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Archivo de noviembre, 2015

SOS: Quiero seguir luchando

Por A. M.

Si mañana me quitara la vida por desesperación, todos mis vecinos y allegados se echarían las manos a la cabeza, llorarían por mí, por mis hijas, dirían que no sabían lo mal que estaba, que no sabían que mi situación “era para tanto”. Que aunque soy una mujer divorciada, tenía la ayuda de mi familia.

—Pobrecilla—, dirían. —Cuánto ha debido sufrir—.

Varios desempleados esperando la apertura de la oficina de empleo (Jorge París).

Varios desempleados esperando la apertura de la oficina de empleo (Jorge París).

Pues el caso es que sí lo saben, porque yo no me callo. Cuando me preguntan cómo estoy, digo que mal, que no tengo trabajo y no hay vistas de tenerlo. Y todos dicen lo mismo: es que la cosa está muy mal, pero va a empezar a mejorar, mi hermano también está así, o mi primo, o mi amiga. Por eso ya nadie me habla apenas, y a eso se une la poca o nula vida social que tengo porque no puedo pagar ni una cerveza.

—Vente el domingo a echar un rato a la plaza del Salvador, unas cervecitas—.
—Claro, digo, igual me paso—. Mentira, ni siquiera puedo coger el autobús que me lleva al centro.
Otros me dicen que me reinvente, que haga otras cosas. Si no puedo a veces ni comprar huevos para hacer tortillas para cenar, ¿cómo voy a pagar una matrícula o curso o taller?

No, la gente no sabe, no quiere saber. Algunos familiares hasta creen que la culpa es mía, —algo tendrás que hacer, tienes que empezar a moverte—.
—Mi hijo ha encontrado trabajo en tal comercio—. Su hijo ha encontrado trabajo porque a alguien le dio pena. Pero ni siquiera he tenido esa suerte. Y no sé qué hacer. Quiero seguir luchando, me inscribo en miles de ofertas diarias, me descartan diariamente, he intentado cambiar de ciudad, he intentado vender lo que sea. Pero no. No salgo. ¿Qué le debo a la sociedad para que me hagan caso? Tengo 36 años, estoy desperdiciando mis mejores años laborales. ¿De verdad que no hay un trabajo para mí? ¿No lo hay?

He trabajado durante más de diez años, tengo estudios, he hecho todo lo que el país espera de un ciudadano, ¿qué es lo que les pasa a las empresas y empresarios? ¿Por qué mis vecinos y contactos no me ayudan? Luego dirán: si lo hubiese sabido podría haber hablado con este u otro amigo. Mentira. Lo digo en vida: por favor, ayúdenme, quiero trabajar, volver a sonreír, tener la nevera llena y pagar al banco a tiempo sin que me llamen diez veces al día. Quiero poder pagar las excursiones de mis hijas y llevarlas al cine de vez en cuando. Comprar ropa cuando se les queda pequeña. Quiero vivir.
S.O.S.

Cobros abusivos a las personas mayores

Por Charo Díaz Romero

Mi padre ha fallecido recientemente a los 87 años. Mi madre de 81 años de edad, bajo nivel cultural y escasos conocimientos de lectoescritura, necesita ayuda para enfrentarse a todo el maremágnum de facturas, papeles del banco, etc.

En unos días he tenido conocimiento de su situación:

Un grupo de jubilados (Archivo)

Un grupo de jubilados (Archivo)

En Bankia, donde tenían la cuenta con sus ahorros y domiciliadas sus pensiones, les estaban cobrando anualmente 40€ por una tarjeta Visa que he anulado. Posteriormente le han emitido una con las mismas utilidades y que resulta totalmente gratuita para los pensionistas.
El teléfono lo tenían contratado con Telefónica y pagaban cerca de 50€ al mes y sólo disponían de tarifa plana a números fijos nacionales. Les he gestionado con otra operadora una tarifa por la que abonan 12€ al mes con los mismos servicios.
Asimismo, reembolsaban todos los meses 3€ en concepto de alquiler por el aparato de teléfono, desde hacía más de 20 años. Cuando he preguntado a Telefónica por este aparato me han informado que su coste es de 9.95€. ¡Y ellos han pagado más de 500€ por él!

Y respecto a los suministros de luz y gas, tienen varios contratos firmados, en los que apenas se encuentran rellenas las casillas con los datos, difícilmente legibles por estar en papel autocopiativo, por lo que es imposible deducir qué tienen contratado. Preguntándole a mi madre a este respecto, sólo sabe que se han presentado en varias ocasiones de la compañía y les decían que era necesario que firmaran para actualizar su situación.
Del gas he podido conocer llamando a la compañía que tienen contratado un servicio de mantenimiento de la caldera por el que le cobran 18€ en cada factura, cuando el total de la misma ronda los 37€. Su caldera tiene un valor de aproximadamente 100€ y abonan anualmente 108€ por este servicio de mantenimiento, que también he anulado.

