Archivo de octubre, 2022

El origen etimológico del término ‘locutor’

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan sobre el origen etimológico del término ‘locutor’.

El origen etimológico del término ‘locutor'

Conocemos como locutor (o locutora) a aquella persona que tiene por oficio hablar por radio o televisión para dar noticias, presentar programas, etc (tal y como define la palabra el diccionario de la RAE).

Etimológicamente proviene del latín ‘locūtōris’, cuyo significado literal era ‘el que habla’ y que está formado por el verbo ‘loqui’ (hablar) más el sufijo ‘-tor’ utilizado para señalar profesión u oficio.

El verbo latino loqui también nos ha dado otros muchos términos relacionados. A continuación tenéis una lista de unos cuantos:

  • Locutorio: Lugar habilitado para hablar, ya sea en una prisión, una cabina telefónica o un habitáculo en una emisora de radio.
  • Locución: Acto de hablar.
  • Locuaz: que habla mucho o demasiado.
  • Elocuente: El que habla de modo eficaz, deleitando, conmoviendo o persuadiendo.
  • Locuela: Modo y tono particular de hablar de cada uno.
  • Circunloquio: Utilización de muchas palabras para decir algo que podría haberse expresado más brevemente.
  • Alocución: Discurso breve.
  • Interlocutor: Cada una de las personas que toman parte en un diálogo.
  • Coloquio: Conversación entre dos o más personas.
  • Soliloquio: Reflexión interior o en voz alta y a solas.
  • Ventrílocuo: Persona que tiene el arte o don de hablar sin que parezca que es ella quien pronuncia las palabras.

 

 

 

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Un puñado de curiosidades y términos relacionados con el pan

El pan es uno de los alimentos considerados básicos en numerosas culturas y su origen es tan antiguo que prácticamente es imposible determinar en qué momento de la historia surgió, aunque hay pruebas de que al menos tendría un antigüedad de cuatro mil años, pues debió de formar parte de la dieta de los egipcios. Desde entonces, son muchos los términos relacionados.

Un puñado de curiosidades y términos relacionados con el pan

Comúnmente llamamos panadería al establecimiento en el que se hornea y se vende el pan, aunque otro término con el que se conoció durante largo tiempo fue tahona, un vocablo proveniente del árabe tahuna,  ‘molino’, es decir, el lugar donde se molía el grano de cereal para conseguir la harina con la que hacer la masa que, una vez cocida en el horno, se convertía en pan.

El  añacal (también llamado anacalo) era la persona que, antiguamente, tenía encomendado trasladar al molino el trigo u otro cereal que debía ser molido y, luego, llevar la harina resultante al horno donde se cocería (en algunas ocasiones era en el mismo lugar) para después entregar el pan resultante a sus propietarios.

La masa para el pan se trabajaba en un cajón de madera rectangular, la artesa, donde se amasaba. La harina que caía fuera de este cuadrilongo se denominaba abalada, que venía a significar ‘harina zarandeada’, ya que había caído por el zarandeo manipular la masa. Con la  harina abalada, en lugar de desecharla, se hacía un pan de menor calidad (con mezcla de diferentes harinas de otros cereales) que se venía a bajo precio.

Durante la Edad Media se pusieron muy de moda los hornos colectivos. En ellos, por concesión gubernamental, había una persona encargada de mantenerlos encendidos las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Ese lugar era conocido como horno de poya, en referencia a la encimera en la que se depositaba la remuneración del hornero, que se pagaba bien en dinero, bien con parte de la harina o, incluso, del pan ya cocido.

La harina más común para hacer la masa de pan es la de trigo, pero hay otros cereales que también se molían para hacer diferentes tipos de pan, como el de cebada, el de maíz y el de centeno. El saco en el que se colocaba la harina obtenida de moler el cereal se llamaba costal y cada tipo de harina tenía el suyo para que no se mezclaran. Esto dio origen a la célebre expresión «ser harina de otro costal», que se utilizaba en aquel tiempo para indicar a alguien que no juntara una de menor calidad ―por ejemplo, la de centeno― con otra mejor ― la de trigo―;  en la actualidad la expresión se usa para referirse, entre otras cosas, a que alguien o algo no es lo que aparenta o es diferente ―normalmente, peor― respecto a otra persona o cosa.

