¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

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Hora y media con Rajoy

El mismo equipo de periodistas de 20 minutos y 20minutos.es que el pasado viernes entrevistamos en la Moncloa a José Luis Rodríguez Zapatero hemos entrevistado esta mañana a Mariano Rajoy.

Hemos estado hora y media larga con él en su despacho de la calle Génova: pequeño, con muchos papeles encima de todas las mesas y repisas y con varias fotos de Rajoy con su familia en las paredes y los anaqueles. Ha hablado también de casi todo: la economía, los inmigrantes, ETA, los obispos, el matrimonio entre homosexuales, el canon digital, el aborto, los mileuristas, la Constitución, el Rey…

Contrariamente a lo que hizo Zapatero, el líder el PP no ha querido ponerle nota a la economía, sólo ha asegurado que con él volvería al sobresaliente.

No ha querido hablar de lo que pasaría en su partido si no logra gobernar. Pese a que todas las encuestas dan como ganador al PSOE, dice que es una hipótesis en la que prefiere no pensar ahora, y asegura que está convencido de que hay una marea de cambio que se concretará el 9-M con la victoria de sus listas.

En la distancia corta, Rajoy gana mucho. Él lo sabe: cree que si pudiera comer con los 44 millones de españoles, uno a uno, arrasaría en las elecciones. Pero cuando tiene una cámara grabando, pierde bastante. Parte de la entrevista, la que dedicamos a un test personal, la hemos grabado en video, y se ha envarado un poco.

Se ha prometido a sí mismo dejar de fumar (o al menos fumar muy poco) después de las elecciones. Ahora anda por los siete u ocho puros diarios.

Como hicimos con la entrevista a Zapatero, os ofreceremos mañana sábado y pasado mañana domingo en 20minutos.es algunos avances de la de Rajoy; y el lunes, la versión íntegra en nuestra edición on line y un amplísimo resumen en las ediciones impresas.

Zapatero ve la botella casi llena

Vengo del Palacio de la Moncloa, donde Juan Carlos Escudier, Paco Frechoso, el fotógrafo Jorge París y yo hemos entrevistado durante casi dos horas al presidente del Gobierno.

Zapatero está convencido de que ganará holgadamente las elecciones. Ha estado muy duro con el PP y con la jerarquía de la Iglesia. Hemos hablado también de jóvenes, de mujeres maltratadas, del aborto, de mileuristas, del ‘no nos falles’, de ETA, de ANV, de Bush, de Obama y Clinton, de Chávez y mucho de economía: de los 400 euros, de impuestos, de empleo, de infraestructuras, de hipotecas, de mileuristas… Dice que de crisis económica, nada de nada. No ve la botella medio llena, sino casi completamente llena.

El presidente está con su talante de siempre, con más ojeras y muy muy monárquico.

Publicaremos la entrevista el lunes próximo en todas nuestras ediciones impresas y en la edición on line, y con ella inauguraremos una serie de entrevistas electorales con los principales líderes que se presentan a los comicios del 9 de marzo.

¿Quién ganará el 9-M?

Los dos grandes aspirantes a la Presidencia del Gobierno en las elecciones del 9 de marzo, Zapatero y Rajoy, han entrado en los últimos días en una arriesgada competición de ofertas, en una espiral irrefrenable: subiré mucho las pensiones y crearé equis mil plazas de guarderías, dice uno. Bajaré los impuestos, sobre todo a las rentas más bajas, replica el otro. No sólo bajaré los impuestos, sino que incluso repartiré una parte del dinero sobrante entre los contribuyentes, contraataca el primero. Conmigo habrá pleno empleo, dice el segundo. Pues yo todo lo mío y todo lo del adversario y dos huevos duros de propina, dicen ambos.