Además, he cancelado un servicio de «cuota fija mensual», que tenían contratado y por el cual pagaban de gas cada dos meses 60€, aunque su consumo fuera menor (como he indicado, de unos 37€), anualmente les devolvían el resto cobrado y no consumido.
Ahora estoy con el suministro de electricidad, ya que tienen contratada una potencia fija, que creo resulta innecesaria para satisfacer sus necesidades y por el que le cobran otra cantidad desorbitada.

Mi padre era un hombre muy honesto y como tal, creía que lo eran el resto de los mortales; este exceso de confianza en el prójimo y los desmanes que esta sociedad nuestra permite a bancos, operadores de telefónica, compañías eléctricas, y demás, generan en nuestros mayores una auténtica situación de indefensión, de la que muchos se aprovechan.

Todo esto me ha llevado a pensar en lo necesario que es acercarnos a nuestros padres con tacto y con cariño, y ofrecerles nuestra ayuda en todas aquellas cosas que pensamos que «aún controlan» y de las que están siendo objeto de engaño por tantos indeseables, con el beneplácito de la sociedad.

 

El baile de las recolocaciones

Por Manuel Nogueras T.

Pleno en el Congreso de los Diputados (EFE).

Pleno en el Congreso de los Diputados (EFE).

Parece que el PP saldrá otra vez ganador en las próximas elecciones, pero sin una amplia mayoría absoluta. Esto significa que algunos de sus miembros tendrán que dejar sus puestos de trabajo.

Lo repugnante es escuchar en los medios de comunicación como se realiza ‘el baile de las recolocaciones’ para no quedarse en las listas del paro. Algunos saldrán por las puertas giratorias y otros cambiarán de puesto en lo público como si no supieran hacer otra cosa, cobrando más de lo mismo.

Bendita sea aquella formación política que en su programa electoral antes del 20 de diciembre incluya suprimir todo este tipo de ‘buitrerías’ que todos los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos. Que se busquen la vida como todos los demás nos la hemos buscado.

Maquillar la realidad

Por Sheila Aguerri Vázquez

Una cumbre de líderes europeos.

Angela Merkel, Christine Lagarde, Jean-Claude Juncker y Mario Draghi en una cumbre de líderes europeos. (GTRES)

El Diccionario de la Real Academia Española define ‘eufemismo’ como la “manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”. En los tiempos que corren estamos atravesando, sin darnos cuenta, una crisis lingüística en la que las palabras sirven de escondite a la realidad y se olvidan de la verdadera esencia de la definición propuesta.

Así pues, nos encontramos ante “desaceleraciones transitorias” o “crecimientos negativos de la economía” en lugar de “crisis”, cuya solución, ya que estamos, se consigue mediante “apoyos financieros” y “préstamos favorables”, pero nada de “rescates”.

¿Los “recortes”? ¡Eso no existe! Si acaso son “reformas estructurales necesarias”, lo que por cierto suena hasta poético. La rebaja de los sueldos es una “devaluación competitiva de los salarios”, los desahucios son “procedimientos de ejecución hipotecaria” y las subidas de impuestos son “novedades tributarias”.

No sirve de nada maquillar una realidad a la que ya hemos visto las imperfecciones y, tal y como afirmó en su día el escritor estadounidense Joseph Wood Krutch, “cualquier eufemismo deja de ser un eufemismo después de un tiempo y acaba mostrándose su verdadero significado; es un juego perdido, pero seguimos intentándolo”. Y vaya si seguimos.

Carmena, “institucionalizada”

Por Verónica Castro Mulder

Manuela Carmena.

Manuela Carmena en una rueda de prensa. (EFE)

El 29 de abril, Carmena respondió con un rotundo “por supuesto que no” cuando le preguntaron si la Corporación asistiría a actos religiosos.

Por el contrario, seis meses después, ya alcaldesa de Madrid gracias a los votos de quienes confiamos en su palabra, ha asistido como tal “con mucho gusto” a un acto religioso, e incluso ha sido su protagonista, que ha renovado el voto de la Villa a la Virgen de la Almudena, teniendo el cinismo de mentir de nuevo al decir que lo hace también en mi nombre: “Tanto creyentes como no creyentes, queremos expresar todos al unísono con nuestro voto nuestro compromiso ante ti, la Almudena”.