Las harinas de menor calidad, como la de centeno, eran más oscuras y, por tanto, se obtenía con ella el pan negro, que era el más popular entre las clases más humildes. En algunas ocasiones, el cereal se veía afectado por el cornezuelo, que es un hongo, y quien comía el pan resultante podía caer enfermo de  ergotismo, un trastorno que, entre otros efectos, produce alucinaciones.

Hay muchos tipos de pan y durante bastante tiempo se hacían en forma redondeada. A mediados del siglo xix, en Viena, se comenzó a amasar el pan en forma de barra, que tardaba menos en cocerse y ocupaba menos espacio. Una de las características de las barras de pan son sus extremos, que suelen ser la parte más tostada y reciben el nombre de currusco o cuscurro. También se conoce como coscurro el  mendrugo o pedazo de pan duro y desechado.

Una de las características del pan, ya sea en barra o redondo, es una especie de corte que lleva en la superficie y que se ha practicado en la masa justo antes de meterlo a cocer en el horno. Esa característica marca es la greña, término que proviene del francés antiguo grigne y cuyo significado vendría a ser ‘pliegue’.

 

 

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El origen de cuatro refranes gatunos

El refranero español está repleto de máximas y aforismos cuyos dichos populares esconde algún consejo o moraleja, existiendo de prácticamente todos los temas. En esta ocasión os traigo cuatro relacionados con el mundo gatuno.

El origen de cuatro refranes gatunos

La curiosidad mató al gato:

Se trata de una de las expresiones más conocidas y se usa para decirle a alguien que no hay que saber más de lo que se debe y que no se deben traspasar ciertos límites mediante una analogía entre el  peligro y un gato, por tratarse de un animal que suele meterse en cualquier rincón, por lo que y se considera un felino que se expone a numerosos peligros y riesgos por su carácter curioso y explorador. No es una expresión surgida del rico refranero español, sino que llegó al castellano, a finales del siglo xix, desde el inglés curiosity killed the cat, de idéntico significado, que, a su vez, era la transformación de otro mucho más antiguo, del siglo xvi, que decía care killed the cat, cuyo significado era ‘el cuidado mató al gato’ como referencia a que una excesiva precaución o cuidado por la salud termina siendo perjudicial para esta.

De noche, todos los gatos son pardos:

Refrán que trata de advertirnos de la facilidad que hay, en algunas ocasiones, de ser engañados por un impostor a quien podemos tomar por otra persona y no percatarnos de sus malas intenciones. Aparece mencionado en la segunda parte del Quijote (1615) y, según señalan la mayoría de los expertos, la expresión no hacía referencia a los felinos sino a los  madrileños, que son conocidos, desde antiguo, como gastos. Todo indica que se originó el refrán poco después de trasladar la capitalidad del reino a Madrid, que se convirtió en corte y villa, lo que dio lugar a numerosos rufianes y malhechores nocturnos que transitaban a la espera de alguna víctima.

Ponerle el cascabel al gato:

Frase proverbial que se pronuncia ante una dificultad y la imposibilidad de llevar a cabo alguna tarea potencialmente peligrosa, en alusión al acto de coordinarse y ponerse de acuerdo un grupo para ver quién lleva a cabo dicho cometido. La primera referencia que existe sobre la expresión data del siglo VI a. C., cuando aparece en la famosa fábula El gato y los ratones, del autor griego Esopo. Posteriormente, otros muchos autores utilizaron dicha locución en sus obras, de las que una de las más famosas es la comedia La esclava de su galán, de Félix Lope de Vega, uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro español. (te puede interesar leer el post ‘¿Por qué NO es una buena idea poner un cascabel a un gato?)

Buscarle tres pies al gato:

Expresión  con la que se aconseja no complicar un asunto, originalmente era buscarle cinco pies al gato. Según señalan la mayoría de los expertos, la frase no hablaba de tres pies, sino de cinco y se achaca a Miguel de Cervantes que la cambiara al ponerla en la forma de tres pies en boca del protagonista del Quijote. También hay quien indica que la locución es una deformación de buscarle el traspiés al gato, aunque esta versión parece no convencer a la mayoría de los etimólogos.

 

 

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Un par de acertijos en TikTok que no todo el mundo es capaz de acertar

Días atrás publiqué en mi perfil @Curiosisimo de la red social TikTok un par de vídeos en el que planteo un acertijo en cada uno.

