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¿Cuál es el origen del término ‘chungo’?

A través de mi perfil @yaestaellistoquetodolosabe2 en la red social Instagram me preguntan cuál es el origen del término ‘chungo’.

¿Cuál es el origen del término ‘chungo’?

El diccionario de la RAE describe el término ‘chungo’ con la acepción de ‘mal aspecto, en mal estado, de mala calidad’, atribuyendo su origen al caló (lengua hablada por el pueblo gitano) y cuyo significado sería ‘feo’. Aunque esta palabra no fue incorporada al diccionario académico hasta 1989, se tiene constancia de su uso desde hace varios siglos.

Algunos etimólogos sugieren que el término chungo llegó desde la antigua lengua romaní en la forma de ‘dzung’, que significaba ‘asqueroso o repulsivo’. A su vez, se cree que ‘dzung’ proviene del sánscrito ‘jungati’, que podría tener un significado similar a ‘excluido, repudiado o despreciado’.

La migración del pueblo gitano hacia la Península Ibérica habría llevado consigo el término, que se incorporó en la forma ‘chungo’ al habla coloquial española, al igual que muchas otras palabras de origen caló que utilizamos en la actualidad.

 

 

Te puede interesar leer el post: Dabuti, nasti de plasti, mangui y otras expresiones que provienen del caló

 

 

Fuente de la imagen: pixabay

Un sorprendente viaje a través de mi ADN

Un sorprendente viaje a través de mi ADN

A raíz de ganar el Premio Bitácoras 2016 al Mejor Blog de Arte y Cultura, Momondo, una de las empresas patrocinadoras de la edición, me regaló (junto al resto de galardonados) un análisis de mi ADN totalmente gratuito con el propósito de descubrir cuáles son mis orígenes y de cuántas partes de otros lugares del planeta provengo ancestralmente.

Tras realizar la prueba, enviar el kit a la empresa LivingDNA y esperar las pertinentes semanas, me llegaron los resultados en los que, tal y como se puede ver en la imagen que adjunto bajo estas líneas, el 57,8% de mi ADN proviene de la Península Ibérica y el restante 42,2% tiene los siguientes orígenes: 14,2% de la Toscana, el 9,4% del Reino Unido e Irlanda, 4,8% del País Vasco*, el 4,4% del Noroeste de Europa, 1,8% Cerdeña y un 1,2% del Norte de China.

Un sorprendente viaje a través de mi ADN

Cabe destacar que a nivel de análisis de ADN, no se engloba dentro de la Península Ibérica a Euskadi debido a la compleja genética vasca que, incluso, durante mucho tiempo fue ampliamente discutido el hecho de que los vascos descendían de una ‘raza propia’.

Es curioso comprobar cómo cada uno de nosotros podemos contener en nuestro propio ADN rastros genéticos de lugares y personas que nada tienen que ver con nuestra forma de ser y pensar.

Fue precisamente a través de la campaña publicitaria, ‘El viaje del ADN’ (The DNA Journey), puesta en marcha por el buscador de viajes Momondo a nivel internacional, en el que encuestaron a un grupo de personas que decían qué nacionalidades les causaban más rechazo. Tras realizarse una prueba de ADN la mayoría descubrieron que tenía mucho en común con aquellos a quienes tanto detestaban, llegándose a la conclusión de que si viajáramos más seriamos muchísimo menos intolerantes.

Este es el vídeo de la mencionada campaña (hay subtítulos en castellano):

Y Momondo no solo nos regaló a los ganadores del Premio Bitácoras 2016 la posibilidad de conocer nuestro rastro genético, sino que nos brinda la oportunidad de ganar a uno de nosotros un premio de 2.000 euros para poder confeccionar un viaje a aquellos países que forman parte de nuestro análisis de ADN. Tan solo había dos condiciones para poder optar a este fantástico premio: realizarse la prueba y publicar un post.

Así que deseadme suerte para que pueda ganar y poder planificar mis próximas vacaciones visitando el mayor número de lugares que aparecen en los resultados de mi análisis genético.

Si soy el afortunado que se lleva el premio tengo pensado hacer un viaje que me lleve a esos lugares y en los que aprender una nueva curiosidad o anécdota relacionada con su cultura, historia o personajes célebres, para así poder también conformar un viaje no solo a través de mi ADN sino por sus curiosidades.

