Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

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Seis (o siete) gatos de novela para ronronear como lector

En Reginaexlibrislandia somos muy, pero que muy gatunos. Yo la primera, claro. No solo porque siempre parece haber existido un vínculo muy especial entre escritores y gatos (por citaros ejemplos a quemarropa os diré a Lord Byron, Charlotte & Emily Brontë, Mark Twain, Truman Capote, Carson McCullers, Borges, W. Burroughs, Ezra Pound, Bukowski, Ray Bradbury, Julio Cortázar, Philip K. Dick, Hemingway, Hermann Hesse, Aldous Huxley, Neil Gaiman, Edward Gorey, Murakami, y suma y sigue…), ni porque haya memorables felinos de novela, sino porque además la Providencia Librera ha querido que todos los reginaexlibrislandianos tengamos mininos en casa.

Así que sí, el de los gatos es un tema más que recurrente en la librería, tanto por cuestiones literarias como por filias personales. Por eso cuando me he dado cuenta de que a punto hemos estado de dejar pasar el Día Internacional del Gato sin consagrar un rinconcito a prescribir a nuestros bibliomininos favoritos me he metamorfoseado en Catwoman, he sacado las uñas y me he puesto a bufarle a todo lo que se movía y respiraba en reginaexlibrislandia.

(Batman vuelve, 1992 / Warner Bros)

(Batman vuelve, 1992 / Warner Bros)

Por suerte tenemos tan claro cuáles son nuestros bibliofelinos preferidos que en menos de lo que he tardado en afilarme la primera uña ya teníamos la selección libresco-felina desplegada sobre mi escritorio. Así que, aunque obviamente no son todos los que están, hete aquí la selección Regina ExLibris de Gatos de Novela:

1. Soy un gato, Natsume Soseki. Impedimenta. Apostaría mi biblioteca a que tanto quienes hayan conocido a Natsume Soseki vía Botchan como quienes se toparan primero con su Sanshiro comparten conclusión: el indiscutible talento para la sátira de uno de los pesos pesados de las letras niponas, especialista en diseccionar los estratos sociales del Japón del XIX. Si con las citadas obras deslumbra y divierte, con Soy un gato se supera, regalándonos una novela en la que un felino rellenito, ácido e irreverente –en quien muchos verán el referente de Garfield– da buena cuenta de sus impresiones acerca de los grotescos personajes con los que comparte techo. Hilarante.

Soy un gato

Soy un gato

2. El maestro y Margarita. Mijaíl Bulgákov. Debolsillo. Cuando en Rusia imperaba terror burocrático, M. Bulgakov, perseguido por el estalinismo, escribió una gran ópera bufa sobre la miseria humana, el miedo y la indignidad. En El Maestro y la Margarita el diablo y sus acólitos irrumpen en Moscú para reventar la mediocridad de estúpidos burócratas y de artistas vendidos al poder a golpe de disparatadas aventuras y de una extraordinaria exposición de caracteres, que incluyen a uno de los más grandes gatos de novela: Behemoth. Es un enorme gato negro que camina solo con sus dos patas traseras junto a Voland (Satanás en la historia) y que, además de siniestro, está siempre sediento de vodka. Con un par… de bigotes.

El maestro y Margarita

El maestro y Margarita

3. Alicia en el País de las Maravillas. Lewis Carroll. Valdemar. Cuando Charles Dogson improvisó las Aventuras subterráneas de Alicia, no sabía que esa puerta que daba acceso a millones de niños y de adultos lectores a un mundo cargado de personajes irreverentes, sátiras extravagantes, retos lingüísticos y pulsos a la lógica extrema era la misma que le conduciría a él, como Lewis Carrol, y a su novela, como Alicia en el País de las Maravillas, al olimpo de las deidades literarias. Tomar el té con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo o jugar al croquet con la mismísima Reina de Corazones es una experiencia que nadie, nadie, debería perderse. Como tampoco nadie debería dejar de codearse con el Gato de Cheshire, que con su misteriosa sonrisa, su silueta de ida y vuelta y su derroche de filosofía siempre está a punto de desquiciar y de reconfortar a Alicia a partes iguales.