Un par de acertijos en TikTok que no todo el mundo es capaz de acertar

Son muy sencillos, pero a pesar de la poca complicación que presenta para resolverlo, curiosamente numerosos son los usuarios que comentan y dan respuestas erróneas.

En uno de ellos planteo la siguiente incógnita: Dime el único número en español que cuando se escribe con letras no lleva ni la vocal ‘e’ ni la vocal ‘o’.

En el otro vídeo pido que me digan tres sustantivos de días consecutivos sin utilizar las palabras lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.

¿Sabes la solución? ¿Serías capaz de acertar? Entra en los vídeos  o deja un comentario con tu respuesta en este post

@curiosisimo

#Acertijo #AcertijoViral #reto #curiosisimo

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El origen etimológico de algunos términos relacionados con las ‘catástrofes’ (II)

Un suceso que produce graves daños es considerado como una catástrofe. Esta es la segunda entrega del origen etimológico de algunos términos relacionados con las ‘catástrofes’.

El origen etimológico de algunos términos relacionados con las ‘catástrofes’ (II)

Un  terremoto es una sacudida brusca de la corteza terrestre que causa destrucción y caos. Etimológicamente proviene del latín terraemotus, ‘movimiento de la tierra’, compuesto por terrae, ‘tierra’, y motus, ‘movimiento’. Otro término sinónimo para este fenómeno es seísmo, que llegó al castellano desde el francés séisme y a este del griego seismos, y cuyo significado era sacudida.

Un  cataclismo es otro tipo de desgracia de gran magnitud, pero el término hace referencia a aquellas catástrofes que son producto del agua (una inundación, lluvias torrenciales, maremoto…). El vocablo proviene del latín cataclysmus y este del griego kataklysmos, cuyo significado es ‘inundación’, de kata,sobre’, y klysmos, ‘mojar’.

Otro término que tiene que ver mucho con el agua y un infortunio es maremoto, del latín maremotus, formado por mare, ‘mar’ y motus, ‘movimiento’, y cuyo significado es ‘movimiento del mar’. Pero últimamente se emplea otro vocablo para referirse a los efectos de los seísmos acuáticos (como las olas gigantes): tsunami, un término que nos ha llegado desde el japonés tsu, ‘puerto’, y nami, ‘ola’, y cuyo significado literal vendría a ser ‘ola sobre el puerto’, en referencia a las grandes olas que, a causa de un maremoto, llegan hasta la tierra, de manera que todo queda inundado. A pesar de que parezca un neologismo, hay constancia de que el término tsunami ya aparece en documentos datados en la última década del siglo xix.

 

 

 

 

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¿Cómo se les llama a los ‘empollones’ en el resto del mundo? (II)

Días atrás publiqué un post titulado ‘¿Cómo se les llama a los ‘empollones’ en el resto del mundo? (I)’ en el que os hablaba de modo en el que son conocidas en otros idiomas y lugares del planeta las personas que pasan gran parte de su tiempo estudiando y suelen destacar por ser los más aplicados y quienes mejores notas sacan en sus respectivos centros educativos y que en español son llamados ‘empollones’ o ‘empollonas’.

¿Cómo se les llama a los 'empollones' en el resto del mundo? (II)

A continuación os traigo la segunda entrega:

Los sirios llaman a los estudiantes ‘tays’ (cabras), (تَيْس), y los turcos podrían llamarte ‘İnek öğrenci’ (vaca) por estudiar. En Albania, sin embargo, son llamados ‘budalla’, término que deriva de la palabra ganso. Todos estos animales están considerados poco inteligentes y fáciles de engatusar, por lo que emplear estos términos para referirse a personas que estudian duro resulta denigrante.

En países de habla inglesa y en países asiáticos como China, Indonesia y Vietnam, a las personas que estudian mucho se las llama ’gusanos de libro’, un nombre común usado para denominar hablar de los que devoran los libros.

Los saudíes tienen nueve nombres para los estudiantes más ávidos, como ’daafour’ (دافور), que es un hornillo de gas portátil. Ya que estos hornillos son esenciales para cocinar y protegerse de las frías noches del desierto, en nuestro contexto representan lo tan indispensables que son estos estudiantes para la sociedad de Arabia Saudí.