Y encima se pavonea de asumir de ese modo una “actitud institucional”. No solo es chaquetera, sino que cree que los demás lo somos también. Une así a la traición a sus votantes y a la aconfesionalidad oficial que exige nuestra Constitución –nuestra institución fundamental- el insulto a quienes no somos como ella.

Obtener la nacionalidad: un camino tortuoso

Por Gemma Bou

Solicitud de la nacionalidad

Inmigrantes haciendo cola para solicitar la ciudadanía española. (JORGE PARÍS)

Tras 10 años de residencia legal y trabajo en España y más 3 años en espera, llega la cita para iniciar los trámites de solicitud de la nacionalidad. Para empezar informan, cuando el solicitante ya está allí, de que ha cambiado el proceso. Le entregan un documento con indicaciones esquemáticas sobre cómo realizar el trámite por vía telemática.

Hay dos enlaces en dicho documento: uno del Ministerio de Justicia y otro del Instituto Cervantes. Con el primer enlace, el solicitante abandona tras varios días de intentos infructuosos. Con el segundo descubre que debe realizar dos exámenes: uno de cultura y sociedad y otro de lengua. En Cataluña no hay fecha para el de lengua hasta julio de 2016 (los únicos 4 centros están en Barcelona) y para el de cultura y sociedad hasta abril de 2016.

El solicitante se persona por segunda vez para intentar realizar el trámite. Le comunican esta vez que el sistema telemático aún no funciona, recogen la documentación y le indican que le avisarán cuando funcione para pagar la tasa (¡si se trata de pagar seguro que llamarán!). Vergonzoso.

El verdadero examen consiste en ver si la persona aguanta la hiperburocratización del sistema, si soporta ser tratado como ganado y si dispone de suficientes recursos para llegar hasta el final. ¿Superaría cualquiera de nosotros, los que disponemos de DNI español, presidente incluido, este proceso y estos exámenes? En este caso, un ciudadano que lleva 13 años esperando, ¿cuánto tiempo más deberá esperar?

No más violencia de género

Por Eva Rodríguez

Tiroteo en Llíria.

Policía acudiendo ante la alerta por el asesinato de las dos mujeres que fallecieron en Llíria (Valencia). (EFE)

Ver el telediario a la hora de la cena se ha convertido en un deporte de riesgo. Con cada bocado que ingiero, introduzco en mi cuerpo una dosis de violencia y odio que no hace más que minar mi fe en la humanidad. Esta vez el fin de semana ha traído nuevas víctimas a la lista de muertes por violencia de género, cuatro más en total. Escucho que los asesinatos han sido cometidos en diferentes localidades del territorio español. Parece que se tratara de una epidemia que está lejana y que no me afectará. Los medios, la sociedad, los psicólogos y, en definitiva, todo el mundo con dos dedos de frente recalcan que el machismo es el nuevo mal que nos rodea y señalan al hombre como brazo ejecutor de esta maldad.

En este momento del discurso es cuando caigo en la cuenta de que la culpa no es enteramente del hombre sanguinario, misógino y desequilibrado que se dedica a cercenar la vida de las mujeres que lo rodean. Dos amigas mías sufrieron maltratos por parte de sus parejas pero esa situación no fue repentina, ellas aguantaron muchos pequeños “gestos” porque los consideraban muestras de amor de sus parejas.

Las “soluciones” propuestas se centran en educar al hombre para respetar a la mujer pero nadie habla de educar a la mujer para respetarse a sí misma y no tolerar faltas de respeto. El «quien bien te quiere, te hará llorar» ha llegado muy lejos y en nuestras manos está pararlo.

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Por Marta Baró

Maifestación contra la violencia de género.

Manifestantes con pancartas reivindicativas en la primera marcha estatal contra la violencia machista. (SERGIO FRANCO)

En menos de 24 horas, dos asesinatos por violencia de género en España, uno en Córdoba, otro en Valencia. ¿Hasta cuando estos asesinatos estarán rodeados de silencio judicial? ¿Cuántas mujeres más tendrán que morir para que sus sufrimientos sean escuchados y tenidos en cuenta por la Justicia? ¿Qué se quiere demostrar con manifestaciones multitudinarias si estas no sirven para atajar sus muertes, su dolor, su día a día? Tal vez en vez de debatir entre asignaturas de ética o religión, debería proponerse la de «Convivencia», impartida desde la tolerancia 0 hacia el maltrato y con la igualdad de sexos como telón de fondo.

Mientras esto no suceda, las mujeres continuaremos siendo víctimas cada vez que intentemos ser nosotras mismas.