Alicia en el País de las Maravillas

Alicia en el País de las Maravillas

4. Kafka en la orilla. Haruki Murakami. Tusquets. Una de las novelas más genuinas del escritor nipón en la que los destinos de varios personajes de lo más heterogéneo (un quinceañero que se fuga de casa y va a parar a una pequeña biblioteca; un hombre trastornado que arrastra curiosas secuelas de un accidente bélico que sufrió de niño, una misteriosa mujer) están conectados de alguna manera, y donde, al más puro estilo Murakami, pasado y presente, sueño y vigilia, se funden y solapan en una atmósfera en la que resulta difícil discernir realidad, deseo y pesadilla. En este ecosistema tan particular Murakami introduce un biblioguiño gatuno antológico: su personaje tarado, Satoru Nakata, es incapaz de comunicarse con los humanos y solo conecta con los gatos, que también tienen voz en la trama. ¡Y qué voz!

Kafka en la orilla

Kafka en la orilla

5. El Gato Negro y otros relatos. Edgar Allan. Poe. Libros del Zorro Rojo. Las más altas cimas del lirismo, el horror gótico y el refinamiento literario llevan la firma de quien, con sus relatos, abrió una nueva dimensión en el género de terror. Aparecidas, vampiros, mansiones encantadas, asesinatos, pasadizos, venenos, cuervos, gatos domésticos y extrañas dolencias pueblan las criaturas literarias de un Edgar Alan Poe que aterra e inquieta hasta en relecturas. Y uno de los más sobrecogedores y siniestros es, sin duda, El Gato Negro, en el que el protagonista, tortura y mata a su inocente gato en pleno delirio alcohólico. Más tarde su atrocidad le perseguirá, atormentándole sin tregua, y detonará el principio de su propio final. La grandeza del relato estriba, entre otras cosas, en los dos gatos que siluetea Poe: la fiel e inocente mascota y la criatura tenebrosa cargada de superstición y maldad que vuelve -¿o quizá no? – para vengarse. Brutal.

 

El Gato Negro y otros relatos

El Gato Negro y otros relatos

6. El paraíso de los gatos y otros cuentos gatunos. VVAA. Nórdica. Cuatro cuentos gatunos firmados por cuatro titanes de las letras y gatofílicos confesos: Émile Zola, Mark Twain, Rudyard Kipling y Saki, en una exquisita edición ilustrada de Nórdica. Continente y contenido harán las delicias de todo bibliófilo y gatófilo de pro, porque la vuelta que cada autor le da al mismo protagonista es la muestra del genio literario en estado puro. ¡Miau!

El paraíso de los gatos y otros cuentos gatunos

El paraíso de los gatos y otros cuentos gatunos

7. El gato Garabato (The Cat in the Hat). Dr Seuss. Beascoa. Mítico personaje de la literatura infantil británica que, por desgracia, a España llega (traducido) con cuentagotas y solo algunos títulos de la colección. El protagonista (El gato en el sombrero, o el gato Garabato) es un minino irreverente, creativo y antropomórfico que siembra el caos -y también la diversión- en una familia con la que se topa. A través de sus disparatadas aventuras su creador, el Dr. Seuss, convierte la experiencia lectora en un géiser de diversión para niños y adultos. La combinación de rimas y la mezcla única de ritmo y repetición facilitan el aprendizaje y el reconocimiento de nuevas palabras, y despiertan más de una carcajada.

El gato Garabato

El gato Garabato

Y estos son los seis (o siete, contando la criaturita felina del Dr. Seuss) gatos favoritos de novela en reginaexlibrislandia. Pero por suerte, queridos, hay más. Muchos más gatos literarios agazapados entre anaqueles… ¡miau!

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¡Que te cooorten la cabeza si no lees Alicia en el País de las Maravillas!

No sé a vosotros, queridos, pero a mi me cuesta un imperio reprimir las ganas de ir periódicamente en pos de Alicia, esa niña que crece y decrece en función de lo que ingiere y que capea los entuertos de gloriosas criaturas mientras le planta cara a una reinona grotesca e histriónica obsesionada con descabezar a discreción.

(Alicia, 2010 / Walt Disney Pictures)

(Alicia, 2010 / Walt Disney Pictures)

Obsesión que, como imaginaréis, hago mía cuando se adentran en reginaexlibrislandia lectores reticentes de zambullirse en las páginas de Lews Carroll, por considerar que ya conocen la trama o incluso desdeñándola como libro infantil.

¿Libro infantil? Es una aventura que de infantil tienen lo justo o, como matizaba Virginia Woolf, entra en la dimensión de ese tipo especial de historias que no es que sean infantiles, es que leerlas “nos convierte en infantes“.

