un estilo idéntico al suyo, sino que invade su coto de caza e incluso quiere jugar con Dexter. Brillantemente adaptada a serie televisiva homónima, es una novela tan trepidante como cautivadora que continua en Querido Dexter, Dexter en la oscuridad, Dexter por decisión propia, Dexter el asesino exquisito, Dexter por dos y Dexter, cámara, ¡acción!

Dexter Morgan. El oscuro Pasajero

Dexter Morgan. El oscuro Pasajero

4. Patrick Bateman. American Psycho. Brett Easton Ellis. Punto de Lectura. Patrick Batterman es un yuppie del Wall Street de los 80: tiene 27 años, vive en Manhattan, y todo lo que hace, tiene, come, bebe, viste, calza, se trajina y se esnifa es de altísimo standing. Graduado en Harvard es vicepresidente del departamento de fusiones y adquisiciones de Pierce & Pierce. Por el día trabaja, despilfarra en locales exclusivos y cuida su cuerpo y su imagen hasta el delirio. Y por la noche -o incluso a plena luz del día- rebana cuellos de otros yuppies, de indigentes y de niños, tortura a prostitutas y trepana cráneos de animales. Es sádico y caníbal. Tal cual. Y la American Psycho donde Bret Easton Ellis lo deja suelto es un despliegue extraordinariamente visual de violencia obscena, salpicado de comentarios sobre la música y la moda de los 80. Unos y otros son descritos de forma minuciosa y aséptica: tan pronto te cuenta su rutina diaria de ejercicios como la forma en que tortura, mutila y masacra a dos chicas mientras lo filma todo. Aunque no es apta para cualquier paladar bibliófilo (más bien es solo para unos pocos y, de hecho, la película homónima es un cuento de hadas al lado de la novela) no deja de perfilar a uno de los psicópatas más memorables de las letras.

Patrick Bateman. American Psycho

Patrick Bateman. American Psycho

5. Lou Ford. El asesino dentro de Mi. Jim Thompson. RBA. Jim Thompson silueteó en Lou Ford su propia visión sesgada e inquietante de la vida estadounidense de los 50. Ford es un joven adjunto al shérif del oeste de Texas, lleno tanto de la cordialidad propia de una ciudad pequeña como de una furia asesina. Así, en tan solo unas cuantas páginas, los modales afables y el encanto casero de Ford se desvanecen para revelar algo más sombrío, salvaje e insondable. Porque Ford es una bestia fascinante, cuyos actos son violentos y repugnantes, pero como desde el primer momento nos abre su mente y estamos presentes antes, durante y después de comenterlos, se crea una inesperada empatía criminal. Y en este sentido la habilidad narrativa de Thompson es tal que, a medida que avanza el relato, la identificación del lector con Ford no se resquebraja del todo ni cuando le da una paliza mortal a su prometida. La anomalía feroz de Ford, que arrastra una compleja historia familiar detrás, no es una manifestación de una tara individual, sino de los males de la sociedad estadounidense de posguerra. Una obra maestra.

Lou Ford. El asesino dentro de mi.

Lou Ford. El asesino dentro de mi.

6. Tom Ripley. A pleno sol. Patricia Highsmith. Anagrama. Como ya sabeis, queridos, no solo soy patriciahighsmithiana hasta la médula, sino que soy una groupie de Tom Ripley. Por eso él no podía faltar aquí. Por eso y porque es uno de los psicópatas más logrados de la literatura, un joven diabólicamente brillante, amoral, camaleónico y obsesionado con el estatus y el dinero. Un asesino y un ladrón con el que la Highsmith disecciona el engranaje psicológico del malhechor. Mi Tomy es el protagonista de cinco novelas magistrales que arranca con A pleno sol (El Talento de Mr. Ripley). En ella, cuando un magnate le pide que viaje a Italia para devolverle a su hijo descarriado, Ripley inicia un baile de máscaras en el que el asesinato y la suplantación son, junto a una ausencia total de empatía con las víctimas, sus señas de identidad. Y todo eso engarzado en una prosa a ratos frenética a ratos letárgica, marca de la casa. Después llegarían La máscara de Ripley; El amigo americano; Tras los pasos de Ripley; Ripley en peligro. En todas Tom Ripley es exquisito, impenetrable, audaz, insolente y con algún que otro estallido de violencia, sin remordimientos y capaz de ejecutar a cualquiera con una eficiencia feroz por la pura necesidad de ser otro. Ahí radica su encanto.

Tom Ripley. A pleno sol.

Tom Ripley. A pleno sol.

  • Y vosotros, queridos, ¿os codeasteis entre líneas con alguno de estos psicópatas de novela? ¿Qué os pareció?
  • Sígueme en Facebook y Twitter

6 comentarios

  1. Dice ser Pavla

    Hola Regina, me entusiasma su blog. No hablo del todo correctamente español y me surge una duda; en su tercer párrafo pone ‘Y no, no es que halla enloquecido,’, ¿no debería ser ‘haya’? Por favor, si estoy equivocada ¿podría aclarármelo?
    Haga el favor de seguir recomendando maravillosos libros como hace. Gracias.

    15 octubre 2017 | 16:23

  2. Dice ser Charlie

    Tienes razón Pavla, en este caso debe ser «haya». Se le fue un poco la cabeza, nada más.

    15 octubre 2017 | 17:22

  3. reginaexlibris

    Ay, ay, aaaaay… ahora sí que me descabezo yo sola con el hacha de Lizzie Borden.

    Efectivamente, Pavla y Charlie, estaba tan metida en el baile de sangre de tinta que me patinaron la «ll» y la «y». Mea culpa y perdonad este patinazo regino porque yo no me lo perdonaré.

    Gracias a los dos por estar al quite y por visitar mis confines.

    Saludos y mares de letras

    Regina ExLIbris

    15 octubre 2017 | 21:06

  4. Dice ser Byron

    Regina, dices que la saga de Hannibal es una pentalogía, en cambio luego sólo son 4 libros no cinco. Por cierto me quedo con el Dragón rojo, el silencio de los corderos me parece casi un autoplagio.

    16 octubre 2017 | 0:41

  5. Dice ser Asocial

    Has leído LA CELESTINA no escrita por Fernando de Rojas?

    26 octubre 2017 | 13:05

  6. Dice ser Norma Desmond

    Me quedo con Ripley. Soy fan absoluta de Patrícia Highsmith y creó un personaje genial, tan amoral como fascinante.

    27 octubre 2017 | 12:39

Los comentarios están cerrados.