¿Qué pasaría con las leyes si las víctimas fuesen hombres y las asesinas mujeres? ¿Continuarían estancadas en el mismo punto?

No es democracia, es plutocracia

Por Gerardo Hernández Zorroza

Estelada gigante avanzando por las calles de Barcelona durante la manifestación de la Diada (EFE).

Estelada gigante avanzando por las calles de Barcelona. (EFE)

Me llama la atención que, con la que está cayendo, la gente siga manifestándose detrás de banderas, credos y demás historias. No se si conocen, pero Jordi Pujol, en el Parlament catalán el 25 de septiembre de 2014, advertía muy seriamente al Estado que si ingresaba en la cárcel «se iba a montar una gorda». Y yo añadirá: no caerá esa breva…

En esta democracia actual, perdón plutocracia, donde los altos cargos de la judicatura son elegidos por los partidos, todo empieza a oler raro, muy raro, a podrido. Desde los ámbitos políticos se ha esgrimido siempre la «defensa del Estado de Derecho», defensa que queda claramente en entredicho, que suena a hueco cuando, como todos sabemos, la presidencia de la judicatura es elegida por los partidos.

Por ello, el empoderamiento ciudadano en el futuro ha de huir de los viejos esquemas sociales al uso, para abrir paso a una era distinta, consciente y verdaderamente participativa. Y el primer escollo a vencer no es organizativo como se piensa, ni tampoco reformista como se nos propone desde el viejo modelo, sino que se trata de algo mucho más sutil y distinto a esos cambios superficiales y a menudo complejos que se proponen; se trata, digo, de educar y crear una nueva conciencia ciudadana, que surgirá del autoconocimiento, la autenticidad y, entonces sí, libre elección.

 

¿Qué van a hacer con nosotros?

Por Juan Carlos Martín Velázquez

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Dos personas consultan ofertas de empleo. (EFE)

Soy una persona de 46 años y llevo 2 años en paro, estoy bastante preparado académicamente y con mucha experiencia laboral, pero esto no parece suficiente para encontrar trabajo, ya que «soy mayor» para el mercado laboral.

Yo creo que con esta edad se está en plenitud de estabilidad, en todos los campos de nuestra vida, pero no veo a nuestros políticos preocupados por nuestra situación. ¿Es posible que estén pensando en que nos podamos jubilar a los 50 años? Como alguno que otro funcionario.

No lo creo, pero bueno, tenemos que seguir luchando, aunque no tengamos ningún apoyo de las instituciones de este, nuestro país.
Gracias señores gobernantes por hacernos la vida tan sencilla, ¿qué haríamos sin ustedes?

El morbo en la televisión

Por Juan Afán Muñoz

Juicio por el crimen de Asunta.

Rosario Porto y Alfonso Basterra, padres de Asunta. (EFE/Lavandeira)

Durante los 2 últimos meses todas las televisiones de cobertura nacional nos han bombardeado con extensas y diarias crónicas que narran el desarrollo del juicio por el asesinato de la niña Asunta Basterra, presuntamente cometido por sus padres. Ahora continúa este culebrón con el tema del jurado, su composición, el veredicto y las apelaciones. Después será con una serie para la televisión, imagino que ya rodándose en secreto por una «avispada» cadena, y como colofón se hará una película, por supuesto subvencionada.

Mientras tanto a los televidentes y delincuentes se les ofrece un curso acelerado para delinquir informando de todas las pruebas pormenorizadamente, para que evolucionemos hacia el conocimiento del crimen perfecto; el objetivo es profundizar en el morbo y llevar a nuestra sociedad a interiorizar en el ADN lo más rancio de las crónicas de sucesos y de paso conseguir que no se conozcan y debatan lo suficiente los grandes y graves problemas que tiene la sociedad española, entre los que destaco el paro, la corrupción política, el desafío soberanista catalán, la inmigración, la desigualdad social, etc.

Estoy seguro que cuando este tema se aplaque nacerá otro que nos mantenga «informados» de lo que le interesa al poder establecido y su ministerio del morbo adjunto. Por supuesto en toda esta crónica negra la comunidad andaluza es líder destacado, aportando varios de los últimos grandes «sucesos»: primero el crimen de Mari Luz Cortés, en Huelva (2008); después el de Marta del Castillo, en Sevilla (año 2009); y posteriormente los niños Ruth y Jose en Córdoba (año 2011) entre otros, a los que se les da la notoriedad necesaria para convertirlos en seriales por muchos años.

Dice Bernice Buresh: La televisión puede darnos muchas cosas, salvo tiempo para pensar.