Debo reconocer que soy un tardío pero apasionado viajero. No comencé a trotar por el mundo hasta hace poco más de una década, pero de momento ya he visitado los Estados Unidos, Italia, Francia, Grecia, Portugal, Reino Unido, México, Japón, Dubái, Isla Mauricio y un buen puñado de lugares de España.

Mi sueño es poder algún día dar la vuelta al mundo durante un año e ir escribiendo cada día un post en cada uno de los lugares que me encuentre, explicando alguna curiosidad relacionada con aquel lugar. Espero encontrar algún patrocinador que me ayude a financiar el proyecto y poder cumplirlo pronto 🙂

Fotos viajes Alfred López

Sí tengo suerte y Momondo cree que soy el merecedor del premio de 2.000 euros, mis siguientes vacaciones será a alguno de los lugares que forman parte de mi ADN genético ¿quizás por el Norte de China o el centro de Europa? 🙂

 

¿Por qué se llama ‘vándalo’ a aquel que se comporta de forma salvaje y desalmada?

¿Por qué se llama ‘vándalo’ a aquel que se comporta de forma salvaje y desalmada?Es habitual escuchar o leer en algunos medios de comunicación la utilización de los términos vándalo o vandalismo para referirse a personas o grupos que se comportan de manera incivilizada, desalmada y salvajemente.

El origen del término ‘vándalo’ lo encontramos en el pueblo bárbaro del mismo nombre que habitó en la Europa Central hasta su desaparición en el siglo VI. Como era habitual en aquella época, este tipo de pueblo era guerrero y conquistador, enfrentándose feroz y violentamente en múltiples batallas.

A pesar de haber recibido en la Península Ibérica la visita de los vándalos (siglo V), el término no tomó la popularidad, ni se extendió su uso como sinónimo de salvaje o desalmado, hasta que el 31 de agosto de 1794 lo utilizó Henri Grégoire (Obispo de Blois) pronunciándolo en un discurso en la convención republicana, en plena Revolución Francesa, como crítica al saqueo de las obras y tesoros religiosos que se produjeron en las iglesias y al que tituló ‘Informe sobre la destrucción causada por el vandalismo’ (Rapport sur les destructions opérées par le Vandalisme).  Para hacer referencia a aquella situación de pillaje y asolación utilizó el símil de lo ocurrido durante el siglo V en el que los vándalos llegaron a Roma y la saquearon de manera indiscriminada.

A partir de esas palabras de Grégoire, los términos ‘vándalo’ y ‘vandalismo’ quedaron asociados a todo tipo de actos violentos y a aquellos que los realizan.

 

Fuente de la imagen: will biscuits (Flickr)

¿Tiene algo que ver el personaje de ‘el Coco’ con el fruto de la palmera?

¿Tiene algo que ver el personaje de ‘el Coco’ con el fruto de la palmera?A través del apartado de contacto, Mar Gómez me envía un correo electrónico en el que me consulta si tiene algo que ver el personaje de ‘el Coco’ con el fruto tropical del mismo nombre.

Efectivamente, tiene algo que ver y además mucho.

Hace la friolera de seis siglos que ya se conocía en algunas zonas de la Península Ibérica (sobre todo en Portugal) al ‘Coco’, un personaje del folklore popular que se utilizaba (y se sigue utilizando en la actualidad) para asustar a los más pequeños de la casa, siendo numerosos los escritos, canciones populares y de cuna (de principios del siglo XV) en los que se menciona o aparecía la figura de este famoso asusta niños, quien iba provisto de una calabaza vacía, y con unos orificios para los ojos y la boca, a modo de cabeza.

¿Tiene algo que ver el personaje de ‘el Coco’ con el fruto de la palmera?El filólogo y etimólogo Joan Corominas indica en su obra «Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana» que fueron los marineros que acompañaron en su primer viaje al explorador Vasco da Gama y quienes a su regreso a Portugal se trajeron consigo un buen número de frutos recogidos en las palmeras que crecían en el delta del Ganges.

Muchos fueron los que encontraron una similitud asombrosa entre ese fruto y el personaje del côco tan famoso en su patria, ya que este parecido radicaba en que los tres agujeros que hay en la cáscara del fruto les recordaba a los ojos y boca de la cabeza con la que se ilustraba en aquella época al personaje del asustador.

De ahí que ese fruto tropical recibiese ese nombre con el que se conoce desde entonces.

 

Fuentes de consulta: RAE / datosfreak / «Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana» de Joan Corominas / Wikipedia
Fuentes de las imágenes: Ilustración ‘Que viene el Coco’ de Francisco de Goya (Wikimedia commons) / torange.biz