Los dos grandes partidos, PSOE y PP, creen que pueden ganar el 9-M, pero temen también que se imponga el contrario. Ambos dudan de sus propias fuerzas. Todas las encuestas reflejan una ligera ventaja del PSOE, pero indican también que se va a jugar el resultado en los últimos momentos del partido, casi en la semana final de la campaña. En si van o no van a las urnas los dubitativos votantes prosocialistas; en si los indecisos entre IU y PSOE (unos 300.000 votantes) se inclinan por una u otra fuerza. En si los indecisos entre PSOE y PP (muchos más, un millón de electores) se inclinan por una, por otra o por quedarse en casa. En si algunos votos nacionalistas se van finalmente o no a formaciones nacionales…

¿Depende de la participación?, me preguntan estos días sobre el resultado electoral. No, creo que depende más bien de la participación… de los filosocialistas. El PP tiene casi asegurados sus 10 millones de votos, cifra en la que se ha movido en las últimas tres citas electorales independientemente de la participación; el PSOE, en absoluto. Ved los datos: en 1996, con 77,3% de participación, 9,7 millones de votos al PP y 9,4 del PSOE. En 2000, 68,7% de participación, 10,3 millones de votos del PP y 7,9 del PSOE. En 2004, 75,6% de participación, 9,7 millones de votos al PP y 11 millones de votos al PSOE. El PP, voto sólido. El PSOE, voto volátil.

Pizarro, conquistador a medias

Comidilla socialista que anda suelta estos días: el número 2 del PP por Madrid, Manuel Pizarro, no hará campaña en Aragón, porque todos los grupos políticos del Parlamento autonómico le apoyaron en su día en Endesa en su pulso con Gas Natural; ni en Cataluña, precisamente por la fama de anticatalanista que se ganó en aquella batalla empresarial; ni en Comunitat Valenciana ni en Murcia ni en Andalucía Oriental, por su declarada oposición, como aragonés, al trasvase del Ebro…

«Tiras una línea de arriba abajo en el mapa de España y resulta que a la mitad de la derecha no puede llevar la derecha a su fichaje estrella -concluyen esos socialistas-. Es sólo medio Pizarro, medio conquistador».

Otros socialistas lo ven de otro modo. «Mejor no darle cuerda. Le estamos haciendo una figura nosotros mismos».

Pros y contras del regalo de 400 euros de Zapatero

¿Qué pretenden Zapatero y el PSOE con el espectacular anuncio de que devolverán directamente 400 euros a cada uno de los que contribuyentes que presentan declaración de la renta? Parece claro:

1- Pescar votos. Si me votas, 400 euros contantes y sonantes que te vas a llevar en junio próximo o a lo largo de este año, y no deducciones como las de Rajoy, como muy pronto dentro de un año largo.

2- Sacar pecho de su gestión económica durante la legislatura. Decirnos: podemos devolver dinero porque lo hemos hecho tan bien que nos sobra en las arcas públicas, hay superávit suficiente como para repartir.

3- Inyectar dinero al consumo para que la rueda económica siga girando. Y más consumo es más ventas para las empresas, más inversión, más empleo, más consumo…

Los puntos débiles de la propuesta:

1- Como la devolución es lineal, es desproporcionada e injusta. Los que pagan mucho, van a considerar que les devuelven poco; y a los pagaron poco (sea porque ganaban poco, sea porque tenían mecanismos para defraudar) les devuelven mucho.

2- Es poco o nada social: los impuestos no están para repartirlos directa y linealmente entre los contribuyentes, sino para redistribuirlos indirectamente mediante inversiones, obras públicas, servicios públicos…

3- Es inflacionista: más dinero de calderilla en los bolsillos de todos los consumidores puede generar (como está pasando con las ayudas a los jóvenes para el alquiler) un incremento de algunos precios.

4- Es demagógica, terrible y palmariamente demagógica.

5- Es inquietante a medio plazo: si el Gobierno reparte cuando las arcas públicas van bien, ¿qué hará cuando vayan mal? ¿Pedirnos a todos una derrama lineal para arreglárselo?

Zapatero el centrista contra Zapatero el rojo

El PSOE no ha revelado aún por completo su programa electoral para el 9 de marzo. Creo que lo va a hacer este fin de semana. Veremos ahí si priman las propuestas de izquierdas, las de Zapatero el rojo de la primera mitad de la legislatura, para disputarle en esa zona el voto a Izquierda Unida, o las de centro y centro-derecha, las del Zapatero el moderado de los últimos meses, para disputarle ese campo al PP.

