Analizamos la comunicación no verbal de Íñigo Onieva tras su ruptura con Tamara Falcó

Íñigo Onieva reaparece públicamente atendiendo a los periodistas que le hacían seguimiento tras la filtración en vídeo de su infidelidad a, su hasta entonces prometida, Tamara Falcó.

Visiblemente nervioso, su mensaje y comunicación no verbal expresan una alta carga emocional. Centra su discurso en rogar respeto para su familia, a la que describe como acosada y aprovecha para agradecerles su apoyo incondicional.

Se describe a sí mismo como «destrozado» y muy «arrepentido«, exteriorizando directamente su dolor y sufrimiento y desmintiendo que esté feliz y de fiesta.

Sí que evita pronunciar palabras que le inculpen expresamente, como «infidelidad», «engaño», o «traición». Por contra, minimiza de alguna manera su responsabilidad, hablando de forma impersonal y sustituyendo estas palabras más duras por evasivas como:

«No hay héroes ni villanos sino personas que cometen errores» y añadiendo: «Es algo de lo que me arrepiento».

Sin embargo, lo que ha trascendido, sobre todo, por parte de los medios de comunicación que recogieron sus declaraciones, es que Íñigo Onieva sí que parecía sincero e incluso les transmitía cierta ternura al expresarse así de emocionado y vulnerable.

¿Por qué esta vez ha sido distinto y ha ‘llegado’ a los corazones de buena parte de la audiencia?

Un aspecto de su comunicación no verbal podría ser la clave en este cambio en la opinión publica, y es su paralenguaje, es decir, la forma en la que expresa su discurso.

La voz quebrada es muy difícil de simular y es por esta razón que su credibilidad ha sido más palpable, porque es un signo evidente de tristeza y sufrimiento. Ahora bien, no sabremos si el objeto de este pesar se debe al acoso mediático y a la vulneración de su intimidad, a la ruptura con Tamara, o ambas dos.

¿Cómo reaccionará Tamara Falcó a sus palabras?

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