Os cuento esto porque esta mañana se adentraron dos chicas en mis confines. Debían tener poco más de veinte años, parloteaban en voz muy alta entre ellas pero sin dejar de teclear a velocidad de crucero en sus smartphones, y fueron directas a mi mostrador:

Clienta 1: Oye, perdona

Regina ExLibris: ¿Sí?

Clienta 1: Es que, mira… verás. Hay una serie en la que uno de los personajes habla de su libro favorito, y yo quiero leerlo, pero ella dice que es de niños.

Clienta 2: Tía, es que es de críos. Que «la Pussy o Poussey esa» va de sobrada y se queda con la peña. Porque, vamos, no me digas que va a flipar con el de la niña esa que se mete por un agujero en el bosque siguiendo a un mapache o algo así. ¿En seeeeeeeeeerio?

Regina ExLibris: Ah, ya veo. ¿Habláis de Alicia en el País de las maravillas, no?

Clienta 1: Sí, ese mismo. Y Carola, tía, ¡qué coño un mapache! Se te va la olla, era un conejo. Al menos es lo que recuerdo de la peli de Disney. Yo es que la vi de cani.

Clienta 2: Bueno, pues un conejo. ¡Ya ves qué subidón de historia, tía!

Clienta 1: ¡Qué pesadita estás! Mira, yo me lo quiero leer… ¿o es verdad que es muy de canis, señora?

Regina ExLibris: Bueno, verás. Si te apetece leerte un libro olvida si es para niños o no… Te sorprendería la cantidad de historias maravillosas que se pierde la gente por etiquetarlas. Y en cuanto a Alicia en el País de las Maravillas si yo fuera tú no dejaría de leerla. Tiene una trama fantástica engarzada sobre historias dentro de otras historias, diálogos endemoniados y, sobre todo, una impagable galería de personajes. Es muy divertida y te sorprenderá.

Clienta 1: ¿Cómo que personajes? ¿más que la niña y el conejo?

Clienta 2: Joder, tía, si que estás off… ¿No te suena una reina, o algo así?

Regina ExLibris: Sí, hay más personajes. Son criaturas estrafalarias, mezquinas, divertidas, grotescas, taimadas o bobaliconas que se desenvuelven como pueden en su entorno y ridiculizan el encorsetamiento victoriano, que es la época de su autor.

Clienta 1: ¿Y lo tienes aquí?

Regina ExLibris: Sí, en varias ediciones. Te las enseño y eliges tú.

Clienta 2: ¡No me lo creo! Para que luego me venga mi abuela con que me paso el día viendo la tele. ¿Verás cuando le cuente que OITNB ha logrado que tú te compres y hasta pienses en leerte un libro en vacaciones? ¡ Y con tu propia paga!

Clienta 1: ¡Ja, ja, ja! Es verdad, lo va a flipar tu abuela. Y en mi kelly igual.

Regina ExLibris: Perdonad, ¿qué es OITNB?

Clienta 1: Es Orange is the new Black. Una serie americana de unas presas entre rejas. ¿No la conoces? Pues ya va por la temporada 5. ¡Es una pasada!

Y se fueron con el libro. Yo me quedé con ganas de contarles que, además de ser fantástica per se, Carroll, anticipaba entre las líneas de las disparatadas aventuras de esa niña respondona y curiosa menudencias venideras como el surrealismo, la interpretación freudiana y la alucinación psicodélica. Ahí es nada. Y que el libro y sus personajes han inspirado a bandas del rock (Aerosmith) y a estrellas del pop (Robbie Williams). Pero, bueno, tampoco las quería agobiar. Y además me dejaron con un muy buen regustillo catódico en el paladar libresco.

Conozco la serie Orange is the New Black y me gusta, y no es la única referencia literaria que muestra. Pero si además ha logrado que esta chica venga a reginaexlibrislandia, compre la edición de Valdemar (la eligió por su cubierta y diseño, descartando una de Cátedra y la de Nórdica, ambas muy recomendables también) y se anime a leer Alicia en el País de las Maravillas que la Providencia Librera bendiga a OITNB.

Palabra de Regina ExLibris.