«Yo lo tengo muy claro», me comentaba el miércoles un socialista muy relevante. «A nuestra izquierda hay unos 300.000 votantes indecisos, y a nuestra derecha hay en torno a un millón».

El ciberdebate ZP-Rajoy, alternativa a uno de los debates de televisión

He mandado hace unos minutos esta nota a todos los medios on line que se han sumado a la propuesta de que se celebre un ciberdebate entre Zapatero y Rajoy:

«Hola a todos:

Perdonad el silencio informativo en estos últimos días sobre el ciberdebate, pero es que no ha habido pasos relevantes.

– El martes 15 se reunió el comité organizador (en el que están representados medios on line grandes y pequeños, bloguers e instituciones) y elaboró unas propuestas básicas sobre el formato del debate, propuestas que se enviaron ese mismo día a PSOE y PP.

-Ambos partidos tenían prevista una reunión conjunta el miércoles 16 para negociar sobre los dos debates previstos en televisión y para analizar la propuesta de los medios on line, pero la reunión fue aplazada por problemas de agenda de los representantes del PP con las decisiones sobre sus listas electorales.

-Han celebrado una reunión esta semana, pero no han llegado aún a un acuerdo definitivo ni sobre los debates en televisión ni sobre si aceptan o no el ciberdebate. Por lo que cuentan desde ambos partidos, el desacuerdo es sobre en qué cadenas de televisión se harían los debates y sobre el criterio de adjudicación a seguir. Barajaron la posibilidad de que cada partido eligiera una cadena o de que se hiciera por sorteo entre las diferentes cadenas de cobertura nacional, públicas o privadas. El ciberdebate está ahora como una alternativa a uno de los dos debates en televisión si no hay acuerdo en éstos.

-Nos dicen desde ambas partes que se han comprometido a cerrar un acuerdo la semana próxima».

Me han preguntado varios, a vuelta de correo electrónico: «¿Es posible que no haya acuerdo entre ellos y que, en vez de dos debates en TV como se había anunciado, se celebre sólo uno?». Sí, es posible, y la alternativa sería el ciberdebate.

Tres órdagos a Rajoy: Aguirre, Gallardón y quizás Camps

El día fue ayer muy largo en la dirección del Partido Popular y probablemente para su líder, Mariano Rajoy. Los hechos pudieron ser más o menos así, según algunas fuentes consultadas.

-A las cinco de la tarde, Alberto Ruiz-Gallardón figuraba en la lista como número cinco o como número seis.

-Bailaba el puesto entre el 5 y el 6 porque dependía del que se adjudicara a Eduardo Zaplana.

-Zaplana iba a ser el 5 por Madrid… o el número 1 por Valencia, en un intento de última hora de Mariano Rajoy de imponer su autoridad.

-Francesc Camps, enemigo político de Zaplana, habría amenazado a Rajoy con dimitir como presidente autonómico para ir él también en las listas al Congreso. ¿Por qué? ¿Sólo por su rivalidad con Zaplana o también por lo mismo que Aguirre, porque Camps quiere estar en el Congreso de los Diputados y optar al liderazgo del PP si Rajoy pierde las elecciones del 9 de marzo?

-Rajoy desistió en su intento de colocar a Zaplana en Valencia y le puso de 5 en Madrid, y a Gallardón de 6. El 1 será el propio Rajoy, el 2 Pizarro, el 3 probablemente Edurne Uriarte, el cuatro Soraya Sáenz de Santamaría o Ana Pastor.

-Esperanza Aguirre, que en torno a las 7 volvía de un viaje a Málaga, se enteró del pulso que le había ganado Camps a Rajoy y se fue directamente a la sede del partido, donde, en presencia de Gallardón, le echó otro órdago a Rajoy: si el alcalde iba en la lista por Madrid, ella también, y como no es compatible ser presidenta autonómica y diputado, iba a presentar de inmediato su dimisión como presidenta.