Los estudiantes que han sacado buenas notas en los exámenes en Bolivia se llaman ‘corchos’ o ‘corchas’ (corchos de una botella), algo igual de indispensable como sabrás si eres amante del buen vino.

¿Cómo se les llama a los 'empollones' en el resto del mundo? (I)

¿Cómo se les llama a los ‘empollones’ en el resto del mundo? (ilustración vía Preply)

 

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Fuente de la info e imagen: Preply / pexels

Libro recomendado: ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén Montalvo

Libro recomendado: ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén MontalvoUn gran porcentaje de libros que se publican desde hace unos años provienen de autores que han (hemos) empezado en blogs o redes sociales y que con el tiempo, tras alcanzar cierto éxito  en internet, dan (damos) el salto al papel. En algunas ocasiones de modo autoedición y otras con una editorial que respalda la publicación.

Uno de esos casos es el de Belén Montalvo, una publicista madrileña (con alma de profesora) que, tras llevar viviendo en los Estados Unidos algunos años (desde 2013, primero en Miami y actualmente en Tennessee), decidió en 2017 abrir una cuenta en Instagram (@alo_miami) donde ir volcando todas aquellas palabras y expresiones que había aprendido y que eran de uso común entre los estadounidenses (aunque no eran las típicas que te enseñan cuando vas a aprender inglés a una academia).

Se dio cuenta que numerosas eran las locuciones coloquiales que eran usadas por los norteamericanos, tanto en conversaciones como en programas de televisión, radio, podcast e incluso canciones, y muchas de esas veces la dejaban fuera de sitio, al no terminar de entender realmente el contexto de lo que estaban diciendo (a pesar de haber estudiado inglés a lo largo de dos décadas).

Desde su cuenta de Instagram fue ofreciendo semanalmente pequeñas lecciones de lo que ella bautizó como ‘yankinglés’ y que en poco tiempo se popularizó bajo la etiqueta #alómicroclases, obteniendo miles de seguidores.

Libro recomendado: ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén MontalvoGracias a ese rotundo éxito, la editorial Larousse encargó a Belén Montalvo realizar una recopilación de algunas de sus entradas más curiosas, surgiendo de todo aquel trabajo un libro titulado ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ el cual cuenta con las ilustraciones de Anna Fradera, más la maquetación realizada por RedMood Agency, que le da a la obra una vistosidad y diseño muy efectivos. También a destacar la dirección editorial de Jordi Induráin y la coordinación de Sofía Acebo (quienes también estuvieron detrás de la gestión mi último libro ‘El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’).

En ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ podemos aprender expresiones tan curiosas como que un ‘brownie points’ no es el nombre de un postre sino la manera de indicar que alguien está ganando puntos por haber realizado un buen trabajo o que decir ‘small potatoes’ hace referencia a aquello sin importancia e incluso a quien tiene un trabajo de poca responsabilidad.

Si te dicen ‘To go AWOL’ están refiriéndose al escaqueo que hace alguien. AWOL es el acrónimo de ‘Absent Without Oficial Leave’ (ausente sin permiso oficial) y en el mundo militar se aplicaba a quienes desertaban del ejército. DUI es son las siglas de ‘Drive Under the Influence’ y hace referencia a aquellos que han dado positivo tras conducir bajo los efectos del alcohol y/o las drogas.

El término ‘bupkis’ es usado para decir que algo no vale nada. Tal y como aclara Belén Montalvo en el libro, esta palabra no es un sinónimo de ‘nothing’, es mucho menos que eso y es utilizada la forma bupkis para indicar ‘nada en absoluto’ (nada de nada).

Frenemies es la combinación de friend (amigo) y enemy (enemigo) y se utiliza para describir las falsas amistades.

En definitiva, ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén Montalvo es un libro que recomiendo a todas aquellas personas amantes de las curiosidades, del idioma y la cultura anglosajona (más concretamente de la estadounidense).

Lee (gratis) las primeras páginas: https://www.larousse.es/primer_capitulo/aprende-yankingles-con-alo-miami.pdf

Libro recomendado: ‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén Montalvo

 

 

‘Aprende yankinglés con Aló Miami’ de Belén Montalvo
Editorial: Larousse
ISBN: 9788419250483
https://www.larousse.es/libro/lengua-inglesa/aprende-yankingles-con-alo-miami-belen-montalvo-martin-9788419250483/