Alicia, Valdemar

Alicia, Valdemar

NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Cuando Charles Dogson improvisó las Aventuras subterráneas de Alicia, no sabía que esa puerta que daba acceso a millones de niños y de adultos lectores a un mundo cargado de personajes irreverentes, sátiras extravagantes, retos lingüísticos y pulsos a la lógica extrema era la misma que le conduciría a él, como Lewis Carrol, y a su novela, como Alicia en el País de las Maravillas al olimpo de las deidades literarias. Conocer al Gato de Cheshire, tomar el té con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo o jugar al croquet con la mismísima Reina de Corazones es una experiencia que nadie, nadie, debería perderse. Mágica y genial.

 

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Robbie Williams es el Conejo de Alicia

¿Qué tienen en común Aerosmith, Tim Burton, Robbie Williams, Lewis Carroll y Reginaexlibrislandia? Fácil: los tres primeros recrearon a su manera la mítica Alicia del escritor victoriano despertando con ello el interés de muchos por un libro que, lejos de envejecer, se atrinchera en su propia Edad de Oro.

Sí, queridos, porque si la banda de rock lanzó el clip de su single Sunshine, el cineasta apenas ha terminado de filmar su versión del cuento y ahora el cantante pop Robbie Williams decide metamorfosearse en el mítico Conejo para darle un toque onírico y lewiscarrolliano al clip de su You Know me, el segundo tema de su disco ‘Reality killed the Video Star’.

 

 

Quizás demasiado ajena a los bombardeos catódicos han sido esta tarde unas adolescentes quienes, iphone en mano, me han enseñado el clip y me han preguntado si se trataba o no de algo basado en Alicia en el País de las Maravillas:

 

– Clienta: Oiga, estooo, ¿puede decirnos algo?- Regina: Sí, claro. Vosotras diréis.

– Clienta: Verá, Lourdes y yo hemos visto el nuevo vídeo de Robbie Williams y ella no se cree que vaya de Alicia la del cuento.

– R.: Pues la verdad es que no sé de qué libro me habláis…

– C.: Ah, se lo enseñamos. ¡Mire!:

 

– Regina: ¡Andaaa! Pues sí… Se puede decir que el vídeo está basado en una mezcla de cosas de Alicia en el País de las Maravillas, pero también de su continuación: Al otro lado del espejo y lo que Alicia encontró allí…- C: Ah, pero, ¿hay dos partes?

– R.: Sí.

– C.: ¿Y el vídeo de Robbie va de ellas, no?

– R.: Sí, guiños hay, sí.

– C.: ¿Ves, Lourdes? ¡TE LO DIJEEEEEEEEE! ¡Corre, tía, ponlo en el twiter!

– C2: Vale, vale, ya voooyyy.

– C.: Oiga y, ¿los tiene?

– R.: Pues sí. En dos libros o en uno con ilustraciones.

– C.: Ah, pues sepáremelo que voy a pedirle dinero a mi madre, que me debe lo de mi cumple. ¿Puede?

Claro que podía, y lo hice. Y poco antes de echar el cierre apareció para llevarse su ejemplar de Alicia en la fantástica edición de Valdemar. Y yo busqué por la web el vídeo de Robbie Williams y lo vi de nuevo mientras me preguntaba qué pensaría Lewis Carroll de todo esto… aunque cuanto constituya un cebo bibliófilo bienvenido sea a mis confines libreros.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿habíais visto el videoclip You Know me, de Robbie Williams? ¿Qué os parece? ¿Y si algún conocido vuestro le diera por leer Alicia tras ver el clip? ¿Qué os parecería?

Tim Burton dispara la aliciamanía

Cada vez que traducen a fotogramas una novela me tiembla hasta el pelucón, lo reconozco. Y si encima es una de las Grandes me tintinea la campanilla, me metamorfoseo en La Reina de Corazones y berreo mi veredicto: ¡QUE LES COOOORTEN LA CABEZA! ¡QUE LES COOOORTEN LA CABEEZAA!

Pero hay ocasiones en que la Providencia Librera cruza una de mis obras favoritas con uno de los creadores del celuloide que más respeto, y entonces ¡BOOM! Se obra el milagro. Por ejemplo, la Alicia de Lewis Carroll según Tim Burton.

Así que mucho me temo que tras ver algunas imágenes y el primer trailer he de deciros que la Reinona de Corazones que llevo dentro sigue jugando al criquet de epidermis para adentro como si nada, la mujer.