-Rajoy cedió de nuevo: Gallardón no iría en la lista, y Aguirre tampoco.

-Gente cercana a Gallardón comenzó a filtrar a distintos medios, poco antes de la media noche, que el alcalde, tras perder el pulso con Aguirre, le había comunicado a Rajoy que iba a dimitir y a dejar la política, y que lo haría después del 9-M para no perjudicar al partido. ¿Era un tercer órdago a Rajoy, tras los de Camps y Aguirre, en un último intento del alcalde de entrar en las listas, que no se aprueban oficialmente hasta mañana jueves?

Hoy miércoles parece que Rajoy sigue sufriendo mermas en su autoridad en el partido. Desde la dirección le habrían pedido a Gallardón que desmienta su posible dimisión y retirada, pero el alcalde ha comparecido hace unos minutos ante los medios y no lo ha hecho. Sólo ha dicho que ha abierto «un periodo de reflexión» sobre su futuro.

Aguirre doblega a Gallardón y a Rajoy

«La Operación Guateque complica el futuro político del alcalde Gallardón», titulábamos el pasado 28 de diciembre en 20minutos.es. Y ese mismo día, en la edición impresa de 20 minutos en Madrid: «Nuevas detenciones del ‘Guateque’ complican su salto político a Gallardón».

Hace unos minutos se ha confirmado que el alcalde madrileño no va en las listas del PP al Congreso de los Diputados, y la propia nota del PP reconoce implícitamente que la batalla de Esperanza Aquirre ha sido brutal, pues cuenta que se ofreció ella misma como candidata. Si fue así, quiere decir que amenazó a Rajoy con dimitir como presidenta autonómica, ya que un presidente no puede ser candidato, y un alcalde sí.

Todo indica que el pulso de varios meses se lo ha ganado Aguirre no sólo a Gallardón, sino también a Rajoy, que tenía prácticamente decidido llevar al alcalde en su lista. Si tanto empeño ha puesto ella en que el edil no fuera diputado y lograra así ventaja en una hipotética carrera por suceder a Rajoy si éste fracasa en las elecciones del 9 de marzo, ¿será porque Aguirre ve como muy probables ese fracaso y esa carrera?

Zapatero y Rajoy, sin Llamazares

Durante el fin de semana, nos han llegado unos cuantos correos pidiéndonos que incluyamos a los cabezas de lista de otras formaciones en la propuesta de ciberdebate entre Zapatero y Rajoy. Algunos reclaman incluso que se invite al encuentro a los líderes de las 11 formaciones que lograron escaños en 2004: PSOE (164 escaños) , PP (148), CiU (10), ERC (8), PNV (7), IU (5), CC (3), BNG (2), CHA (1), EA (1) y Na-Bai (1).

Hemos estado barajando todas las opciones desde el comienzo del proyecto, y hemos considerado especialmente el caso de Gaspar Llamazares. Como se ve arriba, su formación, IU, no fue la tercera en escaños en 2004, pero sí lo fue en votos (con los 234.790 de IC en Cataluña, sumó en total 1.284.081) y los obtuvo en todas las circunscripciones, en toda España.

Decidimos finalmente no plantear a PSOE y PP un debate a tres o a más candidatos porque sabíamos que las posibilidades de que aceptaran no eran ínfimas sino directamente nulas. En su negociación para los debates televisivos ya se negaron rotundamente ambos partidos a que estuviera también Llamazares, con el argumento de que sólo Zapatero y Rajoy tienen posibilidades reales de ser presidente del Gobierno tras el 9 de marzo y de que sus formaciones son muy superiores en apoyos a la tercera lista: en 2004, el PSOE tuvo 11.026.163 votos y el PP 9.763.144. El primero multiplicó a IU por más de 8 y el segundo por más de 7.

Hemos propuesto, por tanto, un debate que tenga posibilidades de celebrarse, no un brindis al sol. Si con la presión de todos logramos que PSOE y PP acepten, podremos aspirar después a otros debates más completos, más plurales, o a otras fórmulas que den entrada a otros partidos.