Juan Ramón García – Socio Protector de la Fundación Renovables
Un día del pasado mes de enero fui, como todos los días, al colegio ‘Muntori de Castalla’ a llevar a mi hija y vi que en la clase habían puesto un ‘Scalextric’ con uno de los cochecitos desmontado, así que le pedí al profesor que me explicara para qué iban a utilizarlo desmontado. El profesor me dijo que la intención era que los niños aprendieran por qué se mueven los vehículos, como funciona un motor, qué es la electricidad, etc., pues en clase estaban aprendiendo los distintos tipos de transporte que hay en todo el mundo.
Me pareció una idea tan estupenda que no pude evitar ofrecerme para dar a los alumnos una charla sobre energía, para explicar sobre todo las ventajas de las energías renovables y los diversos tipos de transporte que existen, haciendo hincapié en las ventajas de los transportes colectivos. El profesor se quedó encantado con la idea.
Casualmente, la empresa de aerogeneradores Bornay, de Castalla está justo a 100 metros del colegio y pedí al dueño si podía dejarme alguna célula fotovoltaica para mostrarla a los niños; me prestó dos células enmarcadas en cristal que usan en las ferias y cuando la dirección del colegio lo autorizó, acordé una fecha con el profesor y en plena semana de Carnaval me presenté en la clase de mi hija a dar una charla sobre energías renovables.
Estoy acostumbrado a dar charlas a cientos de personas adultas, pero nunca lo había hecho con una docena de chavales, pero fue increíble, pues tienen tanto interés en aprender que no paraban de preguntarme cosas: “¿qué altura tienen los aerogeneradores?, ¿cómo va la electricidad desde las centrales hasta las casas?, ¿cómo se puede convertir el calor en electricidad?”… Les dije que cuando tuvieran una pregunta levantaran la mano y que cuando terminara lo que estuviera explicando podrían hacerla, de tal manera que participó casi toda la clase, lo que me demostró que, si se les motiva, a los niños también les interesa conocer cómo se genera la energía y qué usos hacemos de ella, y creo que es importante que lo sepan, para que puedan emplearla de la manera más inteligente. Esto hará que las personas del futuro tengan más fácil el utilizar las energías limpias, pues habrá más conciencia de sus ventajas.
Ojalá cunda el ejemplo en otros colegios del país y fomenten el acceso de los niños a información sobre temas como la energía, tan desconocidos aún para la mayoría de la sociedad.
Yo también he tenido el placer de realizar un taller de energías renovables y eficiencia energética, durante varios años, para estudiantes de primaria, en la escuela de mis hijas. Como indicas, los estudiantes estaban muy motivados con este tema y continuamente hacían preguntas. Especialmente divertido era el aprendizaje, cuando manipulaban los distintos artilugios que llevaba.
A raíz de esta experiencia,desde hace unos años, también realizamos este taller en la universidad, como actividad de promoción de la ingeniería, para institutos de secundaria y bachillerato.
21 abril 2016 | 17:52