Así que en reginaexlibrislandia ya hemos diseccionado un reparto que nos entusiasma: Anne Hathaway como la Reina Blanca, Helena Bonham Carter como la Reina Roja, J. Deep como El Sombrerero Loco, Michael Sheen como el Conejo Blanco; Alan Rickman como La Oruga Azul; Christopher Lee como The jabberwock; Stephen Fry como El Gato de Cheshire; Crispin Glover como la La Jota de corazones; Timothy Spall como El Sabueso; Martin Csokas como Charles Kingsley y Noah Taylor como La Liebre de Marzo

 

 

Y hace unas horas se nos hizo agua la boca bibliófila con el primer trailer:

 

 

 

 

Pero, ojo, queridos, que esta versión timburtoniana de Alicia es una mezcla de Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo, como bien habréis supuesto los aliciamaníacos de pro al ver un reparto por el que desfilan personajes del segundo de los libros de Carroll…

Algo parecido a lo que ya hizo la banda de rock Aerosmith con su tema Sunshine y un videoclip que en su día comentamos.

De momento, tres o cuatro de mis clientes más cinéfilos vinieron a mis confines en busca de la edición que siempre recomiendo: una de Valdemar con los dos relatos – Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo-, después de que el goteo de información sobre la producción de Disney les abriera el apetito bibliófilo por los cuentos de Carroll y su pequeña Alicia.

Y vosotros, regianexlibrislandianos de pro, ¿os gusta Alicia? ¿Leísteis En El País de las Maravillas y A través del espejo? ¿Cuál os gustó más? ¿Qué os parece, de momento, el proyecto de Tim Burton?

«Si no es por los Aerosmith no me leo Alicia en el País de las Maravillas»

Raro es el día que no echo el cierre en reginaexlibrislandia sonriente y farfullando algo así como que los caminos de la Madre Literatura son gloriosamente imprevisibles.

Y es que cuando no me deleito observando en silencio el ritual de apareamiento libro-lector son los propios reginaexlibrislandianos quienes me confían qué ardid utilizó la Providencia Librera para llevarles a éste o aquel libro, o para presentarles a tal o cual escritor.

Pues bien, el de hoy había llevado a un chico de ventipocos de Aerosmith a Lewis Carroll en apenas una canción: Sunshine. Vamos, que Steve Tyler fue a este chico lo que el Conejo a Alicia: su guía al País de las Maravillas.

Todo empezó así: el muchacho se adentró en mis confines en busca de alguna buena edición de Alicia en el País de las Maravillas para regalársela a ‘su piba’ por su cumpleaños:

– Cliente: Mira, verás, quiero Alicia en el País de las Maravillas, pero en una edición guapa. La que yo tengo creo que es de Alianza, pero aunque tiene ilustraciones y está bien me gustaría alguna más curradita, ¿sabes?- Regina: Pues tengo por aquí un ejemplar de una de mis favoritas, la de Valdemar.

– C.: ¿A verla? Mmm, sí, si, algo así buscaba. Es para mi piba, ¿sabes? Aún no se la ha leído, aunque ya se yo que lo va a flipar.

– R.: Parece que a ti te gustó mucho, ¿no?

– C.: Aluciné, y mira que me la leí hace solo un par de meses. Ya ves, es la típica historia que te sabes y de la que pasas porque es para críos y mil historias, y luego lo que te digo, lo flipas.

– R.: ¿Y cómo es que al final te dio por leerla?

– C.: ¡Eso es lo mejor! Por un tema de los Aerosmith que se llama Sunshine… La verdad es que vi primero el videoclip y luego me pegué a la letra. Y de ahí lo que te cuento, que si no es por Aerosmith no me leo Alicia en el País de las Maravillas. Me dio por ahí, vamos, que me picó la curiosidad y me lo ventilé en una hora.

Nada más irse con su ejemplar en mano mi pelucón y yo corrimos a buscar el videoclip de Sunshine que tanto bien parece estar haciendo por las Letras entre algún que otro rockero de corazón con algún que otro prejuicio literario.

Aquí lo tenéis, queridos, interpretadlo como mi muestra de regia gratitud a los Aerosmith en nombre de Carroll y de nosotros, los aliciamaniacos del mundo de tinta:

Y a vosotros, queridos, ¿leísteis Alicia…? ¿quién os llevó hasta el País de las Maravillas? ¿Alguna vez llegasteis a un libro por una canción? Si es lo que yo digo, los caminos de la Madre Literatura son gloriosamente imprevisibles…